Partida Rol por web

El edificio que se convertirá en vuestro hogar, con dormitorios, una para las chicas y otro para los chicos, sala común, baños, y sala de entretenimiento, etc…

La sala común consta de varios sofás y sillones con una televisión, el mostrador donde se guardara el correo diario de cada alumno o profesor, en la sala común consta de un tablón de anuncios igual a del aula.

Al fin llegaron a la residencia, el edificio era enorme, lo más seguro que aquel lugar este allí desde hace décadas y antiguamente residían allí muchos alumnos por las dimensiones, el director señala a la puerta

Bien alumnos, id pasando a vuestra casa, dentro os esperara el supervisor disciplinario que también será vuestro tutor… yo ahora debo marcharme, así que las preguntas os la contestara vuestro tutor

Menciono Yamada cuando de repente se alzó un humo rodeándole completamente, cuando el humo se dispersó el ya no estaba.

En el interior de la residencia está sentado un tipo con camiseta negra, pelo rubio y rasgos afilados sentado en el sofá con las botas sobre la mesita mirando una tablet. Pone cara de evidente mala hostia.

-Bienvenidos a la residencia –dice mirando la tablet- Soy el Supervisor Disciplinario y por lo que he visto en el patio vais a darme mucho trabajo –mira a Nilith con mirada de desaprobación y muestra imágenes de video donde se ven sus pataletas- El centro tiene unas normas y voy a asegurarme que las cumplís, por ser el primer día hare la vista gorda de lo sucedido pero  no voy a tolerar semejante espectáculo de nuevo.

Ryuto se levanta y apoya una dragunov en su hombro mientras mira el grupo de lado a lado y luego señala un tablón con hojas de papel.

-Mi nombre es Ryuto Akashi y soy un dragón. Las normas básicas del centro están inscritas en ese papel y quiero que las memoricéis. Si las cumplís y no me dais problemas seremos amigos pero si causáis estragos similares a los del patio responderéis ante mí y tendréis una relación muy apasionada con el suelo. –mira a Nilith- como a una al parecer le gusta. ¿Ha quedado claro?

Interrumpiendo el escándalo que tenían formado mis compañeros, llegó un hombre pequeño acompañado de otra más alto y lo que claramente era una enfermera. El hombre bajito empezó a hablar, presentándose a sí mismo como el director, cosa que me sorprendió un poco pues esperaba a alguien más... impresionante. Aún así sentía que había algo raro en ese tipo, por lo que le miré con desconfianza pero sin decir nada, ya tendría tiempo de averiguarlo. También nos presentó a sus acompañantes, quienes resultaron ser el doctor y la enfermera que se ocuparían de nosotros mientras estuviéramos aquí.

Al ver que mis compañeros estaban algo magullados, el director les pidió al doctor y la enfermera que se encargaran de ellos, cosa que ellos pudieron hacer en muy poco tiempo. Me sorprendí un poco por su rapidez, aunque supongo que por algo se habían ganado su puesto.

Tras eso, Mimí cogió los equipajes de quien aún no los había entregado y nosotros empezamos el tour con el director. El paseo duró poco más de una hora, terminando delante de un gran edificio que, según nuestro guía, sería nuestra residencia. El hombre nos indicó que fuéramos entrando y que dentro nos esperaba el Supervisor Disciplinario, quien además resultaba ser nuestro tutor. Y dicho eso, desapareció en una nube de humo.

Al entrar a la residencia vi a alguien sentado cómodamente. Era un hombre rubio y de aspecto un tanto peligroso e intimidante, cosa que no arreglaba con su cara de mal humor. Se presentó como el supervisor y nos dio una charla sobre las normas del centro y que aquel que no las cumpliera podría acabar besando el suelo. Nos indicó que nos aprendiéramos unas normas que había en un tablón y después preguntó si teníamos alguna duda. 

Yo tenía muchas, pero estaba un tanto nervioso y el aspecto de ese tipo no ayudaba. Tras unos segundos de pensarlo decidí no hacerle ninguna, ya tendría tiempo de aclarar las cosas más tarde. Pulsé un botón de mis cascos y empecé a escuchar música a bajo volumen para enterarme de lo que pudiera suceder.

"Me pregunto quién será el primero en relacionarse con el suelo, aparte de Shiro" pensé un tanto divertido mientras miraba a mis compañeros.

Tras el breve discurso del director en el patio, el cual escuchó atentamente con una sonrisa radiante, siguió al director junto con los demás cuando este anunció que iba a hacer un tour por la escuela, curioseando el lugar y sin perder de vista al guía, eso era importante para no perderse. Cuando llegaron a la residencia el director anunció que se iba y no pudo si no hacer una pequeña mueca de disgusto, la cual deshechó dándole un beso en la mejilla a su peluche Damy y escuchando al Supervisor Disciplinario.

Cuando este terminó de hablar, se acercó a el con calma quedando a escasos centímetros de el mirándolo sonriente desde abajo, pues la diferencia de alturas era de unos abismales 30 centímetros prácticamente. Se puso de puntillas y hizo que Damy, su peluche, le besara la mejilla.

-Damy y yo prometemos no causar problemas señor supervisor disciplinario Ryuto Akashi. Nos portaremos bien. ¿Quieres ser mi amigo?-

Volvió a abrazar a Damy y le miró contenta, apartándose un poco, para que la distancia no fuese tan corta y no se sintiese muy incómodo.

Me acerque al tablon y comencé a leer todo el reglamento. A cada norma mi cara se iba volviendo mas y mas deprimida. Sin duda no ibamos a poder hacer mucho si aquel dragon estaba vigilando. Mire de soslayo el arma que llevaba. Aquello no iba en broma. 

Pero al menos pude comprobar que aquella loca no podria hacer lo que quisiera, lo cual me dejo mucho mas tranquilo. Miré mi ropa sucia hasta arriba por aquella barbara. Me las iba a pagar, eso lo aseguraba. Sea como fuere.

Llegar a la residencia había sido una gran satisfacción. Despues de lo extraño que fue la bienvenida de todos, por fin, y solo por unos instantes las personas se encontraban en paz y comunión como nuestro Señor Dios lo hubiese deseado. Claro, todo era por la presencia intimidante del “gusano alado” pero de cierta forma, el fin justificaba los medios por esta vez.

Misael se acercó junto con otros alumnos a mirar el tablón de anuncios.

- Mjjmmm, Oh, si, si claro... -decía al ritmo que iba bajando sobre las reglas – Bien, bien....Si, entiendo algunas de estas palabras-.

Observó a Shiro que al parecer si se lo había tomado muy mal con la chica de bragas rojas y actitud Hulk y le habló.

-Oye, tranquilo viejo. La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Si que si -dijo mientras asentía con la cabeza -Pero si tienes planeado una broma santa, yo te apoyo...- Al acto el ángel levantó la mano hacia el dragón -Disculpe, solo para aclarar un punto....¿Las sirenas no existen?-.

- Por supuesto que no - comenta Ryuto - Son seres ficticios propios de los cuentos, hay mucha sirena por ahi que dice existir, pero no deberias fiarte de ellas, es 100% seguro que mienten.

El gran desorden y caos que se había formado en el patio central fue rápidamente apagado gracias a la aparición del director del instituto, acompañado del que seria nuestro doctor durante la duración del año escolar (Que para sorpresa de Vlad, resultó ser alguien de su estirpe) y también de una dulce enfermera la cual sanó de forma mágica las heridas tanto de Shiro como de Naitha.

Luego el Director ofreció un tour guiado por las instalaciones, el cual duró aproximadamente una hora, hasta que finalmente llegamos a la que seria la residencia de los estudiantes, donde esperaba el encargado de disciplina, que se presentó como un dragón... Algo bastante extraño - ¿Cómo rayos acaba un dragón siendo un simple encargado de disciplina de un instituto? Por muy sobrenatural que sea... - Niega lentamente para sí mismo pero se aproxima a los carteles de reglas para leerlas con interés. Cuando acaba deja salir un suspiro por acto reflejo - Pues vaya... - Murmura para sí mismo y se aleja, volviendo con el grupo. Recuerda la pregunta del dragón y le mira - Sí, ha quedado claro - es todo cuanto dice.

Los golpes recibidos por fin habían servido para algo. Todavía seguía pensando en el guapo médico cuando llegamos a la residencia. Miré alrededor, antes de darme cuenta de que nuestro tutor era un dragón. No pude hacer otra cosa que contemplarlo feliz. Mi pueblo adoraba a los dragones, no pensé que me encontraría con uno aquí. Este tenía pinta de muy mal genio, pero seguía siendo un dragón.

- Por supuesto, señor, seremos un ejemplo de... - allí había una lista más larga que un día sin brisa. ¿En serio teníamos que cumplir con todo eso? Yo quería hacer caso al Señor Dragón, pero no estaba segura de poder seguir todas aquellas reglas. ¿No ir a clase era una falta grave? Uh, esto era peor que la educación de mis padres.

- Esto, Señor Dragón, ¿y qué castigos se aplican si tienes faltas graces, pro ejemplo, si tienes una? ¿O 5?

- Realmente no hay un sistema organizado y único de castigos -comenta Ryuto- Dependerá de las circunstancias y de lo excusable que sea la falta. Normalmente van dirigidos a corregir las conductas inapropiadas, por ejemplo, si la falta es por agredir a un compañero, el castigo podria incluir compensar al compañero de alguna forma.

La pelirroja siguió al director junto a los demás alumnos durante la hora y poco que duró la caminata mientras los guiaban, contemplando todos los lugares como si no hubiese pasado absolutamente nada. Al llegar ante el tutor disciplinario, escuchar sus palabras y ver aquella interminable lista de normas suspiró a la vez que se dejaba caer ligeramente hacia delante con sus hombros.

-¿Tenemos que cumplir todo esto? Está claro que este hombre consume algún tipo de alucinógeno...

Pensó para si misma antes de volver a dirigirla mirada hacia este, volviendo a suspirar para llevarse una mano a la cara la cual pasó desde su frente hacia abajo.

-¿Me estás diciendo que si el señorito trajeado trata de creerse mejor que nadie no puedo bajarle los pies al suelo?

Parecía que aquello no terminaba de convencerla y menos cuando era tan propensa a tener aquellos ataques de ira, por no hablar que aquella insinuación sobre besar el suelo no le había hecho especial gracia.

- Te estoy diciendo que tienes que comportarte de manera civilizada. Si trata de creerse mejor que nadie, ignoralo... o dale respuestas mordaces, pero no es cuestión de hacerle besar el suelo porque te caiga mal.

-P-Pero si a mi no me caen mal, es solo que me ponen... Nerviosa.

Dijo rascándose la mejilla pues era consciente de sus ataques de ira aunque no pudiese remediarlos de ninguna forma por el momento.

-Además con esa técnica estará preparado para defenderse de...

Miró un momento a la lista de normas para poder sacar algo como ayuda.

-Defenderse de aquellos que nos intenten obligar a creer en la existencia de las inexistentes sirenas.

Dijo con total convicción de aquello, puesto que aunque era cierto que le había atacado también le podría servir para estar preparado ante futuros agresores que no tendrían la fuerza de un demonio astado como ella, lo cual la pelirroja veía como un punto a favor en su defensa.

Estaba ya arto de la situación surrealista que aquella loca estaba generando. Lance un suspiro al aire y la mire con ojos serios, seriedad que hacia años que no sentía.
-Señorita, por el bien de ambos sera mejor que no vuelva a acercarse a mi. No necesito estar preparado para nada, así que mantengase lejos de mi- jamas imagine que algún día le diría eso a una mujer.
Después de decir eso me fui a la habitación de hombres sin mediar mas palabra.

La cola de Sayumi se movía de lado a lado, mirando el tablón de las notas con una sonrisa en los labios, cuando acabo dejo que se le escapara una débil risa tapada con su mano antes de mirar a los demás. Parecía que por el momento todos estaban entre de acuerdo y en desacuerdo de unas normas tan estrictas, eso le gustaba, después de todo mas de una se iba a saltar. La visita había sido bastante aburrido y el caminar tanto la hacia sentirse un poco incomoda consigo misma, no tardaría en darse un buen baño caliente, al menos antes de irse a dormir.

-Muy bien nya, seremos buenos nya. Dijo medio en risa mientras se marchaba hacia la habitación de las chicas. No tenia mucho caso el quedarse quieta esperando nada, quería cambiarse, dejar sus cosas y pensar en que haría a continuación, algo divertido a ser posible. -Nyaaaaa..baño , baño.....

- Prepararos ya os prepararan en educación física y en las clases especiales de supervivencia, no temais. -dice eso con una expresión malefica.

Ryuto detiene a Shiro y a Sayumi -No vayan a la sala recreativa tan temprano, primero debo daros un tour.

Ryuto os lleva a todos a la sala recreativa, ya que dos se habian encaminado hacia alli - Aqui esta la sala recreativa donde podeis matar el tiempo y dedicaros a vuestras aficiones.

Luego os lleva a la zona donde estan las habitaciones, donde una "Mimi" os entrega una copia de la llave de la habitación que os corresponde. Ryuto abre la habitación de los chicos para enseñar como se estructuran, ellos pueden ver que sus maletas estan allí - Quiero que os prepartais las camas y los armarios civilizadamente, como podeis ver las llaves de cada armario estan colgadas en su cerradura, cuando escojais armario debeis coger la llave y guardarla bien.

Terminado el tour os lleva a los baños, donde hay un cartel que separa cada zona, dado que antes ha usado la habitación de los chicos para compensar ahora os hace entrar en la parte de las chicas. Aqui estan los aseos y los baños y entrando por esta puerta -os lleva a los baños al aire libre- Aqui estan las termas, como podeis ver la pared que separa los baños termales de un lado y el otro es relativamente fina por lo que se puede oir perfectamente el otro lado, luego no me vengais con que no os he avisado.

Finalmente el tour acaba en la sala común Y aqui termina el tour, teneis la tarde libre para hacer lo que querais, dentro de las normas, claro. Si no teneis ninguna duda podeis empezar a instalaros.

Después de la pequeña charla con el Supervisor y de algunos intentaran marcharse, cosa que no consiguieron, Ryuuto nos llevo en un pequeño tour por la residencia para mostrarnos las instalaciones de las que dispondríamos.

Primero nos llevo a una gran sala donde nos indicó que podríamos pasar el tiempo y divertirnos. Seguidamente, nos llevó a una habitación, en este caso la nuestra. Allí, una Mimí nos entregó una copia de la llave de nuestra habitación. Al ver nuestra habitación más detenidamente pude ver que había varias camas y el mismo numero de armarios con una llave colgada en ellos. Anoté mentalmente que cama quería y seguimos con el tour, pues seguro que el Supervisor se molestaría si lo interrumpimos para ponernos a escoger camas ahora.

La siguiente parada fueron los baños. Tal y como en los típicos baños japoneses, estos tenían dos entradas, una para los chicos y otra para las chicas. De igual manera, lo que separaba ambos baños era una pared fina y que nos permitía escuchar lo que sucedía al otro lado. Me sonrojé ligeramente al oír eso, no por pensar nada pervertido, sino por mi naturaleza tímida.

Finalmente fuimos a la sala común, donde Ryuuto dio fin al tour y nos dejó vía libre para hacer lo que nos apeteciera por el resto de la tarde. Al oír eso lo primero que pensé fue en ir a escoger cama.

-Nos vemos luego.- dije mirando al grupo, en especial a las chicas, pues suponía que todos irían a coger cama y armario y no tenía mucho sentido despedirme de los chicos si los iba a ver en nada de tiempo.

Tras despedirme, salí corriendo hacia la habitación para llegar el primero, pues no quería perder a mi objetivo. Al llegar abrí con mi llave, cogí una de las llaves de un armario cercano a mi cama y me tumbé sobre ella soltando un suspiro de tranquilidad. Había escogido una cama cerca de la ventana desde la cuál podría ver el cielo estrellado en la noche, y además tenía buena vista del resto de la habitación por lo que podría hablar con los demás sin problemas.

Desde que se presentó pasaron tantas cosas que apenas tuvo tiempo para musitar palabra o siquiera pensar. No es que no le importara ese echo, puesto que tampoco lo haría mucho de forma natural. A veces el pensar demasiado arruina la personalidad de una persona, se debe ser natural y decir lo que se piensa, no buscar palabras rebuscadas que camuflen lo que quieres decir. Si has de hacerlo mejor que sea de forma clara y concisa no eres un Tarzán para andar por las ramas.

Primero salió despedido por el golpe de una maleta que una muchacha que se hacia llamar demonio, o prima de Satán, lanzó como si quisiera que todos la dejaran en paz. Mas luego se mostró su verdadero rostro, una persona algo cohibida y avergonzada de lo que hace en casi todas las ocasiones. Después de incorporarse e ir junto al grupo para no estar al tanto de todo, cogió la maleta y la colocó con el resto.

Luego apareció un señor que supuestamente era el director del centro, algo que Yuri no tenía muy claro, pues las pintas no las tenía. Después de "dedicarnos unas palabras" desapareció como si se tratara de un fantasma o un mago. Nos dejó a cargo de un par de individuos. El primero era un varón, el médico del centro, o así se hacía llamar. Tenía un aura un tanto tétrica pero que no conseguía identificar, al fin y al cabo es humano. El segundo integrante de esa pareja es su ayudante, una enfermera con unos ojos rojos para nada sospechosos. Yuri no le daba importancia a cómo eran los profesores, de hecho, le era en gran medida indiferente. Cuando la presentación acabó les hicieron un tour que duró no precisamente poco, a lo que el muchacho solo se aburrió y decía que sí a todo.

Su itinerario de explicaciones y visita a las instalaciones terminó y se le perdió la pista a la pareja, dejándoles a cargo del "Supervisor Disciplinario". Una persona que no le gustaba, al menos en un principio. Creía que era el dueño de todo e iba a hacer un abuso de poder de una manera exagerada, se notaba ya en el cómo hablaba. Les mostró una cantidad exagerada de reglas que tendrían que saber, y que no tenía pinta de que ni él mismo las supiera. El muchacho se mostró muy reticente ante esa cantidad ingente de normas y obligaciones. Tras su exhibición de ser un gallináceo y creerse muy superior al resto preguntó si había quedado claro, Yuri solo movió la cabeza hacia abajo.

La muchacha pequeña, junto con su osito, intervino de una forma inesperada a lo que Yuri se alarmó. No sabían de qué sería capaz de hacer aquel individuo, a lo mejor hasta tenía peor genio que "su favorita". Afortunadamente la ignoró y no resultó herida en ningún momento, en parte lo alegraba y en otra no le parecía muy bien. Depués quedó clara la obsesión del "supervisor" con las sirenas, por lo que decía él no existían, algo que Yuri dudó en todo momento. Seguro que solo decía eso porque algún profesor, o incluso él mismo, fue despechado por alguna de ellas y esa era la manera de tomarse la venganza.

Resultó ser que no había un sistema establecido de qué castigos se aplicaban cuando se cometían faltas graves. Eso solo significaba una cosa, que descargaría su ira contra ellos de forma indiscriminada y sin apenas contenerse. No era para nada agradable el saber en qué grado te podían implantar una sanción y si a eso le sumabas que tenía pinta de sádico ya se abrían las puertas del infierno.

Tras eso decidió intervenir esa muchacha tan irascible, llegando al punto de repelente. Es cierto que estaba de acuerdo con ella pero sus métodos, a priori, eran demasiado drásticos. Puso como excusa que así estarían en plenas aptitudes físicas para enfrentarse a las amenazas venideras, un argumento válido pero que sonaba demasiado a excusa. A continuación somenzó a molestar aque individuo que se debía creer que era noble o algo similar, algo que no le gustaba demasiado a Yuri pero era su compañero y el primer día no se pelea, era una norma autoestablecida.

Ryuto los volvió a arrastrar a algo que se podría considerar como una visita por las instalaciones "gobernadas" por él. El suspuesto problema de las camas y los armarios no sería un problema para Yuri, pues le daba exactamente igual cuál coger. El detalle de los baños llamó un poco la atención del chaval, pero tampoco lo veía tan exagerado como para alarmarse. Solo había que tener cuidado con lo que se decía allí nada más, no pensaba que fuera tan difícil, pero eso aún estaba por ver.

El "supervisor" dio por finalizado el tour y dejó un tiempo para dudas a lo que a Yuri se le ocurrió una que nadie había mencionado antes y que iba a marcar bastante su estancia aquí. Levantó la mano de golpe y esperó unos instantes antes de hablar. - ¿Qué pasa si perdemos alguna llave? - Sonrió de una forma entre inocente y quitándole arrestos al asunto. No sabía que moriría tras esto, era casi como jugar a la ruleta rusa. Si preguntabas algo que su mente no concebía te podía hasta petrificar con la mirada, o esa era la primera impresión que daba.

Ryuto mira a Yuri y responde

- Si perdeis alguna llave tanto la maid como yo tenemos copias y podemos darte un recambio pero como puedes imaginar sería un problema que un cleptomano encuentre la llave extraviada o un perturbado mental tenga la llave de tu habitación así que no la pierdas.