Partida Rol por web

Iniciación en el Rol por Web

"El Daño de Durin"

Cargando editor
23/07/2016, 15:40
Narrador

"Pero ama demasiado la montaña y sabe que nunca la abandonará si no es por necesidad."

Y ese día llegó. Ocurrió en el año 1978 de la Tercera Edad. Los orcos, guiados por una fuerza oscura y ayudados por trolls de las cavernas, lograron expulsaros de vuestra montaña. Después de resistir durante dos o tres años sus constantes asedios, la población de enanos había mermado demasiado y los túneles eran peligrosos.

Por vuestra seguridad y supervivencia, decidisteis viajar a Minas Moria. Era el lugar más cercano a vuestra montaña y sabíais que Durin IV no os negaría el refugio. El viaje fue duro y largo. Procurabais refugiaros siempre bajo el manto de la montaña y seguir siempre cerca de ellas. Los bosques eran hermosos pero no tanto como vuestras hermosas y labradas cuevas. Se os hizo a todos especialmente duro viajar bajo aquellos cielos abiertos, aunque más de uno disfrutó de las noches estrelladas.  Así pues, solíais descender a menudo para caminar bajo el manto de nubes que cubrían las montañas.

A pesar de que tu padre y tu tío no se hablaban, veías como tu tío y su familia caminaba cerca de la tuya y tu padre toleraba esa marcha. Eso no quería decir que se volviesen a hablar, pero la lealtad familiar en esas circunstancias, era más fuerte que su enfado.

Tras casi un mes de viaje, llegásteis a las cercanías de una pequeña ciudad de la raza de los hombres. Acampasteis relativamente cerca de ellos, lo suficiente como para poder comerciar y que no os molestaseis unos a otros. Vuestro líder eligió a unos cuantos enanos y un carro con enseres y se encaminó al lugar para tratar de comerciar y conseguir más variedad de alimentos o bien monedas. Antes de irse os prohibió a todos ir a aquel lugar y más aún a la taberna.

Desde la altura de la colina donde estabais acampados, podíais ver la pequeña ciudad. El edificio más grande, era sin duda donde debía estar la taberna, la posada y el mercado, pues era donde más gente se movía.

Aun quedaba tiempo hasta que el manto de la noche os cubriese por completo y dejase a oscuras el lugar, pero había algo que te apetecía hacer y no os dejaban durante el viaje: beber cerveza.

Notas de juego

Siento saltarme de Baldur's Gate al Señor de Los Anillos. Pero cuando vi a tu enano, recorde un pasaje de la historia de Moria.. bueno, dos más bien, pero me decanté por este, los cuales me entusiasmaron en su momento. Ambos son relativamente cortos y creo que bonitos para jugarlos.

No marques a tu compañero, aun no os habéis encontrado ni os conoceis.

Cargando editor
24/07/2016, 12:27
Narrador

Cansado y mugriento, entraste en aquella pequeña ciudad de hombres, lejos de cualquier enclave enano, debías conformarte con aquel lugar para descansar y rehacerte.

Sabías que tus inicios serían duros, pero al menos disponías de agua en el pozo del lugar y un techo donde cobijarte, ya fuese en los establos o en las tiendas que quedaban vacías al finalizar el día.

El puñado de monedas que aún guardabas no te serviría de mucho si lo gastabas en la posada, lo primordial era alimentarse y conseguir algún tipo de trabajo.

Debido a tu aspecto de vagabundo o ratero y con el agravante de ser enano, no conseguías ningún trabajo en el lugar, pero si un par de ofertas que podías aprovechar. La primera te vino de la taberna, el dueño estaba dispuesto a pagarte por la carne de conejo, perdices, jabalíes etc... La segunda del curtidor local, quien te pagaría por las pieles de los animales que cazases, siempre que fuesen aprovechables.

Notas de juego

A la derecha de la imagen tienes el pozo y las "casetas" de venta. A la izquierda ves parte de la taberna y justo debajo, están los establos. Hacía la espalda tienes casas bajas.

No marques a tu compañero, aun no os habéis encontrado ni os conoceis.

 

Cargando editor
24/07/2016, 13:44
Imra
Sólo para el director

En otras circunstancias Imra hubiera disfrutado del paisaje, sobre todo de las estrellas. Hubiera preguntado a todos por las estrellas, que eran y como se sostenían en el cielo si nada las agarraba. Pero sólo había tristeza en su interior. Habían abandonado el hogar donde había nacido y en el que esperaba morir quizá para no volver nunca. ¡Cuántos secretos se perderían con su hogar! ¡qué raro era el mundo exterior! Podría... no, no era el momento. Lo primero era llegar a Minas Moria y ponerse a salvo, luego podría preguntar. 
Pensó en su hermano Thirig ¿Se cruzarían o el mundo fuera de la montaña era tan grande que ni tan siquiera se hubiese enterado del ataque a su hogar? No quería pensar en su hermano ahora. Al menos su tío y su familia estaban a salvo. Cuando llegaran a Minas Moria tendría que hacer algo para poner fin a esa estúpida disputa aunque debería tener cuidado de no decir que era un disputa estúpida delante de su padre y su tío. 
Los días transcurrían todos igual, caminar sin descanso para estar lo antes posible bajo la protección de Durin IV, pero las noches eran otra cosa. Imra se fue acostumbrando a las estrellas y su curiosidad le hizo pasar partes de las noches dibujándolas en un viejo pergamino. Seguramente no servía para nada pero lo prefería al silencio que se había impuesto en los antaños ruidosos. 
Fue al mes de viaje cuando vio su primera ciudad del exterior, o quizás ya habían visto alguna pero su desazón le había hecho no prestarle atención. Una parte de él se alegró de no formar parte de la expedición para conseguir víveres aunque la parte curiosa le decía que ya que estaba en el exterior podía aprender sobre los hombres y sus artes. Se acercó a su padre con el que durante el viaje apenas había intercambiado monosílabos para confirmarle que estaba bien y le preguntó: 
¿Padre, qué sabes de los humanos?  – se calló un segundo y añadió – ¿has bebido alguna vez su cerveza? 

Si fuera un poco más valiente ya estaría en alguna de sus tabernas saboreándola se dijo y dio un par de pasos inconscientemente hacia el pueblo 

Notas de juego

No hay ningún problema, lo importante es la historia. De modo que tómate la libertad de cambiar lo que consideres 

Cargando editor
25/07/2016, 11:42
Boront (Enano)

Tu padre te miró frunciendo el ceño. En un mes era la primera vez que conversabais y le extrañó que no lo hubieses hecho antes. Miró hacia la ciudad y se quedó a tu lado. Los hombres... no se mucho sobre ellos. Se que son bastante más altos que nosotros, prepotentes en su mayoría.. y orgullosos. Le dió una calada a la pipa que estaba fumando.

Dicen que viven menos años que nosotros y que son débiles a las enfermedades y las plagas... Viven sus vidas como si no hubiese un mañana. Luego cerró los ojos un instante. Hace años, antes de que nacieses, tuve ocasión de ir con otros enanos a comerciar con los hombres. Una vez allí, algunos nos fuimos a la taberna y probamos su cerveza. Te respondió mirándote a los ojos.

Su sabor es menos amargo, es más... dulce y son de color oro viejo con reflejos cobrizos... Luego tienen otra, es de color negra... Su espuma es muy cremosa y robusta , al igual que su sabor, potente...  Viste como tu padre había vuelto a cerrar los ojos y se relamía pensando en aquel oro líquido.

Si hubiese podido ir a la ciudad, creeme que lo hubiese hecho, sólo por volver a disfrutar de esos nuevos y coloridos sabores. Te susurró antes de retirase con el resto del grupo. Vamos hijo. Quizás algún día tengas suerte y la pruebes.

Cargando editor
25/07/2016, 13:17
Imra
Sólo para el director
Si eso estaría bien. También me gustaría ver a los humanos. En fin, quizás algún día cuando todo esto termine... –respondió Imra mientras ojeaba los alrededores.
Todo era tan distinto en la superficie. La flora era tan espesa y tan verde; el sol le hacía sudar más de lo que jamás había sudado en su ningún trabajo. ¿Qué era eso? ¿algún tipo de insecto?  Se fue alejando de su padre sin prestar atención a nada que no fuese aquel pequeño animalejo que había visto. 
Mientras lo seguía intentando no perderlo de vista fue cogiendo hojas de los árboles con los que se cruzaba, algún trozo de corteza o de raiz. Iba buscando también piedras pero todas las que encontraba le eran conocidas por lo que no cogió ninguna.
Cuando levantó la cabeza se encontraba en la linde de la ciudad. Ups – pensó – si alguien me ha visto voy a meterme en problemas. Y encima he perdido al bicho. Miró la ciudad. Nada que ver con una ciudad enana. ¿Cómo haría para no pasar frío? ¿o no mojarse cuándo lloviera? Se encogió de hombros. Suponía que esas construcciones, en su mayoría de madera, debían servir para esas cosas.
¡Cerveza! – se escuchó decir en voz alta y se llevó la mano a la boca como si pudiera silenciar lo dicho. Sería una pena que llegado hasta aquí y teniendo en cuenta que la regañina ya me la he ganado que no probara la cerveza. Y los humanos, no te olvides de los humanos; no, no probarlos si no hablar con ellos.
Con esa idea en mente entró en la ciudad humana convencido que una taberna era igual en una ciudad enana y en una ciudad humana: el lugar más ruidoso que pudiese uno encontrar. Sólo tenía que evitar que los miembros de la comitiva lo vieran.
Cuando llegó a lo que pensó que sería la taberna inspiró profundamente y durante un segundo pensó en volver al campamento. Soltó el aire y abrió la puerta esperando no haberse equivocado.
Cargando editor
25/07/2016, 18:20
Okhagim Rargthi
Sólo para el director

Orkhaim se sentía desdichado y solo en ese lugar, sin ningún enano cerca, nadie de su clan, todos estaban muertos y eso pesaba mucho en la conciencia del enano "¿Por que no estuve ahí para morir junto con mis hermanos?¿Por que no pude defenderlos?" Estos pensamientos concurrían a su mente muy a menudo por más que intentara alejarlos. 

Al principio solo vagabundeaba sin más, como esperando la muerte, pero si había llegado hasta allí, debía seguir adelante, por lo que comenzó a buscar un trabajo (o algo parecido) y se dio cuenta que no estaba en buena posición para conseguirlo, estaba sucio, parecía un vagabundo, y para colmo no había nadie de su raza en ese lugar, por lo que nadie le ofrecía nada. Cuando estaba a punto de darse por vencido apareció la primera oferta: el dueño de la taberna le pagaría por los animales que cazase, no era especialmente bueno cazando, pero al fin y al cabo podría intentarlo. Y ya que iba de caza, se le ocurrió que el curtidor local podía llegar a necesitar algunas pieles, por lo que le ofreció sus servicios, y sin más, aceptó las dos oportunidades.

 

Cargando editor
27/07/2016, 20:04
Narrador

Cruzaste sin problemas. Tus compañeros enanos no estaban por las cercanías y enseguida escuchaste jaleo en uno de los edificios. Al entrar te diste cuenta de que habías acertado. Era la taberna.

Allí sólo había gente alta que bebía, reía y volvía a beber: cerveza. Los hombres, de cualquier edad, con cualquier vestimenta, pero de rostros alegres, quizás por la cantidad de oro líquido bebido, ni se percataron de tu presencia.

En un rincón, unos más jóvenes, sin barba aún, bailaban y se divertían a costa de las mujeres que trabajaban allí, sirviéndoles la bebida.

El olor a carne asándose en el fuego, mezclado con ese aroma a cerveza, te abrieron el apetito y comenzaste a salivar. Aunque en ese mismo instante hubiese entrado allí todo el grupo de enanos, junto a tu líder, ni te hubieras percatado.

Las mesas parecían estar todas pilladas y la barra estaba atendida por un hombre alto y recio, el cual parecía ser él único que si te había visto entrar.

Cargando editor
27/07/2016, 20:31
Narrador

Pasaste el día en el monte, en las tierras cercanas a la ciudad. A pesar del tiempo que habías pasado fuera de la montaña, el exterior era completamente distinto, al igual que sus criaturas y costumbres. A pesar de que podías lanzar tu arma, los animales eran muchísimo más rápidos que tu y no llegabas a dar a ninguno.

Atardecía y no tenías nada salvo unos huevos que encontraste en un nido de ave en el suelo y la moral por los suelos. Iniciaste tu camino de regreso a la seguridad de la ciudad de los hombres. A lo lejos, del otro lado de la ciudad, viste una larga ristra de carros y gente caminando, la cual llegaría enseguida a los lindes de tu destino.

Continuaste tu camino hasta que un llanto te llamó la atención.

Cargando editor
28/07/2016, 09:45
Imra
Sólo para el director

Así que esto es una taberna humana. Tranquilo Imra, si no van a pensar que eres uno de esos bárbaros incivilizados.
El olor a carne asada llegó a su ancha nariz y sonrió bajo su espesa barba. Seguramente sería como el que cocinaban en las montañas, pero ¡hecho por humanos!¡¿cómo iba a resistirse?! 
Fue capaz de contenerse y no salir corriendo hasta la barra aunque cualquier que lo conociera se daría cuenta que iba andando más rápido de lo que él era habitual. ¿qué había dicho su padre sobre una cerveza negra? Le hubiera gustado probarla pero desconocía como la llamaban y no quería hacer el ridículo. 
– Que los dioses le proteja – saludó al tabernero – acabo de llegar, bueno, eso ya lo ha visto usted; en fin me gustaría degustar una de sus deliciosas cervezas a poder ser con un poco de esa olorosa carne asada que me ha arrastrado desde la calle hasta su presencia.
Apenas le dio un segundo para asimilar y continuó con su monólogo
– Y dígame, buen hombre, ¿cómo se llama este pueblo? ¿sólo viven humanos aquí o lo habitan más razas? ¿y esos bailes que se marcan esos jóvenes son tradicionales del lugar o fruto del influjo del alcohol? – paró de hablar y miró al tabernero – si le molestan mis preguntas dígalo y me callo aunque seguro que un hombre como usted escucha de todo tras esa barra. Entonces, ¿Está ya esa carne asada o le queda mucho? 
Echó un vistazo al resto de parroquianos que deambulaban por la taberna.
Uhm, salvo porque son más altos y son más delgados tampoco me parecen tan diferentes a un enano. ¿por qué están tan delgados? ¿tendrá poca comida? Si es así nuestra comitiva va a volver con las manos casi vacías.
Se quedó en la barra esperando saborear las viandas humanas como si estuviera en éxtasis divino.

Cargando editor
28/07/2016, 23:51
Okhagim Rargthi
Sólo para el director

Con la moral por los suelos y el pensamiento de que esa noche sería otra igual a las demás, sin comida caliente y durmiendo en el frío suelo de los establos, Okhagim volvía del monte a la ciudad.

Su mirada venía clavada en el suelo, no sabía como iba a poder mirar al tabernero para decirle que no había cazado nada, quizá ni siquiera se acercaría por la taberna, sólo volvería mañana por la mañana al monte a intentar cazar algo más que unos huevos.

Mientras por su mente pasaban todas estas cosas y estaba por llegar a cruzarse con carros que se dirigían a la ciudad, el enano escuchó un llanto al costado del camino y se acercó para ver qué sucedía.

Cargando editor
30/07/2016, 00:43
Narrador

Al seguir los gemidos y llantos, encuentras a un hombre relativamente joven, con un carcaj a su espalda, ropa de tela y un arco a su lado. En su cinturón puedes ver un cuchillo grande de caza y a su lado un par de conejos y alguna perdiz, producto de su caza diaria.

Al aproximarte un poco más te das cuenta de que tiene una pierna rota. Podrías acercarte y robarle las piezas, era improbable que aquel hombre pudiese llegar a la ciudad en ese estado y con suerte los lobos cenarían bien esa noche. Por otra parte podrías ayudarle a llegar a la ciudad y desde allí pedir ayuda.

Cargando editor
30/07/2016, 00:49
Narrador

El hombre te mira con gesto rudo. Preguntas demasiado enano.

Te sirvió una cerveza en una de esas jarras de madera. Si buscas a tu amigo enano se fue esta mañana a cazar. Antes de dejárte agarrar la jarra te miró de reojo. Tendrás dinero para pagarla, ¿verdad?

Mantubo su enorme mano sobre la jarra de cerveza, sin quitarte el ojo de encima, esperando tu respuesta.

Cargando editor
30/07/2016, 10:06
Imra
Sólo para el director

¿Mi amigo enano?  Pero si nosotros... los ojos de Mira se hicieron más pequeños todavía mientras llevaba su mano derecha al bolsillo buscando alguna moneda con la que pagar la cerveza. 
Esta mañana, pero nosotros no estábamos aquí esta mañana por lo que ese enano no es de los nuestros. Y ¡cazador!  Si es de la zona podría conocer los peligros de la zona y quizás hasta un buen atajo hasta minas Moria. Eso estaría bien porque ya llevamos un mes en la superficie, no digo que no sea bonita pero añoro los túneles y las comodidades enanas.
Por fin dio con una moneda, no, era un botón. Buscó más en el fondo pues estaba casi seguro que tenía una moneda o se la había jugado la noche anterior. 
Dígame, ¿sabe a que zona fue a cazar mi amigo? ¿o a que hora piensa regresar? He hecho un largo viaje para verlo y sería una pena irme sin verlo.
Puso todo el contenido de su bolsillo sobre la barra y se puso a buscar una moneda entre botones, las hojas que había recogido por el camino y un montón más de objetos sin valor.
Si vuelvo con un buen guía no me regañaran por haber abandonado el campamento

Notas de juego

Pues no sé si mi enano lleva monedas, si es así pagó. Si no pues recojo todas mis cosas de la barra. En ambos caso espero a las respuestas del camarero. 

Cargando editor
30/07/2016, 12:53
Director

Notas de juego

Tira 1d6

La cantidad que te salga, serán las monedas que lleves.

Cargando editor
30/07/2016, 13:40
Imra
Sólo para el director

Imra cogió una de las monedas y pagó al camarero.

Estoy deseando probar esa cerveza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me apunto las monedas restantes 

Cargando editor
30/07/2016, 14:10
Narrador

El hombre miró la moneda y la cogió con rapidez, soltando la jarra de cerveza. El asado estará listo en un rato. Te dijo en un tono más amable. En cuanto esté preparado te pondré un plato.

En cuanto a su amigo.. esperaba que hubiese regresado ya. Me hubiese venido mejor preparar para cenar lo que hubiese cazado que matar al bicho y hacerlo entero... te dijo señalando el fuego. Pero bueno...

Espero que le guste esa cerveza, sino.. tenemos una variedad negra que es bastante más fuerte que esa... te dijo antes de dejarte disfrutar de tu bebida y seguir con sus quehaceres

Cargando editor
30/07/2016, 19:21
Imra
Sólo para el director

Frunció el ceño y agarró la cerveza. No era cerveza enana, de eso no cabía dudas, pero aún así estaba religiosa. Se preguntó cuantas podría beber antes de caer inconsciente. Una lástima lo del enano, le hubiera gustado conocer a uno que no fuera de su montaña. 
Deliciosa – comentó mientras se limpiaba el bigote y volvía a dar otro trago. 
Espera – se dijo – estoy en una de esas tabernas en las que los trovadores dicen que se inician las aventuras. Claro que no tengo tiempo para salvar al mundo pero para buscar a un enano quizás si. No creo que lleve mucho tiempo ni sea peligroso.
Miró a derecha e izquierda de la barra para ver si alguien se había dado cuenta de de su distracción y llevó la mano al bolsillo. Todas sus hojas y ramitas seguían allí. Se acercó donde estaba el camarero. 
Quizás si me dice a donde fue el enano yo pueda encontrarlo y averiguar que ha pasado con el animal que iba a asar – se quedó mirando al tabernero a la espera de como reaccionaba – eso sí, después de haber probado el asado porque antes no me muevo con el hambre que traigo.

Cargando editor
30/07/2016, 23:35
Okhagim Rargthi
Sólo para el director

Cuando vio al joven en el suelo, Orkhagim se quedó clavado al suelo, parecía tener la pierna rota y muchas presas que a él le hubieran venido muy bien, pensó en tomarlas y huir, dejando al joven librado a su suerte, hoy cenaría, dormiría caliente y por fin gozaría de al menos un día de tranquilidad. Pero... ¿Y luego? Tendría que volver a cazar, y muy posiblemente no llevara nada, pues ya había demostrado ser bastante malo cazando.

El enano optó por hacer lo que le parecía correcto, aún en su situación de desespero, de abandono y desdicha encontró un poco de bondad dentro suyo "Cualquiera de mi pueblo hubiera hecho lo mismo, no es propio de un Enano abandonar a quien lo necesita, y menos robar". Así que se acercó al joven y tendiéndole una mano le dijo -Oye ¿Qué ha pasado? Veo que necesitas ayuda. Ven, te ayudaré a llegar a la ciudad- 

Al ver los ojos empapados en lágrimas del joven, se avergonzó muchísimo de que la sola idea de llevarse sus presas haya pasado por su cabeza, y decidió que haría lo necesario para salvarlo.

Cargando editor
01/08/2016, 18:58
Narrador

El tabernero te escuchó atento. No se donde fue. Hay muchos lugares para cazar y yo no salgo demasiado de aquí. Su voz sonó algo seca, pero al escucharte hablar sobre el asado te sonrió. No te preocupes amigo. Por esa moneda que me diste, te dejo elegir el pedazo que quieras y la cantidad que gustes. Aún le queda un rato, disfruta de la cerveza mientras.

Al fondo los jóvenes seguían bailando y dando palmas, mientras los más mayores comenzaban a mirarles mal. La verdad es que cada vez estaban siendo más escandalosos.

Cargando editor
01/08/2016, 19:06
Joven Arquero

El joven se giró como pudo y te miró a los ojos. Pudiste ver como llevaba inicialmente su mano al cuchillo de su cinturón, hasta que le hablaste, lo cual hizo que se relajara, aunque sus ojos estaban llenos de lágrimas. Pues.. estaba cazando, acechando a un ciervo.. cuando... un lobo saltó sobre mi... Ni si quiera me di cuenta de que estaba siguiéndome. Seguramente fue atraido por el olor de mis presas. Te dijo dolorido, señalando los animales cazados. Pude esquivarle a tiempo, pero al hacerlo... tropecé y... Se señaló la pierna mientras sollozaba. Le lancé un conejo al lobo y se marchó con él, pero pronto oscurecerá y vendrán más. Intentó moverse y gritó de dolor para luego volver a gimotear.

No se como vas a poder llevarme a la ciudad, no queda mucho para que llegue la noche y si te marchas a pedir ayuda, seguramente a tu regreso ya no encontreis nada de mi, salvo huesos y mis armas. Te dijo con tristeza y rompiendo a llorar dándose cuenta de su situación.