Partida Rol por web

Miguel llegó al despacho del profesor. Estaba ausente y con la vista perdida. Se notaba que su mente no estaba allí, pues entró y saludó con la cabeza a los presentes sin percatarse casi de quienes eran. En otras situaciones habría dado la bienvenida a los nuevos y saludado como corresponde a los antiguos. Sin embargo la noche anterior había hecho mella en él y podría decirse que no se encontraba en perfectas condiciones.

Cogió el libro de herbolistería y lo abrió, sin embargo su vista se clavó en la pared. ¿Qué fue de Edward anoche?¿Dónde se había metido?¿Y Aleshia?¿estaría enfadada con él? Metió la mano en el bolsillo y jugueteó con lo que llevaba en él. Demasiadas emociones para una sola noche.

Miró de nuevo alrededor y no vio a Edward. Un mal presentimiento empezó a surgir. Edward no era muy puntual pero ya anoche no estaba.

Al cabo de unos minutos se dio cuenta de su error y miró hacia Tetsu y Nadia.

-Hola Nadia. Nada sabemos de Edward. Susurró adelantándose a sus palabras, mientras movía la cabeza de un lado a otro.

Seguidamente se levantó y tendió la mano a Tetsu:

-Hola…disculpa mis modales. No tengo un buen día y el otro día…bueno…reconozco que apuntarte con una honda no es muy amable por mi parte. Soy Miguel. Parece que el profesor Fizban te ha engañado ¿no? Jaja. Bienvenido.

Mi estudio se vio interrumpido cuando un chico me hablo, crei haberlo visto una vez, no hace mucho que estoy en el instituto asi que algunos rostros se me son dificiles de recordar o nunca los vi.

-Gracias, y no te preocupes por lo del otro dia, estaban haciendo su trabajo. Por cierto, ¿a que te refieres con que Thaselhoff-sama me engaño?

Le preguntaba mientras me giraba sobre mi silla para quedar de frente a el y cerraba mi libro un segundo ya que llamo mi atencion.

Miguel sonrió al escuchar la pregunta de Tetsu.

-Bueno…digamos…que las clases del profesor son diferentes a las de los demás profesores. Son mucho más entretenidas. Ya lo irás descubriendo poco a poco.

-Dicen que el profesor Fizban está algo loco y que sólo los que andan en similares circunstancias pueden recibir instrucción por su parte. A mi parecer es bastante injusto, pero eso ya lo descubrirás por ti mismo. El profesor Fizban es un buen hombre, algo excéntrico, pero el mejor profesor a mi entender.

-Seguramente disfrutarás. Si necesitas algo, no dudes en pedirlo. Aquí estamos todos para ayudarnos. O colaboramos o no salimos vivos de sus clases.jaja.

Miguel se dio cuenta de la katana que acompañaba a Tetsu. Señalándola comentó:

-Veo que las armas cuerpo a cuerpo deben ser tu fuerte. Estará muy bien poder verte en acción. Aquí sobre todo somos más de combate a distancia. Digamos que te aleja más del peligro,jaja.

-Pues por eso vine a tomar las clases de el, me parece un hombre interesante y gracias por ofrecer tu ayuda, a pesar de lo del otro se han vuelto muy amables conmigo aqui. Le sonrei al chico mientras jugaba con mis dedos en el borde del libro, en ese mismo momento el se dio cuenta de mi katana, ni me habia dado cuenta de que habia venido con ella, se ve que es la costumbre ya de portar esta arma conmigo, ¡ah!, ¿eso?, pues si, jeje ni siquiera me di cuenta que la traia, espero a que el profesor no le moleste... Por cierto, me llamo Tetsu Oda, je... yo creo que me olvide el tuyo.
Dije un tanto avergonzado al respecto.

-Miguel. Miguel Herrera. Dijo repitiéndole el nombre.

-No te preocupes, haces bien trayendo las armas a clase del profesor. Dijo a la vez que le mostraba su honda y su cuchillo. Nunca se sabe cuando las vas a necesitar. Mismamente el día que nos encontramos veníamos de una partida de exploración y te puedo asegurar que no fue tranquila.

Miguel viendo que estaba interrumpiendo el estudio de Tetsu se despidió. Bueno…que no quiero molestarte más. Sólo quería presentarme oficialmente. Espero que disfrutes entre nosotros.

Miguel volvió a su sitio. Y se sentó de nuevo, echó una vistazo al libro de setas y comenzó a pasar hojas sin prestarle mucha atención.

Te puedo asegurar que necesitaras más que eso para sobrevivir a una clase del profesor Fizban. Le facina ponernos en peligro. Dijo Nadia entrando a la conversación de los dos chicos.

No se hacía mostrar preocupada pero la verdad que la actitud de Miguel la alarmaba bastante. Ayer se había ido del pub y no regresó en toda la noche y ahora le informaba que no había noticias. No les quedaba más que esperar a que llegue o peor...que no llegara.

Estaba en los jardines meditabunda cuando un hocico me rozó mis manos, Cancerbero me llamaba la atención había llegado la hora...

Poco a poco me dispuse hacía la clase...

Al llegar, me encontré una nota en la pizarra... había que estudira hoy herbología... Cuando llegué a la zona de estudio, Nadia, Miguel y otro nuevo compañero estaban ya allí...

Al parecer Miguel y el chico se estaban presentando, o se conocian de un combate...

Cayada llegue hasta un asiento, con mi libro en las manos... Mire al nuevo compañero y le dije con suave voz: Aleshia... encantada de que te unas al barco.

El día era raro... Mire a Nadia y le dije: Buenos Días... ¿Qué tal termino la fiesta?...

Mientras espero una respuesta miro a Miguel y digo tan solo: Buenas...

Mis ojos, se perdieron en el libro, quería ocultarme del mundo, que me tragara la tierra... y por ello, miré el temario a estudiar y me abstraí... el tema era muy interesante y de fácil compresión...

Miguel observó como entraba Aleshia y le siguió con la mirada. Cuando le saludó, Miguel le sonrió. Parecía que había sido un saludo más bien forzado por lo que Miguel decidió dar un paso al frente. Se acercó dónde Aleshia estaba estudiando y le comentó en voz baja para no molestar a los demás con sus estudios.

-Nada sabemos de Edward ¿verdad? Dijo haciendo clara referencia al hecho de que ambos le habían estado buscando. No te preocupes que seguro que está todo bien. A la vez que le deslizaba un sobre bajo el libro de setas.

Volvió a su sitio y le comentó a Nadia. Seguro que está bien. Se notaba que los tres estaban algo nerviosos e intentó tranquilizar el ambiente aún con malos presentimientos. Seguramente esté con uno de sus extraños inventos. Ahora vendrá. No se perdería una clase,jaja.

El sobre que colocó Miguel bajo el libro de Aleshia no iba cerrado. En su interior sólo había una nota y una cremallera. La nota era simple:

-Lo siento.

Tras leer la nota de Miguel solo pude sonreir...

Lo miré y con un gesto simulado de cabreo crucé los brazos... Para terminar con una sonrisa mientras volvía a coger el libro para estudiar...

Marcus entró sin emitir sonido a la primer clase con el profesor Thaselhoff.

Se sentía perdido , intentó realizar lo que se pidió a todos, pero no lograba hacer que a todos parecía tan sencillo.

Despues de la calidad bienvenido que me dio Miguel Herrera pensaba volver al estudio, pero el comentario de una chica me hiso sonreirle, quizas a consciencia no sabia como era Thaselhoff-sama, aunque instintivamente le habia pegado en el clavo, no era tan distinto de los excéntricos ancianos de mi clan. Por lo menos tiene buenos tè.

-Me imagino que si, pero seguro que vere cosas raras e interesantes con el.

Parecian ser todos muy amables conmigo, hasta llego otra chica y me saludo lo mas simpatica posible. Le dedique tambien una sonrisa, y le devolvi el saludo.

-Gracias Aleshia-san, soy Tetsu Oda, un gusto compartir clases contigo.

Hacia un buen rato que no resaltaba mis modales honorables de samurai, se ve que no se pierde la costumbre.

Estaba claro que el rastreo no era el fuerte de Marcus, había conseguido seguir las primeras migajas de pan mohoso para perder su rastro en el hueco de las escaleras, si saber como se metió en una biblioteca interminable donde era incapaz de ver salida. Marcus se preguntó como era posible que aquel despAcho fuera tan grande.

Entonces vio la silueta de una mujer y se decidió a preguntarle...

Era una mujer bella, algo pálida y con ropas antiguas, pero sin lugar a dudas muy hermosa. Cuando se dirigió a ella la mujer aguardo a que se acercara y antes de que terminara de preguntarle se abalanzó sobre Marcus... 

- ALTO ELISABETH- era la voz del profesor- Ese chico es mio, déjalo en paz.

La mujer se detuvo en seco, se aproximó a Fizban con una sonrisa, reboloteó a su alrededor, le dio un beso apasionado en la mejilla y se marchó.

-Venga Marcus, tenemos que continuar la clase. La próxima vez procura no perderte en mi despacho ni tocar nada... 

Marcus siguió al profesor en silencio hasta llegar al aula donde el resto de alumnos se encontraban estudiando o al menos intentándolo. 

- Bueno chicos- le dio un libro a Marcus, aguardó a que tomara asiento y los miró a todos a través de sus lentes violetas- Parece que Edward aún no ha llegado... Bueno vamos a empezar sin él, se habrá dormido... Supongo que habréis empezado a leer todos el manual que os dejado sobre setas y subsetas... Bien, la naturaleza es una gran hija de su mala madre, es lista, bella y mortífera como ella sola... y además le gusta engañar... Pero afortunadamente existen varios truquillos que todo buen explorador debe ser capaz de distinguir para no ser engañados. La primera de todas es que los colores vivos se han inventado para repeler a los depredadores... ¿Veis esta seta tan bonita?

Pues en realidad es una de las más mortíferas, el rojo y el amarillo significan muerte dentro del lenguaje de la naturaleza... sin embargo hay otro tipo de especies que imitan el color para no ser devoradas. Nuestra misión debe consistir en saber diferenciar las especies venenosas de las que no lo son y saber darle a cada una el uso requerido... pero como yo soy un hombre de acción, lo mejor será que vayamos ahora mismo a recolectar setas. Al lado de mi despacho tengo una zona umbria perfecta para las setas, las hay de todas las especies y colores. Recoged vuestras cosas y vuestras armas- sonrió lobuno- vamos para allá.

El profesor os conduce a un lugar más o menos cercano del despacho plagado de sombras y ruidos extraños.

- Bien chicos, quiero que me recojáis setas, a ver cuantos de vosotros sois capaces de distinguir las venenosas de las comestibles.

Al final Thaselhoff-sama había venido para llevarnos a recoger setas, a pesar de que había entendido lo que me decía el libro que nos había entregado el, no lograba diferenciar una seta de otra... En fin, entregue a el profesor una variedad de las que me parecían ser las que no eran venenosa, pero en todo ese conjunto mixto de la que no entendia, habia una que me provoca unas manchas extrañas en la piel.

-Mmm... ¿Profesor?, ¿tiene un minuto?... Le mostre mi mano con manchitas para que me dijera que era ello, ¿que es esto?.

La batalla no era exactamente su fuerte...como tampoco lo eran las plantas. Se sentía bastante perdida en aquel lugar. 

Me preparé para sali a fuera... la niebla de la mañana había dejado un rastro de humedad, lo cuál según el temario que acababa de estudiar era algo imprescindible para una buena recogida de setas y demás organismos fúngicos...

Me recogí el pelo en una cola, y tras equiparme mi arco largo y mi carcaj de flechas... Me dispuese a salir hacía aquella zona privada del Señor Thaselhoff... parecía que aquella zona era más grande de los que uno nunca pensará...

Estube escogiendo unas cuantas setas, pues no todas me parecían validas para el gusto de Señor Fizban...

Mientras esperaba a que el resto terminara de llenar su cesta, me sente en el tocón de un árbol mientras miraba de lejos a Miguel y tocaba la cremallera rota ya guardada en mi bolsillo...

Miguel salió con sus compañeros pero se retrasó un poco para hablar con el profesor. Tras unos largos minutos de conversación entre ambos. Miguel sacó su cuchillo y se dispuso a recoger setas. Lo más aburrido del curso empieza ahora. Pensó sabiendo a ciencia cierta que no se le daba bien diferenciar lo que al profesor más le gustaba.

Buscaba perdido y parecía un pato en un garage, pues cada vez que encontraba una la metía a la cesta sin preocuparse de si era venenosa o no. La verdad es que no era el mejor día que tenía y su cabeza se hallaba a distancia del lugar. No dejaba de darle vueltas a un par de asuntos. Y eso unido a su poco saber sobre setas dio como resultado que fuese el último en volver, con la cesta a la mitad y siendo todas venenosas.

Observó la rapidez y claridad de Aleshia fascinado. Parecía que la chica se desenvolvía perfectamente. Sonrió.

Miró a Tetsu, igual de perdido y despistado que él. Rió con ganas. Vaya dos. Pensó.

Finalmente Miguel se aburrió y dio por terminada su búsqueda. Se acercó al profesor dispuesto a escuchar sus críticas, pues era bien consciente de que no había dado una.

Miguel se retrasó un poco del avance de sus compañeros y tomó del brazo al profesor.

-Profesor, tengo malos presentimientos. Edward nunca falta a una clase, ni a ninguna fiesta, sobre todo en las que hay chicas con las que poder pasar la noche. Le estuve buscando ayer por todo el instituto y no le encontré. Temo que le haya pasado algo. Quizá lo que le pasó a Wesley. Todo esto es muy extraño profesor.

-Esta tarde quería echar un vistazo por los terrenos del instituto a ver si encuentro algo, pero tengo clase con el profesor Rhade. Esto... titubeó al saber lo que estaba a punto de pedirle...quizá usted podría solicitarle al profesor Rhade mi presencia esta tarde para no asistir a clase y podríamos seguir buscando algo. Dejamos ayer a la mitad el rastro que encontramos.

Miguel miró con convencimiento al profesor, esperando que accediese.