Partida Rol por web

Invasión a la Tierra

Capítulo 2. El día más largo.

Cargando editor
27/05/2017, 22:58
Laurent "Lau"

Un rápido vistazo a la joven recién rescatada para comprobar que sin atención médica, no lo contaría, al menos el joven cámara le hubo regalado un poco de libertad, pese a que solamente cambiaría la forma de morir y donde. Retraso de lo inevitable. Y no obstante, no pudo permitirse perder tiempo en tales divagaciones. El ruido del motor fue la señal que necesitaron tanto él como su compañera herida de que tenían un medio de escape. Una posibilidad de salir de aquella trampa llena de….cabrones carentes de humanidad. Ni personas se les podía llamar.

Aquella alegría duró poco, con Lin como conductora, el vehículo recibió ataques, uno tras otro, aunque por suerte para los del interior, ninguno de importancia, pero el temor, la tensión estuvo latente ahí con cada movimiento enemigo. Lau apretó los dientes con rabia y frustración, mientras que con la mano agarró el rifle en caso de tener que usarlo. Pero ni él era muy hábil con las armas, y menos con tanto movimiento. Así que ni intento disparar, sería un malgasto innecesario de balas.

Y sin saber cómo, los tres consiguieron salir por una apertura, unas puertas, que no opusieron resistencia, por fortuna ante la fuerza del todoterreno lo que les hizo abandonar la trampa, lejos de convertirse en prisioneros, o en el desayuno. Al menos por el momento.

La noche había sido la más larga de su vida, o una de ellas con tanta misión suicida. Los anaranjados rayos del Sol le hicieron percatarse de que había cambiado de día, y sin descanso. El subidón dejó paso a un agotamiento, al perder la rigidez de su cuerpo le dolió todo de tanta fatiga. Por un momento cerró los ojos, con la nunca apoyada en el asiento del copiloto, y le es imposible soltar un suspiro de alivio. No obstante, tal sensación duró poco, por no decir nada.

Otro tema importante. Encontrar a los demás. – No sé cuánto aguantará la chapuza que hice. Así que sí, mejor ir allí. – Dijo a modo de respuesta ante las palabras de la asiática. Finalmente abre los ojos. – Será mejor darse prisa, esos cabrones podrían tratar de darnos caza en cualquier momento. Hay que pirarse ya. – Insistió con un ojo echado a la manca sin nombre. Arrugó el ceño y un gesto de negación con la cabeza. Sin Carmen o Jon, poco podrían hacer por ella, salvo lo hecho hasta ahora, un mejor final. Y sin Cass el vehículo tiene las horas contadas.

Golpeó con una palmada su propia pierna por la frustración, no pensaron en un punto de reunión. Que estúpidos fueron, él incluido. Los problemas se acumularon, si no encontraban el resto, estarían los dos solos, y no contaba con que la otra chica continuase con ellos mucho tiempo más. Comida, gasolina, agua……Sí, más problemas. Sin olvidar del sueño, cada vez más difícil resistirse a él. Por lo pronto consiguieron aguantar, pero sería cuestión de tiempo que necesitarían un refugio.

Puedo conducir yo y tú…descansas un rato. Si quieres. – Le dijo a la conductora, pero sin mirarla si quiera. Y el tono fue bastante apagado. No insistió demasiado, ya que podría entender que querría mantenerse despierta, al menos hasta tener una cierta seguridad.

Cargando editor
28/05/2017, 18:19
Vincent

No....¡Sam!

 Efectuar un disparo sería advertirles, Jon tenía que aguantar unos segundos más, Sam debía sobrevivir un poquito más. Sólo un minuto.

 Vincent señaló el arma del vehículo al coronel.

 - Superioridad de potencia de fuego. - esgrimió como única estrategia, que resonaba en su cabeza con una única complicación, la toma de rehenes. Sam y Jon iban a morir si no actuaban, si lo hacían, era probable que también lo hicieran, por lo que debían de estar dispuestos a tomar el riesgo.

 Indicó al resto que se bajasen del vehículo.

 - Esperad aquí. Etain, coje esa pistola - señaló al cadáver junto a la moto - preparad la moto, y huid si la cosa se pone muy fea. 

 Si algún caníbal comienza a subir metedle una bala en el cráneo.

 Cass, tu manejas. - le dijo no como orden, sino como plena confianza de que sería capaz de arrollar a todos menos a Sam y a Jon.

 El coronel debía encargarse del arma sobre el vehículo, él, a través de la ventana se prepararía para disparar en cuanto se acercasen. Tenían un efecto sorpresa demasiado limitado, pero debían aprovecharlo. El coronel podría disparar a matar o sólo para hacerles huir. Vincent no las tenía todas consigo, tal vez no corriesen, tal vez atacasen. Como en las cargas de caballería, debían de tener las de ganar. Siempre que no hubiese un bazooka apuntándoles.

 - Bajamos. Los recogemos, y nos vamos de este puto infierno.

 Etain quedaba al mando, Vincent se lo hizo saber con un gesto sencillo y un asentimiento. - En cuanto nos veáis huir, corréis. - Señaló la dirección de escape, descendiendo por el otro lado, justo al lado contrario del campamento de los horrores. El gesto del profesor parecía un símbolo de infinito, podía ser una buena forma de seguirse el rastro si lo grababan por el camino, si llegaban a separarse...

 Antes de apremiar a Sam para que arrancase, le preguntó al resto.

 - ¿Sabemos algo de Lin y el resto? - nadie quedaba atrás, Lin no era una excepción. Tenían poco tiempo, no podían pararse a hablar, pero era muy importante saber si quedaba alguien más allá abajo.

 - Tenemos que hacerlo antes de que vuelvan - le dijo a Cass justo antes de una respuesta de Etain o del resto, iban contrarreloj, y no solo porque Sam y Jon estaban en la cuerda floja.

 En los últimos momentos, cuando sentía todo el peso sobre sus hombros, golpeó el chasis de la puerta del copiloto. ¡Vamos, vamos, vamos!

Cargando editor
28/05/2017, 18:45
Cassandra
Sólo para el director
Cargando editor
28/05/2017, 18:45
Cassandra

"Dios, no te la lleves a ella también" La idea de perderla a ella también me aterraban aun así, me concentre en mi estrategia al manejar, no podía cometer un error, tenía que hacer una barrida que contara para sacar a unos cuantos de arriba de ellos, y hacer correr a los demás, mi mejor plan involucraba pasarlos por arriba pero con Sam y Jon ahí correría mas riesgo, así que haría el derrape de mi vida alrededor de Sam y Jon, podía matarlos, si lo hacía mal, pero si no lo hacía podían morir de cualquier manera. -El que no quiera ir, es momento de bajarse- Anuncie para darle tiempo a alguno a bajarse, el espacio no nos vendría mal. -Y si alguien sabe manejar tome la moto, dos personas pueden ir ahí, el espacio nos viene bien- 

-Tenemos que encontrar una manera de estar comunicados cuando nos separemos- Maldije por dentro el PEM unos radios pequeños nos vendrían de puta madre en este momento, quizás si lográramos recuperar algunos rotos, podríamos hacer alguno funcionales.

Respire hondo, era el momento de acelerar e ir a toda maquina. -La caballería va en camino, a todo trapo, os recomiendo ajustar sus cinturones y no gritar. Se lo que hago - "¿Lo se?" Sin pensarlo mucho mas pisaría el acelerador, la idea era ir por un lado de ellos, muy cerca y derrapar por el lado que mas idiotas hubieran, tan cerca como podía para pegarles el coletazo del derrape sin tocar a Jon o a Sam, daría un circulo completo para quedar apuntando hacía ellos, en caso de que no entendieran que tan enserio iba, les rugiría el motor cuando terminara de derrapar. No podía dudar un segundo. No lo haría. "Papá, David... Por favor ayúdenos. No dejen que me quiten a alguien mas, no hoy"

 

- Tiradas (1)

Motivo: Conducir

Tirada: 1d20

Resultado: 14(+5)=19

Cargando editor
29/05/2017, 00:42
Etain

Etain se agacho para coger el arma e incluso comprobó los bolsillos del cadáver en busca de munición extra. Casi no podía creer que estuviera registrando a un muerto en busca de balas, pero así era. Se dispuso a protestar, pues se habían sacrificado para que ella y el resto pudieran huir y estaba mas que dispuesta a acompañarles uniendo su cuota de disparos, pero lo cierto es que a la vuelta necesitarían espacio para recogerlos y como poco Sam iría inconsciente, así que con mala cara acepto quedarse allí.

A continuación se dio cuenta de que la habían dejado al mando y eso volvió a aterrorizarla, no podían dejarla a ella a cargo, otra vez no. Pero no había nadie a quien quejarse pues el todo terreno salio de allí a toda velocidad.

- Estad todos preparados - dice dirigiéndose al grupo y casi temiendo que alguien la mandase callar -, nos vamos de aquí tan pronto como regresen. Los heridos y en peor estados podéis ir descendiendo la colina en aquella dirección, andad con ojo y avisas si veis a alguien aproximándose. Si alguien sabe conducir bien que prepare la moto, quizá haya que bajar y echar una mano si se deciden a perseguirles.

La pelirroja comprobó cuanta munición tenia el arma y observo lo que sucedía mas abajo, deseando con todas sus fuerzas que no muriese nadie mas.

Cargando editor
29/05/2017, 10:29
Austin

Aprieto la boca unos segundos pensando si podremos seguir mi plan, pero la idea de Emma me ha puesto nervioso. Lanzarnos de frente a por ellos solo nos traerá la muerte. Si volvemos a quedarnos tirados con la furgoneta, no conseguiremos lo mismo que antes, esta vez no tendremos tanta suerte.
Por suerte Tim parece más lógico que ella y habla de que no vamos a intentar atropellarlos, al menos por ahora.
Respiro algo más tranquilo y y me preparo junto a la ventanilla por donde vayamos a tener más cerca a los caníbales para, si están al alcance, volver a usar el brazalete.

- Tiradas (1)

Motivo: Brazalete

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20(+4)=24 (Exito)

Notas de juego

Solo disparo si estamos más o menos al alcance, si nos mantenemos en China, no XD

Cargando editor
29/05/2017, 19:32
Narración

Os acercáis hacia los caníbales todo lo rápido que la prudencia aconseja, sin arriesgaros demasiado.

Mientras os vais acercando podéis ver como los caníbales les van dando alcance a los perseguidos. Sam consigue abatir a dos de ellos disparándoles mientras sigue corriendo cuesta arriba, mientras que el lejano disparo de Emma da también en el blanco,  matando a otro de los caníbales y anunciándoles vuestra presencia al resto.

Viendo la distancia que aún os separa, los caníbales lejos de amedrentarse y convencidos de que alcanzarán a vuestros amigos antes de que vosotros los alcancéis a ellos, redoblan sus esfuerzos.

Sam, muy agotada y poco habituada a los esfuerzos físicos es la que peor lo lleva, y va quedándose atrás hasta que cuando ve que uno de los caníbales se le viene encima trata de dispararle a bocajarro, pero el caníbal le atiza antes dándole un buen garrotazo en la cabeza y enviando a la escritora al suelo, de donde ya no se levanta.  

Jon retrocede, empuñando una primitiva lanza, tratando de proteger a Sam mientras agita el arma de un lado a otro, con más corazón que destreza contra los nueve caníbales que les acaban rodeando.  Con la situación controlada se limitan lanzarle algunos tajos a Jon cada vez que este les da la espalda, dispuestos a utilizarlos como escudos humanos contra vosotros, sin embargo, sus planes se van a pique cuando desde lo alto de la colina aparecen Vincent, Cass y McKnigth disparando contra ellos y abatiendo a otros dos de ellos. Viéndose rodeados, atacados por ambos lados y viendo que contáis con un sectoide de pelo rizado en la camioneta disparando una de esas armas alienígenas contra ellos, no tardan mucho en tomar una decisión y salen corriendo aunque no lo suficientemente rápido para escapar de la lluvia de tiros que les cae desde la ametralladora del todoterreno manejado por Becca.  

Solo dos de los caníbales parece que vayan a salvarse, al conseguir alejarse bastante en dirección a su campamento, sin embargo de repente se quedan paralizados cuando un todoterreno militar sobrevuela la muralla del campamento caníbal. El vehículo volador aterriza sobre sus ruedas dando varios bandazos temerarios antes de llevarse, posiblemente sin querer, a los dos caníbales por delante. El todoterreno no duda en dirigirse hacia la colina en la que estáis. Pronto reconocéis a Lin al volante y a Lau en el asiento de copiloto, con ellos va una tercera persona, una mujer que no conocéis de nada, a la que le falta un brazo y que parece estar en bastante mal estado.  

Cargando editor
29/05/2017, 19:32
Narración

Atacáis tratando de rescatar a Sam y a Jon a la desesperada pero viendo la distancia que aún os separa, no parece que vayáis a llegar a tiempo para salvarles antes de que los caníbales finiquiten la tarea, sin embargo vuestra intervención evita que los rematen, al menos de momento, pues en cuanto os detectan deciden usar a un malherido Jon y a una inerte Sam como escudos humanos.

Sin embargo, sus planes se van a pique cuando desde atrás aparecen Tim, Emma y Austin con la camioneta roja, disparando contra ellos y abatiendo a otros dos caníbales. Viéndose rodeados, atrapados entre dos fuegos y viendo que alguien en la camioneta maneja una arma alienígena, no tardan mucho en tomar una decisión y salen corriendo aunque no lo suficientemente rápido para evitar caer abatidos por los disparos concentrados de casi todos los presentes.  

Solo dos de los caníbales parece que vayan a salvarse, al conseguir alejarse bastante en dirección a su campamento, sin embargo de repente se quedan parados cuando un humvee militar en llamas sobrevuela la muralla del campamento caníbal. El vehículo volador aterriza sobre sus ruedas dando varios bandazos temerarios antes de llevarse, posiblemente sin querer, a los dos caníbales por delante. A medida que el fuego se extingue sobre el vehículo semi blindado lo veis dar varios giro erráticos mientras sus ocupantes discuten acaloradamente en el interior. Finalmente los veis dirigirse hacia la colina en la que estáis. Pronto reconocéis a Lin al volante y a Lau en el asiento de copiloto, con ellos va una tercera persona, una mujer que no conocéis de nada, a la que le falta un brazo y que parece estar en bastante mal estado.   

Cargando editor
29/05/2017, 19:32
Narración

A medida que os acercáis a la colina distinguís allí a todos los demás. Parece que todos han tenido la misma idea para reunirse en la colina donde empezó el ataque pues sois los últimos en llegar.

Una docena de cuerpos inertes por el suelo dan fe de un duro enfrentamiento, uno de ellos es el de Sam, su melena caoba es inconfundible, Jon junto a ella lucha por detener el sangrado de una herida en su cabeza. Un par de caníbales supervivientes que huyen del combate se topan de frente con vosotros, pero ni siquiera aminoráis velocidad arrollándolos con el vehículo sin piedad.

Cargando editor
29/05/2017, 19:33
Narración

Todo ha terminado. Finalmente y pese a no tenerlo hablado de antemano, todos habéis tenido la misma idea, reuniros en la misma colina desde donde empezasteis. Quizás no dabais un duro por la misión de rescate, pero milagrosamente lo habéis logrado.   

Al reeencontraros se dan algunos gestos de cariño y afecto, algunos abrazos en los que no hace falta decir nada y muchos silencios tristes por los que ya no están o se debaten entre la vida y la muerte. Habéis vencido, pero no hay nada que celebrar.

Del centenar de personas que ayer convivíais en Scranton ya solo quedáis veinte y vuestro estado es penoso. Sam permanece inconsciente mientras Jon trata de evitar que muera taponando la herida de su cabeza. Lin tiene una herida de bala en el costado y se tiene en pie más por orgullo que otra cosa. Jakie y Nadia presentan un aspecto deplorable, traumatizadas, con las ropas hechas jirones tras haber sido golpeadas y violadas repetidamente, el propio Jon presenta varias heridas por corte, aunque está demasiado ocupado para atender sus propias heridas.  

Desde la colina en la que estáis se divisa bien el campamento enemigo donde aún pululan cientos de figuras, aunque cualquier deseo de perseguiros parece haberse desvanecido tras el varapalo que se han llevado. Aquellas gentes seguirán viviendo, seguirán matando y muriendo, seguirán sobreviviendo pero al menos, habiéndose quedado sin vehículos operativos su rango de acción y su fuerza queda bastante reducido. Los caníbales supervivientes se dedican a apilar los cuerpos de todos los que habéis matado, no hay mal que por bien no venga, ahora tienen comida para meses.

Cargando editor
29/05/2017, 19:33
Jon

Jon atiende a Sam que parece ser la que está en peor estado, la pelirroja presenta una fea herida en la cabeza y ha perdido mucha sangre pero el reportero consigue estabilizarla usando algunos de los insumos médicos que quedan en la camioneta. Tras vendarle el cráneo dirige su atención a Jakie y a Nadia, pese a sus magulladuras, sus heridas son más psicológicas que físicas por lo que el improvisado doctor poco puede hacer por ellas. Finalmente duda un poco, pero al final se resigna como quien va a nadar entre tiburones y se dirige hacia Lin.

-Déjame ver – Comenta en relación a la herida de bala, preparando unas tijeras para cortar la camisa de la asiática e inspeccionar la herida.  

- Tiradas (1)

Motivo: Medicina, estabilizar a Sam

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 17(+2)=19 (Exito)

Cargando editor
29/05/2017, 19:34
Danny McKnight

Ante un futuro más incierto y oscuro que nunca el camino se desdibuja, no tenéis comida, estáis hechos polvo, vinisteis a Filadelfia en busca de un arma para combatir a los aliens pero solo habéis encontrado desesperación y muerte.  Muchos le preguntan al coronel por los pasos a seguir pero el hombre parece superado por las circunstancias, él y Jakie son los únicos militares supervivientes.

Deberíamos habernos ido a las montañas, tal y como algunos queríais. -Dice abatido -Deberíamos habernos ocultado y haber empleado el tiempo que nos quedara en vivir lo mejor posible. Tomé decisiones con las que no todos estabais de acuerdo, pero siempre lo hice justificándome en el bien mayor, en lo pragmático, en que era lo que había que hacer para proteger a lo que quedaba de los EEUU. En proteger lo que quedaba de “humanidad”…     –Esta última palabra la pronuncia con desprecio y rencor, haciendo una pausa antes de continuar –  Ya no existe ninguna humanidad que salvar, quizás nos merecemos esto.  No puedo cambiar lo que hecho pero no os dirigiré más. Sois libres de seguir a quien queráis, de ir donde queráis o de escoger la forma de morir que más os guste. Buena suerte - Os dice a modo de despedida, alejándose hacia el campamento caníbal caminando mientras cuenta las balas que le quedan en el cargador.        

Cargando editor
29/05/2017, 20:10
Etain

Etain apenas podía creer lo que veian sus ojos cuando aparecio la camioneta roja, y menos aun cuando el vehiculo salto por encima de la valla envuelto en llamas y pudo ver a Lau y a Lin vivos y discutiendo como era habitual en ellos. Los caibales habian sido abatidos y poco a poco todos los supervivientes se reuninan en la colina, muchos menos de los que huyeron del ataque, pero bastantes mas de los que habria imaginado cuando pensaba que nadie saldria con vida de ese maldito campamento.

Mientras algunos se abrazanban y saludaban, ella se dejo caer al seulo, permitiendo que las lagrimas por fin corriesen libres por su rostro. No eran de dolor o de pena, aunque albergaba mucho de mabas cosas en su interior, pero en aquel caso no era mas que la tremenda tension que habia ido acumulando a lo largo de todo el dia ¿un solo dia? Le parecia que hubiera pasado un año al menos.

Fue entonces cuando escucho las palabras del militar y la desesperacion y la rabia volvieron a inflamarse en su pecho, mas aun de lo que hubiera creido posible en ella.

- ¡No - gritó poniéndose en pie mientras se tambaleaba y echaba a correr tras McKnight -! ¡No se atreva!

Situándose en su camino, la pequeña pelirroja, casi insignificante frente al corpulento oficial le empujó con fuerza en el pecho sin demasiado resultado.

- ¿Ha tomado decisiones equivocadas? ¿Ha muerto gente por su culpa? ¿Se cree que ha sido el único que carga con ese peso? Y ahora... ahora decide que como es demasiado duro acaba con todo dejando que esos desgraciados le maten y luego se lo coman. ¡Pues no! ¡Eso es de cobardes!

Las lagrimas seguian corriendo por sus mejillas mientras no dejaba de empujarle e impedir que se alejase de la cima de la colina.

- ¿De verdad se siente culpable? Pues entonces compenselo ayudando, ayude a que lleguemos a salvo a un sitio seguro, ayude salvando vidas cuando corramos peligro, maldita sea, haga algo útil y no se suicide de esta manera ¡No!

Etain no se reconocía dando gritos delante de toda esa gente pero toda la adrenalina se descargo de golpe con aquel arrebato y finalmente, agotada, exhausta y sin fuerzas para seguir empujándolo, volvió a derrumbarse de rodillas en la tierra apelmazada mientras sus hombros temblaban.

- Ya basta de muertes por hoy... - dijo en un susurro apenas audible.

Cargando editor
29/05/2017, 20:38
Vincent

 Vincent quería estar junto a Samantha en aquel momento, necesitaba hacer lo posible, aunque pudiese parecer que lo único con lo que podía contribuir era con echarse de rodillas junto a Jon y desear muy fuerte que siguiese con vida, que pudiese continuar. Nunca fue una cuestión egoísta, pues era una mujer con la que el grupo podía salir adelante, era por un estrecho lazo sentimental, el mismo que sentía por Cass, el mismo que no se había roto con David, a pesar de su fallecimiento. Era alegre un reencuentro, la adrenalina al ver aparecer al resto del grupo como verdaderos héroes fue una sensación extraña en aquel vacío incapacitante en el corazón y la boca del estómago.

 La diestra termina sobre Jon, mirándole con ojos vidriosos, asintiendo. - Hemos visto lo que has hecho. - y no se refería sólo a estabilizarla, se refería a quedarse atrás, se refería a recibir golpes por ella - Gracias, hijo.

 Le apretó sin calcular la fuerza, no sería mucho en su lamentable estado. Mientras, una despedida, y la rabia y la voz de la razón encarnadas en el cuerpo de Etain.

 

 El profesor hubiese sido menos directo. Culpabilidad o no, creía entender lo que sentía el coronel. Como decía Camus, el hombre adquiere la costumbre de vivir antes que la de pensar, la libre elección del suicidio iba ya en contra de la inercia de su cuerpo, pero cuando su vida carece de sentido, cuando ya no forma parte de los engranajes, abandona su sentido. Y allí estaba el coronel, enfrentandose a la pregunta más básica del ser humano, la que muchos dirían que es la más importante.

 ¿Para qué seguir?

  El sentido de la vida era algo que Etain no podría resolver con llantos o ruegos. Pero, ¿no tenía razón aquella muchacha? ¿No todos esperaban que se quedase?

 Vincent se levantó del lado de Sam, mirando a Cass para asegurarse de que estuviera con ella. Y avanzó tras Etain y el coronel.

 - No tan en el fondo tiene toda la razón. - alzó la voz antes de alcanzarles.

 Dando la espalda al grupo desvelaría el machetazo que se había llevado en la espalda. Aún sangraba, lo peor es que hubiese fastidiado su mejor abrigo (y el único).

 - Pero ha dado más de lo que nadie podía esperar. No tiene porqué ayudarnos. En absoluto. No tiene ninguna deuda con nosotros. Ni con el ejercito, ni con los Estados Unidos.

 Obviaría discursitos sobre como la humanidad vivía en ellos, demasiado adornados y felices para convencer a alguien que acaba de matar a sangre fría.

 - Si quiere irse, adelante. - Vincent no se acercaría para consolar a Etain, ni tampoco seguiría por más tiempo al coronel para detenerle. No quería fastidiar la intervención de la joven, había hablado por lo que sentía, lo que posiblemente todos, acongojados por el miedo, estarían diciendo. - pero debería reconsiderarlo.

 Enfoquelo como más le guste. Necesitamos una niñera. Puede serlo, sin más responsabilidad que arrimar el hombro, como todos. Es lo más pragmático.

 O de esta forma...le hemos cogido cariño, y me cuesta admitirlo - casi se diría que se trataba de una broma, pero no era así - nos ha salvado la vida a muchos de nosotros.

 ¿Qué tal si deja que ahora se la salvemos a usted haciendo que se venga con nosotros?

 Levantó las manos, y un latigazo recorrió su espalda.

 - Sin responsabilidades extra.

 Si le miraba en algún momento, señalaría con la palma de la diestra a Etain, ella era el ejemplo claro de porqué todos le necesitaban, pero esa necesidad no debía superarle. El profesor confiaba en que la joven le hubiese convencido, sólo pretendía dar un empujoncito más para que se quedara.

Cargando editor
29/05/2017, 23:30
Cassandra

Finalmente un minuto de paz, estábamos vivos, Sam estaba viva, había sobrevivido gracias a Jon. De nuevo estábamos juntos, era mas seguro si estábamos juntos. Baje del coche, sin siquiera molestarme en cerrar la puerta y me acerque a Jon.

-Gracias..- Le murmure a Jon, no habían palabras que en verdad explicaran lo agradecida que estaba de que la hubiera salvado.

En cuanto a las palabras de McKnight fueron pronunciadas , estaba pensando en que decirle cuando Etain y Vincent le hablaron, entre los dos habían dicho mucho - Antes de matarlos a ellos, y de verdad me gustaría matarlos, prefiero matar a los culpables de todo esto que son de otro planeta, ellos ya no tendrán humanidad pero nosotros aun la podemos conservar, y estoy segura que todas sus experiencias de vida, podrían ayudarnos, no tiene que hacerlo por Estados Unidos, ni por militares, pero somos una familia y nadie queda atrás tenemos mas posibilidades juntos que separados. Tomad eso en cuenta, y esta vez seamos una familia democrática y unida- Quería decir mas pero el día me estaba pasando la cuenta de todo lo sufrido, realmente necesitaba sentarme un segundo.-Escondernos en una montaña no va a solucionar nada, tenemos que encontrar nuestra arma-

-Vincent, ¿puedes mantener un ojo en Sam? - No espere respuesta sabía que podía, y que lo haría. No me apetecía lloriquear delante de todos y no tenía muchas mas opciones que dentro o detrás del vehículo. Camine con paso tranquilo hasta detrás y me senté en el suelo, tratando de mantener la apariencia de estar tranquila, estaba lejos de estarlo, abrace mis piernas contra mi pecho mientras una tras otras las lagrimas comenzaban a salir.

Cargando editor
29/05/2017, 23:51
Tim

Conforme vamos llegando se me escapa un grito al comprobar como Samantha cae, Jon hace lo que puede pero no parece ser capaz de aguantar mucho más rato.

¡Mierda! - grito a mis dos compañeros. Habíamos pasado las de Caín, accidente, enfrentarnos a una docena de caníbales, y ahora no íbamos a poder ayudar a nuestros compañeros. ¡Vamos! - jaleo a Austin y Emma al ver como aciertan sus disparos.

No llegaremos, estamos demasiado lejos reflexiono. Por suerte la súbita aparición de nuestros compañeros los dispersa, Woooooo - grito eufórico momentáneamente como si el cansancio acumulado se desvaneciera.

Piso el freno hasta detener el vehículo cuando estoy próximo y pongo el freno de mano y bajo, busco con la mirada los heridos... me acerco a Samantha en el suelo, y con la mirada pregunto a Jon ¿Co... cómo está? tras poner mi mano en su hombro para comprobar que él está bien, sonrío ligeramente, no te entretengo y doy unos pasos hacia Lin herida, recuerdo la conversación con la pelirroja... e intento enterrar hachas de guerra con la asiática necesitas ayuda, nosotros llevamos suministros médicos o lo que necesites... tú y los demás - respondo mirando a los demás. Después busco al resto, procuro detenerme un instante con cada uno aunque sea solo con la mirada, en particular a Lau para preguntarle qué tal está, aunque parece bien.

Observo a las dos muchachas, Jakie y Nadia, su aspecto es deplorable, han vivido cosas horrendas. Prefiero no acercarme a ellas por si la presencia masculina las pone peor, pongo la mano en el hombro de Emma, fuerza - le susurro.

Mientras tanto el militar estalla, superado por la responsabilidad y decide irse. Pronto surgen las personas que quieren evitarlo, la pelirroja nueva, el profesor, Cass... tienen razón, aunque simplemente sea por egoísmo no podemos permitirnos que nadie se vaya... nos debilita. Pero no iba a añadir nada más, estaba todo muy dicho. Solo quería descansar de este extenuante y eterno día.

De repente el cansancio me golpeó como un boxeador afroamericano de los pesos pesados e incluso perdí momentáneamente la visión, no pude más que sentarme en una piedra para recuperar algo de aliento. Mi cabeza daba gracias por los que aún seguíamos aquí, lamentando los que ya no estaban.

Cargando editor
30/05/2017, 00:24
Laurent "Lau"

Lau hizo su aparición como copiloto del todoterreno, junto a una herida Lin, y una joven inconsciente y de aspecto deplorable, como si estuviese a punto de abandonar aquel cruel mundo en cualquier momento. Aquella chica le faltó una de sus extremidades, que a saber dónde se habría quedado. El cámara baja del vehículo una vez detenido, con expresión sombría, visiblemente agotado, especialmente a nivel emocional. Y no obstante, ileso, sin ninguna herida, no a simple vista al menos.

Su mirada gris, apagada, se fijó en la cantidad de cuerpos, la mayoría de aquellos cabrones mal nacidos, pero la perplejidad le inundó al ver a cierta mujer entre ellos. – Pelirroja….- Musitó casi de forma inaudible. Tras unos segundos pudo ver, aliviado, que el resto se encontró más o menos bien, entre ellos, Emma, Tim, Emma, Cass, y especialmente Jon, que fue incapaz de mirarle de forma directa por culpa de la vergüenza. Y distante de todos, abrió la puerta de atrás para comprobar el precario estado del tercer ocupante. Una víctima que había salido, aunque obviamente no de una pieza. Literalmente.

Sin duda, una de las noches más largas, difíciles, y crueles de todos ellos. Habían perdido todo lo que construyeron con tanto esfuerzo y esperanza, el refugio, los suministros, incontables vidas perdidas. Todo se derrumbó como un endeble castillo de naipes, y con ello, la esperanza. A pesar de que habían conseguido ver otro amanecer, Lau no se sintió victorioso, más bien al contrario. Demasiado perdido. Demasiado abatido. Y sin embargo, permaneció en silencio. Ni abrazos, ni nada por su parte. Solamente angustia y un interminable amargor en su boca.

Al menos la pelirroja, viviría un poco más, para alivio de algunos, incluso para el taciturno y reservado Lau, que se dedicó a observar como el reportero ejerció de médico en vista de que era el único con conocimientos. Él único con vida. Conocedor de la tensión entre el los dos, doctor y paciente se mantuvo al margen. Agotado y sin fuerzas para discutir.

Pero no todo terminó ahí. El coronel tomó la decisión de rendirse, aunque preferiblemente llevándose a unos cuantos de esos malnacidos con él. Suerte que algunos de los presentes intercedieron.  – Muerto no servirá de nada. La muerte es definitiva….Coronel. Tiene dos opciones, o seguir luchando mientras aguante, o rendirse. Pero hay gente que le necesita. Más bien…todos de una forma o de otra. – Suspiró con cansancio y frustración, quizás no fueron las mejores palabras ni el modo. – Es un hombre de puta madre. De los que no abundan. Ha hecho lo mejor que ha podido, y sabido. Para mí es más que suficiente. No tengo nada que reprocharle, todo lo contrario. – Terminó por añadir con la esperanza de que entre todos le hicieran desistir de su idea suicida, aunque entendible para el cámara.

Yo también estuve pensando en quitarme de en medio. Me faltó poco para pegarme un tiro por haber fallado con el puto mortero. Y sin embargo sigo aquí. Mientras viva, haré lo que pueda, así de simple. – Terminó de confesar escupiendo aquellas amargas y sufridas palabras. – Podremos hacerlo mejor o peor, pero hay que intentarlo. Si no, todo acabará, para nosotros, para todos. Debe haber algo que podemos hacer. Aunque sea aguantar. Aunque sea….solamente eso. – Más palabras por su parte. Por un momento estuvo a punto de pasar del tema por completo, saturado de mierda. Pero por otro lado, no tuvo derecho a quejarse, salió ileso y mejor parado que muchos, así que continuaría haciendo lo mejor que estaría a su alcance.

Con lentitud, exhaló el pesado aire de sus pulmones, y con paso firme se dirigió a la abatida Cass, que se alejó de todos. Nadia y Jackie no podría hacer nada por ellas, y que un hombre se acercase a ella sería contraproducente. Dedicó una última mirada larga a sus compañeros de curro, o mejor dicho, excompañeros, Emma y Tim. Se pudo ver alivio en la apagada expresión del chico. Eso le ayudó a mitigar su guerra interna contra su peor enemigo. Él mismo. Dejó el arma en el suelo al llegar a la conductora, y puso ambas manos sobre sus hombros con suavidad y se mantuvo ahí con ella, sin decir nada por haberse visto falto de palabras en aquel momento. Curioso cuando pudo dedicarle algunas al militar, pero aquello fue diferente.

Cargando editor
30/05/2017, 10:15
Austin

La furgoneta va pegandon túmbos y yo me voy concentrando para lanzaar un tremendo haz de energía desde mi brazo derecho cuando estamos lo suficientemente cerca de los caníbales. Viendo como huyen mi primer instinto es seguirlos para acabar d euna vez por todas, pero entonces el cansancio me hace entrar en razón. Un confrontamiento directo ahora no saldrá tan «bien» como los anteriores, y no debemos correr riesgos, de modo que en cuando Tim detiene la furgoneta bajo alzando el brazo en dirección a por donde han salido corriendo por si alguno decide darse la vuelta.
Estoy entero bañado en sangre de una forma que hace dudar de cómo puedo seguir con vida y encima mantenerme en pie, aunque si alguien se fija puede ver que no tengo herida alguna, tan solo tengo toda la ropa empapada, las manos, los brazos, las piernas y la cara, pero ni rastro de heridas más que un par superficiales que casi quedan camufladas por la sangre.
Según van llegando todos y cada uno los voy mirando un momento para comprobar su estado, tomándome un poco más de tiempo cuando llegan Laurent y Lin, al igual que con Vincent.
Pienso entonces en las pobres chicas que han sufrido la barbarie de unos serees que abandonaron su humanidad y me siento impotente por no poder hacer nada por ellas. Pienso en decirles algo, pero no tengo ninguna experiencia ni remotamente parecida a algo así, ni se me dan bien los discursos motivadores, por lo que decido mantenerme en silencio. No obstante, la actuación del militar si me hace salir del mudismo con rapidez, y casi inconscientemnete quedo apuntando con el brazalete en su dirección, lo que me da la idea de que si decide irse quizás sea buena idea dejarlo inconsciente para que recapacite y no se suicide.
—Ha hecho lo que tenía que hacer, capitán, coronel o lo que sea. Ha tomado decisiones difíciles pero correctas y los que estamos vivos seguimos aquí gracias a usted. Y si tenemos la posibilidad como especie de sobrevivir más de unos meses, es porque gente como usted está haciendo lo correcto para intentar luchar en una guerra en la que partimos en clara desventaja. Nos hemos arriesgado a morir por salvarle a usted y a los que hemos podido sacar de ahí, así que su vida ahora no le pertece como para suicidarse por matar a unos cuantos animales de essos. Debe seguir con nosotros y tomando las decisiones, pero aún si no quiere, no podemos perder a un militar adiestrado, tanto porque es nuestra mejor baza ofensiva como porque nos puede enseñar. Y si aún con esas decide suicidarse, al menos no lo haga con las pocas balas que pueda tener, la munición y las armas de fuego son bienes demasiado preciados como para acercar uno a esos animales— intento decir todo esto de forma calmada, pero se nota que estoy más nervioso y cansado de lo habitual, porque algunas frases no tienen conexión con las anteriores, pero a estas alturas poco importa. Si a alguien no le gusta lo que he dicho, no me importa, si se marcha estaremos muertos antes de terminar la semana.
Respiro con dificultad y me doy cuenta de que estoy más cansado de lo que he estado nunca. Esto no tiene nada que ver con las noches en que tuve que quedarme despierto para estudiar o cuando quedaba con mis amigos a jugar al rol o al wow y nos quedábamos hasta que salía el sol. Antes el agotamiento era por mera falta de sueño, por cansancio mental. Ahora es cansancio vital, ahora los músculos duelen, el corazón deja claro que no podrá soportar este ritmo unas horas más, y la cabeza empieza a doler dejando claro que está llegando a su límite.
—Deberíamos regresar a donde nos encontramos inicialmente. Allí podemos descansar hoy y montar guardias para que esos animales no intenten tomar venganza. Nos hace falta.

Cargando editor
30/05/2017, 10:20
Austin
Sólo para el director

Al ver como nuestro líder militar parece tener intención de suicidarse y como Lau habla de ese mismo pensamiento recuerdo que yo también lo he tenido, pero en circunstancias muy distintas. En casa había demasiada presión para intentar mostrar una versión de Austin correcta pero distinta a la real. Estaba cansado de soportar toda esa presión, de pensar en la decepción que mis actos provocabarían en mi familia... Y llegué a plantearme quitarme de en medio. Pero no lo hice. No lo hice porque por muy mal que me fueran las cosas, al menos me iban. Porque la muerte es demasiado definitiva, y porque siempre existe la posibilidad de que algo cambie mientras uno sigue con vida. Cuando uno muere todo se apaga, el mundo deja de existir, y yo no quiero que el mundo se acabe. Nada se acaba hasta que se acaba, y mi vida aún no se había acabado.
Entiendo que pueda haber quienes tengan la sensación de que ahora todo ha terminado, pero es mentira. Si que un grupo de gente se juegue la vida por ti no es prueba inequívoca de que tu vida vale algo, de que aún no se ha terminado... no sé qué podría serlo.

Cargando editor
30/05/2017, 10:19
Emma

El combate final es una montaña rusa en la que parece que les disparamos pero ellos siguen atacando. Cuando derriban a Sam y comienzan a ensañarse con Jon, parece estar a punto de pasar lo peor. Por suerte, el final esaplastante. Becca sigue viva en la ametralladora, Lin y Lau aparecen volando y rematan a los últimos desgraciados.

Pero al reencontrarnos, éramos muchos menos de los que partimos, y algunos heridos. Bajo de la camioneta con restos de sangre seca en la cara y todo el chaleco empapado en rojo. El improvisado parche en mi hinchada nariz junto al moratón que rodea la zona, es obvia señal de que tengo torcida la nariz, pero por suerte es un mal menor comparado a algunos de los demás.  Mi vista pasa por todos rápidamente, especialmente por Lau, que mantiene las distancias pero está a salvo;  Jon, que enseguida está actuando, como quiso más de una vez, ayudando a todo el que puede. Cuando éste me mira le hago un gesto conforme estoy bien para que continúe ayudando a los demás. Pero cuando por fin veo a Jackie, por unos segundos me paralizo con los ojos bien abiertos, hasta que salgo disparada y me lanzo a abrazarla con fuerza, con un torrente de emociones mezclando el alivio por verla viva, la rabia por verla en ése estado y la incapacidad de soltar palabra por no saber qué decir. Durante ese momento la abrazo tan fuerte que pareciera que fuese a hacerle daño, con un par de lágrimas escapándose por mis amoratadas mejillas.

Sin dejar de abrazarla, alzo la vista hasta encontrar la mirada de Lin, más pálida de lo normal por la herida de bala mientras Jon se acerca a ella. Sin siquiera pensarlo, mis labios articulan la palabra "gracias", bien gesticulada, y con total sinceridad, aunque por la emoción del momento sigue sin poder salir ningún sonido de mi boca. 

Cuando me separo de Jackie, aunque sin soltar su mano, el coronel estalla, se rinde, y los demás hacen lo posible por frenarlo. No hay mucho más que decir, espero que le convenzan. No le demos más carne a esos cabrones.

-No podemos rendirnos ahora. Seguimos vivos. - pero que haríamos ahora?. Buscar un arma?. Buscar supervivientes? Buscar un refugio nuclear?... todo era una gran incognita de ahora en adelante, pero lo obvio era que necesitabamos retroceder y sanar nuestras heridas. Descansar. Y lo más importante... encontrar comida.