Partida Rol por web

-Más que en drogas, señor Bloen...- respondo pensativo -... pensaba en algún tipo de emanación que pudiese resultar alucinógena o nociva. Sabemos que ha tardado un mes en enfermar, si es una emanación débil pero continua podría acumularse en el organismo... aunque el tipo de gas o lo que sea lo determinaría mejor un médico estudiando al paciente, claro está.-

 Suspiro aliviado y me recuesto en mi asiento. Incluso yo, que apenas había abierto la boca, estaba cansado tras las dos largas horas de preguntas y respuestas. 

—Y bien, ¿cómo pensáis que debemos actuar? ¿Iremos mañana a hacer una visita al hermano antes de empezar a remover nada?

-Supomgo que vosotros, que parecéis ser hombres de acción, tendréis otras opiniones y me gustaría sopesarlas, pero en mi campo generalmente antes de actuar tratamos de obtener toda la información posible. Así que me decanmto por averiguar todo lo que podamos acerca del hermano, en qué círculos se movía, cómo era su trabajo, y cosas por el estilo. En cuanto a la casa: propietarios anteriores, si hay antecedentes de locura en ella, historias que puedan tener los vecinos.... creo que cualquier cosa podría sernos de ayuda.- digo pensativo mientras enciendo un cigarrillo y me recuesto hacia atrás en el sillón, apoyándome en el respaldo, y agrego casi como para mí mismo -También me llamó la atención lo de los niños... esas pesadillas con un ser de ojos ardientes...-

 Asiento repetidas veces.

-Estoy con ustedes, caballeros. Y debido a que nuestro... trabajo... es de investigar lo oculto, propongo que intentemos averiguar más obre ese ser de ojos ardientes. Me gustaría visitar la casa, si ustedes me acompañan, por supuesto. Pero no sin antes saber un poco más de sus habitantes.

Estoy de acuerdo con el profesor, sería mejor averiguar todo lo que podamos sobre los habitantes de la casa antes de empezar a investigar el lugar en sí. Como dice Simmons, tal vez podríamos ir mañana mismo a tratar de hablar con el hombre.

Miro el reloj del estudio y me sorprendo al ver la hora que es. Vaya, es realmente tarde ¿Qué les parece si seguimos esta conversación mientras cenamos? No sé ustedes, pero yo ya empiezo a sentir algo de hambre.

-Es la idea más práctica que he oído hasta ahora, señor Jacques. ¿Alguno conoce un buen restaurante?- digo mientras me levanto lentamente del sillón, apoyándome en los apoyabrazos para darme impulso y no hacer tanta fuerza con las piernas.

 Me levanto del sillón, estirando los brazos.

-Bien, me apetece una buena cena, aunque tampoco derrochemos, aún no hemos cobrado.

Mientras digo esto, muestro mi mejor sonrisa.

Pues nada chicos. Llegáis a un restaurante cercano a Arcana Agency y pedís una cenita para cada uno. Sabéis ya a dónde queréis ir para empezar la investigación, o váis a seguir discutiéndolo durante esa cena ?

El ambiente cargado de humo de tabaco y olores a comidas diversas me sentó como un bálsamo, acostumbrado como estaba al comedor de la Universidad donde solía atender a sus alumnos aventajados haciendo lo que denominaba "tertulias de ciencias" casi podía decisrse que estaba como en casa.

El murmullo del lugar podía disimular cualquier conversación por extraña que pareciese, ya que en cada mesa se debatía de forma más o menos acalorada algún tema cualquiera y pocos eran los que prestaban atención a otros grupos que no fuesen el propio. Así y todo los investigadores eligieron una mesa apartada, cerca de la puerta de salida de la cocina.

-Bueno señores.... - diije mientras esperaba a que me trajesen el spaguetti con salsa que había ordenado -... creo que deberíamos emepezar mañana temprano por tratar de visitar al señor Wells en su "residencia" y luego tal vez podríamos tratar de obtener algún dato de los anteriores propietarios de la casa, si es que no la construyó él mismo.-

 Como despacio y sin ganas, pensativo en el caso. Aún me cuesta asimilar este nuevo empleo y la convivencia con los compañeros (me empieza a recordar a los viejos tiempo en la policía). 

—Creo que estamos todos de acuerdo en ir a visitar mañana al señor Wells —digo mirando al resto—. Una vez nos hayamos entrevistado, pensaremos cual es el camino a seguir que nos conviene. 

 Miro atentamente a mis compañeros, mientras paladeo la cena. Exquisita.

-Señores, ustedes están más aventajados que yo. Les seguiré e intentaré aportar lo máximo que pueda, por supuesto.

-No se sienta en desventaja, señor Bloen. Todos estamos en el mismo barco aquí. Aunque es cierto que estos caballeros y yo, por unos u otro motivos, estamos acostumbrados a la investigación; y con respecto a eso hay una cosa que me gustaría preguntarle ¿Qué motiva a un contable a elegir un trabajo como éste, tan alejado de su campo?- digo mientras termino mi plato y empiezo a buscar al camnarero con la mirada para pedirle un café.

No deberíamos descartar la posibilidad de un escape de gas, comento haciendo una pausa en mi bistec, tal vez podríamos hacernos una escapada a la compañía que suministra el servicio para saber si tuvieron algún problema por la zona. Lo podríamos hacer luego de entrevistar, si es que podemos, al señor Wells.

Me sirvo otra copa. Lo que me tiene extrañado es que los niños hagan referencia a haber tenido la misma pesadilla. Profesor ¿Cree usted que pueda ser un caso de sugestión? Digo, uno de los niños haya tenido esa pesadilla y que al contárselo al hermanito, el otro se haya... ¿contagiado? Por decirlo de alguna manera.

-No es mi campo en particular...- respondo a Milton mientras hago una seña al camarero para que me traiga el café -... pero sin embargo creo que ese es un fenónemo bastante usual en psicología. En cuanto a lo del gas no estaría mal comprobarlo, aunque no estoy seguro si el gas natural es capaz de provocar demencia o alucinaciones. De todas maneras deberíamos tener en cuenta, cuando visitemos la casa, el llevar algún tipo de filtro y tratar de mantener todo ventilado, sobre todo evitando los espacios cerrados, por si se tratase de alguna especie de gas sin olor.- y agrego a modo de comentario académico -De hecho el gas natural no tiene olor, se le agrega un aromatizante para que podamos detectar las pérdidas.-

 Escucho atento la conversación, mientras termino la cena, lentamente. Cuando terminan, contesto al profesor.

-No es extraño. Verá, desde siempre me ha aburrido mi trabajo. Un trabajo monótono. Sí, estoy muy cualificado, y sí probablemente sea uno de los mejores en mi campo, modestia aparte. Pero díganme ¿no se han sentido ustedes atraídos por la llamada del otro lado? ¿Por saber si hay vida despues de la muerte? Es pregunta ha rondado mi cabeza durante años. Y ahora, en esta peculiar agencia, espero poder resolverla.

Despues de sonreir, prosigo.

-Creo factible que sea algo relacionado con el gas. Aunque también pudo ser una mente demasiado perceptiva. O un caso de esquizofrenia. Eso no explica que ambos hayan sucumbido. Si algo me dice mi experiencia, es que el ser humano reacciona drásticamente ante los grandes problemas. Bloqueos mentales, depresiones, ataques de panico. ¿Recuerdan aquel tipo de Boston, el banquero, que entró un día en su oficina y disparó a unas cuantas personas? Todo debido a la presión y el cansancio. Espero que este no sea el caso.

—¿Y cómo explicarían, partiendo del supuesto del gas,  la diferencia de dos semanas entre la enfermedad del Señor Wells y la de su esposa? Por no hablar de que los niños se encuentran al parecer sanos —niego con la cabeza—. Eso no me termina de cuadrar. En cambio la hipótesis del señor Bloen… ¿Acaso la Señorita Wells no afirmó que recomendaron a su hermano tomarse unas largas vacaciones? Puede que realmente estuviese sometido a muchas presiones. Es de esperar que su esposa, después de que ingresaran al Señor Wells, acabara por sucumbir también a algún tipo de enfermedad mental. De todas formas, todo esto no deja de ser una hipótesis sin prueba alguna.

-Exactamente, señor Simmons. Hasta ahora estamos llenos de hipótesis y así seguiremos hasta que comencemos a trabajar mañana. Pero una cosa si es cierta, y como científico suelo atañarme a los hechos comprobados, y esto es: tenemos una casa misteriosa y una familia enloquecida. Ya determinaremos los motivos a partir de mañana.- digo mientras me termino el café con satisfacción, siempre me ha gustado terminar las comidas con un café fuerte y amargo para luego encender un cigarrillo.

Y agrego, luego de la primera calada -Y por cierto, señor Bloen, yo he oído la llamada del otro lado desde muy pequeño, cuando jugaba en las excavaciones con mi padre. En parte por eso me he dedicado a las ciencias y me paso la vida tratando de demostrar lo que solo sospechamos.-

Asiento a lo que dice Simmons mientras termino de masticar el último pedazo de bistec. Por supuesto, señor Simmons, digo luego de tragar y mientras tomo la última copa. Yo no digo que necesariamente tenga que haber sido el escape de gas, sólo lo comento porque me parece que en este momento tenemos que plantearnos todas las posibilidades y estar preparados para el caso de que no haya nada sobrenatural relacionado con éste caso. 

Llamo al mozo para pedirle una taza de café. En mi caso, señor Bloen es más una deformación profesional, debido a las circunstancias, me he visto forzado a relacionarme con los casos sobrenaturales y he visto, lamentablemente, muchos casos que en realidad se trataban de fraudes, tal vez en ésta agencia pueda encontrar algo real.

 Tras atender a las sensatas frases de mis compañeros, me acabo la cena y pido un café corto. Despues de darle el primer sobro, afirmo.

-Yo personalmente, caballeros, mientras el trabajo está bien pagado, estoy dispuesto a creer cualquier cosa que ustedes me digan.

-No se permita ser tan crédulo, señor Bloen. Nos conocemos desde hace apenas un día.- digo con expresión de asombro.