Partida Rol por web

Con tres de las pociones, Yandrak notó algo de energía, y sus pequeñas heridas parecían cicatrizar. Con las otras dos, el gnomo empezó a desaparecer, como si fuera translúcido.

Yandrak siguió el pasillo que se alejaba de la cocina. Dejó la primera puerta atrás, y al llegar a la segunda, vio cómo el pasillo giraba a la izquierda. Veía otra puerta y, al fondo, un camino al exterior que comenzaba con unos matorrales.

La habitación que había abierto Yandrak era un dormitorio. Se podían ver dos camas, con sus respectivos petates y algo de ropa. Seguramente se trataba de la habitación de los que habían matado inicialmente en ese lugar.

Kassmal chasqueó su lengua bífida.

-Nada! Volvamosss atrásss a la otra puerta. La otra de la derecha.

Yandrak le tendió una de las pociones que parecían curar a Ganzúa, pues era el que peor pinta tenía. Asintió ante las palabras del hombre lagarto y abrió la que estaba junto a ella.

Cuando vio a Yandrak volverse algo translúcido, no le sorprendió. ¿A estas alturas?, para nada.

Id vosotros hacia esa habitación, yo voy a echar un vistazo al exterior, por si se ve algo relevante. Iré con sumo cuidado - concluyó mientras se apartaba de ellos.

Este antiguo dormitorio ha sido reamueblado como taller, con un sencillo petate en una esquina. Una extraña colección de velas de sebo, calaveras blanqueadas y gruesos libros encuadernados en cuero atestaban las mesas y estanterías.

Un camino muy transitado avanzaba a través de los matorrales hacia el este, descendiendo del risco. Esta senda gris se funde con el terreno en penumbra hasta que es devorada por la oscuridad. Mirando en esa dirección da la sensación de intuir un enorme espacio abierto, un vació que es un inquietante contraste con la sensación de confinamiento que se siente desde que se entra en ese plano.

Desde allí también se puede ver otro edificio en el complejo. En él se ve el brillo de linternas a través de sus estrechas ventanas.

Yandrak rebuscó en ambos cuartos que acababa de visitar, por si le hubiera pasado algo por alto antes.

Tras rebuscar en la sala, continuó por el pasillo y abrió la siguiente puerta.

Kassmal se acercó  las estanterias y examino con curiosidad su contenido.

-Essto.. ssser... librosss? Oido hablar de ellos... ¿Valiosssosss?

Después acompañó a su pequeño amigo a la siguiente habitación.

Aunque no lo admitiría nunca, en ese momento y en ese lugar, tenía algo de miedo. No se haría el valiente y retrocedería hasta la posición anterior para poder reunirse con sus dos compañeros.

Mientras que regresaba, la imagen de luces que parecían ser proyectadas por linternas en tal edificio, no se le borraba de su mente.

Bajo la cama, Yandrak encontró un pequeño cofre de hierro con una poderosa cerradura. Ganzúa se puso manos a la obra con el cofre, sin mucho éxito.

Askabal volvió de su investigación, y su rostro no mostraba mucho color.

Yandrak miró a su compañero, ¿qué ha pasado? Dijo al ver su pálido rostro. Luego miró a Ganzúa que no parecía encontrar la forma de abrir el objeto. ¿Es muy complicado? Le preguntó. No tenemos mucho tiempo, inténtalo otra vez o si quieres que alguien trate de cogerlo y golpearlo, con suerte se abrirá.

Ganzúa lo intentó de nuevo Nada, no hay manera Adam se adelantó y le dio un par de cadenazos, pero parecía que seguía sin inmutarse.
 

-Llevar con nosssotrosss. Abriremosss dessspuesss...

El bárbaro reptil miró a Yandrak y se encogió de hombros.

-¿Donde, ahora?

Yandrak negó con la cabeza al observar como el único de sus compañeros que servía para abrir cofres fracasaba una y otra vez. Así que, sin inmutarse mucho más, decidió salir y continuar por el pasillo para tomar la puerta que había cerca, justo la que estaba antes de llegar al jardín.

Perdonad por haberme separado un momento, mi mente debía comprobar algo que finalmente ha sido lo que pensaba. Y, a continuación, les explicó lo que vislumbró al salir.

Había un camino por los matorrales, hacia el este, el cual acaba por fundirse en la oscuridad. Pero por otro lado pude ver, a lo lejos, otro edificio en el que sus ventanas parecían iluminarse con proyecciones de linternas.

Yandrak escuchó la información que les entregó Askabal y después se dirigió hacia el lugar indicado. Creo que ese edificio es nuestro siguiente objetivo. Dijo mirando al lugar. Esperemos que cuando lleguemos allí logremos averiguar algo. Empiezo a tener la sensación de estar perdido, e incluso a dudar de si estamos obrando bien...

Kassmal era un bárbaro propenso a dejarse llevar por sus emociones pero, para con si tribu se consideraba un ser compasivo y protector. Por eso se abstuvo de decir "te lo dije" ante el gnomo. En su lugar puso la mano sobre el hombro del pequeño y se limitó a decir:

-Está bien. No preocupesss. Nosssotrosss averiguar juntosss

Esta vez, junto a ellos, avanzaron por ese camino que decidió no tomar anteriormente.

Ese edificio no me agrada en absoluto, demasiado a la vista para que sea apto para la tranquilidad - se decía mientras caminaba a paso firme.