Junto a una fuente, Kilder y una mujer que empieza a llenar su jarra ve llegar a un variopinto grupo de viajeros en dirección a Valtir. Componen la marcha un noble al parecer venido a menos, montado sobre su caballo; una adolescente también montada equipada con una armadura que incluye un vestido elegante, algo inédito; caminando al lado de la chica un hombre de aspecto cansado; un noble con algunos kilos de más también a caballo y con mal aspecto; y cierra la comitiva un mercenario con andar relajado y despreocupado, pero aún así manteniendo su mala cara.
Precisamente es este último quién habla en voz alta:
- ¡Eh, jefe! -dice mitad en serio, mitad en broma.- Este de aquí parece un tipo de iglesia, ¡anda que no he conocido gente así! Anda, pregúntale dónde esta la maldición en su pueblo para que acabemos rápido, jaja.
Aunque sois los dos jugadores no tenéis que sentiros obligados a permanecer juntos si vuestros personajes no lo harían.
Comienza la tarde.
Observo al grupo que llega, y mientras me refresco en la fuente, les saludo:
-Saludos viajeros, que Lauralan os... -al escuchar al bravucón, les contesto antes de que me pregunten - No soy sacerdote de este pueblo, si quieren hablar con alguno, diríjanse a la iglesia, es el edificio mas alto que hay en la plaza.
Me cruzo de brazos esperando a que pasen, mientras los observo a todos y cada uno de ellos
Malo que venga este tipo de gente al pueblo, y peor que vayan diciendo esas sandeces, maldición, maldición es lo que le han echado al pobre caballo que lleva al gordo.
Muchas gracias joven amigo, y disculpa a mi compañero... El viaje le ha cansado tanto que no sabe distinguir a un clérigo de un sacerdote...
Dicho esto Aslaw dirige la comitiva hacia el edificio que ha señalado el joven clérigo...
Levanto la mano para despedirme, y con cierta cara de preocupación, le digo al guerrero:
-Disculpados estáis, suerte en vuestra empresa.
Mientras se van, comienzo a hablar con la chica que había en la fuente.
-Buenos días señora, hace bastante calor hoy para la época en la que estamos. No se si me podría ayudar, estoy buscando al padre de una chica que al parecer desapareció en vuestro pueblo, y si no me han informado mal, fue por aquí. ¿no lo habrá visto por esta zona?
Comienzo a observar el perímetro.
Mucha gente pasa por aquí, no creo que encuentre gran cosa...
Motivo: percepción (+2)
Tirada: 2d6
Resultado: 3, 1
total: (3-1)+2 = +4 (destacado)
- Pues no. Dicen que el padre se ha vuelto medio loco y esta buscando donde nuestras patrullas no llegaron por considerarlo demasiado lejos, por las montañas del norte o los bosques del sur estará.
¡Pobre Allison! Yo coincidí varias veces con ella aquí, sacando agua...
Efectivamente hay muchas huellas en el barro alrededor de la fuente, y nada de lo que ves te parece extraño. Seguramente los vecinos del pueblo acertaron diciendo que no había signos de lucha.
- Bah, ¿y en qué se distinguen? -comenta Bertoz cuando el sacerdote ya no puede escucharlos.
El edificio que ha señalado el hombre religioso esta bastante lejos y os cruzáis con gente del pueblo, que tampoco os prestan excesiva atención. Sus caras están un poco decaídas, tal vez sea verdad lo de la maldición... aunque por otra parte están haciendo sus trabajos con normalidad.
Fuera de la iglesia hay un hombre limpiando el suelo del patio de hojas caídas. Bertoz te hace una referencia de broma para indicarte que te deja dar el primer paso.
Lauralan: dios neutral de culto mayoritario en varias ciudades y pueblos, pero no en Valtir, cuya única iglesia es para Cilmo, también neutral.
Así que se llama Allison.
-Muchas gracias señor, si necesita que la ayude a llevar el agua o cualquier cosa, sólo tiene que decírmelo.
Ya están tratando al viejo de loco, y su búsqueda ocupa un terreno demasiado grande para que yo le busque, norte o sur, quizá coincida con el en otra ocasión. Por ahora sólo puedo hablar con los monjes de la zona, los cuales no creo que sean muy amigables, y menos después de que les enviase a los mercenarios. Acompañaré a la chica, a ver si se cuanta algo mas, y luego casi que me iré a comer, y acto seguido descansaré un poco, la noche parece que va a ser dura.
-Vamos señora, la espero y le ayudo con esto, ¿no habrá oído algo sobre otra desaparición por la zona?, me parece que me comentaron algo de un niño desheredado que había también por aquí, incluso de que por la noche ocurren cosas raras.
Saludos buen señor, acabamos de llegar a la villa y nos gustaría poder alojarnos en alguna posada donde poder descansar, refresacarnos y comer algo caliente después de un duro día de marcha...
¿Podría recomendarnos algún lugar?
Aslaw nota al grupo cansado, ha sido un duro día de viaje y a él, sinceramente, tampoco le apetece llegar al pueblo y preguntar directamente por la maldición. Piensa que es mejor dejar descansar a Daniel y a todos aquellos que estén cansados y salir a "investigar" con Sandra y Bertoz...
Quizá entrar en el pueblo directamente y preguntar por la maldición no sea muy buena idea.... y menos si están malditos...
Editado para dejar fuera de los destinatarios a Kilder.
¿Aslaw habla conmigo?
- No hace falta, buen señor, puedo yo.
¿El niño? Mire, un niño desaparecido siempre es motivo de lástima, pero este en concreto me ponía algo nerviosa. Todo el pueblo intentaba ayudarle, pero las cosas son así. A veces desaparece, y aunque es cierto que esta vez tarda demasiado, aún puede que vuelva por su propio pie.
Y por las noches... no sé que ocurre. Mi marido y yo no salimos de casa por las noches -comenta con algo de miedo.
Su casa es una de las primeras del camino, y se despide de ti para entrar, a no ser que quieras preguntarle algo más.
¿Aslaw habla conmigo?
No, ya está corregido. No se habrá dado cuenta de desmarcarte como destinatario.
- Pues acaban de pasarse una posada que tiene precios razonables, esa de allí -la señala con la mano: está a unos 100 metros.
- ¿Precios razonables? -dice Sandra sorprendida.
No te he dicho lo de la posada antes porque creía que querías hacer algo en la iglesia.
Me despido de la señora cuando llegamos a su casa.
-Muchas gracias señora, me ha sido de mucha utilidad. Si necesita algo, estaré en la posada.
Interesante, todo el mundo sabe que pasan cosas, y están asustados, pero nadie hace nada. Me dirigiré hacia la posada para comer, y luego me echaré la siesta, a ver si puedo descubrir algo esta noche.
A mi también me pasa eso muchas veces XD
Muy amable señor, gracias por la información.
Aslaw pone su mejor sonrisa a la persona que le dice lo de la posada.
Dicho esto encamina a su caballo hacia la posada y se dirige en voz baja a Sandra.
Querida mía, estoy seguro de que tu podrías acomodarte en un palacio y aún así te sobraría dinero pero el resto del grupo no tiene tu poder adquisitivo y dado que nadie de nuestra villa se a animado a financiar nuestra aventura será mejor acomodarse al nivel del grupo. Además ¿no pretendemos llamar mucho la atención verdad? Si el lugar está maldito, es mejor que pasemos desapercibidos...
Sólo vamos a acomodarnos, máximo media hora y después tú, yo y el mercenario daremos un paseo por la villa...
No me dí cuenta de lo de Kilder, sorry.
Sí, a la Iglesia vamos a ir después jejjejeje
- De nada, señor -te contesta el hombre antes de seguir a lo suyo, agradecido por tu amabilidad.
- Simplemente me ha sorprendido lo de precio razonable, ¿hay alguno que no lo sea?
En fin, yo votaría por arramblar ya con la maldición y liberar a estas pobres gentes, pero para que veas que te respeto, intentémoslo primero a tu manera.
La posada apenas tiene dos clientes, el posadero y una camarera.
Cuando Kilder vuelve a la posada se encuentra... al grupo que acaba de conocer. Algunos le miran sin saber que pensar sobre él.
La camarera le dice que en breve tendrá su comida y le señala un asiento donde puede esperar.
En serio que no es mi intención juntaros, pero si ambos hacéis un amago de hacer otra cosa y luego vais a la posada... acabaréis encontrándoos, jejeje.
En todo caso no es la única posada del pueblo.
Buenas tardes joven clérigo, nuestros caminos vuelven a juntarse.
Aslaw sonrie abiertamente a Kilder.
Parece ser que esta posada es justo lo que necesita un cuerpo después de un largo viaje no crees?
Si gusta algunos de mis compañeros y yo nos disponíamos a acomodarnos y refrescarnos el gaznate, estás invitado.
Entro en la posada, y tras saludar al caballero, comienza una conversación:
-Saludos caballero. Mi nombre es Kilder, sacerdote de la diosa Lauralan. Me sentaré a comer con vosotros, la compañía, bueno -miro al compañero bravucón- normalmente es buena.
Le hago una señal a la camarera para que me sirva en esa mesa.
Comienzo a comer.
-¿Ya han encontrado su maldición? -hago un gesto de medio sonrisa.
Bienvenido a la mesa Kilder, siempre es un placer poder compartir mesa con un clérigo.
Estos son mis compañeros: Sandra, Bertoz y Daniel.
Aslaw señala a sus compañeros mientras pronuncia sus nombres.
Dicho esto comienza a comer, cuando Kilder menciona la maldición Aslaw pega un golpe en la mesa y empieza a reirse a carcajada limpia.
Jajajajjajaja vaya con el sacerdote, así que ¿tú también has venido a Valtir por la maldición? jajajjajja
Como ya te abrás dado cuenta acabamos de llegar ahora mismo, hemos conseguido alojamiento y algo de comida pero si estás interesado en la maldición, quizá quieras acompañarnos...
No todos los días se tiene ocasión de compartir aventura con un sacerdote de la diosa Lauralan....
Por cierto, ¿qué sabes sobre la maldición?
Haciendo un gesto, le indico que baje la voz:
-A la gente de este pueblo, no les gusta que se hable de esto, son un poco supersticiosos.
Doy un trago, y continuo el intercambio:
-No estoy investigando una maldición exactamente, pero por lo que he averiguado, no hay maldición alguna. Todo lo que sucede en este pueblo, tiene un explicación lógica, lo siento.
Sigo comiendo un poco, y le pregunto:
-Supongo que no estais aquí por afición, sino que alguien os habrá contratado.