Partida Rol por web

El cierre de la puerta pilla a Adam por sorpresa, por lo que tarda en darse cuenta de lo que está pasando. Cuando reacciona, se lanza contra el clérigo, en un intento desesperado por intentar evitar que finalice el conjuro, pese a que no es capaz de reconocerlo. Saca la daga de su bota mientras avanza y aprovecha el impulso de la carrera para dar un fuerte golpe con el hombro a Tejestrellas, tratando de desestabilizarle.

Algo confuso, me doy cuenta donde estoy, pero ¿que ha pasado?, ¿cuando me he movido?

Al ver, que el causante de mi mente olvidadiza. 

Las antorchas se oscurecen al unísono. Dos guerreros con cotas de bandas surgen de las sombras, cada uno de cada extremo de la sala. Parece estar distorsionados de algún modo, en vueltos en las sombras y carentes de color.

Se acercan a vosotros con fiereza y velocidad, buscando golpear a Askabal y a Adam con fuerza, pero ambos consiguen esquivar el ataque.

Yandrak conjura un escudo que recubre su cuerpo a una gran velocidad, preparándose para la batalla.

De las manos de Fembrys se forman unas formas oscuras que giran a su alrededor, provocando unos ciertos miedos y temores y dudas en vuestras mentes, que os hacen flaquear en el combate.

Adam sale con velocidad contra Fembrys, daga en mano. Fembrys lo ve venir, y según se acerca Adam, lo golpea con su maza, dejandole bastante dolorido, lo suficiente para poder bloquear su derribo y no caer ante su fuerza

Yandrak comienza a brillar con un tono plateado, como si estuviera siendo iluminado con la luz de Lunia. De sus manos comienzan a brotar energía bondadosa que recubre su cuerpo e ilumina toda la estancia eliminando gran parte de las sombras que había a su alrededor.

Tras el duro golpe recibido, Adam decide cambiar de táctica contra el clérigo, que ha demostrado estar más alerta de lo que pensaba. Retrocede un paso alejándose lo suficiente como para que el clérigo no le moleste, extrae la cadena de su mochila, dejando la mochila en el suelo, y enreda con ella las piernas del clérigo, tratando de echarle al suelo para golpearle después.

-¿En serio? ¿y somos nosotros los que no somos de fiar?.- Grita al clérigo mientras actúa, haciendo especial énfasis en el nosotros.

Ufff, logré esquivarlo... - me dije. ¡Por poco me deja tieso!

Ahora sabrán ver de lo que soy capaz.

Me avalancé contra uno de los que intentaron atacarme.

Ganzúa aprovecha que parece que nadie se fija en él para sacar su arco y disparar a Fembrys, pero su flecha se desvía y no le pasa ni cerca.

Thomas se lanza contra uno de los guardias sombríos, atacando con el estoque golpeándolo en el brazo con él. Éste contraataca, golpeándolo también en el brazo, haciendole una pequeña herida

El otro guardia ataca a Askabal como había intentado antes, sin conseguirlo. El humano esquiva con soltura sus ataques.

Wiberg se coloca a la espalda del guardia que luchaba contra Askabal, golpeándolo con tanta fuerza que el guardia cae al suelo muerto.

Fembrys mueve sus manos y emite un potente sonido, que hace Adam se estremezca levemente y le produce algunas heridas.

Askabal, al ver a su rival derrotado, se dirige hacia el otro guardia, colocándose a su espalda, ya que está luchando contra Thomas. Atraviesa con sus espadas el cuello del guardia, que también muere.

Adam hace girar su cadena con velocidad, y hace que se enrosque a los pies de Fembrys. Con un rápido gesto, derriba al hombre, que cae estrepitosamente, momento que Adam le golpea también con la cadena

¡Eso os pasa por osar atacarnos malditos!

Cuando ví que Adam hacía caer al suelo a Fembrys y le golpeaba poco después, me dirigí hacia allí a toda prisa, para estar junto a él.

Adam está contrariado por haber permitido al clérigo conjurar contra él, no debería haberse permitido un fallo así; ha tenido suerte de que el conjuro no fuese mortal.

-Estate quieto, grititos, y puede que salves tu vida.- Le dice al clérigo, haciendo girar como amenaza su cadena. -¿De qué va todo esto? ¿qué es este templo en realidad? Ya me habéis hecho perder 4000 piezas de oro, y con ellas se ha ido mi paciencia.

Fembrys se ve acorralado. Hace una intentona de levantarse, pero ve que no es la mejor opción. Gruñe y, con ojos temerosos, empieza a sudar

No tengo por qué deciros nada, por mí como si os golpeáis con esa cadena

Alza las manos y empieza a decir unas palabras. De la palma, empiezan a salir unos hilos dorados que descienden, comenzando a cubrirle

Adam aprovecha que el clérigo comienza a conjurar para intentar golpearle, aprovechando sus conocimientos sobre los gestos que hacen falta para desencadenar los efectos mágicos.

Decidí descargar uno de los rayos plateados sobre Tejeestrellas mientras me reservaba el segundo para algún momento más peligroso. Mientras tanto desenvainaba también mi varita para poder atacar con ella a los enemigos que se acercasen o tuviesen intenciones de acercarse a mi.

Una especie de jaula dorada cubre totalmente a Fembrys, a pesar de los ataques de Adam y Askabal, que no consiguen golpearle.

Se levanta entre suspiros, llevándose la mano al pecho por el cansancio del combate

Esto no va a quedar así. Sois unos blasfemos, moriréis por vuestros pecados

Fembrys se da la vuelta y sale corriendo a las puertas que tiene a sus espaldas. Se lleva la mano al bolsillo y comienza a abrir la puerta

Adam, al ver al clérigo alejarse, se abalanza contra él y vuelve a intentar enmarañarle los pies con la cadena para tirarle al suelo.

- Vas a notar la dominacion...la dominacion fisica.

No corras tanto... - le dije con sorna.

- Maldita seas, no te resistas. Dije mientras desenvainaba mi varita mágica y apuntaba con ella para lanzar un par de proyectiles mágicos si es que así lo lograba.

Un escalofría recorre la espalda del mediano. Parecía que hubiera estado ausente todo este tiempo, pero ahora estaba mas atento que nunca. Vio al tipo marcharse y decidió intentar atacar con el arco.

Mientras Fembrys se dirige a la puerta, Ganzúa lanza su flecha. Aunque parecía que iba bien dirigida, el campo que protegía a Fembrys la bloquea, y la flecha parece chocar contra una pared, y cae al suelo.

Los proyectiles mágicos de Yandrak también son bloqueados por el escudo, convirtiéndose en polvillo al penetrar.

Mientras, Fembrys consigue sacar las llaves de la puerta y la abre. Cuando parece que ya nada le puede afectar, Askabal se acerca. Levantando su arma, descarga con toda la fuerza que puede su ataque. Choca contra el escudo protector de Fembrys, pero la fuerza de su ataque hace que poco a poco vaya penetrando en su interior. Tras unos instantes de lucha, el arma entra, golpeando a Fembrys, que grita por el dolor del ataque.

Adam se lanza contra Fembrys, pero rebota contra el escudo.