Partida Rol por web

Tomáis vuestras cosas y emprendéis la marcha recelosos por el enemigo que dejáis atrás y volviéndoos cada poco tiempo para aseguraros de que no os sigue.

- Deberíamos borrar nuestras huellas y separarnos en caminos paralelos para que no le sea fácil seguirnos.

 El joven enano mira a Dunkin.

 - Como mucho haría dos grupos si nos vamos a tener que separar. Estos caminos son traicioneros y es mejor ir acompañado. Pero si prefieres que vayamos por separado amén, tú mandas.

El viejo enano mira complacido a Horan.

- Sabias palabras, lo haremos a tu manera. Yo iré con Drogner y vosotros dos juntos. Seguid hacia el sur unos 1000 pasos, retroceded 200 sobre las marcas que habéis dejado y luego id al oeste borrando vuestras huellas otros 200 pasos. Nos encontraremos ahí.

 Horan asiente con determinación.

 - Está bien.- Mirando a su compañero de pareja.- Listo, cuanto antes empezemos antes nos encontraremos.- Mira al elfiano y a Dunkin.- Honrad a los ancestros. Y que ellos os guarden. Nos veremos en el punto acordado.

Comenzáis a andar por la nieve intentando mantener el camino recto y hacia el sur.

 Horan, con la meticulosidad típica de los de su raza emprende la marcha, con suma atención, trazando el rumbo correcto, y buscando algún lugar idóndeo por dónde trazar la salida.

Muy concentrado, tanto con la dirección como con los pasos, hago lo que indica Dunkin.

Comenzáis a andar y una simple mirada entre vosotros es bastante para acordar el camino. Está claro que ambos sabéis moveros en la montaña y orientaros. Andáis los pasos con tranquilidad asegurándoos que vuestras pisadas queden marcadas en la nieve. El frío de la noche os cala y una fina llovizna empapa vuestras ropas. Cuando llegáis a 1000 pasos comenzáis a desandar y camináis en dirección oeste a la espera de Dunkin y Drogner.

 Horan permanece en silencio, oteando el horizonte en busca de el enano y el elfiano. Con su pesada cap bien calada, para evitar que le leve llovizna se le cuele dentro de la armadura. Suerte que llevo el camisote bien engrasado... espero que no hayan tenido problemas, paciencia Horan, digeron que vendrían, y vendrán.

Ahora a esperar.

Al cabo de un rato llegan Drogner y Dunkin.

- Vaya ¿ya estáis aquí?, dice jadeando un poco, había una capa gruesa de nieve por nuestro lado y nos ha costado avanzar.

- Si, yo tengo la ropa empapada.

 Horan mira al joven elfiano.

 - Pues si tienes alguna muda de recambio te sugiero que te la cambies, pues fácimente te podrías resfriar, y eso sería un retras significativo, el clima de las montañas, con su gélido viento, es peligroso en este sentido, así pues, si tienes cámbiate, sinó tendrás que aguantar la ropa mojada hasta que encontremos algún lugar en el que descansar y hacer alguna pequeña hoguera.

El elfiano mira distraídamente al suelo.

- Creo que solo traje una muda.

 - Pues en este caso será mejor alejarnos de aquí cuanto antes mejor. Lo que tú digas, Dunkin.- Horan no parece enfadado, pero sí serio. Se toma muy en serio su pellejo, es un superviviente.

- Será mejor que busquemos otro refugio por si la nevada arrecia.