Partida Rol por web

Permito ese derechazo de Rorik. Me llevo la mano a la mandíbula con hastío, le doy un empujón que aprovecho para levantarme y me acerco los grilletes. 

Si poner grilletes ahora y no resistir ¿luego quitar para luchar en Arena? ¿Eso es verdad? (en el caso de que me lo confirme mientras me las voy poniendo continúo)

Yo ser Ator el Ponderoso y tu recordar, porque yo ganar en la Arena, y si no ser verdad lo que tu decir, yo arrancar pelotas a Berat y dartelas de comer a ti y después arrancar pelotas a ti y dárselas de comer a Berat.

- Tiene usted mi palabra, señor Ator, - contesta el funcionario

Pues, nada, me los pongo, qué se le va a hacer...

Eso de grilletear supongo que será para ponérselos de forma que se los puedan quitar ¿no? 

Es alguna hablilidad de ladrón??? porque yo también soy ladrón...

Hago esa tirada? No sería más lógico hacerla cuando se los quieran quitar?

No soy tan ladrón... jajaja

Entonces 7

:)

Ah, y apunte: Rorik. Simplemente Rorik.

Con un tono bastante desapasionado.

-Mi nombre es Val,- dice la mujer sombría desde su rincón mientras se pone los grilletes.

-... Val, perfecto, bueno, muchas gracias por su colaboración, - dice el funcionario, mientras termina de escribir en su tablilla - en unos momentos vendrán por ustedes.

- Recuerden, no se resistan, será mucho peor.

Y así se gira y junto con sus dos acompañantes se aleja por el corredor, dejándoos de nuevo solos en la semioscuridad de vuestra celda.

Qué hacemos chicos? 

Nos resistimos e intentamos salir a motrullón de la prisión?
ó
Esperamos que nos lleven los guardias a ver si vemos alguna otra ocasión de escapar favorecida por el rubiales ése de antes?

El dice que libera, en la arena. Rubio dice que tener ayuda inesperada. Yo no temo a la arena. Si tu querer vivir, mejor estar cerca de mi en la arena. 

Miro a Rorik. Yo optaré por esperar a ver qué pasa. Varias monedas cambiaron de manos cuando el rubiales vino a vernos. Supongo que ese seria el precio por nuestra liberación, así pues, dudo mucho que lleguemos a la arena. Simplemente relajémonos y esperemos por la ayuda prometida. 

Pues nada, esperaremos el momento propicio... Y si llegamos a la arena, ten por seguro que estaré cerca, Ator...

A los pocos minutos de haberse marchado el funcionario, se vuelven a oír pasos, esta vez claramente armados, por el pasillo.

Aparecen hasta 6 hombres, con armaduras portando unos palos cortos de aspecto contundente, y espadas cortas en sus vainas. 

- ¡A ver malditos perros! ¡Enseñadme como os habéis puesto las cadenas! - dice uno de ellos, de manera nada cortés.

-¡Vaya!- dice cuando chequea los grilletes de Rorik,- resulta que tenemos aquí un listo. ¡Anda! ponte eso bien, antes de que alguien salga herido.

Una vez que Rorik se coloca bien sus grilletes, vuelve a gritar - y ahora echaros para atrás, que vamos a abrir. Sin tonterías ¿eh?-  dice, mientras muestra su cachiporra pulida, en la que un observador avezado podría notar que el tono rojizo de su extremo, no es precisamente debido a la pintura.

Pues nada, con mi mejor cara de "no voy a intentar nada", me echo hacia atrás como nos indican.