Partida Rol por web

-Creo que podríamos mandar el mensaje en código militar, también utilizado en zonas portuarias entre seguridad o ingenieros pero en sus inicios lenguaje militar y ubicarnos en realidad un par de cuadras de la antena, porque aunque no entiendan el mensaje creo que solo seremos capaz de transmitir una o dos veces el mensaje antes de que hagan volar la antena por los aires, eso nos da... ¿unos 3 minutos para mandar el mensaje y correr?- Me bajaría del coche y miraría a todos antes de mirar a nuestro rehén- Dios... desde cuando forzamos a la gente a viajar con nosotros.. Bien amigo esto es así no podemos dejarte ir porque aun no nos has dicho algo útil, todavía podemos canjearte por nuestra amiga y... Bueno estoy segura que en cuanto te demos la espalda nos matarías a todos. 

-¿Iremos por arriba o por abajo?...-

Bajo tierra me sentiría más segura, pero quien sabe que monstruos pueden haber acechando. Avancemos y a ver qué encontramos.

Está bien Tuco. - Le digo cuando vuelve a meterse en el maletero-  Pero entiéndelo, no podemos dejarte atrás, si escapas podrías robarnos el coche, traicionarnos, decirle a tu jefe donde estamos… son demasiados riesgos y no me gusta correr riesgos- Digo apoyando la pistola en su nuca -¿Unas últimas palabras?

Orale vieja. Está bien, está bien. Les acompaño- Dice cambiando de opinión rápidamente- Pero vamos a morir, es un puto suicidio. No dirán que no les dije.

Sí, creo que podré seguir. -Le responde a la pregunta Sam. – Si creéis que debemos continuar os acompañaré.

Estando más o menos convencidos dejáis el vehículo atrás y seguís avanzando con precaución, cada paso os acerca un poco más a la metrópolis.

Tuco avanza por delante, rezongando, santiguándose y encomendándose a la virgen de Guadalupe a cada paso. Julia avanza también a buen paso aunque mucho más motivada.

No camináis mucho antes de llegar a una pequeña loma desde cuya cima os permite tener una vista panorámica. A lo lejos, sobre el horizonte se intuye más que se ve, el atlántico. Por delante del océano la ciudad de Nueva York, milagrosamente los esqueletos de algunos rascacielos aún siguen en pie. Todo ello a la sombra de la omnipresente nave nodriza.

Algunas naves mucho más pequeñas que la nodriza pululan por la zona extrayendo metales valiosos de las ruinas. Los metales fluyen desde los escombros hasta las naves recolectoras como si estuvieran evaporándose.

Por delante de la ciudad, a unos cientos de metros de vosotros, como colosales centinelas algunos Behemoths alienígenas en  se interponen entre vosotros y vuestro destino. Quizás se podría pasar entre las gigantescas máquinas, aunque en caso de que os detectaran sería vuestro fin.

Encontrar algún acceso al alcantarillado, idea que ya lleváis en mente no debería ser difícil, aunque nada os garantiza que el subsuelo sea un lugar más seguro que la superficie.

-Claro pendeja, ahorita mismo nos dejarán pasar esas máquinas gigantes alienígenas-Dice en modo irónico.

Tengo una idea mejor; Fin del trayecto. Larguémonos de aquí.

El Behemoth más cercano a vosotros empieza a emitir sonidos extraños mientas barre las proximidades con una especie de laser. Por suerte vuestra presencia pasa desapercibida para la colosal máquina.

Las enormes máquinas me ponen la piel de gallina. Cuando Julia dice que “solo” tenemos que llegar hasta aquel edificio me quedo mirándola con pesar - Lo dices como si fuera lo más fácil del mundo- Comento sin importarme que se note que estoy asustado.

Cuando el Behemoth hace esa especie de barrido me agacho instintivamente. Solo al cabo de un rato, me atrevo a levantarme despacio.

Estamos solos. Si no lo hacemos nosotros no lo hará nadie. – Pese a mis palabras mi tono no es firme, temo que vayamos a morir. -Regresad a Scranton si queréis. No creo que nadie os pueda reprochar nada si volvéis.

Comento a los demás mientras me alejo un poco, buscando alguna alcantarilla. No sé si los demás querrán venir, no puedo culparles, creo que Tuco tiene razón pero aun así yo al menos intentaré ayudar a Julia.

Voy a buscar alguna forma de entrar a las alcantarillas. Espero que sea más seguro que esto.

"Pensar que solían escribir canciones, películas, obras y poemas, que se pintaba el paisaje de esta ciudad, se fotografiaba y se filmaba, y ahora es una escena trágica que seguro muchos desearíamos nunca haber visto" Pienso al ver los restos de una de las ciudades mas famosas del mundo. Cuando el Behemoth se acerca a nosotros mi cuerpo por instinto se pega al piso y no me atrevo a moverme hasta que escucho que David habla, cuando David habla no puedo evitar sonreír -Cariño contigo iré al fin del mundo ida y vuelta, no hay manera de que te deje solo en esta- Le sonrío tratando de mostrarme mas confiada de lo que me sentía.

Vincent no se había comportado como una persona lo suficientemente fuerte como para poder tomar las riendas de nada. Actuaba en virtud de los comentarios y actos de los demás, pero la verdadera batalla estaba en su interior. No sabía bien como digerir la posibilidad de que hubiese matado a una persona, tampoco le era fácil plantear la opción de que Lucianna no lo hubiese conseguido, aunque conservaba la esperanza. Tuco era su moneda de cambio, ante un Deckland que valoraría, mucho más, a la doctora, a Cass o al coche. Su mirada perdida analizaba a sus compañeros y los seguía sin decir más.

 Incluso estuvo tentado a no intervenir cuando Sam parecía dispuesta a liberarse de la carga que suponía tener allí a Tuco. Estaban siendo crueles, pero tampoco más de lo que podían haberlo sido como una sociedad o una comunidad más civilizada. Vincent no sería el tutor de Tuco, no sería quien defendiese sus privilegios, pero sí podía forzar una situación más justa en la que se ganase el derecho a ser libre. Lo correcto nunca sería matarlo, desde la perspectiva del profesor, pero no podían ser tan presuntuosos como para considerar que ante una elección crítica Tuco iba a elegir no vengarse cuando pudiese hacerlo por algo tan insignificante como haberle llevado en el maletero.

 - Para Maquiavelo la decisión de una reina o un rey justo - tal vez eso de reina le gustase a Sam, aunque no actuaba siempre como un líder para el grupo, si que parecía una madre preocupada o una "beta" entregada. - pasaba por considerar que el fin justifica los medios.

 El problema para aquel que desee ser buen gobernante es distinguir y favorecer cual es el mejor fin para él y para su pueblo. 

 En cualquier otra sociedad Tuco habría muerto ya o seguiría encerrado en el maletero.

 Muchos apostarían porque Tuco eligió en su día, eligió como llevar su vida y ahora debería seguir pagando. - se refería a su pasado - pero yo, como algunos sistemas civilizados del mundo - no siempre el estadounidense - reconozco la posibilidad de la redención. - algo que a Tuco debería sonarle, dado que sus prácticas parecían profundamente cristianas y no fingidas.

 - Los caminos del señor son inescrutables. - se encogió de hombros sin permitirse sonreir, aunque hizo una mueca parecida sosteniendose el costado. Se sentía más tembloroso de lo habitual. Puede que tuviese que ver con que estaba casi al borde del precipicio de la locura.

 Odiaba esas máquinas y a esos seres. Los odiaba primitivamente, como se odia por instinto. Por otro lado, deseaba entender. Y comprendía que ese odio no era muy diferente del odio que se sentía entre humanos. Deseaba saber más, no quería desentenderse, pero aquellos sonidos, afectaban a su oído, y como si le trasladasen a la prehistoria sólo podía pensar en esconderse y agazaparse cubriendose la cabeza muerto de miedo.

 No quería pasar cerca de esas cosas. No sabía que hacía allí. 

Pero estaban allí. Por ese bien mayor. Por ese fin que justificaba todo.

 Sólo esperaba que el fin que les habían dado no fuese otro fin enmascarado. No quería ni pararse a pensar lo que el hubiese hecho o dicho si su hija estuviese en Canadá en ese mismo instante.

 Ellos podían tener más pruebas, para Vincent aquello era un acto de fe. Y hablando de fe...

 - Creo que Tuco esta aquí por un buen motivo. - trató de sosegar la situación, mientras ignoraba a propósito, semiescondido, lo relacionado con Nueva York y los horrores tecnológicos.

 - Pero no vemos ninguna señal del cielo que pueda convencerle... - añadí, previsto que Tuco no admitiría la providencia sin más.

 Antepuse mi mano en el aire para intentar que Sam no tomase una decisión demasiado rápida. Aunque sin duda era lo más práctico, lo que los protegería.

 - Podemos avanzar. Llevarlo con nosotros. Que se convenza por sí mismo de algo por lo que luchar, o que se gane una segunda vida huyendo. Si logra sobrevivir. - En verdad, era una forma de usarlo de cebo más adelante, lo necesitarían. Y si realmente quería arrimar el hombro con los humanos y salir de allí, juntos, entonces aquella experiencia habría valido para convertir a una oveja descarriada en un gran ayudante del pastor.

 - En el coche morirá. - zanjó - si le hieres morirá - añadí - un disparo podría llamar la atención de esas máquinas. Tuco puede llegar a valer, si Dios quiere. 

 yo no confio en él.

 Pero no creo que merezca morir sin posibilidad de defenderse o redimirse.

Tal vez en ese momento se gane nuestra confianza. 

Otro problema..

 Miré a Julia, pensativo, involuntariamente me sujetaba el costado con fuerza, los dedos parecían agarrotados, inmóviles y apretados.

 - ¿No nos descubrirán si emitimos una señal delante de sus feas caras? Si no estoy muy obsoleto la radio es un mecanismo de comunicación bastante primitivo.

 No nos basta con llamar a la caballería.

 Tenemos que tener un plan para salir de allí.

 Negué, y podía confundirse con el miedo a querer adentrarme en Nueva York.

 - Esta no es una operación que deberíamos hacer a la ligera. - compartí con el resto - es cierto que el tiempo corre en nuestra contra en varios sentidos. Pero deberíamos centrarnos en encontrar una zona segura más cerca del Empire, y hacernos con algo que llevarnos a la boca. No para el momento, sino suficiente como para estar atrapados bajo tierra más de un par de días.

 Parece que nos estamos precipitando.

 En cuanto entremos en Nueva York los aliens nos servirán de escudo contra Deckland. Podemos...¿tomarnos un poco de tiempo, no?

 No digo una semana, sólo unos días.

 Cuanto más cerca del enemigo, más lejos del daño.

 Hablaba mirando, sobretodo, a Cass, a Julia y a David. a Sam le sobraba valor para adentrarse allí y dar su vida, pero precisamente eso es lo que le preocupaba al profesor respecto al grupo, todos, menos el más sensato, Tuco, estaban dispuestos a sacrificarse, incluso sin considerar una forma de sacar de allí con vida a Julia.

 - Creo que necesitamos un plan más elaborado que subir allí. - señalé el edificio. Esperaba que al menos estuviesen de acuerdo en buscar refugio en Nueva York para trazar un mejor plan. Si es que aquello podía considerarse un plan.

¿No quedamos en que dejarías de hacerte el héroe? Le digo a David, aunque no hay reproche en mi voz, sino algo de humor y resignación. Evidentemente que voy a ir con ellos. Qué remedio.

Tuco. Los aliens están desarrollando un arma biológica. Dentro de poco no habrá un agujero lo suficientemente profundo donde puedas esconderte, porque si esta señorita no llega  a Alaska -Le digo señalando a Julia- Morirás, como todos nosotros, como ese Deckland, como todo lo que queda de humanidad, sufriendo una terrible agonía por un enemigo del que no podrás esconderte. Un virus.

Ella es la única posibilidad de neutralizar ese virus. Haz lo correcto por una vez en tu vida y ayúdanos, en vez de ser una carga- Le digo dejando de apuntarle, esperando ver su reacción.   

Cuando Vincent dice de tener un plan más elaborado me recuerda que él no está con nosotros desde el principio. Ya habíamos hablado del tema, pero es normal que él tenga dudas.

Si, Julia nos advirtió del peligro de lanzar una señal de radio tan potente a la atmósfea. Será cómo gritarles a los aliens; “hola, estamos aquí” -Le digo bromeando. –Tuvimos una reunión y acordamos que lo mejor sería preparar la transmisión de modo que estemos muy lejos cuando se emita.

Si encontramos algún paso subterráneo podríamos esperar a que se haga de noche, entrar, preparar la transmisión y escapar de forma que cuando se emita el mensaje estemos a kilómetros de la antena.

Cuando dice lo de quedarse en la ciudad niego con la cabeza. –Entiéndelo Vincent. Tenemos gente que nos espera en Scranton, dependen de nosotros, debemos volver. Y no sabemos si aún nos sigue ese Deckland, hemos estado dos días parados y no hemos visto a nadie. Con un poco de suerte se olvidará de nosotros.

Julia asiente afirmativamente tanto a Vincent cómo a Sam. Cuando detecten una señal de rádio tan potente cerca de su nave nodriza...  se desatará el infierno. Van a remover Roma con Santiago.

Podemos usar mi i-phone para grabar el mensaje, lo llevo apagado pero me queda más de media batería. Solo habría que grabar un mensaje de voz o un vídeo, preparar la alarma y designar el mensaje/video como tono para la alarma.  

Lo de ir de noche puede ser mala idea ¿Que sabemos de los aliens? Poco o nada. Quizás vean de noche mejor que de día.. quizás vean en el espectro infrarojo ¿quien sabe? y nosotros iríamos ciegos. -La mujer niega con la cabeza-Puestos a escoger vale la pena escoger las condiciones que a nosotros nos sean más favorables.

Tuco se queda en silencio al escuchar las palabras de Sam. Es dificil saber en que está pensando pero el que se tome su tiempo para responder ya parece ser una buena señal. 

-Vamos, no me vengas con que a Chuchita la bolsearon- Dice sin acabar de creerse la historia del virus alienígena. -Simplemente déjenme ir. Les juro que no volveré con Deckland, odio a ese pendejo, no le debo nada.

Miraría a Tuco a punto de soltar una carcajada- ¿De verdad crees que nos lograras que te dejemos ir así porque si? De a momento nuestras opciones son matarte piadosamente o mostrarte que no somos tan malos y quizás cambiar tu cabeza para que nos ayudes. Cremé todos queremos correr pero si no logramos enviar ese mensaje de nada serviría ir a escondernos debajo de una piedra porque por mas... -Me detendría buscando una palabra relativamente amable mentalmente- Por mas... molesta que esta mujer pueda llegar a ser- Diría señalando a Julia, procurando no levantar la voz- Es la ultima esperanza, ahora campeón, puedes comportarte como un adulto inteligente y quedarte callado si no vas a aportar nada bueno a la conversación.

Pensaría en todo lo que habían dicho, a nadie le faltaba razón pero teníamos que hacerlo- Si están de acuerdo.. Puedo tener un plan, Grabaremos un mensaje rápido, Julia tienes que ser tu, pero primero tenemos que elegir donde los esperaremos, porque aquí no será una opción. Actuaremos de día, no sabemos nada de ellos y al menos en el día nosotros podemos ver y propongo que antes de lanzarnos a una muerte casi segura, seamos los suficientemente inteligentes de observar de lejos aunque sea un día para detectar si tienen un patrón por horarios, y una noche para ver si algo cambia durante la noche- 

David se aleja un poco, aunque no lo suficiente cómo para que lo perdáis de vista, en busca de algún acceso subterráneo, no le cuesta nada encontrar varios.      

El más obvio, grande y fácil de ver un tramo a cielo abierto de alguna línea de metro abandonada. Las viejas vías del metro que se introducen en la oscuridad son grandes y anchas lo que aumenta el riesgo de que se hayan derrumbado, pero de seguir intactas os podrían conducir al corazón de la ciudad de forma fácil y sencilla.

También son fáciles de ver varios accesos al alcantarillado. A traves de unas escaleras de barrotes se puede llegar a las alcantarillas. Son más estrechas y profundas que las líneas del metro, hay más posibilidades de que sigan intactas aunque las alcantarillas son un laberinto de túneles y canales de agua, orientarse bajo tierra será complicado.

Sonreiría al comentario de Cass, aunque me haría más feliz saber que está a salvo. Despues de inspeccionar los alrededores me acerco a los demás para comunicarles las nuevas.

He visto una boca de metro, también alcantarillas.-Comento con urgencia pero sin levantar mucho la voz, cada segundo que estamos aquí seguimos expuestos a que esas máquinas gigantes nos descubran. -En principio me gusta más el metro, parece una línera recta a nuestro destino, pero no sé, los túneles del metro también me parecen un acceso demasiado obvio ¿no? casi seguro que tienen algún tipo de vigilancia. Pero si vamos por las alcantarillas corremos el riesgo de perdernos por ahí abajo. 

Por cierto, ¿Tenemos alguna linterna?- Les pregunto. Aunque nuestros ojos se acostumbren a la oscuridad, la idea de avanzar sin luz no me gusta demasiado.     

Tras escuchar a Tuco solo sonreiría. -Claaaaaro. En fin, te he dado la oportunidad de comportarte como un héroe, pero vendrás con nosotras quieras o no.   

La idea de Cass me parece bien, pero no podemos estar aquí observando o esas máquinas acabarán descubriéndonos. Nos acercamos al sitio, observamos y cuando tengamos claros sus movimientos, actuamos. -Me enciendo el último cigarro que me queda, llevo guardándolo desde hace unos días pero si espero más puede que no tenga otra oportunidad para fumármelo.

Al escuchar a David me pongo a revisar mi equipo, linterna no tengo, pero descubro que aún tengo la aturdidora eléctrica que encontramos en aquella comisaría. Me había olvidado por completo del arma. -La de problemas que podríamos habernos evitado.-Pienso al verla.

Prefiero las alcantarillas, aunque no garantizo que no me ponga a gritar si vemos ratas.-Les tengo un pánico irracional- A una mala siempre podemos improvisar unas antorchas.

Al escuchar a David mencionar la linterna me olvidaría de prestar atención al resto de la conversación, concentrándome en el problema clave del asunto "Oh no.." -Eh... Entonces cualquiera de los dos destinos es oscuro.. Y por favor digan que tenemos una linterna, una vela o una antorcha igual, esperen no precisamos una linterna, podemos hacer una antorcha, Sam tiene fuego, seguro encontramos algo que podamos prender fuego, no me hagan entrar a un lugar cerrado y a oscuras se los suplico, prefiero correr en dirección de la nave nodriza con una antena del tamaño del Empire en mi cabeza y un cartel luminoso que diga "Humano corriendo"- Hablaría rápido y casi sin parar hasta terminar la frase y detenerme para respirar

Por las alcantarillas pues- Cedo, a falta de que se pronuncie Vincent ese parece que será nuestro destino de modo que mientras me pongo a buscar algunas ramas gruesas, hojarasca, hierbajos, tela o tapicería de algún coche, cualquier cosa que me sirva para fabricar unas rústicas antochas.