Partida Rol por web

Tu oído no suele ser demasiado agudo, al igual que tu vista, pero entonces, funcionaron correctamente, para ver y oír más de lo que debías... Por la borda viste que sobrevolabais un nido de águilas gigantes, las cuales pasaron a volar por debajo del barco, inspeccionándolo, deteniendo su vuelo cuando se alejaron mucho del nido. Pasasteis por encima de una gran ciudad, la más grande que habías podido ver hasta entonces, si bien es verdad que no habías sobrevolado una nunca antes, pero sin duda era de un tamaño grantuesco, en esa ciudad confluían las cuatro calzadas principales de Aan.

Viste un gnomo, que se subía a una estructura móvil, capaz de girar alrededor del barco, y cuando estaba debajo del lado en el que te encontrabas, le viste cómo dibujaba un mapa de la zona, con tiempo suficiente para hacer uno de calidad, pues la velocidad del barco volador lo permitía.

Te estremeciste al ver a un dragón dorado, una vieja gran sierpe, que sobrevoló el barco a poca distancia, pero tu conocimiento de los dragones te sacó del apuro, sabías que los dragones dorados no eran de naturaleza malvada y éste ni siquiera reparó en la frágil estructura voladora (en comparación con la gran sierpe).

Después de estos acontecimientos, con un interés moderado, viste al viejo hombre que os esperó en los muelles de los barcos voladores, y que había hablado con Garl, como se acercaba a popa, en busca de algo de privacidad, pues en esa zona no había ningún tripulante, sin embargo tu pudiste verle y oírle algunas palabras. El mago sacó un espejo rectangular, de acero pulido, e hizo unos gestos, apareciendo una figura en éste, a la que no diste forma desde tu posición.

 - El rey ha muerto, Gandalf, envenenado. - Dijo la figura del espejo.

 - Baja la voz, estamos rodeados de oídos indiscretos. ¿Quién ha sido?

Tras ésto, escuchas leves palabras, algo sobre el hijo mayor del rey, una garra roja y el fin de una orden. Sin duda hablaban de traición, pero no llegabas a reconocer de qué hablaban en realidad. Al acabar, el rostro del mago se hallaba triste, por lo que supusiste que no estaba implicado en la muerte de quien fuera que hubiera muerto.

tratando de no sobresaltar al anciano mago, me acerco despacio hacia él tratando de enterarme de más detalles de su conversación con el espejo. El tema me llama mucho la atención y lo considero una valiosísima oportunidad para conseguir riquezas, aventuras y, con un poco de suerte, cargarme a alguien en el proceso para complacer a mi rojizo y escamoso maestro.

Activo mi aura de presencia para potenciar mis capacidades sociales antes de acercarme por si acaso sus ojos se apartaran de la misteriosa imagen del espejo y detectara mi presencia. Además, me aseguro de que todas mis armas están envainadas y mi escudo colgado a mi espalda. Deseo parecer lo menos intimidatorio posible.

El anciano se percata de tu presencia cuando accionas tu aura de presencia, por alguna razón que escapa a tu entendimiento, y baja el espejo rápidamente, en su mano izquierda, mientras se giraba hacia ti alzando la mano derecha, con las yemas de los dedos y la palma apuntando hacia ti. No te da tiempo a decir nada cuando el anciano cierra el puño y sientes una presión que te envuelve y te atrapa, a merced del mago. No puedes moverte, pero según se mueve el puño del mago, tu te mueves al mismo ritmo, hasta acabar suspendido, fuera del barco, frente al mago, ante una caída de unas millas de distancia.

¿Qué vienes a husmear tú? ¿Sabes quién soy? - El gesto del anciano se ensombreció y se tornó serio - Soy Gandalf Vintur, Señor de los Magos, el más grande estudioso de las artes mágicas, he vivido todas las eras de éste plano de existencia, desde que los dioses lo crearan, antes de que los dragones poblaran el mundo... y ahora dime ¿Quién eres? - La pregunta se enfatizó con un aumento en la presión que te rodeaba.

-Dovahkiin de las tribus del este.-Respondo sin dudar.-Guerrero en busca de fortuna y aventura. Mi aldea fué arrasada hace años por los bárbaros y mi hermana y yo buscamos empezar de nuevo en otro lugar.  Disculpadme si os he molestado, pero no he podido evitar escuchar vuestra conversación y me gustaría ayudaros si es que puedo ser de utilidad. 

El mago te levanta en el aire y vuelves a sentir el suelo bajo tus pies, sin embargo aún no eres libre, sino que la presión del aire a tu alrededor aún comprime tus articulaciones. El mago conjuró una puerta que apareció tras de ti, y la misma fuerza que te apresaba te empujó dentro de ella. Más tarde apareció el mago.

El panorama cambió bruscamente, estabas en el suelo, boca arriba, en una casa de gruesa roca, sin embargo, no te habías teletransportado, sino que estabas en una abertura dimensional, una mansión de Mordentaiken. A tu alrededor hay un gran salón, con un par de sillones y gran cantidad de libros es estantes hasta donde alcanza la vista, y huele a té recién echo. Dos sillones estaban colocados uno enfrente del otro, entre los cuales se encontraba una pequeña mesa, con una tetera preparada y dos tazas, así como un sin fin de dulces y cosas de similar índole.

Siéntate - dijo el mago tomando él mismo un asiento - La única forma en le puedes servirme es cerrando la boca hasta que sea necesario abrirla, la muerte del rey es un acontecimiento peligroso, las cosas están por cambiar y su hijo es un mal bicho, rencoroso y con aliados de la peor calaña. La orden de la Cruz y la Espada es el verdadero nombre de los caballeros Rantanos, como comúnmente se les conoce... pues bien nos tenemos que remontar a unas décadas atrás, a la Conjura de la noche del Rayo Escarlata.

La conjura de la noche del rayo escarlata fue un plan de Eimer von Vanader, el mano derecha del Gran Maestre de la orden, para coronarse como Gran Maestre tras el desprestigio del Tit Guru, poniendo en contra a los Nueve contra él. A todos salvo a Garl Tum, quien se enfrentó a sus compañeros el día mismo que llevaban a cabo el plan de asesinato. Mucho se ha especulado de lo que realmente ocurrió esa noche, lo cierto es que del combate solo salió vivo Garl. El mismo Garl Tum que comanda éste destacamento.

Al morir, solo dos días después, y de causas naturales, Tit Guru, la orden estuvo de acuerdo en nombrar a Garl Tum para mandar. Lo cierto es que si no hubiera llegado la Conjura de la noche del rayo escarlata, el actual Gran Mestre sería Eimer von Vanadet, pero por vicisitudes del destino, así ocurrió.

Eimer von Venadet era un conocido partidario del príncipe, y con su muerte, Garl Tum y la orden se convirtieron en en enemigos del príncipe, obviamente era una enemistad encubierta, pero el príncipe no tardó en buscarse nuevos aliados, aquí es donde entra en juego la Garra Roja. La Garra Roja es una banda, que se ha echo muy numerosa estos días en el norte de Aan, un conjunto de monjes, guerreros y hechiceros malignos, que pretenden sustituir a los Caballeros Rantanos como fuerza principal del ejército, con el beneplácito del príncipe. Seguramente en este momento los mensajeros parten de Cuatrocaminos anunciando la muerte del rey, y llevando el mandato de disolución de la Órden de la Cruz y la Espada y su destierro, seguramente acusándoles de atrocidades.

Ahora que sabes la gravedad del asunto, sabrás por qué quiero que cierres la boca, porque si saben que sabes esto ahora, serás acusado de espía por los dos bandos, no quiero imaginarme lo que te pasaría a ti, y a esa hermana tuya...

-No es preciso recurrir a las amenazas.-Respondo con calma en cuanto el anciano termina de hablar.-Se tener la boca cerrada cuando hace falta. ¿Qué hacemos ahora?-Pregunto con curiosidad-¿Cómo arreglamos este entuerto? ¿Investigamos el incidente? ¿Hay alguien de quien podamos fiarnos? 

Pobre iluso, ya se sabe que la mano del príncipe está detrás, ¿Qué vas a hacer? ¿Increpar al nuevo rey? Tu cabeza no duraría mucho sobre tus hombros, muchacho. No hay nada que hacer, los tiempos cambian irremediablemente, y ahora es el tiempo del hijo del rey... el tiempo le devolverá, tarde o temprano el bien y el mal que haya echo.

¿Y Cómo puedes dejar que eso suceda?-Pregunto con curiosidad.-Desde aquí puedo ver que la idea te da cien patadas. ¿Por qué permanecer impasible ante tamaña traición con todo el poder que posees? ¿No crees que la situación podría nivelarse un poco con todo el poder que posees? Un grupo de aventureros lo bastante bien coordinados podría descabezar a esa garra roja dejando al príncipe de nuevo como estaba, dependiendo de los caballeros que lo equilibraban. ¿Sería posible o es una idea descabellada propia de quien no conoce el poder total de la garra roja?

Mmmm, no es mala idea, pero de momento, no tengo una localización específica de la Garra Roja, pero te veo dispuesto... ¿Té? - Dice tomando la tetera y echándose en su propia taza - Viene del este, el mejor que he probado, despeja la mente, y ayuda a pensar... Como te decía, la garra roja es ahora para mí un verdadero incordio, no se sabe exactamente donde están... Pero tengo una propuesta para ti.

La Garra Roja, aún no se ha echo muy patente en Nightshade, pero pronto lo hará, en cuanto los caballeros se marchen de allí, quiero que llegues allí como un aventurero, ayudes a las gente y estés atento a lo que puedas encontrar, cualquier indicio en los barrios bajos es importante. Suelen financiarse con el contrabando de drogas y armas, sobre todo de Fisstech, un polvo blanco que te pone en estado de perpetua euforia, debes estar atento a cualquiera de éstos indicios... y mates a todos los Garras Rojas que puedas, llevan un emblema que los marca, una pequeña estampa de cerámica con un guantelete de garra rojo, encontrarás mercaderes que te pagarán por ellos.

Toma este amuleto - de un bolsillo sacó una baratija de plata, con forma de águila, que el el pecho tenía una superficie especular y en la cola una pequeña chapa que sonaba con un golpecito seco con el dedo - No puedo permitir que me relacionen con tus acciones, de modo que tendrás libertad de movimiento, haz sonar la cola tres veces y espera, si posteriormente suena una vez, es que no puedo hablar, si suena dos veces es que estoy libre para hablar y mi imagen aparecerá en la panza del águila.

Cuando yo quiera hablar contigo, te sonará tres veces, sigue el mismo mecanismo para informarme si puedes o no hablar.   

Cojo la baratija que me ofrece con cierta desconfianza. No parece ser gran cosa, pero viniendo de un tipo con tal poder, todo es posible. Una vez me explica su funcionamiento, la guardo en algún lugar seguro donde no esté muy a la vista.

-Una misión de caza...-Respondo pensativo.-La verdad es que puede estar bien. Usaré el amuleto como me has indicado. ¿Alguna cosa más que deba saber?

En cuanto los Rantanos dejen Nightshade, la ciudad se volverá peligrosa, te aconsejo que cuando te marches de la ciudad te lleves a tu hermana contigo, la Garra Roja lleva años codiciando la ciudadela que ahora regentan los Rantanos.  - El mago se lavantó del sillón y tomó su bastón para apoyarse, algo que no necesitaba, pero le hacía parecer más sabio - la mayoría de los caballeros dejarán la Órden cuando el rey ordene su disolución, otros preferirán el destierro, y quizá alguno decida dejar los botos y luchar en la sombra, busca a esos, pues serán tus aliados en la lucha contra la Garra Roja.

Hay un hombre, llamado Artas, ahora capitán de la Guardia, que no creo que deje así como así la ciudad a los Garras Rojas, también puedes entrar en contacto con Karcos, un cazarrecompensas, con muchos contactos en los bajos fondos, quizá te ayude si hay recompensa de por medio. No te fíes de nadie más, a menos que te demuestre lo contrario, la sombra de la Garra Roja es muy grande, incluso ahora.

Venga, volvamos a la nave - caminó de nuevo hacia la puerta y la abrió, era de noche - estamos a punto de llegar.

Atesoro cada una de las palabras del anciano mago. Según parece mi hermana podría necesitar su arma antes de lo que me gustaría. A pesar de ello, me siento por contar con la ayuda de un aliado tan poderoso. No sé si tendré o no éxito en mi misión, lo que si se quien muchos van a derramar su sangre y si espero que sea en mi beneficio debo hacer algo al respecto y actuar con cautela. Un grupo de caballeros puede ser un arma peligrosa tanto para el enemigo como para la mano de la empuña. Sin embargo espero que sean capaces de contener los ánimos hasta que hayamos trazado un plan que no acabe con nosotros en el camino. Sin más, escucho al mago con atención asintiendo a cada palabra y lo sigo al exterior cuando me reclama. Comienza la aventura.

Salió al barco de nuevo, y miró por la borda, para darse cuenta que se equivocaba, que aún no iban a llegar y que aún quedaba un pequeño trecho para llegar. A lo lejos se veía una alta montaña, y sobre ella una construcción de piedra, un castillo con seis almenas, entre las cuales sobresalía una torre, el doble de alta que las demás. De pronto un dragón voló sobre la ciudad, saliendo de cerca de la torre y voló en sentido opuesto al que vosotros llevabais. - Es el dragón del rey, ¿qué hará aquí el príncipe?... supongo que habrá llegado para asegurarse de la total rendición de los rantanos... Bueno Dovahkiin, yo me voy ya, no tengo nada más que hacer aquí y ya se ve a lo lejos la torre del archimago. Volveremos a vernos.

En viejo saltó por la borda, ante tu gesto de asombro, y de buenas a primeras, en su caída se teletransportó y desapareció.

Observo la escena con una mezcla de curiosidad y terror. Soy consciente, al menos algo más que la mayoria de la gente, de lo que la magia de un dragon es capaz de conseguir, y una batalla en estas condiciones no puede traer más que muerte y destrucción.

A pesar de todo, no creo que se llegue a las armas. Seguramente los caballeros ya sepan lo que el dragon del principe puede hacer, asi que la mayoria de ellos, o al menos los ms sensatos, buscaran una ocasion mas equitativa de pelear.

En ese momento, un pensamiento cruza mi mente. Mi hermana está por el barco y no sabe nada de esto... Debo encontrarla.

Sin pararme a nada más, vuelvo a la carrera en busca de mi hermana.

Corres de popa a proa y entra a cubierta a través de una puerta que minutos, o quizá horas antes, había utilizado tu hermana para ir a hablar con Garl Tum. Corriste por el pasillo y una mano fina y delicada aunque con un fuerte agarre salió de una puerta y tomó tu brazo. La cara de chandra salió de esa habitación y te miró a los ojos.

Dovahkiin, pareces alterado, ¿Qué pasa?

Cerró la puerta suavemente tras de ella, sin hacer mucho ruido.

Me acerco a mi hermana en silencio mientras miro hacia la habitación. -No, hermana.-Respondo tratando de dominarme.-Pensé que te habia perdido en este inmenso armatoste. ¿Que tal tu travesia?

Bueno, he hablado con Garl, nada importante, charlatanería... Me ha explicado cómo funciona la orden y qué función tienen en la ciudad. Me ha dicho que en frente de la ciudadela donde están lo Rantanos hay una taberna donde quizá pudiera trabajar. ¿Dónde has estado?