Partida Rol por web

Al llegar todavia las migas debian estar aca, asi que segui el rastro una vez mas para evitar malas pasadas que dejaba Thaselhoff-sama en estos lugares.
Camine por el sendero tranquilo, por algunos momento creia ver doble, toque mi frente y la senti transpirada, tengo que apresurarme.
Llegue lo mas rapido que pude al despacho de Thaselhoff-sama.

-¿Profesor esta aqui todavia?

Fizban sale de entre una montaña de libros, la parición de su nuevo padawa, le intrigaba.

- ¿Que quieres mi pequeño samurai?

Veia medio borroso a Thaselhoff-sama pero sabia que esa voz era de el, parpadee un par de veces para volver a verlo con claridad.

-La profesora Red necesita la composicion del escupitajo de acido de Marijuana para curar la pierna de Diana, ¿Podria anotarmela en un papel? De seguro me la olvido.

Pase mi mano por la frente y sentia sudor caliente, tengo que ser mas rapido sino quiero caer inconciente en los terrenos de Fizban.

Fizban examina a su nuevo padawa con preocupación, pero se fue al escritorio, tomó una nota, escribió varias cosas en ella y se la entregó a su alumno. Cuando el joven fue  acojerla le posó la mano sobre la frene y le examinó ojos, nariz boca y hasta las axilas sin que le chico pudiese hacer nada, Fizban era muy rápido.

- Creo que tienes fiebre... ¿O es acaso algún tipo de enfermedad? Antes de irte te prepararé un té y quiero que red Lady te eche un vistazo en tus condiciones no durarás mucho. Ven conmigo.

Fizban lo condujo hacia una salita donde relucía un chimenea, avivó el fuego y a los pcoos segundos apareció con una humeante taza de te acompañada de pastas

Cuando Tetsu remobió la taza descubrió que en auqella ocasión flotaban a la superfice una especie de ancas diminutas de rana, mientras que las pastas parecía tener escamas en vez de pepitas de chocolate.

- Y ahora- le dijo sirviéndose otra taza y sentándose enfrente suyo- quiero que me cuentes lo que deseas contarme, tu no has venido sólo por la nota de escupitajos.

Mire la taza de manera extraña, ¿se podía hacer un te con esto?, en fin di el primer sorbo como de costumbre y llegue a la conclucion de que no podía ser que un te llevara tantos sabores mixtos que me costara diferencias sus componentes.

-Hice que me vieran las manchas violetas de las manos, en realidad fue mas un juego ya que termine deduciendo yo que el veneno esta produciendo una infección en mi, es por eso la fiebre y pronto vendrán los mareos. La enfermería esta llena así que vine a buscar la composición para la pierna de Nadia,me sentia insoportable dentro de mi propio cuerpo, agarre nuevamente la taza y le di un buen sorbo, evitando comerme las ancas de rana, luego saque la lengua ... caliente... , volvi a apoyar la taza y segui, lo que queria contarle en esta clase fue lo que usted nos pidio, sobre nuestros miedos, pues dudo que alguna criatura pueda manifestarse con mi primer miedo, "la soledad", y quizas la segunda si "agujas". Miro para otro lado mientras me como una de las pastas con escamas, que textura mas extraña.

Fizban observa con su mirada azul a su nuevo padawa mientras sorbe su te con las piernas cruzadas. Tras unos segundos decide contestar.

- Te sorprenderías de las criaturas que se alimentan del miedo a la soledad... y de la cantidad de personas que la temen. Ciertamente ese miedo es difícil de controlar... pero no es imposible. Con respecto a las agujas, a mi tampoco me hacen gracia, peor ese es un miedo más mundano. Yo estoy convencido de que la mejor forma de vencer nuestros miedos es enfrentándonos a ellos... si quieres puedo ayudarte... aunque no te garantizo que vaya a ser fácil.

Le sonrei mientras me terminaba mi te, veia que dejaba las ancas de rana en el fondo, ¿Las cosas verdes estas tambien me las como?, tengo tanta hambre que tambien me las comeria, despues sonrei ante la propuesta de ayuda que me ofrecia Thaselhoff-sama. Sin el miedo a la soledad yo no tendria la motivacion para estar con gente, me volveria como un hermitaño al igual que los ancianos de mi clan, no se si deseo ayuda con eso, se que si no lo tengo perderia una parte de mi.

- Yo no he dicho que vayas a perder ese miedo. Es más eso es algo que suele acentuarse con el paso de los años, si llegas a viejo, lo entenderás perfectamente. De todas formas quieras mi ayuda o no con ese tema, no debes avergonzarte por tus miedos, sólo los necios no tienen miedo. Yo también tengo muchos... por ejemplo no puedo con las Mariposas Prixtilas Cuneiformes del Edén... es ver una y se me descompone el cuerpo.. ejem... lo bueno es que están prácticamente extintas...

-Pues si, acepto su ayuda, me levanto de mi asiento con la nota en mano, pero primero hay otros que necesitan mi ayuda urgente, ¿me permite?, le digo a Thaselhoff-sama para que me deje ir a llevar la nota a enfermeria que me necesitaban cuanto antes, sin esto la pierna de Nadia no podria ser curada y yo fallaria en mi mision.

- Hasta luego- le dice con sus ojos violetas dándole vueltas y haciéndole señas con la mano a modo de despedida.

Fizban los esperaba en la puerta de su despacho con sus inquietos ojos violetas brillando de felicidad, en aquella ocasión parecía un niño revoltoso que acabara de hacer una trastada, con sus manos entrelazadas tras la espalda y su contoneo de hombros de un lado a otro. ¿Que les tendría preparado en aquella ocasión? se preguntaron todos. Viniendo del profesor sería cualquier cosa... menos segura.

- Bien, mis queridos padawas hoy también daremos la clase cerca de mi despacho, peor debéis acompañarme y recordar que debéis imitar mis movimientos is no queréis caer en una de mis estupendísimas trampas. Vamos.

Seguis al profesor a través del bosque hasta llegar  a una explanada más o menos grande, rodeada de árboles y montículos de piedra y arena. Algo os hace temer lo peor...

- Bien queridos míos, estamos justo en el campo de las Hormigas Gigantes Comehumanos. Lo que hoy vamos a aprender es a camuflarnos. La vida del explorador es muy difícil, hay ocasiones en las que ni los mapas ni nuestra experiencia serán capaces de llevarnos por el camino correcto, yo me he perdido en muchas ocasiones... unas para bien y otras... para no tan bien. Y siempre debemos tener elaborado un plan B para salir ilesos... o al menos intentarlo y para ello nada mejor que un buen disfraz  para pasar desapercibidos. Yo tuve la suerte de ser el alumno de uno de los más grandes maestros del disfraz... estaba más loco que yo... que ya es decir... pero me tenia cariño y me enseñó gran parte de su arte... así que vamos a ello.

Consultó el reloj- las hormigas no saldrán hasta dentro de 2 horas tenemos tiempo para practicar nuestros disfraces. Os he dejado allí materiales para que os lo fabriquéis, lo suyo sería que os disfrazáis de seres no vivos o de plantas, utilizando las materias primas que os encontréis por aquí, pues nuestras amigas las hormigas son adictas de la carne...así que ponedle imaginación..- sonrió lobuno con los ojos brillando como esmeraldas- os va la vida en ello.

La verdad que seria muy dificil tener en cuenta que esta clase era para mi, me costaba muchas veces poder llegar a obtener buenos resultados, pero bueno, es que nunca tuve formación en esta clase de cosas y me vendria bien aprender de algo que no se... Bien, vamos tetsu, no es tan difícil...
El resultado es que ni siquiera me acercaba a lo que era un disfraz, me había puesto lo que parecia ser una liana enroscada en mi brazo, y hojas de arbol metidas en la camisa.

-¿Asi estoy bien profesor?

Fizban miró al pequeño samurai ajustándose sus anteojos violetas, tocó con uno d esu sdelgados dedos las lianas y con un leve chasquido de lengua le dijo

- Mi  paqueño padawa...seguro que eres capaz de hacerlo mejor... anda inténtalo de nuevo... ¿a no ser que te apetezca pasar a formar parte de la despensa de invierno de nuestras amigas las hormigas?