Partida Rol por web

A través de una nube de dolor Vance va recuperando la consciencia... al principio no ve casi nada... pero en unos segundos sus ojos se ajustan a la oscuridad...

Te encuentras tumbado y atado por a un poste de madera clavado en el suelo arenoso de algún tipo de gran caverna  (es bastante grande y parece natural...)

Cuando tus ojos se acostumbran a la falta de luz, ya que solo hay alguna antorcha en el centro de la caverna, ves a unos veinte metros y en mitad de la cueva a varias figuras encapuchadas cantando, la cabeza te da vueltas; tu estás al lado de la pared, puedes contamplar varias salidas desde tu posción.

La situación no sería tan dramática si no estuvieras atado a ese poste con alambre...

Dos figuras se te acercan y te estudian con interés, a una no la reconoces, pero a la otra sí... te apunta con una pistola.

-Darthok, ¿te parece que lo mate también...? podría levantarlo como zombie y nos sería útil, ya que este no es de los que nos valen...-

El tal Dartok tiene una cara pálida y una mirada aterradora...

-No, nos servirá mejor como prisionero para amedrentar a los demás alumnos y luego como sacrificio... tu eres una zorrilla y lo que quieres es matarlo, que te conozco...- aquí la voz es irónica y juguetona...-ya le vas tomando el gusto..., cuando te transforme te será cien veces más excitante y placentero, no hay nada como una buena muerte-

-Bueno, GENTE, EL RITUAL HA ACABADO, YA PODEMOS SALIR, IR A POR LOS ALUMNOS DE ARRIBA...-

-Brooklyn y Monika, quedaos aquí y vigilad a este, que no se escape mientras recolectamos a sus compañeros-

Dos figuras, un hombre negro y una mujer blanca se te acercan y parecen decepcionados de que no les dejen salir... el resto se van por diversas salidas, unos siguiendo a Darthok y otros a la profesora.

Traté de romper mis ligaduras con mueca de dolor, cuando todos estaban distraídos sin mucho éxito, solo conseguí herirme en las zonas donde el alambre estaba más apretado.

De repente todos se marcharon por distintos lados, pretendiendo capturar al resto del grupo. - ¡Izzie! - pensé con los ojos saliendo de sus órbitas, ella no se dejaría capturar así como así y por lo que había visto, la profesora Derriere la mataría antes de permitir que fuese un incordio.

La sangre invadió las venas de mis brazos y piernas, mientras la yugular se marcaba en mi cuello mientras apretaba los dientes lleno de rabia. Los músculos se hincharon al recibir la sangre extra, dándome un breve momento de gran fuerza. Fue entonces cuando traté de romper los alambres y liberarme.

El alambre que me aprisionaba se rompió cuando el hombre se acercaba a mirar que estaba haciendo, su cara mostró una mezcla de asombro y furia al ver como me liberaba de las ataduras amenazante.

Tenía pequeños cortes en los brazos por la presión ejercida, lancé un grito de rabia abalanzándome sobre el hombre y golpeé su mandíbula con mi codo derecho.

-¿Que demonios haces, criajo?-

El golpe no parece haberle aturdido para nada y se abalanza sobre tí riendo.

-Buenoo estoy harto, hora de merendar, Monika, luego lo transformamos y ya está-

El hombre o lo que aquello fuese se abalanzó sobre mí con mucha rapidez, tanta velocidad me sorprendió, pero la adrenalina que me había permitido liberarme, todavía corría por mi torrente sanguíneo dándome los reflejos necesarios para esquivar la presa que él pretendía hacerme.

Esquivas por los pelos el ataque del Vampiro, porque no puedes llamarlo de otra manera... ¿que vas a hacer ahora? son dos y bastante hábiles... si por lo menos tuvieras un arma, sin ella tus posibilidades se reducen mucho...

Sonreí al tiempo que esquivaba el ataque, al intentar apresarme el vampiro había quedado en una mala posición, una postura no muy defensiva que digamos. Así que aproveché para intentar lanzar una patada tras su rodilla que le hiciese caer al suelo.

Y después traté de salir corriendo - creyéndome libre - por donde había salido la profesora Derriere con aquel grupo de psicópatas que pretendían matar a mis compañeros.

Al principio no sabes muy bien por donde ir, pero al cabo de unos momentos ves un corredor que lleva hacia arriba...

El Vampiro se levanta y cabreado te sigue...

-Ahora sí que te saco las tripas antes de arrancarte la cabeza-

Miré al vampiro con cierto recelo, creía en sus palabras... - Si me sacas las tripas, tu jefe se enfadará... - sentencié echando a correr por el pasillo que creía me sacaría de allí.

Mi corazón empezó a bombear sangre como si le fuese la vida en ello y, realmente era así. Nunca había visto nada parecido, otra persona quizá estuviera aterrada lloriqueando en el suelo, pero yo había visto el mundo real, la crudeza del ser humano. Aunque esto era nuevo para mí, no era suficiente como para que entrase en pánico. Mis piernas respondieron a la sangre y la adrenalina que mi corazón bombeaba, otorgándome rapidez.

Tanto que llegué a creer que conseguiría despistar a aquel ser. Pero no estaba seguro, así que no deje de correr, ni dejaría de hacerlo hasta salir de aquel lugar.

Lo último que oyes es un:

-no creo, es muy comprensivo con esas cosas, a veces le pasan a él...-

antes de perderle en los túneles

Vance recorre los túneles durante varios minutos, sin ver absolutamente nada... hasta que se acuerda de su mechero, lo enciende y empieza a avanzar... eligiendo los túneles que van hacia arriba.

Encendí mi zippo y comencé a caminar por los túneles de la cueva. Mi corazón palpitaba en mi pecho con fuerza, bombeando sangre de manera frenética.

Notaba el palpito en mis sienes, mientras trataba de ser sigiloso para evitar que aquel ser me localizase.

El camino acaba en una escalera que lleva a una trampilla.

Cuando subes y la abres te das cuenta que estás en una especie de cabaña de guarda forestal... de una sola habitación bastante grande y llena de cosas, debería haber servido de cochera también.

Apenas entra luz por las ventanas acristaladas, extrañado, te asomas y...

El sol ha sido ocultado por un eclipse, pero no es lo peor, desde la cabaña que está dentro del bosque ves que los árboles están llenos de cuerdas que van de uno a otro... no son cuerdas, son... telarañas... algo que se confirma cuando ves varias criaturas del tamaño de un caballo con muchas patas moviendose por ellas...

La única esperanza es un camino de tierra que contemplas llega hasta la carretera... ya que entre los árboles no hay camino sino telarañas...

Cuando miras la cabaña... te sientes raro por lo que hay, decenas de espadas, hachas y mazas, aparte de bastantes estacas decoran los estantes donde deberían estar las herramientas de labranza...

Si hasta hay varias motos... colocadas contra una de las paredes...