Partida Rol por web

 Dos de las tres flechas matan a sus objetivos: la última deja a otro de los grandes trasgos muy herido. 

Tras mi espectacular carga contra la puerta, Sadhow, muy oportunamente, logra abrirla y alcanzar al trasgo que se cobijaba detrás de ella. Y mientras el cerdo miserable retrocede a causa del dolor, yo recupero el equilibrio, lo observo muy muy cabreado y digo.

De esta no te salva ni el dios de las puertas, ni el de la oscuridad, ni la trasga que te tuvo. Te voy a destrozar.

Equilibro mi espada, alzo mi escudo, y allá voy.

El primer golpe es sobre su cráneo. El segundo sobre su cuello y ya me disponía a lanzar una estocada recta para terminar con el asunto cuando el pobre desgraciado, parece que logra retroceder. No obstante, ahora las paredes internas de su refugio, se ven salpicadas de negra sangre. Y si, es una visión que me pone de mejor humor.

 Los golpes de Henderch son suficientes para acabar con el gran trasgo.

 Henderch acabó con el gran trasgo de la torre. Ya solo faltaban los que se encontraban al otro lado. Decidió esperar antes de ir solo hacia allí. 

A pesar de que el dragón había caido, los trasgos no parecían desanimarse por ello. Y les seguían acribillando a flechas. Nisiquiera las protecciones infernales que el brujo tenía puestas lograba desviar las flechas.

Muy bien. Os vais a enterar criaturas inmundas.

Con un poco más de furía de la que normalmente hace gala. Necrull lanzó uno de sus rayo a uno de los trasgos que tenía enfrente, el cual le impacto dañandolo seríamente.

A ver quién acaba antes con quién. Basura.

 El rayo alcanza de pleno al gran trasgo, acabando con él.

 Viendo la situación y que el combate está perdido, los grandes trasgos que quedan solo hacen una cosa: huir. Lo dejan todo detrás de si, y sin mirar atrás.

Katan, tras ayudar con el registro de los cadaveres, (no él, sinó su esqueleto), le ordena a cuernitos que arroje los restos al acantilado.
A continuacion, el grupo se prepara para destruir el puente gracias a la magia de modelar la piedra.

¿Están listos? Pregunta con las manos llenas de nudos, preparadas para separar la piedra de la piedra...

El enano se apresura a registrar el interior de la torre en busca de algo de interés.

Ante las palabras del viejo el enano arquea una ceja y le responde- Tal vez seria conveniente revisar el campamento del otro lado ¿no? Por ahora no tenemos mucha prisa, parece que la situación esta controlada.

El enano limpia las hojas de sus armas y las devuelve a su vaina...

 Finalmente el estrés y la adrenalina del combate baja ante la aplastante visctoria, entonces la joven Gata exhala un profundo suspiro, dejando de cantar.

 - Ha sido una victoria implacabla, sin bajas que lamentar y ese dragón... ya no podrá causar daños a inocentes aldeanos.

 Mientras dice esas palabras, la joven se descuelga el pequeño morral y de su interior saca un carcaj entero de flechas, se reaprovisiona las flechas utilizadas, cierra el carcaj y lo guarda d enuevo en su morral.

 Entonces se aproxima hacia el grupo.

 - Espera Katán, tal vez descubramos en el campamento en alguna de las torres más información acerca de la horda.

El druida volvió a transformarse en un majestuoso águila y salió tras los enemigo en su huída..., perdiendo al grupo de vista.

El ruído de los relámpagos cayendo os indicaba que aún seguía con vida más allá del puente.

Y el combate, finalmente termina. Sobre nuestras cabezas, ya empiezan a vislumbrarse las siluetas de los buitres ansiando su festín. Situado en medio del puente, me permito al fin un leve gruñido de dolor. Y cuando dejo de mirar al cielo, paso a observar a mis compañeros antes de decir.

¿Alguno conoce algún hechizo de curación?. No negare que me vendría bien algo así. Y otra cosa...

Y como ya me he colgado mi escudo sobre mi hombro izquierdo, aprovecho que tengo una mano libre para subirme la cimera del yelmo.

Si veis alguna espada en condiciones, decidmelo. Pues digamos que mi pobre acero ha dejado atrás sus mejores días.

Y ahora, miro la larga hoja que empuño para descubrir, otra muesca mas en su filo.

Mas en ese momento, desde el otro lado del puente, nos llega un sonido retumbante. Por lo tanto, empiezo a caminar en esa dirección apurando el paso al tiempo que añado.

Parece que nuestro compinche volador se esta ocupando de los últimos flecos de este asunto. Manteneos vigilantes. No vaya a producirse alguna sorpresa desagradable.

Avanzo con mi espada apoyada sobre el hombro derecho. Y como sigo teniendo la zurda libre, aprovecho para meterme en el cuerpo un buen trago de cerveza. Pues puede que este caliente, pero un trago siempre es un trago. Y ya mas tranquilo pues si caigo me presentare ante la diosa de las camareras oliendo adecuadamente, me encamino hacia el otro lado del puente.

Katan hace unos bailes rituales de oscura y dudosa indole, y para cuando termina de arrojar sus polvos mágicos, tanto Henderch como el muerto viviente parecen algo más repuestos del combate.