Partida Rol por web

La encrucijada de cuatrocaminos.

Introducción 3: Un paseo por la ciudad

Cargando editor
09/08/2012, 19:11

Dejad que se calmen los ánimos, un enfrentamiento ahora contra las garras rojas os convertiría en los malos de ésta historia, el reino entero repudiaría vuestra acción. Aguardad mientras se conserve la paz, y cuando los Garras Rojas siembren el caos, será hora de aparecer y atacar. Si aún me consideráis un líder, obedeced ésta última orden: entregadme al rey y convertíos en su aliado, solo de esa forma podremos conseguir que reine el orden y que los Rantanos, con otro nombre, pero los mismos valores reinen de nuevo. - el gran maestre dejó sus armas en el suelo, al igual que su yelmo, y esperó que le arrestaran.

 

Cargando editor
09/08/2012, 19:16

Está bien, señor. Por los delitos que se te acusan, Garl Tum seréis detenido y aislado en las mazmorras hasta que el rey tenga a bien ajusticiarte. - Tomó las armas del Gran Maestre y le condujo hacia la ciudad, sin atar, escoltado por los cincuenta hombres que esperaban en la ciudad, y los veinte que recientemente habían llegado en el barco. - Vamos, aquí no hay nada que ver.

El barranco se va quedando solitario mientras parte el batallón.

Cargando editor
10/08/2012, 12:59
Ammaranza

Ammaranza no entendía nada ¿Qué gana dejándose atrapar? ¿Y si deciden ejecutarlo? Podía simplemente haber huido sin más, no unirse a nadie, escapar a otro lugar y luego regresar cuando tuviera una oportunidad mejor Pero la falta de comprensión de la semielfa tenía fácil explicación, ella no entendía de honor y de sus implicaciones, ella únicamente entendía de sobrevivir, y si era posible, hacerlo con la mayor placidez posible.

Así que cuando se marcharon casi todos, se dijo a si misma que había cumplido con su compañera, y al parecer aquello no iba a ocasionarle ningún perjuicio, por lo que podía darse por satisfecha. Era hora de regresar, pues aún había un trecho hasta la ciudad y no quería que la noche la cogiese fuera de la misma.

¿Regresamos?

Preguntó a Eralissa mientras sacaba de un bolsillo de la capa un par de ciruelas azules, tendió una de ella a la otra joven y mordió la otra, tenía ganas de comprobar si sabían diferentes, y seguramente la comida la ayudaría a calmarse tras todo lo vivido en el último rato.

Cargando editor
10/08/2012, 16:24
Dovahkiin

-Esperad.-Respondo al ver que se llevan a Garl.-No podéis hacer eso. Este hombre es una buena persona, no puede acabar así. Debe haber otra manera de hacer las cosas. ¿Podríais darme vuestro nombre, caballero? Puede que a cambio yo pueda daros una solución al problema o al menos un intento.

Cargando editor
10/08/2012, 17:44

No se si lo entiendes, muchacho: cualquier cosa que no acabe con el Gran Maestre entre rejas desatará la guerra contra las fuerzas del rey y la persecución de toda la orden... nadie aquí quiere la detención de Garl, pero no es el momento de intervenir.

Cargando editor
10/08/2012, 18:58
Dovahkiin

-Vaya.-Respondo al caballero.-La verdad es que no me esperaba semejante encono en la persecución de un enemigo... El príncipe debe odiaros de verdad. Sin embargo yo os debo mucho por lo que habéis hecho por mí. Me entristece mucho saber que vais a correr esa suerte. Esperaba poder agradeceroslo aunque fuera trabajando como herrero para la orden. Sin embargo ahora... no veo el modo. Lo siento de veras.

 

Cargando editor
20/08/2012, 16:32
Director

El príncipe odia hasta su propia sombra, nos tocará vivir tiempos turbios hasta que finalmente se instaure un nuevo rey... hasta entonces los buitres florecen y florecerán por doquier. - El caballero blanco se puso de nuevo el yelmo y se subió al caballo.

La tropa marcha a buen ritmo, al igual que las dos mujeres que estaban presentes en la conversación. Sin previo aviso, el barco alza el vuelo con un estruendoso sonido de máquinas, de vuelta a Gwydion.

Un viento cálido bramaba desde el sur, un viento que alertaba de la llegada inminente de la primavera.

Notas de juego

Postead qué queréis hacer antes de dormir.

Cargando editor
21/08/2012, 00:38
Eralissa

Asiste apesadumbrada a la inmolación de Garl Tum, aunque no puede evitar sentir una gran admiración por su valor. Sabe que poco puede hacer para convencer a un hombre con esa capacidad de sacrificio, por lo que se limita a guardar silencio para observar su partida. Desde luego aquello no era lo que esperaba, y no había viajado hasta Aam para ver la disolución de los Rantanos.

- Sí, vámonos - contesta a Ammaranza con tristeza - aquí ya no hay nada que hacer

Antes de partir, se acerca hasta el hombre que había llegado con los caballeros y le saluda con un leve asentimiento de cabeza

- He oido tu intención de ayudar para evitar este injusto sacrificio. Aquí ya no podemos hacer nada, pero si quieres ayudar tal vez podamos hacer algo. Estoy alojada en el dragón oxidado. Si te interesa, podemos hablar allí más tarde.

Da la vuelta y se reune de nuevo con su compañera para regresar a la ciudad

Cargando editor
21/08/2012, 09:17
Ammaranza

El viaje de regreso a la posada fue mucho más silencioso, Ammaranza no quería molestar a Eralissa con ninguna historia, era evidente que la joven se sentía mal, por supuesto triste y seguro que también frustrada, y ella no podía hacer mucho por evitarlo. Comprendía el significado de lo que Garl Tum acababa de hacer, y sobre todo el valor para realizarlo, uno que estaba segura de que ella no poseía.

Estuvo tentada un par de veces de decirle algo a su compañera, pero su mirada le decía que era mejor guardar silencio, pero conforme se iban acercando a la posada, comenzaba a sentirse cada vez peor al imaginar lo que sentía Eralissa, hasta que finalmente no pudo resistirse y tuvo que abrir su bocaza.

Yo… detuvo a la otra chica cogiéndola por el brazo, para obligarla a girarse siento como han ido las cosas la miraba y podía sentir perfectamente la tristeza que desprendían ahora mismo sus azules ojos si puedo hacer cualquier cosa, ya sabes no podía creer que le estuvieran dando ganas de llorar, no ahora y no por esto para ayudarte, todo esto que ha pasado es, bueno, un asco no entendía porque le costaba tanto encontrar las palabras, quizás porque deseaba ser sincera.

Cargando editor
23/08/2012, 21:28
Director

Camináis de vuelta a la posada, la verdad es que era de esperar que saliese nada bueno del encuentro del barranco, y esta noche, teníais cosa que pensar. Os deleitasteis con una abundante cena, el cordero de Tymora lo merecía, esta vez había sopa de verduras, y os reservasteis con el vino algo más que la noche anterior.

Os costó conciliar el sueño, pues aunque estabais cansadas, las experiencias acontecidas esa noche no os dejaban dormir, teníais demasiadas cosas rondando vuestras cabezas para ello, pero al final conseguisteis dormir.

Notas de juego

Postead si queréis hacer algo antes de dormir, y qué vais a hacer después.

Cargando editor
23/08/2012, 21:32
Director

Las dos mujeres se marcharon, no sin antes dejarte una invitación para ir a la taberna, el dragón oxidado para hablar de lo acontecido. Estás en el barranco, viendo cómo despega el barco, hasta que tu hermana te trae de nuevo a la realidad tocándote suavemente el hombro, sin decir nada.

Finalmente había caído el sol y la luna se alzaba menguante, cercana a la luna nueva.

Cargando editor
23/08/2012, 23:09
Eralissa

Mira a los ojos de Ammaranza mientras le habla, y aunque le cuesta le muestra una media sonrisa agradeciendo sus palabras. Su ofrecimiento es sincero, y realmente necesitaba escuchar alguna palabra de apoyo en aquellos momentos.

- Gracias por tu ofrecimiento, de veras - retira el pelo de su cara antes de continuar, haciendo una breve pausa - Mañana tendremos que separarnos porque debo ir a ayudar en ese asunto de los gnolls - le da una palmadita en el brazo - Si decides quedarte en la ciudad hasta que regrese, me gustaría que buscases algo de información. Es sobre lo que me dijo Jarvien antes de irse - mira a su alrededor buscando ojos y sobre todo orejas indiscretas - Él me pidio que buscase dos cosas. Primero a un cazarrecompensas llamado Karcos. Tal vez consigas averiguar donde está. Y en segundo lugar me pidió que buscase en la biblioteca sobre la Conjura del Rayo Escarlata - trata de hacer memoria recordando todos los nombres. Afortunadamente, ese era uno de sus puntos fuertes - En concreto me habló de la relación de Eimer Von Vanader con el príncipe. No sé por qué me lo pidió, pero ya que no podré hacerlo al estar lejos de aquí, tal vez tú puedas encargarte - Sonríe de nuevo esperando su reacción y comienza a caminar de nuevo - Pero ahora vamos a descansar. Yo al menos lo necesito. Nos veremos si consigo regresar a salvo

Cargando editor
24/08/2012, 00:51
Ammaranza

Haré todo lo posible le contestó la semielfa, que todavía no se explicaba porque iba a hacerlo, pero el caso es que ahora mismo tenía la total convicción de que realizaría las peticiones que acababa de decirle Eralissa y más te vale regresar, que sino habré perdido el tiempo con todas esas averiguaciones le advirtió con una media sonrisa mientras terminaron de entrar en la posada.

Prefería no pensar en que tal vez podría acompañarlos, pero por otra parte, ella no era una luchadora, prácticamente en ningún sentido, por lo que tal vez fuera más una carga que otra cosa. Sin embargo, averiguar cosas era otra cuestión, eso si que podía hacerlo, tenía cierta facilidad para caer bien a la gente cuando se lo proponía, y él le había enseñado como aprovecharlo.

Cuando por llegó a la habitación, se dio cuenta de estaba mucho más cansada de lo que habia esperado, repasando los nombres dados por su compañera, no quería apuntarlos, pero eran pocos y no tendría dificultar en recordarlos, sobre todo porque les puso una pequeña melodía para acordarse mejor, aprenderse canciones era casi un acto reflejo en ella.

Tuvo un sueño casi tranquilo, alterado por unas cuantas visiones de dragones y caballeros, confusas, como todo lo que había sucecido durante el día anterior. Su primera idea del día fue para la biblioteca, el lugar por donde comenzarían sus pesquisas.

Notas de juego

La idea es descansar bien, no levantarse temprano ni nada de eso.

Cargando editor
25/08/2012, 18:20
Director

El sueño es profundo para ambas, con la tripa llena, el sopor y el frío os sumen en un largo sueño, hasta que a la puerta de Eralisa llama un muchacho, un joven que no superaría los veinte años, pero bastante fornido, vestido con ropas sencillas. A pesar de que habías cerrado con llave, éste consiguió abrirla rápidamente.

En su mano porta la llave maestra de Tymora y en su pierna, en una vaina de pequeño tamaño una espada corta.

Notas de juego

Te dejo reaccionar para hacerlo más divertido.

 

Cargando editor
27/08/2012, 12:44
Dovahkiin

Todo el peso de la misión del mago recae sobre mi. Sin embargo, ahora se que no estoy solo. Las dos mujeres pueden servirme como peones si no deseo exponerme más de la cuenta, con lo que puedo haber obtenido una inesperada ventaja. 

La mano de mi hermana se posa sobre mi hombro recordándome mi prioridad fundamental. Debo ponerla a salvo. Sin pensarlo dos veces, me encamino hacia la posada "El dragón oxidado" esperando matar dos pájaros de un tiro. Y hablando de pájaros... deberé hablar con el mago antes de dormir.

Cargando editor
27/08/2012, 13:05
Director

Caminas hacia la ciudad y entras por el portón por el que habían pasado anteriormente todos los guerreros y las dos mujeres que habías visto con anterioridad. Llegaste a una inmensa calle en la que no encontraste el dragón oxidado, quizá hubiera sido mejor idea ir con las dos mujeres; pero tras preguntar un par de veces descubres que el Dragón Oxidado se encuentra en el distrito militar, y te señalan la dirección hacia la que tienes que ir.

Se trata de la única taberna localizada  en el distrito militar, no porque sea para los caballeros de la Orden, que la mayoría no beben, sino que estaba allí tiempo atrás, cuando allí residía el ejército previo a la llegada de la Orden, los cuales llenaban todas las noches de guerreros que llenaban las arcas de la taberna. Ahora es una posada frecuentada sobre todo por guerreros  y aventureros, de forma similar que la el Ciervo y el arco.

Al lado de uno de los barracones de la extinta Orden de los Caballeros Rantanos se encuentran unas escaleras que profundizan a la tierra, hasta una altura de diez pies bajo la tierra, entonces se alza un umbral con un pequeño túnel que conduce hasta una puerta, de madera de roble rojo, dado que es abundante en la zona, que tiene apuntalada una figura de un dragón, de acero, que curiosamente, está oxidado. Ésta estructura está echa para que, cuando nieva mucho, las puertas no se bloqueen y se pueda salir de la taberna.

Al abrir la puerta, se abre una edificación de piedra roja con unas escaleras que ascienden hasta el nivel normal. Una vez se superan las escaleras, unas mesas con cuatro sillas cada una hacen un pasillo hasta una caliente chimenea de piedra, al final de la sala. A los lados de la chimenea  se abren dos grandes alas de acero con forma de dragón.

La barra se localiza a la izquierda de la gran sala, detrás de la cual se encuentra una hermosa joven humana, exuberante en sus rasgos y  con una cara pecosa. Sus ondulados cabellos llegan ha la altura de sus pechos. Ésta hermosa dama es Timora, hija de Henry y Elara. Elara murió en el parto y Henry llamó a su hija como a la diosa de la fortuna por el extraordinario caso de su supervivencia al nacer. Henry murió cuando Timora tenía 21 años, por causas naturales, a sus 62 años. Desde entonces Timora ha llevado la taberna sola, y con mucho éxito a pesar de la mala localización,  tanto es así que casi todos los inviernos, es utilizada como resguardo en las grandes nevadas, por las gentes las zonas colindantes.

Cuando llegas ya ha anochecido y salvo un par de rezagados, ya no queda nadie en la posada. No ves a las dos mujeres por ningún sitio, ya se habrán ido a dormir.

Cargando editor
27/08/2012, 22:54
Eralissa

Su profundo sueño es interrumpido cuando alguien llama a la puerta. Abre los ojos despacio, intentando pensar quién puede ser, pero antes de que le de tiempo a preguntar escucha como una llave se encarga de la cerradura que poco antes había echado. Sobresaltada, se levanta rápidamente y coge la espada que siempre duerme junto a ella, apoyada en una silla cercana. Desenfundándola lo más rápido que puede, la sostiene frente a ella, apuntando al joven que acaba de entrar en su habitación sin su permiso.

- ¿Cómo te atreves? Di quien eres o te atravesaré con mi espada

Cargando editor
27/08/2012, 23:10
Riso Kerin

Disculpe, mi señora, he llamado antes, pero nadie contestaba... Soy Riso Kerin, y de vez en cuando ayudo a Tymora en la taberna, de modo que ella tenga algún día de descanso. Anoche ella me comentó que habías aceptado una misión y que tus compañeros estarían presentes en el portón a si que me pareció buena idea venir a despertarte. - A pesar de ser apuntado con una espada, no dejó de sonreír, pues le parecía una respuesta lógica.

Cargando editor
28/08/2012, 23:13
Eralissa

Frunce el ceño y tras examinar al muchacho un instante baja un poco el arma lentamente

- Bien, enseguida bajo. Y no vuelvas a entrar en mi habitación sin mi permiso

Espera a que salga de nuevo de la sala y se acerca hasta la puerta echando de nuevo el cerrojo, aunque estaba claro que no serviría de nada teniendo en cuenta de que aquel joven tenía la llave. Sin perder más tiempo, comienza a vestirse como solía hacerlo, hasta que la armadura queda totalmente colocada. Una vez lista, abandona su habitación y baja a reunirse con los demás.

Cargando editor
29/08/2012, 13:10
Riso Kerin

Bajas para encontrarte la posada vacía, mientras Riso preparaba un desayuno compuesto por huevos y carnes en una mesa. - Uno de tus compañeros, Cyrill creo que se llama, acaba de irse hacia el portón de la ciudad, se despertó antes de que siquiera amaneciera. Aquí tienes tu desayuno, cortesía de la casa.