Partida Rol por web

¿Dónde vas cariño? ¿Te largas así sin más? ¿Sin esperar a tu amiga? ¿Sin esperar a escuchar lo que tengo que contarte? Te dice dejándote pasar.

Eres libre de irte, he hablado con la policia y al parecer, con mi testimonio quedas libre. Pero bueno... pensé que querías escuchar una buena historia...

Wallace te deja pasar mientras él se mete a la sala y se tumba en uno de los sofás, cerrando los ojos.

Ahora sí se gira para mirarlo ¿Algo que contarle? Se dirige a él y... de repente le da un puñetazo en toda la mandíbula, girándole la cara y, seguramente, sorprendiéndole.

¿¡De qué vas!? ¿¡Te presentas aquí después de que me colgaras el teléfono de aquella forma!? ¡¡¡No sabes lo que he tenido que escuchar!!! - señala la puerta - ¡¡¡Me han acusado de matar a mi padre!!! ¡¡¡A mí!!!

Mira ahora la marca del golpe... quizás se ha pasado. No. Se ha pasado seguro.

Lo siento... otra vez. Me enfado y pierdo el control de mi misma... - esboza una media sonrisa y se señala a ella misma - Puedes golpearme si quieres. Creo que me merezco un ostión bien dado.

El rubio abre los ojos grande como platos cuando tu puño impacta contra su mandibula y casi hace que se caiga del sofá. El muchacho tiene que apoyar su mano en el suelo para no terminar desparramado por el.

Wallace se lleva el dedo pulgar de su mano derecha al lugar donde lo has golpeado al mismo tiempo que esboza una cálida sonrisa.

Deberías controlar esos prontos, chica, te causarán más problemas que beneficios, te lo digo yo. Dice entre risas mientras se quita el hilillo de sangre que lleva en el labio y se chupa el dedo.

Además, eso siempre me duele. ¿Por qué todos buscan golpearme? ¿Qué es lo que he hecho? Continúa haciéndose la víctima.

Se sienta al sofá de su lado dejándose caer como un peso muerto, y lo mira de reojo, escondiendo la cabeza entre las rodillas, ya que a subido los pies en el sofá también.

No me das pena, Wallace, hazte a la idea. - le comenta con una risa - Además, mi padre siempre me dijo que eres buen luchador, ¿me dirás que un simple puñetazo de una simple niña te ha dolido? - Megan sabía muy bien que pegaba más fuerte y mucho mejor que muchos otros tipos.

Se queda pensando un momento y luego sonríe divertida. Se levanta... se dirige al otro lado de donde estaba, justo a donde le dio el puñetazo... se agacha y le da un besito en la mejilla.

¿A qué ya no te duele? ^^ je je

Y empieza a reírse al ver, de nuevo, la cara de Wallace.

Wallace continúa sin inmutarse, con su rostro enfocando hacia el frente, sin emgargo, sus ojos ambar te miran de reojo mientras esboza una sonrisa.

Ya. Loca. Murmura entre dientes para después comenzar a reir como un poseso.

Deberías hacerte ver eso, cielo. Ya te lo he dicho. En algunos años estarás maullándole a la luna desde algún tejado, que lo sepas. Tu padre me había advertido que eras complicada, pero la palabra para definirte es loca de atar... Continúa mientras se levanta del sofá.

Ya, bueno. - se echa las manos en la nuca, y empieza a pasear por la sala, evitando la zona del café derramado por el suelo... no sabe ni cómo no se ha echo daño en la mano.

Mira a Wallace, apoyándose a la pared.

Prefiero ser así que no haberme convertido en una mujer como mi madre. Está obsesionada en buscar a un hombre con que casarse por dinero, ¿sabes? Y supongo que ahora estará más desesperada aun... al saber que no le ha tocado ni un centavo de la herencia de mi padre, como es lógico... y el poli me ha dicho que yo también estoy sin un centavo, así que me tocará venderme la moto y el coche y ponerme a currar.

No ha dejado de sonreír en todo el rato, solo cuando hablaba de su madre ha salido una chispa de rabia en sus ojos... pero realmente no parecía que le importara en absoluto lo suyo, lo de quedarse sin dinero.

Oye, ¿no tendría que hacerme mirar esta herida? Me duele, y no quiero que se infecte.

Señalando la herida que aun tiene en el muslo.

La herida parará de sangrar de un momento a otro, cielo... Y con respecto a lo otro... bueno... tu madre no se queda sin un centavo... la que te quedas sin un centavo eres tu. A ella, según el viejo testamento, le deja todos sus bienes... todos... incluida la tutela de su única hija, osease tu. Te dice mirándote la herida bien de cerca.

¿¡Cómo!? - se separa de él de repente, su cara se ha llenado de pura rabia - Lo de la tutela me la suda, porque soy mayor de edad. ¿¡Pero lo del testamento!? ¿¡Cómo que se lo deja todo a mi madre!? Esta arpía...

Su mirada se nubla, otra vez se ha vuelto a cabrear.

¡¡¡Ha sido ella!!! ¡¡¡Ella lo ha planificado todo porque mi padre se muera y le deje todos los bienes!!! ¡¡¡La voy a matar!!!

Y ahora sí, se dirige hacia la puerta y se larga corriendo, como si la herida le hubiera dejado de doler de un momento a otro.

De repente, sientes como una brisa fugaz a tu espalda y después, una mano que te aferra fuertemente el brazo, impidiendo que salgas de la sala.

¿Qué vas a hacer? ¿Ir a la casa de tu madre y matarla? ¿Te crees capaz de hacer eso tu sola? ¿Y tu amiga que? Ella también ha sufrido por todo lo sucedido. Tranquilizate un momento. Te dice mientras tira de tu brazo hacia atrás.

Yo también lo creo... y te aseguro que seré el primero en ponerle una bala en el corazón a esa bruja si es verdad, pero primero, deberíamos asegurarnos. No es que tu padre tenga pocos enemigos, ¿sabes?

¡Suéltame!

No se sabía diferenciar si había más odio que dolor en la mirada o al revés.

Pero cuando él la suelta... Megan no se larga corriendo de nuevo, se queda allí de pie.

Nessa sabía lo de mi padre, estaba con él cuando murió... ¿qué estaba haciendo allí? ¿cómo se enteró antes que yo que mi padre había muerto?

Levantó la mirada, hasta encontrarse con la de él.

¿A mi me lo preguntas? Es tu amiga... esperala aquí que cuando venga podrás preguntarle tu misma. O vete... no voy a detenerte. Pero ten en cuenta que si no me haces caso y te metes en otro lio, te va a salvar la mamá del topo, ¿queda claro? Te dice siempre, con una sempiterna sonrisa en los labios.

Es verdad, al menos se había presentado... y bueno, le estaba demostrando que se preocupaba por ella, de una forma u otra... baja la mirada hasta el suelo.

Solo diez segundos.

Dice, al mismo tiempo que pasa sus brazos por alrededor de la cintura de Wallace y se abraza a él, cerrando los ojos. No sabía ni lo que estaba haciendo, el caso es que necesitaba hacer aquello y es lo que estaba haciendo. Una noche demasiado movida... y Wallace olía bien... nunca se había fijado.

El rubio se sorprende al principio pero tras unos segundos, sientes como su mano se apoya en tu cabeza y presiona tu cara contra su pecho.

No debes temer demostrar tus sentimientos ante la gente que te aprecia, pequeña. Te dice mientras comienza a acariciarte la cabeza de manera paternal.

¡Qué manía tenía esta mujer de aceptar cosas que sólo puede suponer!

Nessa, que se estaba poniendo nerviosa ya, apoya las manos en la mesa para seguir hablando.

Me ha dicho que le cuente qué pasó, ¿verdad? Eso he hecho. Así que haga el favor de no hacer oídos sordos a mis palabras. Y ya que está, escuche con atención... ya que no he dicho en ningún momento que quiera estar sola. Tranquila, en parte la entiendo... a estas horas de la noche... sus conexiones neuronales no deben funcionar a pleno rendimiento. Espero que sea eso, vaya...

Vaya mierda de cuerpo de seguridad tendría el país sinó...

Sigues moviendo los labios pero no entiendo lo que dices. Ven, acompañame. Vamos a ver a tu amiga. Te dice con una sonrisa mientras abre la puerta y te permite salir primero.

La agente te lleva por unos pasillos con puertas a los lados y puedes ver muchas salas de interrogatorio, sin embargo, se detiene ante una puerta abierta, donde puedes ver a tu amiga y a otro tio abrazados.

Esboza una leve sonrisa...

Si el enemigo ve un simple indicio de debilidad... ya tienes la lucha perdida. - se separa y sonríe - Soy competidora por naturaleza, ya lo sabes.

Se separa de él y empieza a caminar hacia la sala de nuevo... suspirando, de nuevo cogiendo aquella postura como si nada ni nadie le importara... pero...

Oye, Wallace, quería comentar contigo lo del funeral de mi padre... me he dado cuenta que tu horario es más bien nocturno, ¿a qué hora te va bien que se celebre?

Nessa llega a la puerta de la sala donde se encuentra Megan.

Wallace levanta la mirada al escuchar las palabras de la chica... pero no tiene idea de que responderle.

En ese momento, su mirada se cruza con la de Nessa, que acaba de detenerse junto a la puerta de la sala y sonrie.

Mira, tu amiga está aquí. Tal vez quieras hablar con ella.

Arquea una ceja... notando que ha aludido la pregunta.

¿Acaso no tienes intención de asistir?

Mira a Nessa y frunce el ceño...

Creo que tienes que explicarme algunas cosas...

Cruzándose de brazos y apoyándose a la pared con esta expresión chula que solo ella tiene.

Nessa mira a Wallace... y luego a Megan. Vuelve a mirar a Wallace.

¿Se lo has contado?

Se acerca a él y le pega en el brazo con la mano abierta, furiosa. Ahora sí estaba furiosa. Y parecía que cada vez lo estaría más.

¡¿Cómo te atreves a contarselo?! ¿Le has hablado también de ti? ¿eh?

Mira totalmente encolerizada a Wallace, mientras de reojo se escapa alguna mirada a Megan.