Anevia, al igual que Cage, contempló por un momento los cadáveres de las mujeres.
—Mi esposa me comentó algo... — comenzó muy bajito y señaló los símbolos impíos de las mujeres— ...esto es lo que quieren los demonios, no quieren matarnos, quieren corrompernos, quieren que nos matemos entre nosotros. Aquí hay dos almas que van directas al Abismo para convertirse en larvas. Y de ellas saldrán más demonios.
El félido se acercó a paladín y Anevia se dirigió a Coriander, a Kevveon y a Horgus — ¿Estáis heridos? Si es el caso deberíais tomar las pociones que podamos hasta estar totalmente sanos y seguir. Combatir heridos es la mejor manera de morir.
—Y, los símbolos impíos son de Bahomet... ese es uno de los Señores Demonios más importantes ¿No? ¿Alguien sabe cuales son las tácticas de sus fieles, a qué se dedican? No sé que estarán haciendo en estos túneles debajo de la ciudad, pero no puede ser nada bueno.
No puedo ver lo que nos dio el jefe mestizo, ¿alguien sería tan amable de escribir todo lo que nos dío y lo que hemos rapiñado aquí, quitar una pocion de curar y ponerlo todo en tesoro? Gracias Arares.
Y a ver como estamos que hay que beber hasta estar bien.
Cuando el félido se sentó a su lado Ioseph levantó la vista y se recompuso como mejor supo. Rechazó la comida con un movimiento de la mano y asintió. No era el momento de flaquear. No podía sentirse mejor ni olvidar a los cultistas ni los demonios, pero podía tratar de ignorarlo y centrarse en regresar con su familia, en sacar a sus compañeros de los túneles.
-Sí -dijo con una voz débil que sugería lo contrario-, gracias, Cage. Es... Necesito un minuto. Eso es todo. Gracias.
Le dio una palmada amistosa en la rodilla y siguió obedientemente la sugerencia de Anevia. Tuvo que beberse tres pociones antes de sentirse recuperado, y aunque era incómodo moverse en ropa empapada en su propia sangre, al menos ya no le dolía.
Se quitó la túnica y el camisote de mallas, rasgado y agujereado por la magia de Millorn, la flecha de la mestiza y la guja de la cultista, y aprovechó para estirarse un poco mientras examinaba la armadura de la mestiza. Tenía una forma un poco extraña, seguramente para acomodar aquellas patas que le salían de los costados, pero aún así la prefería a las armaduras de las dos cultistas demoníacas.
Motivo: poti
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+1)=9
Motivo: poti2
Tirada: 1d8
Resultado: 1(+1)=2
Motivo: poti3
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+1)=9
Me bebo tres (¡TRES! no tengo fondo o que) pociones de curar heridas leves y pillo un camisote de mallas de gran calidad. Las gujas no las toco que seguro que las ha chupado Baphomet.
Asentí a Ioseph y no insistí más. Necesitaba tiempo, no que le avasallaran, así que respetaría su espacio. Con que estuviera al 100% para las siguientes batallas me valía... Aunque tampoco me gustaba ver a la gente decaída, no era divertido. Simplemente me quedé ahí comiendo hasta que terminé y entonces me dirigí a tomarme una poción. Si nadie iba a curarle lo haría yo mismo.
Motivo: poti
Tirada: 1d8
Resultado: 3(+1)=4
-Si... estoy bien, solo necesito un momento.
La reacción del paladín mostraba perfectamente como se sentía él también. No podía dejar de pensar en sus padres, lo único que tenía en este mundo. Intentó ser fuerte y buscar algo para distraer su mente, abrió su libro de conjuros y se puso a leer una línea tras otra, pero sin prestar atención a lo que hacía, simplemente por costumbre. Repitió palabra tras palabra, cada vez más alto hasta que su voz ahogó sus pensamientos.
El cuervo se acercó a él dando saltitos y se le quedó mirando para luego graznar -¡Ánimo... graaack Kev gran mago!- El tiflin extendió la mano para que se subiese
-Si Sir... gran mago, algún día.
Se acercó de nuevo a sus compañeros, más tranquilo -¿Cual es el siguiente paso?- Añadió.
Coriander se calló y miró a las mujeres muertas en silencio. Podían ser malas, pero ella estaba más en contacto con lo demoníaco que todos esos seguidores de Bahomet juntos, aunque quizás menos que el tiflin, quien llevaba sangre infernal en las venas.
-Creo que ya hemos visto lo que estaban haciendo en los túneles bajo la ciudad... Han debido pasar años carcomiendo las entrañas de la tierra como termintas para hundir la plaza sin que nadie se diera cuenta de lo que tramaban. No me extraña verlos aquí abajo después de ver Khorramzadeh allí arriba.
Anevia contempló como el paladín se bebía todas las pociones necesarias. Ella tenía experiencia con los guerreros sagrados, siempre se ponían delante, siempre interponían su cuerpo entre los enemigos y los más débiles, y claro, se llevaban los peores golpes, y si estaban debilitados, cualquier ataque podría ser el último.
El félido se tomó una y Kevveon se puso a leer su libro de conjuros. —El siguiente paso es seguir adelante y buscar una salida. Si las cultistas pudieron bajar, habrá algún medio de subir. Arriba nuestra ayuda puede ser necesaria contra los demonios.
Anevia no dijo lo obvio, si dos cultistas dejaban a los aventureros en semejante estado... ¿Que pasaría con los propios demonios? Al menos Coriander no parecía desmoronarse.
¿Qué salidas tenemos de la cueva? ¿Podemos seguir adelante o retroceder y buscar el otro camino (Por donde habrán venido las sacerdotisas) ¿No?
Os habéis dejado la puerta del norte (por la que han salido ellas), y aquí tenéis dos salidas más: una puerta y una escalera que desciende.
El paladín terminó de ajustarse la armadura. No terminaba de estar cómodo en aquella camisa de metal que había llevadoun ser tan depravado, pero sabía reconocer la calidad. Cuando Anevia propuso buscar de inmediato el camino a la superficie, Ioseph negó con la cabeza y habló con voz temblorosa.
-No. Aún no. Hemos prometido a Neatholm limpiar estos túneles de adoradores de los demonios. Vamos por ahí -dijo, señalando la puerta que aún no habían cruzado.
Se figuraba que la manera de no caer presa de la desesperación era seguir moviéndose, y es justo lo que hizo. Abrió la puerta, pues ya había comprobado que el mal en aquel lugar era demasiado poderoso para que los dones de Shelyn pudieran avisarle del peligro que les esperaba.
Notó que el suelo resbalaba un poco. Había una ligera pendiente que llevaba al fondo, donde se arremolinaba un montón de basura. Las paredes hedían, pegoteadas de restos orgánicos en proceso de putrefacción. Aquel era el cuarto de las basuras, o eso parecía.
Motivo: trepar
Tirada: 1d20
Dificultad: 5+
Resultado: 16(+4)=20 (Exito)
Una arcada le sacudió el estómago. Cerró la puerta y apoyó en ella la espalda, volviéndose hacia el resto. No parecía que hubiera cultistas ni mestizos ahí, salvo que estuviesen escondidos entre la basura.
-Mejor por las escaleras -susurró después de un momento, y se puso en marcha por la nueva ruta.
—De acuerdo— dijo Anevia. —Limpiemos los niveles inferiores y luego acabemos con lo que haya arriba.
Bajaron por la escalera de mano hasta un puesto de guardia inferior, muy parecido al de arriba. Había un parapeto de piedra y un grupo de cajas tras el cual se apostaba un mestizo armado con una ballesta. Al fondo había una puerta cerrada,
Motivo: anevia
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+7)=8
Motivo: cage
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+4)=9
Motivo: coriander
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+4)=10
Motivo: kevveon
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+3)=14
Motivo: ioseph
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+2)=14
Motivo: mestizo
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+1)=6
http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=70698
Vais todos antes que el mestizo, y luego Anevia.
El recuerdo de despertarse con una flecha atravesándole estaba aún muy fresco, y poseído por un deseo intenso de evitar que se repitiera avanzó y descargó la hoja de la guja sobre el mestizo. No tenía claro si había pretendido herirle o sólo evitar que disparase, y ya no tenía sentido preguntárselo. La hoja se había hundido en el cráneo del mestizo con tanta fuerza que estuvo a punto de arrancarle la guja de las manos cuando cayó al suelo.
Motivo: in the year 2525
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+4)=23
Motivo: NO
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+7)=16
quien es el maestro de la objecion de conciencia? ioseph!
-Eso sí que ha sido rápido -murmuró Horgus terminando de bajar por la escalera.
-¿Que ha pasado?
El Tiflin había escuchado un grito ahogado mientras bajaba y se encontró con la escena- Vaya... Pues muy buena defensa no ha sido. ¿Seguimos?
—Sí, había como 10 camastros, no creo que hayamos matado ni a la mitad— dijo Anevia. —Sigamos antes de que nos ataquen por delante y por la retaguardia.
Pena de conjuros de apoyo para este combate tan largo.
La siguiente habitación estaba iluminada por tres lámparas que colgaban del techo. Era una cueva natural acondicionada como sala de audiencias o reuniones. Una mesa de piedra presidía la estancia, rodeada de sillas. En el centro había una vieja mancha de sangre que lo empañaba todo. Hacía pensar en un altar de sacrificios, más que en un lugar donde compartir comida.
No estaban solos, por supuesto. Tres mestizos, preparados para la lucha, los miraron rabiosamente mientras empuñaban sus clavas.
Motivo: anevia
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+7)=25
Motivo: ioseph
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+2)=3
Motivo: coriander
Tirada: 1d20
Resultado: 10(+4)=14
Motivo: kevveon
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+3)=8
Motivo: cage
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+4)=8
Motivo: mestizos
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+1)=18
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Anevia, los mestizos y luego el resto.
Todos avanzaron a la siguiente habitación y Anevia se encontró actuando la primera. Cubriendo uno de los flancos, delante de Coriander, avanzó y disparó otra flecha más hacia el mestizo que se encontraba en ese lado.
No fue uno de sus mejores tiros. La mirada se la desviaba hacia la mesa y lo que habrían devorado ahí.
Motivo: flechazo al mestizo
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+6)=9
Uno de los mestizos se encargó de dar la alarma.
-¡Inquisidora Hosilla! ¡Llegan los infieles! ¡Enemigos, enemigos! ¡Inquisidora! -gritó en dirección a la puerta del norte. Corrió hacia Cage y lanzó un mamporrazo que se estrelló contra su camisote sin causarle ningún daño. El otro cargó también contra el félido. La clava le acertó en un brazo y a punto estuvo de rompérselo. El tercero de los mestizos se situó a un lado de Anevia y la atacó con ferocidad. Ella, sin embargo, pudo esquivarle sin casi problemas.
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 7(+4)=11 (Fracaso)
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 15(+4)=19 (Exito)
Motivo: daño
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+3)=9
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 2(+4)=6 (Fracaso)
Motivo: hosilla
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+4)=12
Motivo: uziel
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+3)=23
Cage sufre 9 de daño.
Leches, siempre se me olvida poner el mapa. Si no lo he puesto y es necesario, recordádmelo por Skype plz
Después de matar al mestizo Ioseph no había pronunciado ni una palabra más. Al encontrarse con más enemigos se quedó sin respiración un instante, y para cuando quiso darse cuenta ya se habían lanzado sobre ellos. Dio un paso a un lado para que Cage no estorbara los movimientos de la guja y lanzó un ataque contra uno de los mestizos que atosigaban al félido.
Motivo: mestizo 1
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+7)=14
Si doy, 14 daño a mestizo 1