Partida Rol por web

Tras días de marcha, custodiado por diez valientes soldados de la Casa Lannister y media docena de bárbaros de Lord Arryn, que se mantienen marchando en los bosques que rodean a los caminos, llegáis a una pequeña zona apartada donde las ruinas de una antigua posada os ofrecen refugio.

Conducís el carro en el que el cuerpo de Lord Arryn espera para ser enterrado en el Nido del Águila o, para aquellos como tu que conocen la verdad, alzarse como un hombre revivido por las fuerzas de los Siete, recogiendo la corona de estos. 

Nadie puede entrar en la caravana, conducida por uno de los propios hombres de Lord Arryn, salvo uno de sus bárbaros y tu mismo, aunque su humor y personalidad no terminan de casar con la tuya.

El reducido grupo salió hace días de Roca Casterly y en la primera noche Brock ya la echó en falta, un buen colchón de plumas y un par de cuerpos desnudos, sudorosos y con muchas curvas a su lado, es lo que necesitaba para dormir bien, pero la situación era la que era y él tenía una misión que cumplir. Apretó los labios y, cuando llegaron a las ruinas de la posada, azuzó a Manegilt para acercarse a la cabeza de la formación.

- Paremos a hacer noche aquí. - dijo con voz segura a Noj Rassin, su mano derecha y capitán de los diez capas rojas que le acompañaban, echó un vistazo nervioso a los alrededores y añadió - Parece que los bárbaros cumplen su cometido.

En los días de camino no habían tenido ningún sobresalto, no sabía si era por la media docena que avanzaban ocultos cubriéndoles, o si una comitiva de doce hombres escoltando el cuerpo de un Lord muerto en realidad no le interesaba a nadie. Sea como fuere había que ser precavidos y, como cada noche, tomó nota mental de las acciones que ordenaba Noj, si quería hacerse respetar por los hombres tenía que 'hablar en su idioma'.

Desmontó de su corcel y le entregó las riendas al primer soldado que pasó por su lado, se impuso mirarlo a los ojos mientras asentía con la cabeza, reconocer el trabajo de los hombres y el contacto visual es muy importante, pensó recordando el último capítulo leído en la noche pasada de "Historia de Poniente". Anduvo de aquí para allí mientras levantaban el campamento sin quitar un ojo del carro cubierto que transporta el cuerpo 'sin vida' de lord Arryn, 

menudo carácter, si llegase muerto al Nido de Águilas nadie se sorprendería, jugó con la idea, más por pasar el rato que por pensar en hacerlo realmente. La verdad es que desde su primer encuentro con Meñique, allí en la fortaleza roja, habían chocado, y no sólo sus carácteres, que eran como polos opuestos, si no que en su segunda reunión su falta de emociones al decidir la muerte de su hijo y probablemente la de su esposa habían impactado al joven Lannister. Él había crecido durante la 'Paz de la Reina' sabía del juego de tronos que se llevaba a cabo en la corte, pero en la Roca su padre se había esforzado porque cada hijo se sintiese útil a su manera, podía entender la 'necesidad' de matar a rivales pero cuando ese supuesto enemigo era de la familia creía que había otros modos menos definitivos de solucionarlo.

Cuando su pabellón estuvo listo se adentró en él rápidamente, tenía unas ganas enormes de deshacerse de la coraza, en los tiempos que corrían era mejor no tentar a la suerte y Noj no le dejaba partir por la mañana si no la llevaba puesta, casi parecía su niñera, casi. Cuando se vió libre de la carga se puso una de sus mudas de viaje y se sentó en el diván para estirar los músculos, medio dormitando esperó a que la cena estuviese lista.

Después de lo que al noble le parecieron meros segundos, la lona que hacía las veces de puerta del pabellón se abrió y Noj entró, depertándole del breve sopor en el que había caído debido al cansancio.

- ¿Y bien? - preguntó sin apenas cambiar de posición.

Su mano derecha le informó que el campamento para pasar la noche estaba acabado y que la cena estaría lista en breve, Brock asintió y se levantó haciendo crujir varios de los huesos de su cuerpo, miró a su alrededor y se dió cuenta que todavía no había pasado por el carromato de provisiones a fin de agenciarse con la bota de vino habitual, suspiró resignado, me vendrá bien estirar un poco las piernas, pensó y salió a por ella, Noj iba un paso detrás suyo por si necesitaba algo.

Al llegar informó al soldado que hacía las veces de cocinero que hoy también quería doble ración, bromeó sobre el apetito que se le había despertado en ese viaje, quizás debido a la falta de saciar su otro apetito más carnal, y cogió dos botas de vino, las necesitaría.

Ya de vuelta a su aposento Noj le recriminó sus paseos nocturnos, como el que acababa de hacer, y le recordó que si quería cualquier cosa la debía pedir y no salir de su tienda, en donde estaba protegido. Dejó una bota a un lado y llenando una copa con el rojizo líquido de la otra, el Lannister desechó sus palabras con un movimiento de la mano libre, cerró el pellejo y con una cosa en cada mano se giró en su dirección, enlazó sus hombros con el brazo que sotenía la bota y se acercó a la mesa llevándoselo con él mientras le hablaba.

- Noj, Noj... si quiero que los hombres vean en mí algo más que 'el señorito', no puedo quedarme dentro de esta magnífica tienda. - la mano que llevaba la copa hizo un ademán indicando el espacio - Debo salir y hablar con ellos, que vean que me preocupo y que no me importa mezclarme con ellos, si pongo mi vida en sus manos confiando en su destreza y fidelidad, debo estar seguro que están dispuestos a morir por mí.

Llegaron a su destino, que no era otro que la mesa, y Brock se dejó caer pesadamente en una de las sillas, antes de que ninguno de los dos añadiese nada más entraron con la cena, la sirvieron y ambos se dedicaron a comer en silencio, cada uno con sus propios pensamientos. Noj pensando en lo que había dicho su amigo y señor, y el pequeño de los hermanos Lannister en que en unos momentos tenía que ir a llevarle la cena a Lord 'Meñique'.

Noj acabó su plato, se excusó como cada noche y fué a revisar el campamento, por su parte cuando Brock acabó uno de sus platos, cogió el segundo y la bota de vino que estaba a medias, y salió dando un paseo como si no tuviese nada más en mente, picoteando y bebiendo, aunque más esto último. Después de un par de vueltas y varios saludos y comentarios jocosos, se acercó al carro que transportaba el 'cadáver' y se apoyó en él. Dejó el plato y en vino en el pescante, y lo empujó hacia el interior, se entretuvo cruzando unas palabras con el hombre de confianza de Lord Arryn, aunque en realidad era para informar al noble de cómo había ido el día, dónde se encontraban y el recorrido del día siguiente, con unas risas por enmedio para que nadie sospechase. Esperaba que no hubiese ninguna pregunta por parte del 'muerto' y poder irse en cuanto el plato y la bota saliesen vacíos.

El plato de comida y la bebida desaparecen y puedes escuchar, no sin cierto esfuerzo, como en su interior Lord Baelish comienza a comer. 

El guardia que custodia se marcha dejándote a solas con el féretro

- Me gustaría no pasar hambre, mi señor - dice con cierta sorna desde dentro del carro.- Tengo que llegar en forma para poder enfrentarme a mi mujer y a mi hijo.. - parece divertido en cierta forma. 

Escuchas un carraspeo, indicativo de que te acerques un poco, al parecer Lord Baelish tiene algo que decir.

- Me gustaría que llegáramos antes de lo previsto... y así poder entrar cuando están desprevenidos, si han tenido menos tiempo, tal vez nos encontremos menos oposición.. nunca se sabe.. si habrán conseguido comprar suficientes espadas - musita y continúa comiendo - Intentemos correr pocos riesgos - afirma y espera tu opinión mientras termina la bebida.

Cuando el guardia se marchó, Brock se quedó mirando la tranquilidad del campamento, los guardias estaban cenando o en sus puestos de vigilancia, la frase de Meñique hizo que torciera el gesto y pusiese los ojos en blanco, no gesticuló más ya que estaba a solas pero le entraron ganas de irse y dejarle con la palabra en la boca, no lo hizo, se acordó de su padre y de la promesa que le hizo, un Lannister paga sus deudas... y cumple su palabra.

- Bueno mi lord, - dijo con todo el sarcasmo posible pero intentando no mover mucho los labios, no fuese a ser que alguien le viese y pensase que estaba más loco de lo que ya lo creían por ir todas las noches a acabar la cena al lado de un cadáver - no tengo ninguna excusa razonable para traer un buen plato de asado hasta el carro que transporta a un muerto.

No esperaba ser contestado y cuando escuchó el carraspeo se reclinó en el pescante acercándose.

- Desprevenidos los va a coger señor, no creo que esperen que se levante de su ataúd. Pero le diré a los hombres que intenten avanzar más rápido, no queremos que cuando su cuerpo sin vida llegue a casa esté tan descompuesto que nadie pueda acercarse para ver su ilustre rostro.

No creo que a mi querido hijo, recién proclamado Rey por los Siete -te respondió, con cierto tono burlón tanto al nombrar el título como a los Siete -le agrade ver mi rostro en perfecto estado. Espero que nuestra llegada no sea tardía, por el bien de mi familia. La familia, creo que tu honorable padre ha hecho un buen trabajo con vosotros después del fracaso de su anterior generación. Por cierto, no he podido evitar recordar el asco que se dibujó en tu rostro tras mi propuesta ¿tan diferente es matar a un hijo de matar a un padre? No se, tal vez por eso solo Lord Tyrion me entienda.

Brock escuchó sus palabras con la mirada perdida por el campamento hasta que llegó a la parte que le nombraba a él y a su padre, mientras le oía notaba cómo la sangre comenzaba a calentarse en sus venas, tuvo que recordarse mentalmente que se suponía que no estaba hablando con nadie, para no volverse de golpe y comenzar a elevar la voz.

- Un padre puede tener la culpa en la manera de ser de su hijo ya que es quién se ocupa de su educación, un hijo no ha influído en el carácter del padre, como mucho puede ser una molestia, la verdad es que asesinar a un chiquillo lo encuentro excesivo. - replicó con tono pausado al principio para acabar con uno más distendido - Pero qué sabré yo, al fin y al cabo sólo soy un hijo obedeciendo a su padre.

La réplica del Lord te deja algo aturdido pues parece soltar una especie de risa -Si, estoy de acuerdo, la educación lo es todo, forma quienes somos. Por cierto ¿cuantos años ha estado mi hijo siendo educado en vuestra casa? ¿Desde niño verdad? Puede que entonces que la sangre que mancha sus manos sea culpa vuestra...

Las palabras de Meñique hicieron mella en el joven Lannister, pero todo este tiempo ha sido un chiquillo normal, pensó repasando los años pasados, sólo cuando llegamos a Desembarco y Gaheris lo perdió de vista empezaron a torcerse las cosas, su mente trabajaba a toda prisa, puede que estuviese resentido con su familia por 'abandonarlo' con nosotros, o puede que intentase impresionarlos con su audacia... a saber lo que pasaba por su mente.

- Sí, supongo que deberíamos preguntarle a mi cuñado, aunque me pareció oír que él también se lo preguntaba. - añadió intentando cerrar el debate, llevaba demasiado tiempo ahí parado y alguien podía acercarse en cualquier momento - Sólo que creo que todavía es un crío y a lo mejor se podría intentar otra cosa antes que eliminarlo, pero vos sois su padre y a vos os corresponde la decisión.

Nuevamente la respuesta del Lord se hizo de rogar pues se mantuvo unos instantes en silencio, pensativo.

Decidme mi buen Brock. Si no me equivoco vuestro padre os envió una carta para que dejarais Desembarco del Rey y volvieseis a vuestras tierras. ¿Que crees que hubiera pensado de vos si, en vez de hacerle caso, hubierais matado a su mensajero, un hombre de confianza para él, por cierto, por vuestras ansias de poder, haciendo peligrar vuestra vida y la de vuestra propia casa? ¿Y si ese poder que parecéis desear fuera tan grande que se viera desde lejos que os es imposible compartirlo con otros mortales?

Brock estaba esperando la salida del plato y la bota vacíos cuando el lord volvió a hablar, ¡conociéndome como me conoce! seguramente que estaba demasiado borracho como para pensar por mí mismo, o que mi polla no había disfrutado lo suficiente de las mieles de la capital, pensó recordando que había estado a punto de no hacerle caso, pero por el contrario dijo lo que pensaría su padre si fuese cualquiera de sus otros hijos más cabales el que lo hiciera.

- Que estaría mejor muerto y mi cabeza entregada en una bandeja al rey, para calmar su furia por mi levantamiento y que no castigase más a nuestra pobre casa. - lo dijo como si estuviese hablando de la buena noche que se había quedado, en vez de bromear sobre su propia vida - Pero seguro que antes querría hablar conmigo.

Creeme, si no peligrara las vidas de mis otros hijos le dejaría explicarse pero temo por ellos -respondió, volviendo al silencio.

Parecía que la conversación ya se había acabado pues el Lord no añadió nada más durante un tiempo pero nuevamente su voz te sorprendió -Sabes, con los años he descubierto una cosa. Tengamos más o mejores títulos, mayor inteligencia o menor, poseamos más dineros o menos, la muerte nos alcanza a todos. Creeme, la razón por la que acudí a tu padre es que él ya no piensa en su beneficio personal, si no en el vuestro. Mi hijo Petrus es un buen chico, seguro que te caería muy bien, es brillante, aunque un tanto inocente, muy bondadoso, parecido a su madre en ese aspecto. Él será un buen señor pues sabe cuidar de los suyos y les importa realmente. No voy a dejar que un hijo que no he criado acabe con mis dos pequeños por su ambición, aunque en el proceso tenga que acabar con su madre.

Por muy extraño que te parecía te dio la sensación de que Lord Arryn decía, al menos esta vez, la verdad.

Sí, por lo que dicen parece que al chico no le temblará la mano para quitar de enmedio a quien se le oponga, pensó Brock ante las últimas palabras del lord, aún no entiendo cómo éste es el mismo chiquillo que se escondía debajo de las mesas esperando su ocasión para robar un poco de vino, se perdió en sus pensamientos recordando.

Le sorprendió la voz un poco cansada que salió nuevamente del carro, casi estaba por creerle, parecía que de verdad sentía que esa fuese la única solución; se encogió de hombros, esperaba no tener que matar al crio pero si llegaba el momento, lo haría.

- Por eso no tengo hijos, supongo que cuando se es padre la visión de las cosas es distinta. Preferiría acabar con todo el vino de "El Valle" antes que con la vida de nadie.

La vida te enseña a no tener escrúpulos para sobrevivir. Por cierto, necesito mandar un mensaje a Roble de Hierro ¿podrías mandar un cuervo? -te respondió Lord Arryn, pasando una carta por debajo de la puerta.

Visto el pasado de su padre Meñique tenía razón, pero el joven Lannister todavía tenía la esperanza de que se podían cambiar las cosas, es más pensaba que ya habían cambiado pero con la muerte de la reina parecía que las viejas costumbres volvían, la petición del lord cogió a Brock pensando en cómo hacer las cosas de diferente forma, por suerte su interlocutor no veía su cara y, cogiendo el sobre, respondió con total confianza.

- Por supuesto milord. -  después de una breve pausa le preguntó - ¿Acaso lord Morton Manwoody os está esperando a vos y por eso no ha hecho ningún movimiento? Ah! ya sé, habéis prometido a vuestra hija Lurleen con el joven ser Dennys.

No sabía bien porqué decía aquello, habían sido noticias que había escuchado y ahora con el tema de la carta le habían venido a la memoria.

Lord Arryn soltó una pequeña risa ante tus palabras -La verdad, lord Brock, os parecéis más a vuestro padre de lo que muchos piensan, algo que os dará gran ventaja en la vida. Ha sido un placer hablar con vos, será mejor que me retire a descansar.

La respuesta del lord fué, como siempre, un montón de buenas palabras escogidas con cuidado para no revelar nada.

- Igualmente lord Arryn, que descanséis.

Brock se despidió del noble, cogió el plato y la bota, y se alejó hacia la cocina; le dió la enhorabuena al cocinero mientras le devolvía los utensilios vacíos y marchó a su pabellón. Una vez en su interior se sirvió una copa del segundo odre que había cogido y le dió un sorbo mientras caminaba hacia la silla, se sentó cómodamente estirando las piernas y dejó la copa en la mesita; una vez acomodado, lejos de miradas indiscretas, sacó la carta de dentro del jubón y comenzó a darle vueltas entre las manos, una lástima que vaya sellada, me gustaría saber qué pone y si lo escrito nos compromete de alguna forma.

El joven Lannister intentó pensar en alguna forma de enterarse del contenido sin alterar el lacre.

La carta está cerrada y no existe manera conocida para abrir la carta, leerla y volver a colocar el lacre sin que se note. Salvo quienes tuvieran el sello personal de Lord Arryn, cosa imposible, nadie podría abrir la carta sin que el receptor se diera cuenta.

Tus opciones son, pues, limitadas. Tal vez podías abrir la carta y mandarla sin sellar o podías leerla y no mandarla, evitando la ira del Lord. Pensativo das vueltas a la carta a la luz de las velas de tu tienda mientras tomas algo de vino. En uno de tus movimientos la vela se queda justo tras la carta y puedes llegar a ver la tinta de las palabras que contiene. No es claro y solo podrás obtener información de un pliegue pero eso es mejor que nada. Usando dicha técnica logras vislumbrar lo siguiente.

Aprendiz, el tema que enseñado está perfecto.

La teoría familia léxica cuantiosos errores.  frase "El hijo levantado" y en la de "Los Siete hablan sus fieles" se han cometido errores fata. 

Otros errores impor de la otra son aquellos con las aves. Has confundido varias as y creado extravagantes, la paloma alimentándose del halc vos lejos de los riscos. Esto es un endo error. Los halcones son los domin y cuidan hijos porde todo. El resto de anima obedecen a su y acuden a él.

Después de leer los fragmentos del texto que pudo, Brock se quedó apoyado en el respaldo de su silla pensativo, está claro que la carta está escrita en código, dudo que aunque la leyese entera me enterase de algo. A pesar de tales pensamientos todavía no estaba convencido de qué hacer; se levantó, cogió sus útiles de escritura y copió en un papel las frases que había logrado entender, a lo mejor escribiéndolas podría rellenar los huecos, pensó mientras se dedicaba a tal labor.

Después de tener el texto en el papel, apenas pudo completar varias palabras del último párrafo, supuso que era una misiva para decirle a Lord Morton que estaba vivo y que pensaba reclamar lo que era suyo; soltó un bufido exasperado al dejar por fin la pluma y darse por vencido. Cogió el odre y se rellenó la copa por segunda vez desde que había vuelto de su 'paseo', se bebió su contenido de un trago, unas gotas del rojizo líquido rebosaron por las comisuras de sus labios y él las recogió hábilmente con la lengua; guardó el papel escrito en uno de sus bolsillos y se dió cuenta que se había manchado los dedos con un poco de tinta.

- Así queda más real, - murmuró mientras sonreía de medio lado con ironía - vamos a enviar la maldita carta.

Salió de la tienda por segunda vez aquella noche, Noj le dirigió una mirada y se puso alerta al verlo aparecer, él levantó el sobre y lo sacudió con una sonrisa forzada, esperaba que su amigo pensase que iba a informar a Lord Tyrion de cómo iba el viaje y no hiciese preguntas, odiaba tener que mentirle; había pensado en contarle la verdad en un par de ocasiones pero en ambas había optado por seguir callado, ya lo haría más adelante.