Partida Rol por web

Cass y Vincent han llegado hasta el edifico y no ha habido disparos, todo parece indicar que el sitio es seguro.

Cuando veo a Victor y a Bryan dirigirse hacia allí también me encojo en hombros.

-Será mejor que vayamos todos para allí-  Les digo a Lucciana y a David. No es plan ir separándonos.

Asiento a Sam, preocupado al perder de vista a mi novia.

Con la escopeta en manos, emprendo la marcha tras la pelirroja.  

Viendo que todos se alejan decido ir con ellos.

A medida que os acercáis hacia el edificio el sonido de un motor viene a confirmar la teoría de que un generador alimenta el lugar. Avanzáis con cautela, aunque en este caso las precauciones parecen ser innecesarias, el lugar está desierto y a medida que os acercáis por las ventanas no se ve a nadie salvo a Vincent y Cass en el interior del edificio. La estructura parece una vieja nave industrial, alargada y de una única planta. En su interior hay algunos vehículos desguazados, neumáticos, herramientas, todo indica que se trata de un taller mecánico.

La tenue luz que visteis resulta ser una lámpara de mecánico conectada al generador mediante un largo cable. La lámpara descansa en el suelo, junto a un saco de dormir y un libro.

Al acercaros aún más comprobáis que las puertas correderas de la nave están abiertas de par de en par. El interior de la nave es extraño; paredes, techo, ventanas y puertas están revestidas con una malla metálica.

En las puertas, la huella de una mano ensangrentada contrasta visiblemente con la pintura azul. Un rastro de sangre aún húmeda conduce a uno de los edificios cercanos.

Vincent recoge el libro, aunque para decepción suya el autor de la obra no es Kant, sino E.L. James. Concretamente, 50 sombras de Grey.

Cass salía para avisar al resto pero se encuentra con que todos vienen ya en vuestra dirección. Parece que al no ver señales de alarma se han decidido a acercarse.

Para mi sorpresa todos se estaban acercando y tras un momento de desconcierto, llevo la mano a mi boca haciendo la seña universal de silencio, aun no sabíamos en que situación nos encontrábamos y no iba a correr riesgos, miraría a los alrededores un poco nerviosa. "No parece algo Alien... Es muy.. limpio" Caminaría nuevamente hacía adentro del taller. Esto huele a trampa por donde lo mire "Algo esta mal.. Se que algo esta mal. O la paranoia comienza a afectarme" 

 - ¡Hay alguien herido! - Vincent se adelantaría a Cass rompiendo el silencio, no podían perder demasiado tiempo con señas e interpretaciones y, aunque fuesen descubiertos podía merecer la pena correr el riesgo.

 Miró hacia atrás por encima de su hombro y luego al grupo. Señalaba hacia el interior con un libro en la mano. El libro en cuestión tenía por título "50 sombras de Grey" de E.L. James. Lo zarandeó mientras explicaba lo que habían visto dentro.

 - Tiene una perfecta jaula de Faraday. - su mirada bailaba entre Julia, Bryan, David, Lucianna, Samantha y Victor por igual, tomandolos en consideración como partes integrales de un mismo grupo, tan importantes como únicos, todos podían aportar algo y puede que llegase pronto el momento. También buscaba el apoyo de Cass, había demostrado ser una chica no sólo valiente sino muy sensata y prudente. Tenía su admiración, siendo tan joven.

 - Un saco de dormir. Y la luz principal es de una de esas lámparas que usan los mecánicos - si tenían un nombre técnico no lo recordaba en ese momento, las recordaba de algún camping al que hubiese preferido no ir - Hemos visto un reguero de sangre que va hacia uno de los edificios contiguos, y la marca de una mano manchada con esa sangre.

 No hemos comprobado que sea pintura... - dudó por un instante, y luego negó - puede que haya alguien en peligro o que sea una trampa.

 La herida debía de sangrar mucho, seguramente pudiese taparla con su propia mano y eso explique la mancha. No es a lo que nos tienen habituados los aliens. - concluyó, tomando la conclusión que sin duda Cass había tomado como suya mucho antes que Vincent.

 El profesor se dispuso a guiarles si querían, ahora ya eran de nuevo un grupo. No tenía necesidad de liderarlos, sólo de protegerlos.

Tras seguir a Cass hacia el interior de aquel lugar me quedo mirando todo aquello. ¿Todas esas verjas? ¿No será una jaula de Faraday? Pienso creyendo haber descubierto el secreto de este lugar pero Vincent se adelanta en las explicaciones.

Asiento a su explicación. Lo hemos visto y el rastro de sangre que conduce a un edificio contiguo también.

Ok- Le susurro, tengo la escopeta en las manos, preparado para usarla si hace falta -Si alguien necesita nuestra ayuda, mejor que sea cuanto antes. Ya habrá tiempo de examinar el taller a fondo luego.  

Tengamos cuidado, no bajen la guardia ante nada, quizás este paranoica pero es muy limpio para un alien- Diría sin ser capaz de guardármelo, prefería quedar como paranoica que caer en una trampa por no seguir mis instintos- Algo se siente mal, no se si me explico..-  Esperaba de verdad no ser la única con esa sensación.

No sé si por suerte o por otra razón, encontramos a nuestro camino un lugar, que por extraño que parezca, tiene energía eléctrica o al menos eso parece. Según lo poco que puedo entender de la situación, es avanzar en grupos; no me da buena espina acercarnos a plena vista, pero vaya que es una buena oportunidad para conseguir más cosas útiles.

Cass y Vincent se adelantan un poco; no puedo dejar de dibujar una media sonrisa en el momento en que el chico de lentes le da un beso a Cass, no podía catalogarlo, si romántico o le faltaba un poco más de acción como la de anoche; bueno, son solo tonterías que pasan por mi cabeza; tal vez a mí me falte un poco de acción igualmente, nunca se sabe cuándo es tu ultimo día, y no alcanzas a probar de esas mieles.

Sin comprender mucho lo que habla la chica de cabello rojizo y observando que todos se ponen en marcha hacia el edificio, me pongo en movimiento también; no quería quedarme sola ahí atrás. De momento prefería ir cerca de la acera, lo más pegada al resto de edificios en ruinas y tal. Casi que en vano el movimiento cauteloso nos lleva dentro de la estructura. Cass nos indica que guardemos silencio, cosa que Vincent omite sin más.

Sólo me quedaba escuchar los murmullos entre el grupo, no era un buen momento para no entender nada de lo que decían, con mis manos moviéndolas un poco tratando de llamar la atención de Vincent, le hago señas para que trate de explicarme qué sucede. 

Observo el taller en silencio, lo único que me interesa saber es si hay algún vehículo o algo que pueda servirnos, sin embargo, smis compañeros parecen más interesados en el rastro de sangre.

Si de mi dependiera entraríamos en el edificio y atrancaríamos las puertas desde dentro para pasar la noche y que le zurzan al rastro de sangre.

¿Qué ha sido de  “dejar de ir corriendo como si fuéramos idiotas en ayuda del primero que lo necesite?”¿Es que no aprendemos de nuestros errores?  - Pienso, pensando en protestar en voz alta, pero temo que de nada serviría. -La mayoría ha hablado, tienen una decisión tomada y dudo que pudiera hacerles cambiar de opinión.

Suspiro resignada mientras saco la pistola y me preparo para ir con ellos. Solo espero que su sentido del deber, ese absurdo impulso de hacer siempre lo que es “correcto”, no le cueste la vida a nadie.  

Finalmente los cuatro decidís seguir el rastro. No hay tiempo para explicaciones y la joven italiana, sin entender lo que pasa, se queda con Victor, Bryan y Julia en el edificio.

La sangre conduce a un edificio cercano. Entráis a través de lo que debería ser el escaparate de una tienda de ropa. Maniquís volcados y vidrios rotos dificultan el acceso. Ya en el interior escucháis gemidos quejumbrosos no muy lejanos.

Vuestra vista tarda un rato en acostumbrarse a la penumbra que impera en el interior, pero a medida que os vais acostumbrando a ella descubrís a un hombre hecho un ovillo en el suelo, en medio de un charco de sangre.

-_{aaaaaargh         aaaaaaaa} - Gime y me remueve muy débilmente, ni siquiera parece estar completamente consciente, y no parece apercibirse de vuestra presencia.

 Veis cómo vuestros cuatro compañeros se alejan siguiendo el rastro de sangre. Parece que no hay tiempo para explicaciones.

Los tres, y Julia, os quedáis en el taller.  

Oiga, somos amigos -Le digo al hombre mientras me acerco a él con cautela, con la escopeta bien sujeta con ambas manos. No dejo de mirar a mi alrededor por si sale algún alien o algún humano, ya no sé qué sería peor. Cualquiera puede haberle herido.

Avisad a Julia- Les pido a los demás al ver al hombre tan débil.

Me acerco al hombre y me agacho junto a él. No sé nada de medicina y no se me ocurre que hacer por él, pero le examino para ver si descubro el origen de toda esa sangre.

Cuando David se acerca comprueba que el hombre tiene una fea herida en abdomen, una herida de las no produce ninguna arma conocida. Parece que lleva rato desangrándose y está en las últimas.

Pero abre los ojos cuando David le toca y se agarra a él. El hombre parece que quiera decir algo, pero le faltan las fuerzas. Finalmente logra levantar una brazo señalando a una esquina en el techo y logra pronunciar una palabra.

-Dron.   

Una cosa que asemeja un cruce entre ser un vivo y una máquina del tamaño de un gato se despega del techo, donde permanecía anclado con sus patas. El “dron” permanece unos segundos flotando en el aire, analizándoos, parece que vaya a atacar, pero con fría lógica deduce que no puede ganar el combate y tras recopilar todos los datos que necesita, pasa rasantemente sobre vuestras cabezas, tratando de escapar a toda velocidad mientras emite una penetrante señal acústica.

 - ¡Abatidlo! - atinó a decir Vincent en el momento en el que aquella cosa salía zumbando de la habitación. Había muchas cosas en juego, no solo para ellos, sino para cualquier superviviente. Una criatura que no lucha, más si parece una máquina, tiene que ser un explorador, alguien que toma nota. Si además era el causante de las heridas de aquel pobre hombre, entonces era inequivocamente el enemigo.

 Le costaría demasiado desenfundar el arma de Vanessa y y disparar. Era el momento de poner en práctica los consejos de David, aunque no las tenía todas consigo. El profesor estaba asombrado con la rapidez de la criatura, el artefacto...la...cosa...

 Iría tras él, si podía dispararle en lo más parecido al tiro el plato, aprovecharía su oportunidad, mas su intención era otra principalmente. tenían que avisar a Julia, David tenía razón.

 Grité para ahorrar tiempo mientras pretendía reencontrarme con el grupo.

 - ¡Disparad al dron! - sugeriría con voz relativamente firme mientras corría - ¡Hay un herido! ¡Necesita un médico! - completaría en su vuelta atrás, intentando entregarles la mayor información posible en el mínimo número de palabras. Lo repetiría a medida que avanzaba si no obtenía por respuesta los disparos de sus compañeros o sus propias voces.

Apenas han llegado vuestros compañeros al otro edificio cuando escucháis un sonido extraño.

Os asomáis para ver cómo una cosa del tamaño de un gato, que asemeja un cruce entre ser un vivo y una máquina, sale volando a toda velocidad tratando de huir al tiempo que emite un penetrante sonido.

Al instante os llega la voz de Vincent.

- ¡Abatidlo! ¡Disparad al dron! – Veis al profesor salir detrás de la máquina voladora mientras grita  - ¡Hay un herido! ¡Necesita un médico!   

David estaba ayudando al señor, miraba para todos lados al igual que yo pero jamas se me habría ocurrido mirar el techo "Nota mental: Mirar el techo"

-¡Maldición!- Sin pensármelo dos veces levantaría el arma y dispararía, al carajo con el silencio, si esa cosa salía, estaba segura de que volvería y no sola.