Partida Rol por web

Arquea una ceja y lo escucha atenta.

Claro, por eso he estado en mi casa hasta las una menos algo, cuando me ha llamado un amigo y me lo ha contado todo. Tengo mi coartada, la casa está rodeada de cámaras de seguridad podéis ir a controlarlo cuando queráis - ni una alteración, ni un parpadeo... nada. Impasible. - El dinero me la trae sin cuidado. Lo único que quiero saber es quien ha matado mi padre, y mientras tú y yo estamos aquí charlando, el asesino anda suelto.

Sin embargo sonríe, y aprofundiza su mirada.

Cuando quieras escuchar mi versión de los hechos, señor agente, pídemelo. Mientras, creo que tomaré un café.

Se separa de la mesa y se cruza de hombros, apoyándose mejor en la silla.

¿Un café? ¿Lo quiere con leche la señorita? Te dice totalmente irónico.

A mi me la trae sin cuidado las cámaras de tu casa... son tuyas... las puedes manipular como quieras. Yo hablo de hechos... una pistola... la pistola del crimen en tus manos. Tu padre muerto. Un vagabundo muerto. ¿Qué mas quieres? Tu amiga y complice fue vista en el lugar del crimen por tres testigos mucho antes que llegue la policia. Cualquier juez te acusaria, por lo menos, de intento de homicidio y a tu amiga de cómplice. Así que... ya me estás tratando de convencer de tu inocencia, por que si no... bueno, te quedas aquí con nosotros un par de días. Cpntinúa casi sin respirar.

Y ahora sí, me tomaré un café mientras intentas darme una explicación, guapita de cara.

Arquea una ceja. Sin comprender.

¿Cómo? ¿Nessa estuvo allí? ¿Antes de que llegara yo? ¿Cómo se enteró?

Frunce ahora las dos cejas con expresión de total confusión, ¿quién la avisó antes que a mí? ¿Pasaba por allí? ¿Pero por qué no le había dicho nada...?

Bueno... - se pasó una mano por la frente y se apartó el flequillo, volvió a mirar el policia suspirando - Me vinieron a buscar a mi casa, un amigo de mi padre, contándome lo que había pasado... cogimos las motos, la mía sigue aparcada cerca del accidente. - como le pase algo a mi moto mataré a alguien en serio -  puedes hablar con la gente de allí, me vieron pasar y saltarme las cintas y... - la imagen en su cabeza, la sangre, la cara desencajada. Cerró los ojos un instante, y cuando los volvió a abrir no volvió a mirar al agente - joder... y abrir su bolsa negra... entonces... me peleé con mi amigo. Le dije que me dejara en paz y me largué yo sola a buscar el asesino... - suspiró - mientras paseaba el vagabundo me apuntó por la espalda, no sé qué quería, el caso es que me disparó y... - de repente se levanta y enseña la pierna, ni se acordaba ya - ¡Y me rozó el disparo la pierna! ¡Pueden comprobarlo! ¡Es de esta noche!

Mientras se señala el pantalón y la herida que hay en ella de sangre seca. Estaba tan llevada por la adrenalina que no se acordaba de este detalle.

¡El disparo tiene que estar aun en el suelo! - golpea la mesa - ¡Y en el suelo tiene que estar la bala! ¡El vagabundo tendrá los rastos de pólvora en las manos!

¿Sí? ¿Te disparó un vagabundo? ¿En la pierna? Eso debe doler, ¿no? Te dice con una sonrisa.

Hemos comprobado todo el lugar y hemos encontrado un casquillo de tu arma. Pero el indigente no tenía una bala en la cabeza, por lo que todavía la estamos buscando. Pero bueno, entonces es sencillo... llamas a tu amigo, el confirma la cohartada y así te puedes ir... obviamente no podrás salir de la ciudad, pero no pasarás la noche en la carcel. Continúa mientras apunta algunas cosas en su libreta.

...

Es que mi amigo no quiere cogerme el teléfono... se ha cabreado tanto que ha decidido dejarme aquí tirada, aunque es posible que lo haya hecho porque no hay lugar más seguro que una maldita comisaría.

Resopla mientras vuelve a apoyarse en la mano. Sin la coartada de Wallace estaba frita.

¿Puedo dejarle un mensaje al contestador?

Nessa vuelve a intentar respirar con tranquilidad... ¿porqué las trataban como delincuentes? ¡Si no habían hecho nada! Nada más que estar en el lugar incorrecto en el momento incorrecto... Y bueno... Megan también era culpable de tener muy mala leche y un pronto muy malo, pero... ¡no eran criminales!

En cuanto la meten en la sala de interrogatorios pide un teléfono de la forma más educada posible con el tono de voz más inocente jamás visto.

Tengo entendido que puedo hacer una llamada. ¿Puedo avisar al menos a mi abuelo que estará esperándome en casa? Y a punto de enviar a media docena de cazadores en mi busca, supongo...

El agente niega con la cabeza mientras sonríe...

Vale, déjale un mensaje en el contestador. A ver si tu coartada viene a la comisaría y por fin conozco a esa persona. Te dice dejándote el teléfono otra vez a tu alcance.

Un abogado... una llamada... Odio la gente que ve muchas peliculas. Dice el policia que te lleva y te sienta en la sala de interrogatorio.

Después, descuelga el teléfono de la pared y te lo coloca en la mesa con un golpe.

Ala, ya tienes tu teléfono. Ahora vendrá el agente Smith a hacerte unas preguntas. ¿Vale? Continúa el policia mientras se retira de la sala.

Nessa asiente con una sonrisa de oreja a oreja mientras responde.

¡Valeeeeee!

Cuando el agente haya salido y haya cerrado la puerta, se ocupará de sustituir esa sonrisa por un gesto de desprecio y murmurará a media voz...

Capullo...

Coge el teléfono y marca enseguida el número de Sean.

Coge el teléfono y vuelve a marcar el número. Espera a que salte la señal del contestador y suspira... no le gusta hablar con el vacío.

Hola Wallace, soy yo, Megan, como sabrás. - aprieta un poco más el auricular y por sus ojos casi salen rayos X - Eres mi coartada y tendrías que pasarte por la comisaría para decir que yo no he hecho nada y que estaba contigo y bla, bla, bla... - sabe de sobra que así le va a hacer más caso que a un escarabajo escondido bajo la mesa: ninguno. - ... siento lo de antes, ¿vale? Estaba nerviosa y lo pagué contigo, es que... - esconde la cabeza en el brazo libre - todo esto se me queda grande. Bueno... y si vienes te invito a comer al restaurante que más te guste... prometido. - añade como último intento. - Ven, porfa, aunque sea antes de que te hayas ido a sobar, a no ser que te hayas ido ya ¬¬. ¡Pues eso! ¡Hasta ahora! - colgó - Espero...

Suspira una última vez, se nota que su orgullo y su ego habían sido terriblemente pisoteados y manchados. Mira el poli.

¿Ahora puedo tomarme un café? ¿Y dónde está Nessa?

¿Sí? Dice la voz rasposa de Sean cuando coge el teléfono.

Nessa coge aire y empieza a hablar muy deprisa.

Estoy en comisaría. Resulta que al salir a... dar la vuelta como te dije, encontré en la calle a Megan, que estaba siendo atracada por un vagabundo con una pistola con silenciador, y justo cuando Megan había conseguido... quitarle el arma y defenderse de él, un disparo en la frente terminó con la vida del pobre infeliz. En ese preciso instante, aparecen los polis y... aquí hemos acabado. ¿Qué hago?

Espera con ansia la respuesta de un sabio y protector anciano que seguro sabe cómo pueden salir de esta...

¿Esa era toda la coartada? ¿Dejar un mensaje en el contestador de una persona que probablemente no aparezca? Vale... cada vez vienen más raros los sospechosos. Dice mientras se incorpora de la silla y se dirige a la puerta.

Bien, ahora le traerán un café, no se preocupe. Tampoco lo haga por su amiga, seguramente estará charlando con la Agente Smith en este momento.

Después, el detective te guiña un ojo y sale por la puerta.

TRAS EL CRISTAL

P: - ¿Crees que está asustada?

W: - Lo dudo... es más dura que un yunque... pero por lo menos ha aprendido la lección... creo. No estoy muy seguro que haya pedido nunca ayuda... pero lo acaba de hacer... ¿qué hacemos?

P: - ¿Qué hacemos? Joder, Wallace, siempre lo mismo. A mi que me cuentas...

W: - Vale, vale. Dale su café y dentro de un rato la dejamos ir. Ahora veamos que nos cuenta su amiga...

No te preocupes. Sólo di la verdad. Yo voy a hacer algunas llamadas y todo se arreglará... ¿vale? Te dice tratando de tranquilizarte.

En ese momento, una detective hace su aparición en la sala, mirándote de arriba abajo con una extraña sonrisa.

Seguramente sea la Agente Smith...

Arquea una ceja. Ya sabe que su coartada no es muy fiable... pero en cuanto le vea... da un puñetazo a la mesa. En cuanto vea a Wallace se va a cagar. Eso si se digna a aparecer claro.

Ahora que está más tranquila le empieza a doler la pierna... apoya la frente en el borde de la mesa, y se mira la herida a través del agujero... ni siquiera sabe si es muy grande o qué... lo único que sabe es que la sangre le ha llegado hasta el calzado.

Mierda...

Cerró los ojos y esperaba despertar y que todo fuera una maldita pesadilla... y que al despertar cogiera el teléfono y llamara a su padre, y él le respondiera animado, como siempre.

Papá...

Ahora que estaba tranquila, todas las sensaciones y sentimientos le llegaban a ella, como una estampida, y se mordía el labio inferior para no echarse a llorar allí en medio. No quería llorar. Megan Hewitt no debía llorar.

Nessa suspira, mirando de reojo a la agente que acaba de entrar y luciendo una inocente sonrisa en la cara.

Está bien, Sean... tengo que dejarte. Gracias por todo.

¿Que diga la verdad? ¿Que diga la verdad de las visiones? Madre mía, que marrón...

¿Ya has llamado? Bien... ahora te toca responderme algunas preguntas. Te dice mientras se sienta en la silla frente a ti.

¿Qué hacías junto al coche del muerto? ¿Qué hacias en un callejón con tu amiga, y con otro muerto, y con el arma homicida? ¿Sabes que te pueden caer mas de quince años por ser complice de un doble homicidio?

La detective saca un block de notas y una grabadora, y comienza a grabar tus respuestas.

Un policia entra a la sala con un vaso de papel lleno de café negro y un par de sobrecitos de azucar, y te lo deja junto a tu mano, sobre la mesa.

Después, se retira por donde ha venido.

Levantó la cabeza y observó el chico.

Gracias.

Se queda mirando el café... odiaba el café, pero la despejaba y eso le iba bien. Metió todo el azúcar dentro y lo removió hasta que notó que el azúcar se disolvía y que no estaba tan caliente. Luego se lo tomó de un trago casi sin respirar.

¡Puagh!

Se quedó mirando la ventana oscura... sabía que la estaban mirando. Se levantó de la silla y empezó a andar por la sala tranquilamente, esperando que alguien le dijera algo y evitando los recuerdos de su padre en su mente... se estaba empezando a aburrir.