Partida Rol por web

Pensé que el miedo te haría marcharte del reino, de nuevo a casa, quizás es la respuesta más sensata, pero tú estás aquí. Los garras rojas que llegaron no eran simples rufianes disfrazados de guardias, yo mismo he tenido la oportunidad de enfrentarme a una patrulla. Estos estaban entrenados, son mucho más diestros, más astutos y mejor equipados. Su capitán es un hombre cruel, calvo y con una brecha enorme en la cabeza, como si le hubieran partido el cráneo con una espada... no se anduvo con chiquitas.

Así que piensas que soy una cobarde

Aquello le había dolido, a pesar de que hubiera podido dar esa impresión, pero se había enfrentado a los guardias, luego había huido de la ciudad de manera un tanto temeraria, y luego había peleado con un bicho asqueroso en mitad del camino.

Tal vez debería marcharme, quizás lo haga, será lo más sensato, pero no puedo irme por donde vine, y además, allí tampoco me espera nada ni nadie

Bueno, eso era una verdad a medias, seguía teniendo familia, y la Casa, pero volver allí sin nada sería un paso atrás, caer en ese estado depresivo del que tanto le había costado salir, no era una opción la de regresa con Aardoniel de esta manera.

Tal vez Cesphain…

Se engañaba, él era su maestro, pero nunca la amaría, él tenía a otra, con la que tal vez nunca pudiera competir.

Pero Ammaranza no era una guerrera, había venido a este lugar con unos objetivos y se había visto envuelta en una guerra civil sin comerlo ni beberlo.

No recuerdo haber visto a ese hombre que nombras, ni ganas que tengo viendo lo que cuentas.

Tal vez si que fuera una cobarde después de todo.

No es precisamente lo que quería decir, es decir, no es tu causa, no sería más que sensatez marcharte de aquí . No lo decía por excusarse, ciertamente no quería tachar de cobarde a Ammaranza, no tenía tanta confianza con ella para eso.

Yo marcho hacia Alwin, quizá trabaje como aventurero o escolta, aunque no me hace gracia trabajar para alguien o ser parte de un grupo... no se. ¿Hacia dónde vas tú? Si no es indiscreción.

Sólo bromeaba un poco Riev

Suspiró ante la rigidez de la mayoría de las personas que había conocido en Aarn, debía ser por el clima o algo así, y bueno, los últimos acontecimientos no ayudaban desde luego, pero aún así siempre era intentar tomárselo con filosofía.

Pues quería ir precisamente a Alwin, tengo allí algunos conocidos a los que me gustaría volver a ver, quizás luego intente encontrar alguna forma de regresar a casa si, lo malo es que aún tendría que encontrar un sitio al que llamar casa.

La semielfa mordisqueaba la comida que le habían traído despacio, casi como si comer fuera un mero trámite que había que superar.

Supongo que las cosas por allí serán distintas, y además, me gustaría encontrar a una amiga quizás llamarla amiga fuera exagerado, pero la realidad era que le gustaría volver a encontrarse con Eralissa, ahora que las cosas habían cambiado tanto, quizás la chica necesitara un poco de ayuda, incluso podía viajar con ella a Ganariel.

No estés tan segura en ese sentido, corrupción y disputas hay en todos sitios... Lo bueno que tienen Alwin es que sus gentes confían plenamente en el Conde de Vintal y sus capas blancas, y que el conde es un buen tipo, muy cercano al pueblo, pero por supuesto que tiene enemigos, siempre hay gente codiciosa en busca del poder. Es una ciudad muy artística, con grandes estatuas y edificios... te gustará.

Continuó la comida tranquila, hasta que acabasteis los que había en vuestros platos. Cuando hubo pasado un tiempo no recordabas qué habíais comido, pero las palabras de Ríev serían recordadas cuando llegaras a Alwin. Ríev pagó con una moneda de oro toda la comida y dejó recogida la mesa para ser recogida, apilando platos y vasos.

Marcharé cuanto antes, no tengo intención de quedarme por aquí mucho tiempo, ahora comenzarán las fiestas de Tonfalia y aumentará la afluencia mercantil... A partir de Tonfalia y hasta Dalona, una villa cercana a Alwin, los caminos se hacen más peligrosos, conviene que vayas bien equipada y con personas de confianza. Mucha suerte Ammaranza.

Que había corrupción en todos sitios no era algo nuevo, probablemente hubiera existido siempre, pero era complicado que las cosas estuvieran peor que en Nightshade, pues los mayores problemas se creaban cuando la corrupción alcanzaba a los gobernantes.

Pero en una cosa tenía razón, le gustaba el arte, y ver cosas diferentes era uno de los motivos de su viaje, la simple curiosidad por encontrar un lugar que igualara, aunque fuera de otra manera, la grandeza arquitectónica de Ganariel.

Luego Riev dejó claro que no quería viajar con ella, pues le deseó suerte y no le pidió que le acompañara, lo entendía, seguramente la consideraría una carga, así que no le insinuó el viajar juntos, sino que se limitó a asentir a sus palabras.

Muchas gracias por el consejo Riev, y mucha suerte tú también.

Intentaría encontrar alguna caravana que la llevara a Alwin o algún sitio más cercano desde donde ir sola, si era una ciudad artística como había dicho, seguro que un bardo extranjero tendría por lo menos una sólida coartada para presentarse allí.

Así que con un nuevo plan en mente, se dispuso a indagar por la aldea, primero para encontrar acomodo a su caballo, y luego para intentar averiguar algo sobre el viaje.

Puedes venir conmigo si quieres, viajarás más segura conmigo, pero tengo intención de hacer alguna parada en el camino y dar un rodeo de tres días para ir hacia el Lago Grande a visitar la tumba de mis ancestros. Esperaba que Ammaranza le pidiera viajar con él, pero al no hacerlo trató de darle una oportunidad de viajar acompañada.

No te preocupes Ríev, no hace falta.

Era evidente que se lo había pedido por compromiso, pero que para nada estaba convencido teniendo que viajar como niñera de alguien, o por lo menos eso es lo que ella pensaba que él pensaba.

Me las apañaré, no quiero retrasarte en tu camino ni que tengas que preocuparte por mí.

Podía sonar un poco obstinada, pero odiaba que las personas la trataran con condescendencia, y eso era precisamente lo que estaba haciendo él muchacho.

La semielfa no le caía bien al chico, eso era obvio, y ella no iba a permitir que hiciera algo que no deseaba. La había ayudado con los Garras Rojas, si, pero eso no implicaba que le gustara la compañía de Ammaranza.

Alzó los hombros y ronrio, no recordabas haberle visto sonriendo antes - No trataré de convencerte... - hizo una leve reverencia - espero que todo te vaya bien... Acepta un consejo: evita el camino principal, puede que sea más rápido, pero ahora, sin vigilancia, es pasto de bandidos; a dos días de camino hay un monasterio, busca allí cobijo cuando pases por allí, y evita en lo posible las tabernas de los caminos

Salió de la taberna y desató las bridas del caballo y se subió a la silla; se puso la capucha y azuzó al caballo para que comenzara a andar - Buen viaje Ammaranza de la casa Farania, espero que a partir de ahora tu viaje esté libre de peligros.

Gracias por el consejo

Se despidió de Ríev, estaba segura de con él el viaje hubiera sido más seguro, pero seguía firme en la idea de que a él no le apetecía viajar con ella, así que no aceptaría la “caridad” de nadie, sino todo esto que estaba haciendo, no le serviría de nada, seguiría siendo la misma niña que salió de Ganariel.

Y buen viaje a tí también

Le dijó adios con la mano, y salió a la calle principal del pueblo para verlo partir. Ella lo haría pronto, pero no aún, aunque para ser sinceros, no tenía demasiado claro el siguiente paso a dar.

Tal vez abandonar aquel lugar y llegar lo antes posible a Alwin, quizás esa fuera la mejor opción. Pero no hoy, esperaría en el pueblo, si llegaban marcaderes, era posible que siguieran su camino hacia Alwin.

Sus siguientes pasos serían averiguar la duración de las fiestas del pueblo, ver si los pueblos en la ruta que le interesaban tenían alguna fiesta parecida, era muy común, puesto que facilitaba a los mercaderes el enlazar una fiesta tras otra y hacer una ruta lógica. Lo otro era buscar un lugar para su caballo.

Te enteraste de algo de lo que ya te habías percatado en cuando viste la pequeña villa, y es que no era muy transitada por los mercaderes, ni siquiera en las fiestas de Tonfalia, pues para ir desde Nightshade hasta Alwin y viceversa prefieren pasar por la capital, Cuatrocaminos, por lo que la posibilidad de seguir el flujo mercantil hasta Alwin era nula por el camino del norte.

Encontraste un pequeño establo en el que dejar a tu caballo por dos monedas de plata la noche cerca del burdel en el que habías encontrado cobijo la noche anterior.

Su plan original no podría fraguarse, así que tendría que volver a viajar sola, a pesar de los peligros que eso podía acarrear, aunque bueno, había llegado hasta Aan, así que suponía que podría conseguir llegar a Alwin también, y ahora tenía un caballo, que le haría viajar más rápido.

Decidió quedarse otro día más en Tonfalia, partiría la mañana siguiente, siguiendo las indicaciones que había recibido por parte de Riev, quizás debería haber viajado con él, pero su orgullo y el hecho de que a él no le entusiasmara la idea pues había influido bastante.

Viajaría con cuidado, le habían enseñado, no era una mujer desvalida, sabía defenderse llegado el caso.

Había pasado un buen rato desde que viste alejarse a Ríev, hasta que finalmente viste otra cara conocida, la de Riso Kérin, quien te había dado una mala imagen al no agradecerte abiertamente que le hubieras llevado la última parte del trayecto, pero que habías entendido al ver que estaba realmente cansado.

Buenos días Ammaranza, ¿Cómo has dormido?, al parecer yo largo y tendido, porque empieza a atardecer y a penas me acabo de despertar... Ayer no me dio tiempo a agradecerte que me trajeras a Tonfalia, se que te gustan los libros porque antes de ayer me preguntaste cómo ir a la biblioteca, pues bien, esto es para ti. - Sacó un pequeño libro, poco ornamentado no mucho mejor que unas cuantas páginas de papel cosidas. - Es un pequeño libro que habla de las criaturas de los caminos del Norte de Aan.

No te preocupes Riso, fue un placer poder ayudarte le contestó al muchacho, no le había importado hacerlo, le había parecido un buen chico, y le sonrió cuando le entregó el libro.

Gracias Riso, pero no es necesario, en serio, me caes bien, por eso te ayudé a llegar, y no me costaba ningún trabajo hacerlo, después de todo yo no te llevé a cuestas.

Rió ligeramente, tomando entre sus manos el libro que le había tendido Riso.

Debes estar muerto de hambre, si quieres, podemos tomar algo en la posada, no tenía pensado nada especial para esta noche, pero mañana quiero emprender camino a Alwin.

Bueno, no pasaba nada por contárselo, aunque tal vez había hablado más de la cuenta, bueno, tampoco era ella la persona más buscada del reino, ni mucho menos.

Déjame que por lo menos te invite a cenar para agradecerte el regalo.

Muchas gracias Ammaranza, es un buen libro de leyendas, encontrarás información que puede que te sea de utilidad en el tiempo en el que estés en el camino. Será mejor que te aprovisiones bien para el camino, la próxima villa está a varios días a caballo, y las posadas de los caminos no son muy seguras.

Cuentan que en los bosques de éste camino del norte se encuentra Aunt Girasauce y sus cerdos, un tipo extraño, un druida inmortal según cuenta, de la misma raza que Gandalf Vintur...

Intentaré evitar las posadas en la medida de lo posible, y las provisiones no son un problema, pero gracias por el aviso.

Volvió a echar un vistazo al libro cuando el chico lo mencionó, y se prometió que lo leería en cuanto pudiera, es más, justo después de la cena, comenzaría a hacerlo, su habitación era tranquila y no tenía mucho más que hacer.

Prefiero evitar la compañia de los inmortales, dos son suficientes para mi en tan poco espacio de tiempo.

La semielfa sonrió, intentaría viajar pasando lo más desapercibida posible hasta llegar al monasterio que Riev le había recomendado.

Cenemos pues, después leeré y descansaré.

Tenía las ideas bastante claras, por lo menos en lo referente  las próximas horas.

Se me hace extraño cenar nada más levantarme - dice risueño - bueno, así aprovecharé para ver cómo es la villa de noche, es curioso cómo cambian las ciudades y villas por la noche, en el buen y en el mal sentido. Entremos pues a comer...

El aburrimiento le daba hambre, y no quería profundizar en las costumbres de la villa ni dejarse ver continuamente, simplemente quería esperar al día siguiente, de ahí la tempranera cena, de todas formas daba igual el nombre, comía cuando tenía hambre.

Si, es como si se trataran de dos lugares diferentes, de donde yo vengo, Ganariel, de día es una ciudad elegante y fría, pero por la noche, se transforma en el lugar con más vida que yo haya visitado jamás.

Se le notaba la nostalgia, a pesar del poco tiempo que llevaba fuera

Las calles se llenan con gente y espectáculos de toda clase, la gran mayoría iluminadas, es como si la ciudad despertara al anocher y se acostará al amanecer, deberías visitarla alguna vez.

Sonreía, ella creía que todo el mundo debería visitar Ganariel por lo menos una vez en su vida.

Por tu descripción Ganariel tiene que parecerse mucho a la vida del sur, Cuatrocaminos es una ciudad enorme en la que siempre hay alguien despierto a cualquier hora del día, e incluso algunos comercios abren por las noches por recibir más ganancias.

Aquí en el norte, habrás comprobado que la gente es muy seca, hacinados en un estilo de vida monótono con valores que se han mantenido estáticos desde antiguo. Es como si aquí a la gente le faltara música, como si les faltara vida.

Yo estuve de paso en Ganariel, lo justo para ver el Teatro Blanco de lejos, pero no he tenido la posibilidad de vivir en la ciudad y comprender el estilo de vida de sus gentes, como si lo he echo en Cuatrocaminos.

Me están entrando ganas de visitar cuatrocaminos

La semielfa sonrió, cuando lo hacía de esa manera sincera y amplia, parecía mucho más joven, casi como una humana adolescente. Había pedido de beber algo que no llevara alcohol, lo último que necesitaba era sobrepasarse con eso esta noche.

Demasiada lucha aquí en el norte, pero la gente parece llevarlo con estoicismo, cómo si fuera lo más habitual, no se detienen las fiestas, es cómo si formara parte de sus vidas se encogió de hombros, no conocía a la gente lo suficiente para juzgarla, simplemente era una opinión sin más pretensión.

¿Has estado en Ganariel? Preguntó de manera retórica y agradablemente sorprendida, aunque la mención del Teatro Blanco la entristeció un poco el Teatro Blanco es precioso, creo que no hay otro lugar en todo el mundo donde la música suene como allí lanzó un suspiro, quizás algún día podría regresar, pero dudaba que volviera a actuar allí.