Partida Rol por web

 Evea saluda a Jorr al verle, esbozando una sonrisa.

 Tras escuchar los agradecimientos y la pregunta final la joven responde sin casi percatarse de ellos, como si pensara en voz alta.

 - Señores del Concejo, creo que lo más acertado sería enviar el grueso de la milicia para escortar la última caravana y reunirse con el resto de tropas de la región. Y dejaría una reducida guarnición, de combatientes rápidos que puedan ofrecer una resistencia en el pueblo mientras los trasgos intenten cruzar el río y luego para hostigar la avanzadilla mientras esta avanza en dirección a la capital, para cumplir con esta arriesgada tarea tan solo sugeriría pedir voluntario, bien determinados y resolutos.

 Ante las expresiones de los Concejales y sus compañeros, Evea tan sólo se fijó en que había hablado igual que si lo hubiera hecho Lady Tianna, sierva del Caballero Rojo, su salvadora.

No tardamos en aparecer en el punto de reunión de las cita. Allí, como en la ocasión anterior, nos encontramos con Norro y, también, con barba blanca. Inclino la cabeza a modo de respuesta a los saludos y, como es mi costumbre, me mantengo en silencio detrás del grupo hasta que Evea, que ha dado un paso al frente y ha expuesto el método a seguir de manera conveniente, termina de hablar.

Por supuesto, coincido plenamente con mi compañera.

Tras esta primera frase, doy yo ahora un paso al frente.

No me gusta dejar detrás de mi cualquier lugar que pueda ser usado por la horda en su beneficio. Combatiremos. Si. Estoy de acuerdo en que con un grupo de hombres audaces y ágiles, podemos hacer mucho daño a la vanguardia del enemigo.

Y no solo eso. Quisiera que cada casa de este pueblo, quedara impregnada de aceite. Y un grupo de arqueros escondidos esperando nuestra señal.

Algo que no es una sonrisa aparece en mi rostro al ver las expresiones de os consejeros.

Sera mejor que no miréis atrás si tanta angustia os provoca la idea. Pero este pueblo, puede convertirse en una pira para todos los trasgos que aparezcan con ansia de saqueo. Podemos ofrecer resistencia en el rio, retroceder combatiendo casa por casa y, llegado el momento, dar la orden pertinente con una señal bien visible y arrasar este lugar para evitar que se convierta en un puesto avanzado para la horda.

Mis ojos relampaguean ya mostrando mi impaciencia. Por mi mente, pasan ahora otra clase de visiones. Visiones de muerte y carnicería y trasgos. Trasgos quemandose vivos entre aullidos de agonía. Asiento antes de concluir.

Estas bestias mal nacidas van a acabar maldiciendo nuestros nombres. Y yo reiré satisfecho cada vez que oiga alguna de sus maldiciones.

Estoy de acuerdo! Hay que aprovechar las defensas naturales. Matar todos los trasgos que podamos, alzalos como muertos vivientes para aterrorizar a sus huestes, y cuando no podamos aguantar más huir aprovechando la ventaja del rio!

El druida asiente ante las ideas de sus compañeros - Hay que dejar a los hombres más rápidos y capaces, el resto, que escolten a los últimos refugiados.

Creo que debemos 'invitar' al ejército a que entre en el pueblo. No puede ser un pueblo fantasma, o pasarán de él y no conseguiremos hacerles perder tiempo.

Habrá que preparar las casas para que sean trampas para el ejército invasor, al menos, las más cercanas al transbordador.

No podemos usar aceite, porque el olor alertaría de que algo pasa.

Capitana, ¿contáis con más mujeres en vuestro ejército? Sería por hacer una especie de teatrillo y que pensaran que el pueblo está habitado - tras el pequeño discurso, concluye - tenemos que dejar claro que, los que queden, deben ser rápidos de maniobra y tener medios propios para huir cuando el grueso del ejército llegue. El organizarse como una unidad sólo provocará que la eliminen entera.

Aunque no estaba versado en el arte de la Guerra, las nociones de guerrilla no le eran del todo desconocidas.

Necrull escuchó las noticias del consejo. Era más o menos lo que se había imaginado. Ya estaban listos y era el momento de saber como acabar. Imaginaba que era algo duro el marcharse del hogar para dejarselo a unos monstruos, pero la alternativa era peor.
Los compañeros del brujo habían expuesto la realidad tal y como era.

Sí. Pienso lo mismo. Cada trasgo que logremos matar ahora es uno menos que no tendremos que matar más adelante. Y como bien han dicho mis compañeros, dejaría sólo a voluntarios porque hay muchas posibilidades de que no regresen.

En cuanto a lo del aceite, dudo mucho que lo huelan. La idea de Henderch es buena. Arrasar con todo para que no puedan aprovechar nada.

No cuento muchas mujeres en mi milicia- contesta Soranna- en eso no os puedo ayudar. Lo único que puedo hacer es proporcionaros los hombres necesarios para esa lucha. 

 Pero, ¿creéis que es necesario?- pregunto Norro- quiero decir, ¿no será un desperdicio malgastar estos soldados por una batalla perdida? Porque según lo que habéis dicho del ejército que viene, no creo que les podamos hacer el suficiente daño como para ralentizarle lo suficiente.

 Evea niega con la cabeza. Tanto al comentario de Necrull como a la observación de Norro.

 - No, no buscamos camicaces, que se queden a luchar hasta morir. Le pedimos hombres rápidos, a poder ser jinetes, que puedan plantar cara y huir antes de ser blanco de los ataques del ejército. No causaremos un daño significativo a los números de la marea verde, pero tal vez sean más acautelosos y avancen más lentos, asegurando sus posiciones. Eso es un plus de tiempo para mejorar las defensas de la capital donde se cobijará la población.- Hace una pausa para proseguir.- Primero les atacaremos mientras intenten cruzar el río, eso significará que deberán ser buenos a distancia, y cuando estén aquí, por que tarde o temprano sucederá, partiremos, dedicándonos a atacar su avanzadilla, haciendo que avancen lentos. Sería insensato creer que todo irá bien, pero hacer eso será positivo para esta guerra. Si fuera una misión suicida, yo no me quedaría aquí apoyando el ataque.

 Termina con esta última frase dando fuerza a su argumento.

En apenas unos minutos, hemos perfilado un plan de acción que me resulta satisfactorio. Por tanto, mirando a Soranna, añado.

Creo que seria conveniente empezar con la elección de hombres cuanto antes. Que sean jóvenes. Y que no tengan demasiados vinculos familiares. Pues hemos de asumir, que tendremos bajas. Tan solo espero que no demasiadas.

Hemos de darnos prisa. Desde mi punto de vista, no ha de faltar demasiado para que se produzca ese ataque. Y quiero que todo el pueblo quede adecuadamente preparado para arder hasta los cimientos en el preciso momento en que nos toque retirarnos.

Por tanto, quisiera un pelotón de vuestros mejores arqueros situados a la afueras de la ciudad. Su única misión, seria descargar una lluvia de flechas incendiarias en el momento en que toque retirarnos.

En cuanto a la clase de resistencia que podamos ofrecer, sera un combate duro, pero nada de formar en una linea compacta. Como bien dice Porfidius, eso solo facilitaria que nos masacraran.

Ahora miro a Evea y añado.

En cuanto al uso de jinetes, si estuviéramos en campo abierto, no lo discutiría. Pero se nos presenta un combate de desgaste. En medio de un pueblo y en la ribera de un río. Eso merma la única ventaja de la caballería. Su movilidad. Y por contra, habrá que ver que efecto tienen en los caballos, la aparición de perros infernales y huargos sarnosos. Si no son caballos entrenados para la guerra, me temo que supondría un problema ante todo, para sus propios jinetes.

Me encojo de hombros finalmente. Por mucho que nos preparemos, no va a ser un combate fácil. Pero yo al menos, estoy en paz con mis deidades un tanto particulares. Y si caigo en batalla. Espero merecer el trato adecuado en la otra vida si es que la hubiera claro.

Mas en ese momento, un ultimo detalle cruza mi mente. Miro entonces a Katan y añado.

Y tranquilo hombre. Tendré presente tus necesidades especiales.

Hay algo más. Por más que castiguemos con flechas a los trasgos desde ésta orilla, en algun momento vendran los dragones. Si queremos huir deberemos matar a alguno que intente seguirnos.

El problema es que si son más de uno, tal vez lo mejor sea esconderse, o escapar invisibles, y eso es algo que los hombres que puedan ayudarnos seguramente no puedan hacer. Jujujuju

Lo mejor es que nos de solo arqueros. Dispararemos con todo hasta que sea el momento de escapar. Nosotros podremos matar seguramente al menos un dragon, y si hay más, se cuidaran de acercarse al ver con que se enfrentan!

Al oir lo que el barbaro le dice, Katan agrega...
Si...me encantará ver como hacen esos trasgos para enfrentarse a sus propios muertos. Son casi inmunes a sus armas y dientes jujujujuju!...

AHHH! Recuerdame darte algo para que fumes antes del combate! le recuerda

Una carcajada retumba en medio del consejo tras escuchar el ofrecimiento de Katan. Palmeo al nigromante y respondo.

¿Grifa de combate?. Si, algo he escuchado de sus efectos. Pero hombre, no deberías cortarte. Quizá a alguno mas de los presentes, les apetezca unas inhalaciones de tan curiosas hierbas.

Tengo entendido, que con la dosis adecuada, la batalla puede tornarse aun mas salvaje si cabe. Y si. Eso es algo que me gusta a mi.

Y sigo riendo entre dientes mientras imagino a todo el grupo, convertido en un montón de Henderchs a causa de los efectos de la hierba, repartiendo muerte por todas partes.

Creo que ya he oído suficiente- dice Norro- y el Consejo ya sabe lo que tiene que hacer. Mantendremos una pequeña avanzadilla para contener un poco el avance de la Horda lo máximo posible. ¿Todos conformes?- el consejo asiente en silencio- Soranna elige tu al grupo que estimes conveniente. El resto del Consejo que se disponga a partir de inmediato. Queda concluida esta reunión.

Mirando hacia el grupo- solo puedo deciros que habéis sido una gran ayuda y que no se como esta ciudad podrá pagaros vuestro compromiso con nosotros.

Despues de su intervención Necrull no había sentido la necesidad de decir nada más. Simplemente permaneción callado asintiendo a los comentarios de sus compañeros.
Estaba convencido de que el consejo llegaría a un acuerdo rápidamente. Puede que en un principio hubiesen estado reticentes, pero desde luego a raiz de los últimos días les habían dado la razón.

Ahora tocaba la parte dificil. Retrasar el grueso del ejercito sin morir en el intento. El comentario añadido de Katán sobre los dragones le incomodó un poco. Eran buenos, y contra un dragón, puede que incluso contra dos, pudiesen. Pero si venían más, y además acompañados de infantería no las tenía todas consigo. No obstante prefirió no decir nada. Mejor mantener alta la moral.

 Evea escuchó las últimas palabras de Norro a las que simplemente asintió.

 - Me siento afortunada si con nuestras acciones logramos que inocentes se libren de las garras de la horda. Creo que actuamos correctamente, pero este punto no será más que una batalla más en esta guerra que azotará la región. Que los dioses no asistan y nos encunetren preparados para la batalla en el último bastión.- Finalmente añade.- En la que espero poder participar

Si consigo dos cadaveres de dragon, y el cuerpo del lider de la Horda,....me daré por satisfecho.
Ademas, claro, de la escritura de la torre que dejamos atrás, y de una buena paga.

Katan se queda pensando en los dos dragones zombificados, y en el lider de la horda, convertido en esqueleto, y montando a su lado al lagarto alado muerto viviente....

Ahhhh....
Se le cae la baba.

Tras los comentarios de Evea, me limito a asentir con gesto decidido. Para mi, no había ninguna duda ni siquiera antes de la reunión. Por tanto, me limito a añadir.

Consejero. Por mi parte, no necesito ni agradecimiento ni pago alguno. Existo para destrozar Trasgos y demás criaturas afines hasta que llegue el día en que un pedazo de acero, me atraviese de parte a parte.

Adquirí este deber hace ya mucho tiempo y lo cumplo hasta que me llegue la hora.

Iba yo a añadir algo mas cuando en ese momento, giro la cabeza. Y hay que ver lo que acabo contemplando.

Aquí tenemos a nuestro Nigromante particular, babeando extasiado. Quizá le este visitando en este preciso momento, la Diosa de los Burdeles acompañada de todo su séquito.

Paseando mi mirada por los rostros de los demás compinches presentes en la sala, añado.

Parece que nuestro buen Katan, sufre un ataque parecido a los que a mi me dan de vez en cuando.

Y río. Como río al decir esto. Ahora mi mirada se centra primero en Soranna y después en Evea antes de añadir.

Quien sabe. Puede que sea viejo. Pero digo yo que tendrá sus necesidades, ¿no creéis?. ¿Alguna voluntaria?.

Y antes de que empiecen a volar objetos variados en dirección a mi cabeza, concluyo con cierto apresuramiento.

¡Por mi esta todo dicho!. ¡Listo para entablar combate en cuanto la situación lo exija!.

Y claro, sin perder de vista ni a Evea ni a Soranna, inicio una retirada táctica en dirección a la puerta manteniendo el grado adecuado de espacio libre en ambos flancos. No vaya a ser que al final si que acaben volando objetos punzantes y demás.