Partida Rol por web

Talasek vuelve la vista hacia la ventana, dónde Kraag ha descubierto el pequeño reguero de polvo blanco que llega hasta el suelo-. Sin duda eso lo trajo alguien desde fuera...

El caballero parece bastante confuso.

No tengo ni la menor idea- sentencia-. No poseo nada de valor aquí, pues dono todas mis ganancias salvo lo justo y necesario al Templo de San Cuthbert. Tan sólo conservo lo necesario para sobrevivir y pagar el arrendamiento de este lugar, que ya está pagado para las próximas ocho semanas- Talasek hace una pausa pensativo-. La única cosa de valor que había aquí es el anillo que os mostré y os agradezco que vinierais a buscarlo.

- ¿Alguien puede lanzar ese conjuro? -pregunto al grupo en general, pues según tengo entendido no solo la magia arcana es capaz de ver lo invisible. Incluso entre la psiónica parece existir esa posibilidad, pero yo no he llegado a estudiarla...

El clérigo levantó levemente el mentón mientras hacía memoria de los dones que le concedían los dioses.

- Mañana podría aprender magia para purgar invisibilidad. Tendría un radio de 25 pies así que no es demasiado. El caso es, si esta casa es alquilada, ¿puede ser que vinieran buscando algo del antiguo inquilino? Habríamos de... preguntar por él al casero.

Dijo lanzando aqella posibilidad.

- Es una buena idea, vamos -aunque tendremos que lidiar con el enfado del casero, que se supone que no sabe nada del asalto... Y si lo sabe, es extraño que no haya hecho acto de presencia.

Dalibor dirigiendose hacía fuera, se giro al escuchar las palabras de júbilo de Kraag. Al parecer había descubierto algo.

Horrayy, exclamo Dalibor, acercandose y golpeando la espalda del fortachon.

Buen trabajo!

Que puede ser eso, exclamó mientras que Thanar y Raliet estudiaban el polvillo.

Mmm, interesante, la respuesta! al relatar Raliet que era.

Habra que esperar a mañana, mientras vayamos a ver al posadero.

No creo que buscaran nada del anterior inquilino. Hace casi diez años que vivo aquí. Justo desde que mi madre falleció.- Dice Talasek.

Tras unos segundos pensativo, el caballero se dirige en especial a Dalibor y Raliet. - ¿Y ese hombre que nos espió en el Pez Silbador? ¿Algo en él llamó vuestra atención?

El propio paladín desestimaba aquella idea y les informaba aquello de los diez años en los que había vivido aquí. Quizá mañana con el hechizo adecuado pudieran ver algo pero parecía que hoy tendrían que seguir con lo poco que sabían.

- Dalibor lo puede describir ya que pudo verlo. Sabemos que cuando le describió su aspecto a aquél guardia en el palacio este nos dijo que no podía ser, como si hubiera reconocido algo. Quizá si te lo describe a tí se te ocurra qué puede ser.

Dalibor se dispuso a describirlo con todo lujo de detalles, ya que el mismo lo podría identificar si lo volviera a ver, ya que el mismo era una persona característica.

Lo vi por primera vez en la taberna, cuando te dirijiste a nosotros y se marcho trás despedirte tú, Talasek.

Quizas lo conozcas o lo hayas visto?

El mismo te seguía, de eso estoy seguro.

Quizas seas alguien especial para esa secta?

No, la verdad es que no presté demasiada atención...-dice algo apesadumbrado-. Quizá deberíamos ir al mercado a preguntar por alguien con esos rasgos, no se me ocurre nada mejor.

El caballero ya ha acabado de ordenar su estancia y parece dispuesto a acompañaros.

- Si nadie tiene una idea mejor, será nuestro siguiente paso. Sigo extrañándome de que el alguacil se mostrara tan reacio a creer en la descripción de Dalibor, como si ese hombre no pudiera existir... -al final apenas habíamos avanzado en la habitación de Talasek, pero independientemente de lo que encontraran en el mercado, las perspectivas para mañana eran buenas si Thanar podía lanzar el hechizo.

Está claro que en este dormitorio no íbamos a encontrar nada relevante y menos aun a corto plazo. Parecía que no lográbamos avanzar nada ni conseguir tan siquiera una pista que nos indicara por donde seguir nuestras pesquisas.

Nos habíamos metido en una historia que nos incumbía y lo que era peor aun no llegábamos a ninguna pista. La única confianza que tenia es que los misteriosos asaltantes, cometieran un paso en falso y decidieran atacarnos.

-De aquí no vamos a sacar nada mas- refiriéndome a la habitación -lo mismo en el mercado tenemos más suerte, y si no es así por lo menos nos dará el aire-

No habían muchas opciones. Thanar no era precísamente un gran investigador así que se agarraría a cualquier cabo suelto.

- Vayamos entonces y esperemos tener suerte esta vez. 

Llegáis al mercado hacia medio día. A estas horas mucha gente abarrota sus estrechos pasos y muchas voces se entremezclan intentando alzarse unas a otras.

Fuertes olores a pescado, carnes, especias y otros alimentos inundan vuestras fosas nasales.

Entre todas las conversaciones, podéis sacar un par de cosas en claro: Mucha gente está preocupada por ser el objetivo de bromas pesadas por parte de los alumnos de la Universidad de las Artes Mágicas con total impunidad. También habéis oído algo sobre el Círculo de Piedra más allá de la Puerta del Druida, dónde cualquiera puede ir a descansar y meditar sin ser visto ni oído por ningún medio mágico.

Pero sin duda, lo que más os ha llamado la atención es la preocupación de algunas personas porque "al menos diez personas han desaparecido en el barrio de Las Barracas, la mayoría hombres, en los últimos meses".

Los tres cotilleos podrían tener relación con nuestro caso o el sueño que extrañamente compartimos los miembros de la hermandad. Tal vez descartaría la universidad de las artes mágicas por aquello de no llamar la atención, pero si algunos de sus alumnos no han aprendido a comportarse es posible que algún otro residente se dedique a asuntos aún más turbios sin que se tenga constancia.

- ¿Fuisteis atacado en el barrio de las Barracas, sir Talasek?

Esa información sobre el barrio de las Barracas podría estar relacionada con aquellos cultistas del sueño. Era una nueva opción que se abría ante ellos y también la oportunidad de romper algunos huesos. Thanar como adorador de Kord amaba el combate y no lo iba a rechazar. Quizá por eso se llevaba tan bien con su camarada semiorco.

- Ese barrio será interesante de visitar. Demonios, quizá nos estén esperando allí "nuestros amigos". Se van a comer su nota de amenaza.

Dijo deseando dar con ellos pronto. El clérigo mientras paseaban fue mirando hacia atrás de vez en cuando.

- Estemos atentos por si alguien nos sigue.

Ves una figura encapuchada con una túnica de color azul oscuro rodeando otra esquina a lo lejos.

No Railet- responde el caballero-. Las Barracas es un barrio empobrecido más allá de las murallas al norte.

Me asaltaron en el camino desde El Pez Sibador a mi casa. No recuerdo exactamente dónde, todo pasó muy rápido.

- Son pistas muy débiles para jugarnos toda nuestra atención a una, ¿no? Podríamos dividirnos en tres grupos y cubrir todas las opciones -contesto a Thanar después de escuchar a Talasek, aunque solo es una sugerencia que no estoy dispuesto a defender en un debate sobre estrategias.

Al clérigo nunca le había gustado la idea de separarse así que lo que hizo fue negar.

- Hemos de ir todos juntos para no  dar ninguna oportunidad a nuestros enemigos. Por cierto que he visto a un hombre encapuchado con túnica de color azul oscuro que podría estar siguiéndonos desde lejos. Alguien se podría  intentar  esconder para sorprenderlo. Es decir,  si alguien es bueno escondiéndose. Creo que no es precísamente lo nuestro.