Partida Rol por web

Hollow

Orubak

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14/07/2011, 15:58
Director

“El pequeño pueblo de Flacon's Hollow es un sitio salvaje. Asentado en la sombra del Peñasco de Droskar. Su vida es una vida de dureza roto solo por los ocasionales festivales y caravanas de mercaderes. Se enfrentan a adversidades constantes tanto por el hombre como por el salvajismo de la zona con los lobos a sus talones y los corta bolsas a sus bolsillos.
Es un testamento a la fuerza y a la supervivencia del ser humano.”

 

Y una mierda...
La lluvia caía en tromba sobre el semi-orco, ya había renunciado a guarecerse. Estaba completamente empapado y de un humor de perros. Frente a él un río ancho y embravecido le impedía el paso. La pierna la volvía a doler, a pesar de su temprana edad ya había participado en tantos combates como para cobrarse suficientes cicatrices para un par de vidas. La pierna le iba a doler toda la vida. Al menos estaba vivo. De hecho estaba allí por aquella herida. -Maldita humedad-. Como siempre el dolor le hizo recordar...

Las explosiones de las esferas ardientes que lanzaban las catapultas amenazaban con diezmar la compañía mercenaria. Siempre mercenarios y en primera linea, era el único destino de los semi-orcos en la guerra, ya fuera con los lameculos de los demonios como en Cheliax o en un abanderado de la “libertad” como en Taldor. Se llamasen lo que se llamasen nadie quería a su raza. Pero los tazones de caldo y las putas que accedían a acostarse con ellos solían ser caros así que había que trabajar en algo y él era bueno en lo que hacía. A su lado debían quedar una docena de miembros de su compañía que se había desmembrado tras la primera salva de bolas de brea.
El humo le molestaba a los ojos pero estaba entero, aunque no por mucho tiempo si no tomaban la loma desde la que las catapultas mantenían atoradas a las fuerzas atacantes. Estaban atrapados y al primero que sacase la cabeza los arqueros se la iban a taladrar. A su lado cayo un humano con metralla en un costado, un novato que no sabía mantener la cabeza agachada, no tendría tiempo de aprender. Su cuerpo ya empezaba  a enfriarse cuando golpeó el suelo en medio de la improvisada trinchera.
De allí no iban a salir, a menos que no se moviesen rápido y una decena de ángeles les llevase en volandas. Un golpe en el hombro lo distrajo de sus negras cavilaciones. ¿Vamos? -Preguntó con una sonrisa- Aquí no podemos quedarnos. Era Elvan, un joven recién alistado que se diferenciaba de los demás. Entre el grupo de mercenarios había ladrones, violadores y hombres de fortuna pero nadie como Elvan, el joven debía tener pocos más años que Orubak, era educado, delgado y divertido que no le importaba la raza de Orubak ni de ningún otro. No paraba de hablar de Ikka su niña y Mara su esposa. ¿Por que estaba allí entonces? Allí donde vivían, un pueblecito maderero en las entrañas de Andoran, en el Valle de la Luna Oscura, un agujero que si no fuese por las maderas ricas de la zona no viviría nadie. El calor y el brillo de la brea le cegaron cuando una bola en llamas se abatía sobre el semi orco. De repente se encontró mordiendo el polvo y con la pierna ardiéndole. Tras rodar por el suelo y arrancarse la malla encendida vió a lo que quedaba de Elvan envuelto parcialmente en llamas, ninguno de la compañía se tomó la molestia en ayudarle. Él si aunque sabía que nada se podía hacer. Desde aquel momento todo resultaba borroso para el medio orco solo recordaba escuchar a Elvan llorar, no por el dolor si no por no ver más a su esposa y a su hijo. Recordaba que Elvan con las manos agrietadas por el fuego sacó una pesada bolsa de oro, todo lo que había recogido en la guerra. Llorando se lo entregó a Orubak y le rogó que lo entregase a su esposa. El resto de la batalla fue una sumida en una niebla gris por el dolor de la pierna, no recordaba apenas nada y ya casi ni el resultado de la batalla, solo que abandonó el ejercito tras la batalla para dirigirse hasta aquel pueblucho de mala muerte a medio camino del culo del mundo.
Y allí estaba, empapado, dolorido y sin nadie a aquél lado del río. Para poder llevarlo en ferry hasta Falcon's Hollow cuya empalizada de madera podía observar a través de la cortina de agua que caía sobre sus hombros. Una campanilla oxidada de hierro colgaba de un poste en su lado del río, encima del poste un cartel descolorido se mantenía en precario equilibrio. “Ferri de Hans el onrado” se leía.

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16/07/2011, 21:19
Orubak el Semiorco

Orubak miraba el otro lado del rió en busca del  lugar donde el ferry debería aparecer, hizo sonar la campana para que se oyera sobre el ruido de la lluvia, procuro taparse bien para que no se le viera la cara con la capucha, ya que estaba acostumbrado a que los precios subieran cuando se enteran de que era un semiorco, aunque no sabía si el barquero seria igual de amable que Elvan, pero ya por si acaso ya estaba contando el dinero que llevaba, además tendría que preguntar unas cuantas cosas al barquero mientras le llevara al otro lado, en el ferry ya que era la primera vez que iba a ese pueblo y necesitaría unas indicaciones.

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18/07/2011, 18:09
Director

La lluvia continuó golpeteando las espaldas de Orubak, no podía guarecerse en sitio alguno, no había refugio y la lluvia siguió empapándolo más aún si era posible. Las nubes oscuras continuaron tronando y arrojando su furia sobre los mortales y sobre una semi orco en concreto. Los pies se le hundieron un poco más aún en el fango durante la tediosa espera. La cortina de agua arreció impidiendo que las luces al otro lado del río fuesen visibles. 

Por algún deseo peregrino de los dioses las lluvias pararon durante unos minutos, permitiendo que el frío viento empezara a helar a la mujer hasta el tuétano de los huesos. El viento sacudió de nuevo la campana arrancando un triste tintineo, casi casual. Bamboleante la luz se acercó a la otra orilla y se detuvo allí durante unos segundos. El viento continuó aullando y moviendo las nubes que remolonas lanzaban sus atronadores quejidos a lo lejos llevándose la tormenta.

La luna, furiosa por haber sido negada su visión a los diminutos seres que se arrastraban por el suelo iluminó con toda su redondez el bajío del río. Allí estaba una figura encorvada sujetando lo que parecía ser a lo lejos una lámpara. La silueta movió frenéticamente la lámpara y correteó sobre una plataforma de madera rehinchada. La operación de quitar las amarras duró pocos minutos y en unos pocos más la cuerda del poste empezó a tensarse y lentamente la luz empezó a cruzar por el agua y a acercarse.

De nuevo empezaron a caer gordos goterones de agua que la golpearon en las mejillas. El ferry continuó con su lento proceder hasta detenerse a unos pocos metros de la orilla. La silueta dejó la cuerda descansar en los rieles y manteniendo el equilibrio una mano encorvada por la artritis recuperó la lámpara y se acercó al borde. Levantó la luz por encima de su cabeza para poder observarle. Un hombre de mediana edad, muy castigado la observaba. Frente despoblada y pelo oscuro, grasiento por el que resbalaban algunas gotas de agua. El rostro era una máscara de cuero resecada por el viento y el sol, dos ojos pequeños y amarillentos le recordó a la mirada esquiva de un rodedor. Vestido con ropas entreabiertas y abrigado con un impermeable varias tallas más grandes observaba al semiorco relamiéndose los labios nervioso.

 

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18/07/2011, 18:15
Hans el Honrado

Vaya... Vaya... Que tenemos aquí?. Carraspeó y esputó despreocupadamente sobre el suelo de madera del Ferry. Miró a Orubak de arriba a abajo deteniéndose en las armas y la coraza sobre la que se reflejaba la luz de la lámpara. Acércate más a la luz -Ordenó con la voz gangosa de quien ha abusado demasiado del aguardiente- Vamos. La mano que no sujetaba la lámpara se apoyó sobre una de sus piernas arqueadas para mantener el equilibrio. ¿Quien demonios eres? ¿A estas horas?... Espero que tengas bastantes monedas.

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20/07/2011, 17:12
Orubak el Semiorco

Orubak le miro con toda su furia como si estuviera mirando a un ser del cual quisiera ver su sangre corriendo por una vendeta – el dinero no es problema y quien soy no creo que le importe – le siguio mirando mientras hiba subiendo en el ferry una vez dentro se dirigio asi la otra punta y mira a la otra orrilla – me gustaria llegar al otro lado ante de que vuelvan las nuebes – miro al otro arrilla, mientas cogia su bolsa de dinero y la asi sonar, sabia que con eso el barquero se pondria en marcha – decidme conoceis alguna posada decente en este pueblo – orubak sabia que tenia que tenía que encontrar a la mujer de elvan pero no queriar ir con toda su ropa mojada y por la noche ya que en verdad pareceria que la ha ido a buscarla un ser de la noche deseso de hacer el mal, pues ya que la noticia que tenia que llevarle no era precisamente buena.

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22/07/2011, 15:40
Hans el Honrado

El que debía ser el famos Hans el Honrado miró apreciativamente la figura que le observaba empapado. Se mesó la barba rala y oscura moviendo los ojillos de roedor nervioso posándose en las armas de portaba y la coraza que se marcaba tras la ropa empapada.

 

Son horas muy tardías... -de nuevo se rascaba la barba rala ¿piojos?- el río es una puta caprichosa y con este tiempo es peligroso cruzar... y no se quien eres... bien podrías ser un mero rebanacuellos... Dejó pasar unos segundos para que Orubak pudiese darse cuenta de la verdad de sus palabras. Se balanceó sobre el ferry, demasiado para tratarse del la fuerza del agua. Te costará...cinco, no!! Siete monedas de oro!. Además tírame primero las armas y luego pasa tú o no hay trato...

Notas de juego

Sabes que es un precio sumamente abusivo.

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31/07/2011, 15:00
Orubak el Semiorco

Orubak se pun so a pensar lo que le dijo hans, tras pensarlo tan detenidamente fue dirigiéndose a hans mientras hablaba – es verdad que no es buen tiempo y si tirara mis armas podría fallar y darle a alguien por “accidente” – dijo esto mientras miraba a hans muy interesado – además si callera al mar quien se haría responsable de la perdida de mis armas, no creo que quieras hacerte tu responsable – Orubak piso con fuerza en la barca a la vez que se acerco a hans con una mano en el arma y la otra en el hombro de hans – por lo que creo que unos 5 monedas es más que suficiente para llevarnos a no ser que quieras aguantar con tu cuerpo mi hacha – dijo esto mirándolo muy de cerca y en tono mas alto.

- Tiradas (1)

Motivo: intimidar

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+5)=23

Notas de juego

tiro intimidar para ver si acepta mi oferta o me lleva gratis XD, he puesto el +5 por carisma ya que no se si queda bien que use la fuerza ya que no estoy seguro de haberlo clavado, si piensas que si sumale un +3 a mi tirada

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01/08/2011, 16:46
Hans el Honrado

Las palabras del  semi orco parecieron golpear a Hans con la fuerza de un martillo, rertocedió un par de pasos y sus ojillos de rata recorrieron rápidamente la silueta empapada de Orubak. Hans el autoproclamado honrado no recogió directamente las monedas que le tendía Orubak. Los ojillos de rata del barquero la observaban nerviosos, parecía incluso que parte del sopor etílico le había abandonado. Hundió los hombros aparentemente derrotado la posibilidad de más beneficio.  Bufó un exabrupto y con cautela extendió la mano para recoger las cinco monedas. Una vez recibidas las sopesó y tras mirarlas con los ojos semicerrados mordió una por una hasta que pareció darse por satisfecho.

Sube entonces antes de que llueva más y el puto río nos envíe al fondo... Los enormes goterones parecían ir en aumento y pronto la lluvia volvería a golpearles con todas sus fuerzas. Los maderos crujieron casi sollozantes bajo el peso del semi orco. De cerca, el ferry tenía aún peor aspecto, maderos semipodridos la sostenían entrecruzados por cuerdas deshilachadas y un bajío con mucha falta de pez. Hans se movió son soltura y agarró la cuerda con la fuerza del que ha realizado una tarea miles de veces. La estructura del ferry crujió ahogando resuellos de Hans mientras toda la estructura crujía al atravesar las aguas embravecidas.

Dígame...Señor... a que viene a este pueblo... -se detuvo unos segundos a recuperar el aliento- no la veo trabajando en el aserradero y no creo que venga a trabajar para el consorcio... ¿Que la trae a este agujero? Hans empezó de nuevo a tirar de la cuerda para terminar el último tramo.

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03/08/2011, 15:58
Orubak el Semiorco

Orubak giro su cabeza para mira por encima de su hombro a hanz, como si estuviera inspeccionando a ese hombrecillo, tras mirarlo detenida mente, sus ojos de pusieron de nuevo mirando a la otra orilla – lo asuntos que tenga que hacer en este agujero son mio y no veo razón para decírtelo – mientras aguanta los enviste de la lluvia y el  mar siguió pensando en que hacer cuando llegara a la otra orilla, volvía a girar la cabeza para mirar de nuevo a hanz – ¿hay alguna posada decente en este pueblo? – decido espera la contestación de hanz, quería descansar primero de la lluvia y del largo viajes que había hecho y de momento el único que podía indicarle algo era hanz, por desgracia, ya que no creo que encontraría gente “honrada” a estas horas y mas con esta lluvia, y de seguro que la posada estaría llena de gente que se refugiaría de la lluvia por lo cual estaría bien ya obtendría información invitando a alguien a un par de tragos.

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03/08/2011, 23:48
Hans el Honrado

Hans se encogió de hombros para demostrar que a él no le importaba en lo más mínimo. Le recomendaría el Rouge Lady peroooo, no sé, pruebe en el Descanso del Viajero -dijo desentendiéndose del tema- más que una posada es una casa de huéspedes, tranquila y limpia. La odiará. Está cerca del Mercado Bajo, en la plaza. No tiene pérdida.

Parecía que los dioses de la lluvia y el trueno se habían hartado de la tregua y de nuevo volvieron a resonar sobre su cabeza el rayo y el grito de guerra del trueno hasta que una cortina de agua volvió a empaparle de nuevo. Sin despedirse Hans dejó a Orubak en el ferry, con paso algo tambaleante se dirigió a una casucha hecha de maderos cerca del ferry. Abrió la puerta de un sordo empujón en la puerta y la cerró tras de si. El humo empezó a subir por el orifico del techo de la diminuta cabaña de Hans señal de que al menos tenía un hogar allí dentro.

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04/08/2011, 00:03
Director

Miró alrededor para orientarse. A sus espaldas el río rugía arrastrando árboles arrancados del cercano bosque y todo tipo de desechos. Al norte a lo lejos una masa negra y sombría dibujaba la silueta de lo que había visto antes del anochecer como un profundo y espeso bosque, sus carcajadas eran los truenos y su vista el rayo que la iluminaba. Al Oeste caminos de fango casi intransitables que conducían a la llanura pelada y de allí a alguno de los esparcidos campamentos de leñadores. A este a unos meros 100 pies estaba la empalizada hecha de troncos puntiagudos muy juntos que marcaban la entrada a Falcon's Hollow. La empalizada debía tener casi diez pies de alto, la entrada compuesta por troncos y reforzada con bandas de hierro oxidado se mantenía hierática.

 

No parecía haber nadie al otro lado.

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09/08/2011, 16:55
Orubak el Semiorco

Orubak sabía que tendría que hacer mucho ruido antes de alguien se dignarse a salir para mojarse con la lluvia, se acerco hacia la puerta y empezó a aporrearla para que lo oyeran incluso en el mismísimo infierno, mientras esperaba empezó a mirar la empalizada, para ver lo más seguro que fuera para protegerles de las criaturas que rondaban en la oscuridad que de un ataque, pero a el no le importaba, iba a pasar por un viajero que necesitaba una noche de descanso, para así poder entrar después se enteraría de lo que necesitara y se haría tras un día como mucho

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15/08/2011, 23:49
Director

Durante una plomiza eternidad la lluvia la siguió azotando, a pesar de ello ya era algo que no importase, estaba tan empapado que ya apenas lo notaba. A pesar de ello la molesta agua la cegaba aplastándole los cabellos contra el cráneo.

 

Encima de la muralla, como si se tratase de una cabeza deforme y plana de un gigante que abriese un solo se encendió una luz de linterna en el interior de un puesto de observación chato y bajo en lo alto de gruesos troncos entrelazados a pocos metros de la valla. La luz de la linterna -probablemente un ojo de buey pensó- se dirigió torpemente hacia la empalizada y a través del torrente de agua cubrió con escasa luz su silueta. Pasaron unos minutos más con la linterna iluminando alrdedor del semi orco y hacia la nada, como si tratasen de comprobar que no había nadie más con él. Cuando el que fuere que estuviese arriba se dio por satisfecho la linterna bamboleante fue descendiendo por el grueso tronco, la silueta se protegía con una abultada capa de la lluvia, resbaló en el último tramo del descenso y cayó de pié mientras la linterna caía al suelo y veía su luz ahogada.

Orubak ya no veía nada a través de la empalizada hasta que escuchó ruido al otro lado de la barrera, el ruido de las cadenas y la tos le permitían tener esperanzas en tener pronto aquella comida caliente en los labios.

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15/08/2011, 23:52
Ibraim

La empalizada arrancó un grito casi de agonía de las dolidas bisagras. De aquel que la manipulaba el esfuerzo continuado produjo un nuevo estallido de tos ronca y seca que se escuchaba incluso a través de los postes.

 

Al fin se abrió lentamente la empalizada, solo un par de palmos para que el guarda pudiese sacar la cabeza para mirar de hito a hito al semi orco. Era un hombre de mediana edad, pelo rojizo y corto con profundas ojeras que miraba a Orubak con desgana.

Que demonios haces aquí? -Se interrumpió de nuevo con un acceso de tos- Hay lobos ahí fuera ¿Sabes?. Miró de nuevo alrededor desconfiado de cualquier cosa que pudiese haber más allá de la seguridad de la empalizada. ¿Las manos separadas de las armas, donde pueda verlas. ¿Estas solo? ¿Seguro? Inseguro miraba las armas de Orubak.

Están llegando muchos extranjeros a Falcon's Hollow, demasiados esta noche la mujer, y luego tú.

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16/08/2011, 08:01
Orubak el Semiorco

Orubak se acerco hasta la puerta para ponerse a la altura del tipo, con las manos donde se pudiera ver –  Si estoy seguro de que soy el único que se esta calando hasta los huesos en ESTA MALDITA LLUVIA, así que me da igual que haya pasado una mujer antes o un centenar de ella quiero entrar de una maldita vez y buscar refugio en una posada, y te recomiendo que no me hagas esperar si no quieres que abra la puerta a hachazos y te haga la cenas de los lobos que mencionaste – orubak espero mirando fijamente al tipo mientras espera que decidiera abrir la puerta, pero el se preguntaba porque razón estaba tan nerviosos con las personas que llegaban a allí de paso, si su único problema eran los lobos no había razón para estar tan desconfiado, o es que aquel pequeño pueblo guardaba algo que no quería se descubierto, en verdad daba igual tan solo iba a entregar una cosa y a largarse de allí.

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16/08/2011, 22:09
Ibraim

El hombre la escuchó atentamente aún con la inseguridad pintada en el rostro dió un par de pasos hacia atrás ante el estallido de furia del semi orci. No suelen salir con la lluvia... Un ataque de tos le interrumpió. La cara grisácea del hombre apenas iluminada por la luz no mostró odio ni desprecio, solo miedo y desconfianza. Está bien, pasa -dijo con un resuello- pero no quiero problemas, ¿De acuerdo? Abrió la puerta, quedó atorada durante unos segundos la puerta por el barro acumulado en el bajío. El portalón se abrió lo suficiente como para que Orubak entrase por su lado. El hombre la miró de hito a hito observando sus armas. La desconfianza volvió a aparecer en sus ojos plomizos pero el paso al pueblo siguió abierto.

 

Techo encontrarás, si tienes monedas para pagarlo, aquí todo tiene un precio... Supongo que como en todos lados. ¿No? Cerró el portalón empujando con el hombro deteniéndose solo cuando los accesos de tos le detenían. Con presteza corrió las cadenas y colocó los pesados candados, un tanto oxidados pero de apariencia robusta. Ahora podía ver el pueblo, lo que había cerca no la impresionó, aunque sin nieve le recordaba a los fríos páramos que fueron su hogar. Las casas eran bajas, la mayoría en mal estado, de madera oscura e hinchada. Apenas se veían luces encendidas pero el ambiente del pueblo era de pesar, puro y dura la desesperación era uno más de los que andaba por las calles enfangadas.

Hay unas cuantas posadas aunque... Si lo que quieres es descansar ves al "Reposo del viajero", la casa es tranquila y la comida es buena... Si logras que la señora Ham te deje entrar. No creo que seas bien recibido en otros sitios, al menos a estas horas de la noche.

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16/08/2011, 22:28
Orubak el Semiorco

Orubak se acerco hasta el guarda de la puerta y lo miro – Así que el “reposo del viajero” ¿no? – le dio la espalda al guarda y se puso en marcha hacia la ciudad para buscar la posada, pero para un momento antes de ir – es verdad que lo lobos no suele salir a cazar cuando llueve pero … si huelen la carne de una presa muerta irán a comérsela – Orubak se rio para los adentro en verdad no le gusto que el guardia lo dejara esperando en la puerta con la lluvia y el temor que habría inspirado el guardia le ayudo a calmar la furia que sentía por dentro debido a que la lluvia le estaba helando los huesos y era malo para su herida.

Orubak fue corriendo cobijándose donde podía hiendo a paso firme quería resguardase de la lluvia lo más pronto posible, una vez seco empezaría a preguntar para encontrar el paradero de la esposa de elvan, claramente pensaba preguntar amablemente después de tomarse una cerveza, debido a que cuando llueve la gente se suele quedar más tiempo en la posada y las camaradería con los compañeros de copas nacen y eso le gustaba.

Notas de juego

Espero estar intrepertando a mi semiorco bruto bien jeje

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18/08/2011, 17:25
Ibraim

Bu...

Buenas noches señor y... Cuidado, querría tener que volver a verle.

Orubak se alejó del guarda mientras este le daba la espalda tras darle al semi orco las instrucciones para llegar a la fonda, para de nuevo con meticulosidad volver a poner las cadenas y cerrojos para asegurar el portalón, solo de detenía cuando un nuevo acceso de tos le obligaba a encorvarse sobre si mismo.

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18/08/2011, 17:27
Director

Las calles estaban en el mismo mal estado que el camino que llevaba al pueblo, el fango campaba por los caminos de tierra a sus anchas cubriendo los excrementos y la porquería que se habían acumulado a lo lardo de los días en los bordes del camino.

Tras una de las puertas destartaladas un perro ladró con furia cuando pasó cerca de ellas. Al andar por aquellas callejuelas a Orubak le recordaron algunas aldeas arrasadas por la guerra. La soledad caminaba a su lado y la desesperanza parecía asentarse en cada uno de los pilares de las casas. Solo los desesperados y los que no tenían otro lugar a donde ir podían esconderse en aquel agujero. No le extrañaba que Elvan fuese alguien tan risueño incluso en la guerra, al menos había huido de allí y ahora su hijo debía estar solo en aquel estercolero.

Dejó de llover al cabo de un par de minutos y andando sobre el fango alcanzó uno de los pocos edificios de dos plantas y que mantenía las luces de la planta baja encendida. Esa debía ser la hospedería.

Cargando editor
18/08/2011, 20:53
Orubak el Semiorco

Orubak hecho un vistazo desde el exterior mirando la distancia entre las casas de la taberna además de otros datos, claramente no esperaba que pudiera ocurrir algo, pero tras años pasando en las taberna de pueblo y recibiendo y dando algún que otro golpe, hizo que cada vez que entrar calculara el tamaño las distancia y demás por si tenía que salir a toda velocidad, ahora lo único que pensaba era en entrar y calentar, así que tras echar la ojeada se dirigió con paso firme hacia el interior, paso un simple mirada a los parroquianos de esta posada dirigiéndose hacia la barrar para pedir algo de beber.