Partida Rol por web

Aun no ha amanecido cuando salís del balneario. Daeneris muestra mucho cansancio.Enfrentarme a vampiros no es lo que esperaba de esta misión. Creo que necesito un descanso.

- Ha sido duro para todos. Tranquila pequeña mañana estaremos listos para seguir, dice el elfo a la mediana.

Bueno, mañana nos vemos dice poco convencida.

Markku se desploma sobre su cama en la mansión Vaara y reposa las pocas horas que puede, después de pasar lista a la hacienda con su mayordomo.

Solo es mágica la poción, que es de conjuración menor.

Os citais todos en casa de Markku para daros cuenta de que falta Daeneris.

Seril pregunta sin mucha preocupación en la voz: ¿Alguien ha visto a la mediana? ¿Sabéis cómo localizarla?

- Cualquiera sabe. Aunque he de reconocer que ha prestado un gran servicio hasta ahora, ya vengo barruntando que no deberíamos contar con ella en exceso. Tenemos cosas más importantes que hacer que andarla buscando... Enviaré a uno de los mozos a comprobar que se encuentra bien, de todas formas.

Parecia un tanto disgustada en alguno de sus comentarios, parece que algun comentario de gente que le miraba demasiado desde arriba no la habia sentado nada bien

 Amras parecía apenado.

- Pero volveremos a verla, ¿no? ella... ella me parecía amable.

Aun la esperéis un rato más con la esperanza de verla, pero al final decidís continuar con vuestra tarea.
Visitáis a Terseon con las noticias. El jefe de la guardia os recompensa por las cabezas de trasgo obtenidas.
El asunto del túnel me intriga, creo que es vital que terminéis con el líder de esta banda y descubráis hasta donde llega esa caverna. Existen accesos desde la infraoscuridad hasta Caldera, pero estos trasgos no parecen provenir del inframundo. Os recompensaré con 1000 piezas de oro si cumplís el cometido.
Terseon os observa.
Veo que habeis perdido a vuestra pequeña infiltradora. Puede ser peligroso andar por las cavernas sin alguien experto en el subterfugio. Confío en que encontréis un buen sustituto.

- Eso haremos, gracias.

Amras no tenía el ánimo para hablar demasiado, y quería zanjar el informe a Skellerang lo antes posible. Sin embargo, sus palabras despertaron algunos recuerdos en él y se acercó a Dagdain para preguntarle:

- Eh, Dag, ¿Recuerdas ese tipo que vino a mi tienda y estuvo mirándola un buen rato sin llevarse nada? siempre dijiste que era un ladronzuelo... lo he visto varias veces en la taberna junto al negocio, ¿Crees que podría querer venir con nosotros? a mí me parece una buena persona.

Lo que está claro es que necesitamos armarnos antes de volver a bajar. Armas de plata y conjuros que las hagan sagradas es lo que necesitamos...

O era un ladronzuelo muy malo o lo suficientemente listo para llevarse alguna cosa de la que tuvieras mas que cuatro gruño un poco aunque al final el tono se tranquiliza un poco

Supono que se le puede dar una oportunidad, al menos asi no seguiras diciendo que cada vez te parece que tienes menos pieles

Seril escucha con más atención la conversación entre su pariente y el enano que la del hombre que les acaba de contratar.

 - Vayamos a buscarle. Mientras tú - dice señalando al clérigo - puedes ir a por todas esas cosas de vampiros de las que nos has hablado.

Os dirigís en busca del sustituto de Daeneris