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La Ira de los Justos - La incursión de la Herida del Mundo

3. Entre las ruinas

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21/10/2014, 12:28
Anay

-Tú eres Liliana -dijo limpiándose las lágrimas-. Ah, Coriander, ¡ella me salvó antes de unos tiflins! Me habían atrapado mientras te buscaba y me iban a hacer cosas horribles. Ella los mató. Había una clériga herida, también. Intenté detener la hemorragia como tú me enseñaste, pero no lo conseguí. Y había otra mujer. ¿Está muerta?

 

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22/10/2014, 01:42
Coriander

-No parece que esté herida.

Coriander lo sentía por la clériga, le hubiera gustado estar presente para curarla en agradecimiento, pero al menos estaría presente en sus plegarias. La bruja miró a Anaya sin creerse que pareciera tan mayor y que hubiera sabido reaccionar tan bien en esas situaciones.

-Estoy orgullosa de ti. Seguro que hiciste todo lo que pudiste -le dijo poniendo una mano en su mejilla-. Creo que la otra mujer está viva si es quién yo creo, la hermana de Ioseph, un paladín muy amable que nos acompaña. No te preocupes por ella, parecía poder cuidarse sola.

La bruja se volvió al resto.

-Creo que deberíamos movernos. Con todo el ruido que hemos hecho no creo que sea un buen lugar para descansar ni estar mucho tiempo. ¿Alguien necesita que le trate alguna herida antes de caminar?

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22/10/2014, 01:53
Kevveon Gunn

-Opino igual, cuanto antes nos marchemos mejor. A estos cruzados se les ha fundido el cerebro... A saber cuanto tardarán en volver con refuerzos.

Se acercó lentamente donde Anay y le extendió la mano. -Hola, me llamo Kevveon y como ves soy un tiflin, pero no como los que te atacaron. Bueno si, pero no soy malo, yo no mato... Bueno, si pero solo a los malos-. Sir Alas Negras graznó interrumpiéndolo-. Ah, este es Sir Alas Negras, mi cuervo. El si que no es malvado... Bueno ni yo ¿eh?

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22/10/2014, 01:58
Anay

Anay le sostuvo la mirada antes de tomarle la mano. La muchacha miró a Coriander, como pidiéndole permiso, y terminó por estrechársela.

-Mi maestra no estaría contigo si fueras de los malos, y la señorita Liliana tampoco. -La chica parecía demasiado asustada como para sonreír al cuervo loco, pero al menos no se encogió sobre sí misma-. ¿A dónde vamos, Coriander? No hay ningún sitio donde esconderse por aquí. Cuando vi a los cruzados les pedí ayuda, pero me di cuenta de que estaban locos y traté de huir. Se me han acabado los conjuros y no podía hacer nada.

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22/10/2014, 02:04
Horgus Gwerm

-Yo quiero ir a mi casa -dijo Horgus-. No queda muy lejos. Necesito saber si sigue en pie y si la han saqueado. Ya os dije que os daría oro a cambio de que me llevarais allí sano y salvo.

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22/10/2014, 02:16
Kevveon Gunn

-Primero, señor Horgus, debemos de buscar a más personas, luego nos encargaremos de los bienes materiales, no se preocupe.

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22/10/2014, 08:59
Anevia Tirabade

—Podemos ir a la mía, después de acompañar a Anay al refugio— dijo Anevia. —Allí estará Beth... bueno no se si estará, pero me habrá dejado alguna nota si ha podido*. Beth es una gran luchadora, si nos unimos a ella podremos contratacar a los Demonios y hacerles daño de verdad.

Ahora que sus tres compañeros se habían asegurado del estado de sus seres queridos, de sus vulnerables seres queridos, Anevia quería comprobar que su mujer seguía viva. En su mente, pocas cosas parecían capaces de dañar a Irabeth, pero claro, hasta el dragón plateado que protegía la ciudad había caído. Un Balor había atacado la ciudad.

Notas de juego

*Método estándar de comunicación en sociedad sin móvil. Notas en casa :P
 

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22/10/2014, 13:55
Ioseph Merrion

-Sé que te prometimos ir a tu casa en cuanto encontráramos a Anay, Anevia, pero... Hemos andado un buen rato desde que nos marchamos de la posada. Está lejos. No sé si es seguro para Anay, o para el resto de nosotros, intentar volver hasta allí. Si Horgus puede proporcionarnos un refugio aquí al lado deberíamos aprovecharlo. Kevveon, ¿cuánto van a tardar en despertarse?

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22/10/2014, 22:40
Kevveon Gunn

El tiflin miró a los cruzados en el suelo-. Poco, mejor será irse ya. Yo, si me dejáis añadir algo... ¿A cuanto está vuestra casa Anevia? Quizás sea mejor ir primero, ya que la casa del señor Horgus y su riqueza no va a correr peligro de muerte.

Kevveon simplemente puso en una balanza vidas humanas contra dinero, la cosa estaba clara.

-Después iremos donde haga falta, pero cuando recuperemos a todos nuestros seres queridos.

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22/10/2014, 22:59
Liliana Drauss

-Más que por la pérdida de bienes, me parece que Ioseph aquí ha dicho algo importante: si la casa de éste señor está cerca y vemos que es un refugio seguro, quizá Anay y Coriander podrían quedarse ahí. La pequeña ya ha vivido demasiadas emociones fuertes; se merece un buen descanso y algo de paz y tranquilidad.

Se volvió hacia el hombre con aire señorial.

-Han dicho que os llamáis... ¿Horgus? Encantada. ¿Creéis que esta casa vuestra podría ser un buen refugio para la pequeña?

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22/10/2014, 23:08
Horgus Gwerm

-¿Y por qué no? Salvo porque no es ni un castillo ni una torre ni un fuerte -gruñó.

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23/10/2014, 19:05
Anevia Tirabade

—Entonces está más segura con nosotros— dijo Anevia. —O en casa de los padres de Kevveon.

—Todos los sitios están a la misma distancia, estamos justo en el medio. Pero tenemos que determinar un refugio, pues si separamos a nuestros protegidos tendremos que defender varios sitios a la vez. Y seremos presa fácil hasta para unos demonios sueltos. 

—Por eso digo de si no estamos muy cansados, podemos ir a mi casa a ver si encontramos refuerzos. Y si no, si estamos cansados, podemos volver a casa de los padres de Kevveon para refugiar a Anay allí. 

Pero Coriander...  pero la mejor defensa ahora mismo es la espada de Yaniel, la guja de Ioseph... a su lado es donde estamos todos mas seguros. 

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24/10/2014, 00:39
Anay

-¡Yo no me quiero ir! -exclamó la muchacha de inmediato-. Me quiero quedar contigo, Coriander. No me envíes a otro lado, sola. Llevo mucho tiempo sola.

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24/10/2014, 01:57
Coriander

-No te vas a ir a ningún sitio -contestó rápidamente a la súplica de Anay-. Es lo último que me gustaría que hicieras. He tenido que remover cielo y terra para encontrarte igual que tu habrás hecho conmigo, así que no hay más que hablar. Vayamos donde vayamos iremos juntas, ¿de acuerdo? -le sonrió.

La bruja se volvió hacia sus compañeros.

-Siendo justos os debo a todos mi vida y todos me la debéis a mi. Vosotros ya me habéis pagado la deuda, y ahora me toca hacer lo propio, así que os seguiré donde queráis. No me parece correcto separarme aquí y quedarme con Horgus en su casa... -que dudaba que la aceptase-. Yo lo siento, pero encontrar a la mujer de Anevia me parece más importante que comprobar que su casa sigue intacta, señor -le dijo al burgués-. Puede haber peligros en ambos sitios, así que creo que es más lógico ir primero a buscar a... ¿Beth?, sobre todo si es tan fuerte como dice Anevia.

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24/10/2014, 06:43
Horgus Gwerm

-¡Psché! Pues vamos a casa de Anevia, ¡qué remedio! -gruñó el noble.

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24/10/2014, 18:57
Ioseph Merrion

-De acuerdo. Anevia, guíanos entonces. Vámonos antes de que se despierten -dijo, señalando a los cruzados inconscientes con la guja.

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24/10/2014, 22:22
Anevia Tirabade

Anevia se quedó mirando a los cruzados. Si los dejaban... ¿Quién les decía que no buscarían otra niña para sacrificarla en su oscuro ritual? Por un instante el pensamiento de cortarles la garganta pasó por su mente, pero no... no podía hacerlo. Y quitarles las armas sería como cortarles la garganta.

Pero también, dejarlos vivos era darles otra oportunidad para el bien. Suspiró. 

—Es mi esposa, Coriander— dijo con una sonrisa. —Se llama Irabeth Tirabae y es una paladina de Iomedae.— Y seguro que hubiese sabido que hacer con estos miserables. Irabeth siempre sabe que hacer. —¡Os guío por el camino más rápido!

Notas de juego

Irabeth siempre sabe que hacer, o eso piensa Anevia :P

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25/10/2014, 17:18
Narración

En el sur del distrito de la Puerta los demonios no habían causado estragos tan graves como en la ciudad vieja, pero aún así las calles estaban desiertas y aquí y allá podían verse cuerpos y charcos de sangre. Sin embargo, y aunque se toparon con un par de demonios alados como los que ya habían derrotado que los atacaron nada más verlos, no tuvieron tanto problema como hasta entonces.

La casa de la familia Tirabade era humilde, aunque recia. Construida en piedra, constaba de un único piso y tenía una puerta de madera reforzada. En las ventanas había macetas con flores, que suavizaban el aspecto austero y alegraban un poco la vista después de tanta muerte.

Desde las ventanas no podían ver gran cosa y la puerta estaba cerrada con llave. Por suerte, Anevia no había perdido su copia ni siquiera después de caer a los subterraneos.

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26/10/2014, 10:46
Anevia Tirabade

Anevia suspiró aliviada al ver su casa en buen estado. Quizá era un buen presagio de las cosas por venir, quizás significaba que Irabeth también estaba bien. Pero lo cierto es que verla indemne quitaba una carga de su interior. No todas pero si una.

—Vamos dentro. Será sólo un instante, pero veremos si me ha dejado alguna nota, o si no, podremos descansar un rato seguras...

La mujer cojeó hasta la puerta y la abrió como tantas veces con su llave, pasando la interior al momento. —¿Beth? ¿Estás...?

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26/10/2014, 11:42
Liliana Drauss

Que la casa estuviese intacta, y la puerta aún cerrada con llave, eran buenos presagios para indicar que el lugar estaba a salvo, pero nada era una garantía absoluta, no después de lo que Liliana había presenciado. Agarró con fuerza el escudo, se llevó la mano a la espada del cinto, y entró tras Anevia.

-Anevia, entro contigo, si no te importa... sólo por si acaso -dijo en voz baja mientras pasaba al lado de la arquera.