Partida Rol por web

Al ponerte la capa, notas como si tu resistencia fuera mayor, tu voluntad mental superior y tus movimientos más ágiles.
 

Mmm... kassmal pensar que carta escrita otros hombres lagarto, hombres lagarto sombrios. En cuanto al Gran Pantano es como se llama a este area de pantanos donde llevamos dias moviendonos

Lo del Gran Pantano parece claro, pero ¿quien será su Señora? ¿Alguna diosa? ¿Y  lo de la maldición no os preocupa? ¿A qué se referirá?

Ganzúa terminó de ajustarse la capa, no sintió ningún síntoma extraño sólo se sintió mejor así que algo malo no podía ser.

Después se acercó a la esfera del centro de la sala y la observó, instintivamente se llevó la mano a la bolsa que llevaba la esfera de Fembrys, ¿tendrían algo que ver?

-Yo creer essss maldición seresss de ssombra. No nosssotrosss... pero yo no lisssto, no ssseguro.

Yo creo que la diosa esa de la que hablan, tiene que ser la diosa esa que se confundió al principio con Mystra, pero debe ser una diosa real. ¿Qué hacemos entonces, acampamos aquí, o buscamos otro sitio más seguro? Dijo mirando a Ganzúa tratando de hacerle comprender qué él era el más silencioso y podría analizar el lugar sin llamar la atención.

Ya ya, puede que este lugar esté ya vacío lo sé. Pero si me descubren no estamos preparados para otro combate.

De todas formas quien dijo miedo ¡, siempre podemos salir corriendo.

Ganzúa se encogió de hombros y se dispuso a explorar el lugar.

Si me oís gritar prepararos para el combate. 

Después se adentró en el resto de las salas.

Aquella capa hacía a Kassmal creeerse algo que no era. Aquella prenda le parecía demasiado excéntrica, no iba con quien era él. Así que se la dió al compañero más vistoso que encontró, Yandrak.

-Toma, a ti quedar mejor, ssseguro.

Askabal, tras beber un poquito de cada vial, dijo:

Parece agua simplemente.

Acto seguido se guardó los cuatro frasquitos con sumo cuidado, mientras notaba que algo en él era distinto.

Yandrak tomó la capa que el hombre lagarto le tendía. Le quedaba estupendamente e incluso le hacía sentirse mucho más guapo e inteligente.

En el Gran Salón donde se encontraban, había cuatro puertas. Tres de ellas era por donde habían venido, y la cuarta... La cuarta era una puerta pesada de hierro que estaba cerrada a cal y canto. Ganzúa la dejó para más tarde, y recorrió los pasillos que ya conocía. Volvió con calma, esa parte del edificio estaba sin un alma más que las de ellos.

Volvió a la puerta de hierro, y fue imposible abrirla ni encontrar su llave. Estaba claro que si querían avanzar, tendrían que encontrar la llave o forzar la cerradura.

Tranquilo Ganzúa, déjame a mí buscar la llave para poder abrir esa puerta. Creo que puedo hacer algo.

Askabal se puso el arco a la espalda y comenzó a caminar despacio, mirando de un lado a otro, con la mirada atenta a una cosa solo, localizar la llave en cuestión. No tenía cabida nada más en su mente salvo hallarla.

Cuando algo no podía realizarse, él era de esas personas tozudas. 

Kassmal se interpuso entre sus compañeros para evitar que abrieran la puerta.

-Estaosss quietosss! DEssscansemos antesss de meternosss en másss problemasss!

Ganzúa se echó mano al bolsillo recordando la llave que habían encontrado con anterioridad.

La sacó y se la lanzó a Askabal.

Prueba con esta.

-El que abra esssa puerta pierde una mano! Sssiis peor que criasss! Probaremosss llave despuesss de desccansso...

El semielfo se acercó al lagarto.

Pero Kass, ¿no te mueres de curiosidad? Creo que ya hemos acabado con todos los de aquí porque si no hubieran venido a ayudar a la jefa.

Seguro que ahí hay tesoros y más pistas para seguir. Y si es así podremos irnos a descansar al pueblo. Y si hay algún enemigo pues cerramos de nuevo con llave.

Como si con su argumento fuera suficiente para convencer a cualquiera, y sobretodo porque el que podía perder la mano era Askabal, el semielfo se dio la vuelta.

Venga Askabal, veamos que hay dentro.

La mirada del hombre lagarto lo decia todo, pero, por si acasos sus dientes como dagas reforzaron la idea cuando Kassmal abrio las mandibulas Mientras se acercaba a Askabal

-Esssperad...a ... Dessscansados.

Agudo podía ser el sentido de la vista de Askabal. Pero esta vez no le acompañaba en su misión. No veía la llave por ningún lado.