Partida Rol por web

La conspiración Luveh-Kerapf

4.-La casa del lago

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02/07/2018, 18:10
Laranda - Narradora

El coche que les proporcionaron no era ningún vehículo elegante o para ganar una carrera. Más bien, hubiera podido pasar desapercibido en cualquier parking de supermercado. Pero funcionaba y les llevaría a su destino, que era lo único que importaba.

Con Belén sentada al volante y sus compañeros ya con el cinturón de seguridad puesto, iniciaron el trayecto.

-Déjame que meta la dirección en el google maps y te iré guiando en los desvíos ¿te parece bien?- se ofreció Marcos, después de que Mariano intentara insuflar ánimos en la inseguridad que había creído percibir en Belén. 

Mientras introducía la dirección en el móvil, el informático aprovechó para confirmar que no iba armado y aseguró que su pregunta sólo fue una consulta, no una propuesta ya que a él tampoco le parecía buena idea.

Belén puso en marcha el vehículo y, durante un tiempo, el viaje transcurrió en silencio. Todos observaban cómo el paisaje iba cambiando a medida que avanzaban y salían de la gran ciudad, cambiando de los largos edificios a bloques más bajos y, por último, en las ciudades de la periferia, a la abundancia de viviendas unifamiliares.

La carretera era una aburrida autopista y el vehículo avanzaba por ella un poco por debajo de la velocidad límite. 

Algo más de media hora de trayecto después, lo que les rodeaba era montaña y bosque. No estaban a mucha altura, posiblemente sólo 1.000 metros, pero las lluvias que había dejado el otoño, en el que aún estaban, había enverdecido todo y daba una sensación de naturaleza algo salvaje. Mariano supo que había hecho bien en coger el jersey adicional pues, incluso dentro del coche y a esa velocidad, podía ver como el aire agitaba las copas altas de los árboles.

Salieron de la autopista para coger una carretera más sencilla, de dos direcciones y arcén ancho que, tras otros 20 minutos y dos desvíos, se convirtió en una carretera mal asfaltada, con una única raya central y sin marcas para los arcenes. Y, a unos quince minutos una cartel que anunciaba el pueblo de Muñopedro, les recibió.

El pueblo era pequeño. Una veintena de casa, una tienda, un bar, una iglesia y poco más. Pero, desde allí, no se veía el lago que había comentado Enrique León y los tres miembros del foro tampoco encontraron un cartel con indicaciones.

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03/07/2018, 22:08
"Mosfet"

La mayor parte del camino Marcos la pasó en silencio. En realidad, aunque las circunstancias los habían juntado y habían vivido situaciones en común, aun se notaba cierta timidez en el variopinto grupo.

-Es bonito el paisaje -quiso romper el hielo-. Debería salir más de la ciudad y perderme entre la naturaleza. Alejarme de tanta tecnología de vez en cuando.

Mariano -cambió directamente de tema-, tengo curiosidad. ¿Cómo es la vida en el monasterio? Siempre he pensado que eso eran cosas del pasado, que ya nadie vivía en monasterios.

El verde paisaje dio paso a un escenario un poco más árido a la llegada del pueblo. Parecía el típico pueblo que iba perdiendo población a medida que pasaban los años, algo que a Marcos no le extrañaba ya que poca cosa se podría hacer allí.

-Vaya, quizás deberíamos buscar alojamiento. Aunque no sé si habrá mucha cosa por aquí. De cualquier manera, podríamos ir al bar, seguro que allí podrán darnos indicaciones del embalse ese. ¿Cómo se llamaba? ¿Torrelara, puede ser? Ya de paso podríamos picar algo. ¿Qué os parece?

Seguidamente, por comprobarlo pero sin mucha esperanza, Marcos buscó en su móvil alojamientos en el pueblo. 

Notas de juego

¿Podríamos seguir hasta el embalse guiándonos por google maps?

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04/07/2018, 00:31
Belén Arzuaga

Al principio a Belén no le importó que el silencio reinara en el interior del coche porque de esa forma podía concentrarse mejor, pero a medida que los kilómetros iban pasando en aquella aburrida autopisto, agradeció poder escuchar por fin la voz de alguno de ellos. Hacía tanto tiempo que no conducía que tenía miedo no acordarse ni siquiera de cómo hacer los cambios de marcha pero, al poco tiempo, ya iba más cómoda aunque sin descuidar la atención máxima que debía tener en la carretera. Eso no impedía para que, de vez en cuando, fuera echando un vistazo al cambiante paisaje, empapándose del verdor que lucía una vez se fueron alejando de la ciudad.

Las indicaciones de Marcos fueron en todo momento precisas, dichas con la suficiente antelación para que Belén no tuviera que dar un volantazo que, con toda seguridad, hubiera terminado en accidente, así que, cuando se quisó dar cuenta se topó de frente con el cartel que indicaba que habían llegado al pueblo de Muñopedro, pero después de eso... nada. Ni una señal, ni una indicación de por dónde podría estar el pantano.

Creo que tienes razón Marcos. Será mejor que aparque el coche y que preguntemos a alguien... El bar me parece la mejor opción y comer algo nos va a sentar bien. —De hecho la escritora ya había empezado a realizar la maniobra de aparcamiento en una zona cercana al bar—. Incluso seguro que nos pueden decir dónde podemos quedar a pasar la noche.

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04/07/2018, 21:13
Mariano Arribas (Torquemada)

El viaje a Segovia fue de lo más agradable. Sentado en el asiento de atrás, Mariano disfrutó del cambiante paisaje y de la tranquila y agradable conversación.

– Los monasterios son lugares de retiro, querido Marcos. – comenzó a responder a la pregunta del informático – . Posibilidades de alejarse del delirante mundo en el que vivimos y disfrutar de la calma y tranquilidad necesarias para encontrarse a si mismo y a Dios, amigo mío.

Siguió explicándoles algunas de las tareas rutinarias de su vida diaria, tratando de mostrarles las ventajas de la vida como religioso, pero sin intentar en ningún momento convencerlos de nada. No era su intención tratar de ganar nuevos adeptos.

Llegaron a Muñopedro y Mariano observó con cierta alegría las casas, la plaza del pueblo, la iglesia,... Le trajo recuerdos de momentos alegres, cuando de niño acompañaba a sus padres a pasar unos días de verano con la familia y apenas entraba en casa.

Las propuestas de sus compañeros le sacaron de su ensoñación.

– Buena idea. Deberíamos de comer algo y retomar fuerzas. Y si además encontramos un lugar donde pasar la noche, eso que nos quitamos de encima. Pero… – Se detuvo un instante. Parecía no estar del todo convencido, sobre si lo que quería decir tendría sentido o no –. Había pensado en pasar también a saludar al cura de este pueblo. No sólo por compañerismo. Que también. Pero es que he pensado queee... Bueno. Si ha habido gente extraña merodeando por este lugar, quizás pueda decirme algo. ¿No creéis?

Notas de juego

La pregunta que hace Mariano la podemos aclarar off-rol, si os parece. Aunque, como la máster querrá pasar turno esta noche (mañana a más tardar) y para no ralentizar esto, quizás lo mejor es que escribáis únicamente si no os parece bien que nos separemos un momento. Si no habéis puesto nada explícitamente negativo a la idea, dejamos que la Dire nos separe uno o dos turnos.

Pero la idea es esa, vaya: tratar de sacar información sobre posibles visitas sospechosas que haya habido últimamente por la zona. Vosotros en el bar y yo en la iglesia.

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04/07/2018, 22:41
Belén Arzuaga

La propuesta del sacerdote le pareció de lo más lógica a Belén, al fin y al cabo en los pueblos todos se conocían bien y todos estaban pendientes de lo que ocurría a su alrededor. Desde las cotillas asomadas a sus ventanas, hasta los parroquianos del bar, el médico o el cura podían ser buenos informadores. Otra cosa distinta sería que quisieran hablar con extraños, pero un cura hablando con otro cura... Desde luego no era mala idea.

Me parece muy bien tu idea Mariano. Podemos cenar algo antes y luego tú vas en busca del cura de aquí mientras Marcos y yo nos quedamos charlano con la gente del bar.

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05/07/2018, 05:55
Laranda - Narradora

Después de haber charlado un poco sobre temas algo más personales en el trayecto, no es que los tres miembros del foro se hubieran hecho amigos pero sí resultó que descubrieron una ligera afinidad. Tenían ese tipo de relación que te permite hablar y escuchar con interés y sin urgencia por saber y conectaban bien pese a ser tan diferentes.

Y esa buena "química" se volvió a notar cuando llegaron al pueblo y empezaron a hacer planes. A todo el mundo le pareció correcto pasar la noche en Muñopedro y, tanto Belén como Marcos, estuvieron dispuestos a ir al bar para ver si podían averiguar algo.

Marcos intentó buscar en el móvil donde dormir y la manera de llegar hasta el embalse. Pero, pasa su sorpresa, allí la cobertura era apena de una raya y el icono de los datos marcaba una E que no daba ni para abrir el explorador.

Belén, cuando Marcos le comentó la imposibilidad de encontrar algo con el móvil, intentó animarle insistiendo en la de idea de que en el bar sabrían darles indicaciones para ambas dudas. Así que los tres se dirigieron hacia la puerta con el cartel de Pepsi.

El local era pequeño, apenas un par de mesas, una tele en lo alto de una pared y una barra de unos dos metros.

-¡Voy!- dijo una voz desde el hueco de una puerta abierta de la que salía olor a comida y sonido de cacerolas.

Mariano, Marcos y Belén se sentaron en una de las mesas vacías. Una mujer, de más de 50 años, salió de lo que podría ser la cocina y se dirigió a ellos.

-Buenas noches- les saludó con un tono que indicaba cierta sorpresa pues no debían ser muchos los visitantes que llegaban hasta allí.

Los tres compañeros preguntaron a la mujer por las opciones para cenar y ella acabó trayendo una tortilla de patatas, chorizo frito y croquetas.

Cenaron con calma, charlando de temas triviales. Después Mariano preguntó a la mujer dónde podría encontrar al cura del pueblo. A ella esa pregunta le pareció totalmente lógica y una sonrisa apareció en su cara

-A esta hora, en la iglesia. Justo había llamado al rosario cuando han llegado ustedes, así que debe estar recogiendo aún-

Notas de juego

Si tenéis algo que preguntar/hacer en común, poneros todos como destinatarios. Si es después de que Mariano se marche, como destinatarios sólo los que estéis en escena.

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08/07/2018, 19:36
"Mosfet"

A Marcos le había parecido una idea espléndida que fuese Mariano quien indagase más profundamente sobre la gente que podría haber rondado la zona últimamente. Pero, ¿no serían ellos igual de extraños que cualquier otros?, pensó. Aun así, ir con un miembro eclesiástico parecía tener sus ventajas y hacía que la gente os mirase con otros ojos.

La comida había estado exquisita. Sin duda, era cierto que como en los pueblos no se comía en ninguna parte. Y como muestra de ello, se podían ver los platos completamente limpios sin una pizca de sobras.

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08/07/2018, 19:48
"Mosfet"

Una vez se hubo ido Mariano, Marcos se acercó a la barra para pedir una última cerveza.

-Muy rica la comida, por cierto -dijo dirigiéndose a la mujer-. Se ve que es una zona tranquila esta, no debe haber demasiados tránsito de personas. ¿Sabría usted indicarnos algún sitio donde podamos pasar la noche?

Notas de juego

No estaba seguro de si separar el mensaje o no... Si no encaja con la narración, sé libre de ajustarlo!

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08/07/2018, 20:53
Mariano Arribas (Torquemada)

La comida que les trajo la casera tenia ese sabor especial que solo se puede encontrar ya en los pueblos. Donde los productos son naturales y recién extraídos del campo. Los huevos y las patatas para la tortilla, la leche y la mantequilla para la bechamel de las croquetas, todo ello era fresco. Hasta los chorizos y el jamón debían de proceder de la matanza que ellos mismos habrían hecho posiblemente no hace mucho1.

Estaba todo tan delicioso, que no tardaron en olvidar el mal sabor de boca que les había dejado encontrarse sin cobertura y no poder continuar viaje solos. Tendrían que preguntar a los lugareños, pero eso no supondría problema.

Cuando ya no quedaba en el plato ni rastro de los alimentos que habían tomado, Mariano preguntó a la mujer que supuso era cocinera, camarera y dueña de la taberna, sobre donde encontrar al cura del pueblo. Esta le indicó lo que quería saber y el religioso se lo agradeció, se levantó de la mesa, arrancando un quejido chirriante a la silla, y se despidió de sus compañeros hasta más tarde.

Salió de la puerta del bar y tomo dirección a la iglesia.

Notas de juego

Luego dirá que era todo de Campofrio. :P

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08/07/2018, 22:15
Belén Arzuaga

Aquella no era la comida que Belén estaba acostumbrada a tomar ya que, a medida que habían ido pasando los años, aquel tipo de alimento había empezado a no sentarle muy bien pero aún así, sobre todo al ver la amabilidad de la dueña del bar, no quiso mostrarse exigente y aceptó lo que les puso delante sin rechistar. Pero fue empezar a comer y acabar devorando todo como si hubiera hecho días que no comía ya que todo lo que les había puesto delante tenía un sabor muy distinto a lo que compraban en la ciudad, y eso que ella procuraba siempre ir a tiendas donde sabía que los productos eran frescos y, a poder ser, de producción sostenible. Más frescura y sanos no los iba a poder encontrar, incluso se permitió pedir un vaso de vino tinto para acompañar aquella comida que le supo deliciosa, como el mejor menú del restaurante más famoso de la ciudad. Cuando los platos quedaron limpios se sintió llena y satisfecha. Aunque sólo hubiera sido por poder degustar aquellas croquetas, los huevos y el chorizo, había merecido la pena el viaje hasta allí.

Pero no podían relajarse del todo ya que habían ido al pueblo para enterarse del camino hacia el embalse y, sobre todo, para encontrar un lugar donde pasar la noche. Se despidió de Mariano que iría a hablar con el cura del pueblo y ella se quedó con Marcos, dispuesta a sacarle alguna información a la mujer.

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08/07/2018, 22:22
Belén Arzuaga

Una vez terminada la cena y con Mariano camino de la iglesia, Belén se acercó junto a Marcos a la barra para pedir un café solo, aún sabiendo que quizás el negro líquido le fuera a impedir conciliar el sueño.

Escuchó al joven lanzar su pregunta y, para justificar de alguna forma su presencia en un pueblo perdido de la mano de dios y además buscando alojamiento, se dirigió también a la mujer.

Habíamos decidido hacer una visita al embalse de Torrelada ya que nos han dicho que era un paraje muy bonito, pero creo que hemos calculado mal el tiempo y la noche se nos ha echado encima. Además... no hemos encontrado ninguna indicación hacia el embalse... —Dejó la frase en el aire imaginándose que la buena mujer cogería la indirecta y les indicaría, aparte de un lugar donde pasar la noche, el mejor camino para ir al embalse.

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08/07/2018, 22:32
Mariano Arribas (Torquemada)

Llegó hasta la puerta principal de la sencilla iglesia rural y se detuvo un momento para mirar el edificio. La fachada no tenía grandes ornamentos ni cristaleras exultantes que dejarán pasar la luz del exterior en una composición cromática digna de alabanzas. La puerta no tenía tallas delicadas y la torre del campanario era más bien menudita. Mariano supo que el interior de la casa del Señor no sería muy diferente, sin estatuas, cuadros o un órgano que atrajera la atención. Pero también sabía que todo eso no era lo realmente valioso en un lugar como ese. Sabía que lo que realmente valía era el hombre que había decidido dedicar su vida a Dios y a sus feligreses.

Torquemada valoraba y respetaba a los curas de los pueblos pequeños. Aunque en general sus “ovejas” les cuidaban bien y no les faltaba de nada, la vida en las zonas rurales solía tener bastantes limitaciones en el campo del ocio. Limitaciones que solían compensar escuchando cada chascarrillo e informándose de todo lo que sucedía por los alrededores. Mariano esperó poder sacar provecho de esta cualidad de su compañero sacerdotal.

Abrió la puerta y en seguida localizó al cura de aquella parroquia terminando los últimos menesteres del día.

– Buenas noches, hermano. Que la paz del Señor este con vos. –inició de esta forma la conversación, llamando así la atención de su compañero–. Soy el Padre Mariano Arribas y vengo desde el monasterio de piedra.

Continuó hablándole y contándole parte de la historia que les había traído hasta este pueblo de Segovia, para no tener que mentirle del todo, pero sin decirle la verdad del todo. Le contó que un amigo suyo había muerto joven y que habían decidido pasar a conocer el pueblo de donde provenía como muestra de aprecio y para dedicarle un último homenaje.

– Y pensé en hacer una visita a un compañero de profesión y creencias. –concluyó su explicación con una sonrisa. Miro a su alrededor, queriendo apoyar lo que iba a decir a continuación–. No parece demasiado frecuentada la casa del Señor, hermano. Supongo que somos una excepción. Algo poco habitual. Muñopedro es un pueblo pequeño y no recibe muchas visitas, por lo que parece. ¿No es cierto?

Había echado el anzuelo. Tocaba esperar ver si el pez mordía o no.

Notas de juego

¿Debo de tirar algo para que me cuente cositas el otro cura? Si es así, y para acelerar, puedes hacer tú la tirada por mi. Si prefieres que la haga yo, solo dime que debo de tirar.

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09/07/2018, 04:51
Laranda - Narradora

Terminada la cena y una vez que Mariano se hubo marchado, Marcos y Belén acercaron los platos hasta la barra. Marcos pidió una última cerveza, mientras agradecía la comida, y Belén un café sólo

-Pues sí, quizás demasiado tranquila- rió un poco la mujer, para luego sorprenderse con la consulta de Marcos –La verdad es que no suele venir gente por aquí, así que no crean que hay muchos sitios donde quedarse. Yo tengo dos habitaciones. No es que realmente esto sea un hostal ¿sabe? Pero en el pueblo no hay nada más. Al lago no suele venir gente a pasar más de unas horas. Lo que más tenemos son pescadores pero esos vienen muy pronto y se van al mediodía.-

Cuando Belén aclaró los motivos de la visita, la mujer sonrió comprensiva

-Bueno, es que no se llega fácil, no. Ya le digo que, salvo los pescadores, no viene mucha gente. Dos casas más al fondo verán una calle que sale del pueblo y que parece no ir a ningún sitio. Es un camino malo, sin asfaltar, pero los coches pueden ir por él. Hay que seguirlo todo recto hasta entrar como en una hilera de bosque. El lago no se ve por que está rodeado de árboles que lo tapan, pero el camino desemboca en él-

La mujer terminó de recoger todo y de limpiar. Luego les pidió que la acompañasen escaleras arriba. Encima del bar estaba su propia vivienda, no muy grande.

-A este lado del pasillo están los dos cuartos que les comento, cada uno con dos camas. Al otro lado, está mi propia habitación y el baño. Me temo que no hay más y no creo que encuentren otro sitio donde dormir salvo que cojan el coche y hagan veinte kilómetros hasta el pueblo más cercano. No solemos tener turistas y la gente que viene, como les comentaba, o tienen casa aquí o sólo vienen unas horas.-

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09/07/2018, 05:36
Laranda - Narradora

La iglesia ya estaba casi en silencio cuando Mariano llegó. El cura estaba recogiendo algunas cosas dentro de la sacristía.

-¡Hombre, hombre! ¿Pero qué tenemos por aquí?- comentó el cura visiblemente alegre, como si encontrar un compañero de profesión fuera un motivo de regocijo –Yo soy el padre Germán. Encantado- le saludó, estrechándole la mano con energía.

Pese a ser mayor, el padre Germán parecía muy sano, un auténtico estereotipo de cura de pueblo, un hombre que llega a la edad madura sin que el tiempo haya hecho mella en su empuje y su ánimo.

El padre Germán escuchó con interés lo que Mariano le contó sobre los motivos que le habían traído a Segovia.

-¡Caramba! Pues siento mucho lo de su amigo, oiga. Y le agradezco un montón que haya pasado a verme, siempre es de agradecer una visita de un hermano, como bien dice usted. No son muchas las ocasiones que tiene uno de ver a otros curas ¿sabe?-

El Padre Germán acercó un par de sillas que estaban apoyadas en la pared y le pidió que se sentara

-No, el pueblo no es un lugar muy frecuentado, aunque sí tenemos nuestras visitas ¿sabe? El lago es un buen sitio para pescar. O eso dicen, por que yo no voy mucho. Pero los pescadores madrugan mucho y luego se van pronto. Visitas que se queden a dormir, como dice usted que van a hacer, no tenemos. Supongo que se quedarán donde el bar ¿no? Es que no sé si habrá algún otro sitio para dormir por aquí. Yo le puedo ofrecer mi casa pero sólo tengo una cama, me temo- El hombre se encogió de hombros mientras lo comentaba, como dando más énfasis a lo obvio de los número, una cama para tres personas.

Mariano y el cura charlaron durante un rato. Germán era un tipo afable al que parecía que su congregación tenía bien cuidado.

-Al final, en un sitio tan pequeño, nos cuidamos unos a otros ¿sabe? Como en las comunidades cristianas de la antigüedad, sí señor. Y cuando viene alguien de fuera, como ustedes hoy, ¡menuda revolución! Mañana seguro que nadie habla de nada más, je, je. Tendré gente por aquí, todo el día, que si Germán ¿quienes eran?, que si Germán ¿a que vinieron? Viene tan poca gente que, cuando viene alguien, todo el pueblo se entera-

A Mariano, después de aquel rato de conversación le quedó más que claro que si hubiera venido alguien, el cura se habría enterado. Y no, por lo que comentaba, parecía que hacía mucho, pero mucho tiempo, que no venía nadie de fuera... Al menos no parando el pueblo, que siempre existía la posibilidad de que hubieran ido directamente a la casa del lago. 

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11/07/2018, 23:24
Mariano Arribas (Torquemada)

Mariano recibió la información que había venido a conseguir. La forma en la que el padre German le habló sobre la falta de visitas en el pueblo de Muñopedro no dejaba demasiadas dudas al respecto. Así que el cura dio por hecho que ellos eran los primeros en seguir la pista de la casa de verano de los padres de Kain. Si no se equivocaban y el la Casa del Lago se encontraba algún tipo de información acerca del misterio que el joven forero había logrado destapar, podrían quizás sacar alguna ventaja respecto a la organización Luveh-Keraph que al parecer andaba tras ellos.

En parte por educación y decoro, en parte por propio disfrute, el religioso siguió hablando con su compañero de profesión. Pasados unos minutos, se despidió educadamente del Padre German, explicándole que le estarían esperando y deseándole buenas noches.

Se dirigió hacia el bar, con las buenas nuevas que daban cuando menos cierta tranquilidad, en busca de sus amigos, curioso por saber si ellos habrían tenido también suerte y que tendrían que contarle entonces.

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11/07/2018, 23:33
"Mosfet"

Marcos miró a Belén ante la perspectiva de hacer otros 20 kilómetros hasta el siguiente pueblo. Aquello no era un hotel cinco estrellas, pero para pasar la noche y cumplir con el objetivo que tenían, les podía valer a la perfección. Además, dormir allí sería mucho más discreto que hacerlo en cualquier otra parte, por lo que, posiblemente, estarían incluso más seguros.

—Muchas gracias por su hospitalidad. Nos ha sacado de un apuro.

Al ver la cama, Marcos se dio cuenta de que estaba realmente cansado. El viaje no había sido demasiado largo, pero haber madrugado para trabajar había contribuido a ello. Pero aun tenían que esperar a Mariano.

—Belén, si te parece, nosotros dos dormiremos en esta habitación y tú puedes acomodarte en la otra —dijo señalando a una y otra habitación. Seguidamente, se dirigió a la mujer—. Disculpa, pero aun tenemos que esperar a nuestro compañero y no quisiéramos molestar más de la cuenta. ¿Le importa que lo esperemos abajo?

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12/07/2018, 21:13
Belén Arzuaga

Escuchar que aquel paraje apenas tenía visitantes no le resultó extraño a Belén. Hoy en día la gente buscaba otro tipo de emociones y los cuatro turistas que podían caer por allí apenas duraban algunas horas, eso por lo menos era lo que les contaba la dueña del bar que, además, tan amablemente les estaba ofreciendo alojamiento. Era un alivio comprobar que no tenían que volver a coger el coche para desplazarse hasta otro pueblo que quizás tampoco tuviera alojamiento. Así que, cuando la mirada de Marcos y la de ella se cruzaron, la escritora asintió a la propuesta que les hacía la señora porque además eso les facilitaría acercarse al día siguiente al lago.

Me parece muy bien, siempre y cuando no seamos una molestia para usted —le dijo a la dueña del bar mientras miraba a un lado y a otro las dos habitaciones disponibles.

No necesitaba grandes lujos, al fin y al cabo sólo era pasar una noche. Para Belén mientras tuviera una cama donde descansar, estuviera limpio y tuviera un baño para poder asearse era más que suficiente, así que el haber tenido la gran suerte de que la señora les hubiera ofrecido las habitaciones era muy de agradecer. Asintió a Marcos cuando propuso el reparto de los cuartos ya que parecía lo más lógico.

—Y si no somos una molestia podemos charlar un poco mientras esperamos. Nos puede contar cosas del lugar, si siempre fue igual de tranquilo o antes venía más gente. Si había veraneantes que acudieran ante el reclamo del lago...

Quizás pudieran enterarse, aunque fuera de casualidad, sobre el pasado de Kain. De alguna forma a Belén le daba la sensación que le debían un mínimo de atención, aunque fuera después de su muerte.

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13/07/2018, 21:34
Laranda - Narradora

Marcos y Belén se miraron y tomaron una decisión casi sin hablar. Se quedarían allí.

Agradeciéndole a la mujer su disposición, se distribuyeron las habitaciones y acordaron esperar abajo hasta que llegase Mariano, mientras charlaban y tomaban algo.

Una vez abajo, sentados, ya con las luces de fuera del bar apagadas, charlaron con la mujer sobre la vida en el pueblo y cómo había cambiado en los últimos tiempos.

La dueña del bar no parecía saber nada sobre Kain o, al menos, nada reciente. Sí recordaba que varias personas habían comprado casas a lo largo de los años bien por que era el pueblo de su familia, bien por que les gustaba el ambiente bucólico del lugar...

-Pero luego no viene nunca o casi nunca ¿saben? Al principio la idea les ilusiona pero luego... esto está lejos de casi todo y hay pocas cosas, los niños se aburren, el internet no funciona demasiado bien...- la mujer parecía triste, como si la perspectiva de que la gente viniera le hiciera ilusión.

Para cuando Mariano llegó, Belén y Marcos habían sacado un par de cosas en claro. Una era que Kain, si había estado recientemente en la zona, no había pasado por el pueblo a dejarse ver. La otra era que ningún otro forastero, salvo ellos, lo había hecho tampoco.

 

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13/07/2018, 21:57
Laranda - Narradora

Mariano charló, de manera agradable, durante un rato con aquel párroco. La conversación versó sobre las bondades de la vida en un pueblo pequeño y lo agradecidos que eran sus parroquianos. Fue una conversación agradable que Mariano no prolongó más allá de lo imprescindible, en parte por que ya tenía lo que necesitaba, pero también por que el padre Germán parecía mayor y cansado.

Mariano se dirigió al bar después de despedirse y allí encontró las luces de fuera apagadas. Pero sus compañeros se encontraban dentro, atentos a su llegada, en agradable charla con la dueña del local.

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13/07/2018, 22:00
Laranda - Narradora

Cuando Mariano llegó al bar, Belén y Marcos le explicaron que se quedarían allí a dormir puesto que había dos habitaciones que la dueña podía dejarles. El reparto de los cuartos ya estaba hecho y la lógica del mismo no dejaba lugar a debate, Mariano y Marcos dormirían juntos y Belén en la otra habitación.

Se retiraron todos a dormir después de que la mujer les mostrara dónde estaban todas las cosas y dónde podrían encontrarla si necesitaban algo durante la noche.


Fue una noche tranquila, casi serena después de la noche pasada. 


Les despertó, antes de lo que esperaban, los ruidos de algún gallo próximo al bar. El animal parecía dispuesto a cumplir con su objetivo y repetía su kikirikí, de manera constante, cada poco tiempo, hasta que les resultó claro que era imposible que siguieran durmiendo.

Desde abajo les llegaba el agradable olor de café que les indicaba que el bar ya debía estar abierto y disponible para ellos para desayunar.