Anabeth negó con la cabeza, parecía que no se había movido mucho desde donde le había mandado él. – Solo la he visto a ella. – Anabeth señalaba a la “madre” de la niñita.
-On reoc ueq a nuestra pequeña le usgte que mates a su sirvienta...- Dije -Sigueme, te buscaremos algo por las cercanías-
Claro, vayamos a buscar algo, aunque a estas horas no se a quien piensas encontrar en medio de ningún lugar. Son las cinco de la mañana…
Me esforcé por hablar bien -A los mejores...locos y desechos a los que torturar con facilidad- Dije riendo
Debes de tener en cuenta que el hombre que nos ha traído ha tardado una media hora en coche, será complicado llegar bien a la ciudad sin problemas…
-Ag...muy bien...volvamos...puede que aún tengan sangre de antes.- Digo volviendo hacia el edificio.
Volvéis dentro de él castillo, dentro sigue habiendo la misma tranquilidad que antes, Vuelves a oír a Caín en tu cabeza. – Muy pronto habéis vuelto… ¿qué sucede?
Nada...precisamente eso, la mañana se acerca y no hay ni un mísero vagabundo para alimentar la transformación de Anabeth...¿Os quedan bolsas de sangre mi señor?
Ni una sola bolsa me queda… pero igual te sirven los humanos que hay en el sótano, no los había matado por qué no tomo sangre humana, pero igual alguien la necesitaba. Nada más entrar giras a la izquierda y sigues el pasillo hasta el final, después veras una puerta que al abrirla hay unas escaleras, si las bajas hay nueve humanos o así.
Gracias mi señor.
Contesto siguiendo sus indicaciones, al llegar abro la puerta y miro a Anabeth -El que asm et guste- digo con una sonrisa.
Anabeth coge un hombre joven y fuerte. – Este me parece suficiente, podría estar bien. – Después vuelve hacia Eric y le dice. – Igual deberíamos pedir una habitación a Caín.
Asiento -Sí...pero ¿Sabes quién es Caín Anabeth? Te lo expliqué...¿Lo recuerdas?- Pregunto extrañado de la manera en que hablaba de él, tan extrañado estaba...que apenas me costaba hablar bien.
Si se quien es, estuvo conectando mentalmente con nosotros, estuvo investigando en nuestros recuerdo lo que sabíamos de vosotros y si éramos de fiar. Es curioso que tema más a un humano que a un vampiro…
que anabeth prefieres¿? esta seria para cuando sea vampiresa, pero si prefieres la otra dejamos la otra.
-Los humanos...ay te ol expliqué...si ons declararan la guerra ons extinguiríamos...- Dije con sinceridad, mientras me dirigía a una habitación vacía y cerrada.
Una vez allí miré al hombre a los ojos y dije -Duerme-
Motivo: Dominación (orden)
Tirada: 11d10
Dificultad: 6+
Resultado: 1, 7, 5, 4, 6, 9, 1, 1, 10, 9, 8
Exitos: 6
Esa última ¿Es la misma actriz?
xD
La dificultad te pongo la base
El hombre cae dormido al suelo.
si es la misma actriz
podias dacar mas unos?¿ XD
-Ienb querida- Dije mientras la tomaba por la parte de detrás de la cintura -Ha llegaod al roha- Clavé mis colmillos en su cuello, succionando hasta la última gota de sangre...cuando cayó a punto de morir al suelo le ofrecí una sangrante muñeca para que bebiera mi sangre.
Pues aún con los unos...tengo 3 éxitos xD y un 10 :D
Eric vacio a la mujer, la cual noto el placer del mordisco, nunca imagino que fuera algo tan placentero. Poco a poco notaba que la vida se escapaba de su cuerpo, estaba cada vez más débil, hasta que un breve pensamiento le pasó por la cabeza. Y si no es capaz… la chica quedo inconsciente y al cabo de muy poco se quedo por unos segundos muerta, el vampiro le puso la muñeca en la boca a la chica para que su sangre entrara en el organismo. Al cabo de un rato cuando le dio su sangre la chica seguía muerta, aunque claro, así es como tenía que estar ya que había sido convertida en vampiro.
Eric cogió el cuerpo de la chica y lo puso en la cama que había en la amplia habitación, sabía que la chica no despertaría, al menos no hasta la noche siguiente donde sabría si había conseguido convertir a la chiquilla en lo que quería o aun no había conseguido nada.
Sin esperar a que nada más sucediera...abandoné esa habitación...el hombre seguía durmiendo, ajeno a la posible muerte que le esperaba la noche siguiente, me fuí a la habitación de al lado...tumbándome en la cama y dejando que la sangre que fluía cada noche en mi cuerpo se quedara quieta, para sumirme en mi descanso diario.
La noche volvió a caer, despertaste sobre la cama en la que te habías acostado la noche anterior, nada había cambiado.
Me levanté para ir a la habitación en la que había dejado a Anabeth.