Partida Rol por web

Un sonido similar al del metal crujir resuena bajo vuestros pies.

Algo se ha movido, y una sombra rápida seguida de algunas chispas pasa a vuestro lado, desvaneciéndose antes de que podáis reaccionar.

No estáis sólos. Por unos segundos, juraríais que es pequeño, pero con garras del tamaño de vuestros rostros.

Tras ver la sombra de aquel diminuto "algo", recuerdo las palabras que nos dijo Yo sobre que a Él le gustaba una canción determinada. Me pongo a balbucearla para ver si le atraigo.

- She says we've got to hold on to what we've got 

El replicar metálico vuelve a sonar, segundos después. Despacio, lento, lejano.

Y se detiene, está aún a una buena distancia, pero seguro que os escucha.

Oigo como el sonar del bicho se para. ¿Será esto buena señal? ¿Vendrá hacia nosotros?

- Ha parado, seguiré cantando para ver si se acerca...

-¡Chatarra! Él, tu dueño, te está buscando -grité a la nada, a ver si el bicho me hacía caso

Despacio, una figura se acerca.

Dueño... Buscando...

Replica un eco agudo y metálico. Parece completamente manso y calmado. No obstante, su aspecto no deja de ser... aterrador.

Lo he visto, lo tengo delante mio. ¿Qué tengo que hacer? Mis nervios estaban a flor de piel. Supongo que entenderá a los humanos.

- Tu dueño... yo sé dónde está, te puedo llevar hasta él. ¿Quieres venir conmigo?

Después de decir las palabras, sigo tarareando la canción. Este bicho me da bastante miedo, así que tengo que hacer todo lo pasible para no resultar herida.

Él se acerca a tí con un caminar pausado y tranquilo, extendiendo sus garras afiladas hacia tí. Cuando están realmente cerca de tu pecho, se detienen. En su rostro vacío puedes ver el tuyo reflejado. Unas chipas saltan de tí hasta él, sitiéndote aturdida.

Entonces rápidamente se cuela por donde ha entrado... Y desaparece.

La terminal de la habitación está recuperando energía. Se enciende despacio, pero sigue siendo un gesto de que la nave está recuperando sus funciones. Dentro de poco todo regresará a la normalidad.

El silencio entre Brenda y Sean se alarga, y con él, llega el nuevo día.

Ahora tienen una nueva oportunidad para hacer búsquedas en la sala o enviar mensajes hacia otra. Pequeñas herramientas que bien usadas son bien capaces de marcar alguna diferencia.

Con la llegada del nuevo día me dispongo a seguir investigando éste lugar en el que estamos, tiene que haber alguna huella del pasado, algo de la tripulación anterior, algo que muestre que aquí pasó algo o estuvo alguien.

El tiempo se hacía pesado y aburrido, y no tenía nada que hacer. Ahora que tengo tiempo me pondré manos a la obra.

Investigas en el espacio que ocupas, pero lo vierto es que es difícil saber si pudo haber o no alguien en este espacio. Tras el tiempo dedicado si que empiezas a hacerte una mejor idea del lugar en el que estás.

Lo más inquietante es la sensación de que ese tegido que cubre las paredes y el suelo está de algún modo vivo. Ahora que te fijas, sientes que reacciona con tu movimiento. Pones una mano sobre uno de ellos y tus sensores perciben un levísimo temblor, como si latiese. 

No alcanzas a comprender cómo es eso posible... pero lo es.

Brenda busca por la sala, al parecer sin resultado.

Me quedo pensando en que no hay nada más que descubir, o que lo parezca en esta sala, por lo que digo al aire para que me escuchen:

- Gente, Sean, si es que sigues aquí... ¿que os parece si nos movemos de sala? Quizás en otra podamos encontrar algo más...