Partida Rol por web

Plesel baja dubitativo las escaleras mientras sus compañeros se tiran por el agujero infecto

quizás debería ir con ellos... puedo quedar atrapado sin salida... claro que a lo mejor por ahí abajo hay otra salida menos asquerosa

Plesel baja por las escaleras mirando las hermosas piedras que jalonan los lateralesde l pasillo que forma la escalera.

Al llegar abajo ve un enorme socabón en el lateral sur de la cueva, que ha quedado al aire libre y observa aterrado un eneorme tentáculo que se desliza por la paredes hacia fuera.

Le es tremendamente familiar.

Plesel observa las piedras preciosas y, deslumbrado por ellas, se acerca para recoger las mas cercanas... se avalanza sobre ellas tan aprisa que no se fija en cuales son falsas y cuales verdaderas... y entonces cae en la cuenta de a que le recuerda el tentáculo...

Plesel recuerda el encuentro con los que ahora son sus compañeros. Cuando uno de los elfos que murió en Rétoran, el llamado Elandeil invocó al guardian de la antorcha. Se llamaba Poral, y tenía esos extraños tentáculos repartidos por su cuerpo.

Mientras recoge casi un centenar de piedras, al parecer preciosas.

Taurnil continúa con la bruja a cuestas, preparado para lanzarla por el hueco por el que desaparecen los goblins y orcos. Dejándose deslizar hacia abajo, como si de un tobogán se tratase.

De acuerdo Plesel. - afirmo, ante las palabras del mercader, mientras me acerco al hueco por el que descienden los goblins y con sumo cuidado coloco el cuerpo de Lezmar. - Pero date prisa, esto se derrumbará en breve, así que corre!! - lo animo, tras un nuevo temblor, para finalmente volver toda mi atención a la desmayada mujer, la cual, y tras un suspiro, dejo caer por el tobogán. En silencio, observo como el cuerpo de Lezmar se pierde en el interior del hueco, y tras unos segundos, me preparo para lanzarme, estirándome todo lo posible y con la espalda en la fria piedra.

Nos vemos abajo. - comento, como única despedida, tras echar un vistazo al resto de mis compañeros, dejandome caer por el tobogan...

mientras mas pronto salgamos mejor, esto se nos viene encima

Devirius sigue con la mirada a Taurnil mientas este desaparece por le tobogan y lego se lanza el unos segundos mas tarde.

Falta Tynd por contestar., en cuanto lo haga proseguimos.

Argos duda un momento antes de lanzarse, el agujero huele bastante mal, sin embargo es la única salida, así que sin pensarselo más se lanza a la oscuridad del túnel.

Uno a uno se van lanzando por el tobogán.

El deslizamiento por el túnel escabado y raramente pulido es vertiginoso, dando un par de curvas a izquierdas y derechas. Para acabar cayendo sobre un apestoso humedal de excrementos. Sin duda es el pozo negro de la colonia goblin. El olor es repugnante.

Lord Devirius y Magner caen de pie mientras que Argos y el elfo caen de espaldas, reincorporándose rápidamente.

Asqueado ante el lugar donde hemos caído, me pongo rápidamente en pie, intentando que la mayor parte de mi cuerpo no toque los desechos allí acumulados y sin dudarlo, busco el cuerpo de Lezmar, el cual vuelvo a cargar en caso de seguir inconsciente...

Este olor es repugnante, ¿por dodnde diablos se sale de aqui?! - inquiero, dirigiendo mis palabras a los goblins presentes. - Venga, sacadnos de este lugar cuanto antes...

Argos cae y se reincorpora rápidamente, observa como el último elfo superviviente vuelve a cargar a Lezmar, por lo tanto Argos se afanó en sacar su espada y buscar una de las antorchas de Pifo, en la oscuridad reinante sería difícil moverse sin ninguna fuente de luz.

A la luz que desprende la antorcha de Pifo, se divisa una mar de excrementos, y demás lindezas. Este es sin duda el pozo negro de los goblins y orcos. El olor es nauseabundo.

Los goblins avanzan hacia dos direcciones. Una es una estrecha grieta en la roca y otra es una oquedad algo más amplia por la que un humano puede entrar con algún problema.

Los goblins salen del pozo y gritan lemas de batalla, sin duda la batalla continúa fuera.

creoo que no nos queda otra salida dice devirius apuntando hacia la oquedad algo pequeña pero al menos mas util que la grieta el otro lado.

Argos alumbranos el camino por favor.

De repente, la antorcha de Argos se le escapa de su mano, como si tuviera vida propia... Parece volar y escapa a través de la oquedad del frente, en un abrir de ojos, desaparece tras la más pequeña.

La oscuridad es casi total, al cambio de iluminación. al cabo de unos segundos los ojos se acostumbran a la penumbra... No es tan buena visión como la que proporcionaba la antorcha de Pifo, pero será suficiente, con el sol del atardecer entrand en el pozo de deshechos.

Magner se lelva la mano a la cara intentando de cualquier forma evitar los nausebudos olores que inundan sus fosas nasales..

Pero que demonios come esta gente??? se pregunta casi en un susurro el joven soldado, mientras a su lado Argos levanta la antorcha.

MAgner reune todas sus fuerzas y envaina nuevamente su espada, no quisera perder el equilibrio y caer en los desperdicios de los golibns. Sin embargo su rostro cambia cuando la antorcha sale volando ante la mirada atonita de todo el grupo.

La penumbra se cierne sobre el grupo, perfecto para cualquier ataque por sopresa por lo que a medida que sus ojos se acostumbran a la tenue luz, Magner decide sacar de nuevo su espada por lo que pueda pasar. Mejor caer en la mierda que perder la vida.

Poco a poco los hombres, el elfo y la bruja sobre este se acercan hacia la salida entre varios goblins y orcos.

Al llegar a la abertura su sorpresa es mayúscula, varios cientos de soldados dragonut pelean contra la coalición de soldados lunares y LHR.

Los goblins que salen comienzan a ayudar a los dragonuts, en una alianza nunca antes vista.

Desde nuestra segura posición, observo como los goblins se lanzan sobre los soldados lunares, y no puedo menos que sonreir ante lo extraño de la situación... - Vaya, quien lo habría dicho, Dragonuts luchando codo con codo con goblins

¿Y ahora que?. Tenemos que buscar algún lugar seguro para Lezmar, no puedo salir ahi fuera cargando con ella, seriamos un blanco demasiado fácil. - murmuro, observando la cruel lucha que se lleva a cabo. - Y tampoco pienso dejarla aquí, rodeada de mierda. - agrego, concentrandome en la salida y el lugar donde se lleva a cabo la lucha, por si hubiera alguna forma de salir y evitar la pelea...

Los dragonuts y los goblins parecen ganar terreno en la zona que circunda la salida de la cueva. Al menos por el momento parece una zona segura, el exterior de la cueva...