Partida Rol por web

-Por la puerta negra- dije tras ver todo el lugar, la luz que emanaba de las calaveras solo podía traer malos augurios y ese portón seguramente estaba trabado de alguna forma especial- seguramente encontraremos cosas interesantes antes de ir por el camino principal, además con un poco de suerte mientras investigamos llegan los demás, estate atenta- tras decir esto caminé hacía la puerta negra sacando una daga de la manga y aferrándola hacía abajo, por las dudas.

Aquella cosa era de tierra, un elemento contraria al mio, la tierra estaba fierme, era fuerte y robusta, fija e inamobible, yo era viento, cambiante, siempre en movimiento, arrastrando las cosas a mi paso, moviendome con el mundo, esos pensamientos me dieron cierta idea, seguramente acabaria agotado, pero seria todo lo que necesitariamos para terminar con la ultima criatura que quedaba.

- Maderaoscura, voy a traerte a esa criatura hasta aqui cuando la tengas cerca acaba con ella -

Tras decir eso levante mis manos y las junte como creando una prisión de aire, y eso fue precisamente lo que hice, cree una prisión de aire alrededor de la criatura, bloquearia su movimiento y la atraeria hacia madera oscura, me aseguraria de que este acabara con ella cuando antes.

Al ver la poca efectividad de las flechas guardé el arco y saqué la cimitarra. Aún seguía pensando en cómo alcanzar la gárgola cuando Viento tubo la idea de apresarla con aire y atraerla hacia nosotros.

  -Estos bichos me están aburriendo ya, acabemos de una vez y sigamos, estamos perdiendo un tiempo valioso.- Dijo el guerrero con hastío.

  Una vez acabada con la primera gárgola aprovechó para recuperar sus cuchillos arrojadizos y se lanzó a por la siguiente presa. Al ver que está seguía intentando acabar con el tigre y no prestarle a tención a él, hizo una finta y se coloco a su espalda, después corrió directo hacia la gárgola y un metro antes de llegar a ella dió un salto y trató de clavar su espadón en su espalda y evitar así que pudiera escapar.

           Viento hizo uso de su poder. Un ventarrón empezó a hacer girar a la gárgola primero para luego encerrarla en una jaula de aire. El ser se debatió entre gritos. Tanto Khivit como Madera Oscura hicieron uso de sus armas para golpearle. El impacto de los dos fue suficiente para resquebrajar el pecho del vigilante. Pero no acabó von él. Otro aullido. El tigre no quiso ser menos y un zarpazo abrió más la herida de la bestia. Pero no salía sangre de ella sino polvo. Tenía ahora una grieta en el pecho. Y estaba furiosa. La vieron abrir las fauces y entonces Tempestad rugió.

           - ¡No puede moverse de su prisión todavía pero sí tirar rayos. Ponéos a cubierto!

          Al tiempo que buscaban resguardo pasó lo que iba a pasar, lo que todos temían en secreto... Se oyó a lo lejos un cuerno de alarma. La ciudad estaba siendo alertada del ataque. Si querían salir vivos la mejor opción era aniquilar a la criatura y buscar cobijo en el túnel cerrándolo para no dar cuenta de su paso. Si sobrevivían la noche, al amanecer recuperarían todo su poder de nuevo.
 
 

- Teneis que acabar con ella ahora - Grite manteniendo el control sobre la prisión de viento, no podia hacer mucho mas que sujetarsela para que ellos acabaran con la criatura, si tan solo Bregor utilizaba sus poderes podria acabar con esa cosa cuanto antes.

     La puerta negra daba a un salón iluminado por luces que no provenían de los candelabros colgados en el techo, sino de las paredes mismas. Una escalera subía hacia el piso primero. Había una pintura en el lateral de la edificación de peldaños. Cuando la vieron mejor era una mujer sin ojos, y que tenía cosida la boca.

       Una mesa estaba en el centro del cuarto, vacía, y el aire olía a encerrado. Lleno de podredumbre, hongos, y vaya a saber qué.

-La pintura no es demasiado alentadora verdad?- comenté con una sonrisa acercándome hacía ella y tocando los bordes del marco.

Al parecer el lugar no era necesariamente transcurrido.

-A ver...- dije mirando a Mia- quieres investigar esta zona o directamente subimos?-

  Bregor oyó a Viento, pero apenas le quedaba poder mágico y necesitaba el poco que le quedaba para poder cerrar el tunel tras de sí ahora que se había dado la alarma en la ciudad.

  Viendo que la gárgola estaba aprisionada se lanzó en una carga directa con el filo del espadón a la mayor brecha abierta sobre la gárgola y poder acabar finalmente con ella.

 "Debemos apresurarno o esta aventura acabará antes de lo que pensamos."

     La textura del cuadro era patinosa, como si algo aceitoso cubriera su superficie. Mia ni quiso tocarlo y entonces Fafnir preguntó lo de explorar o subir y fue interrumpido por un sonido estrepitoso desde afuera.

    -OoooooooUuuuu!! 

     La chica se llevó ambas manos a la cabeza, negó incrédula mientras entendía que había pasado lo inevitable. -Es un cuerno de asedio, indica que... básicamente que alguien está despertando a la ciudad. –Si lograban sobrevivir la noche recuperarían todo el maná que su poder representaba. Cada día se regeneraba totalmente.

Golpeé a la gárgola con todas mis fuerzas, sin embargo la cimitarra parecía rebotar en la dura superficie de aquel ser.

-Entonces eso quiere decir que ya nos descubrieron- sonreí de costado mientras aparecían mis dagas por debajo de la túnica y estas se bañaban en fuego- ahora podremos hacerlo a mi manera...destruyamos todo!- tras decir esto comencé a correr hacía la escalera.

                Los golpes de los hombres mientras el ser seguía preso se sentían en el aire. El duro crujir de la piedra cuando se resquebrajaba. El espadón de Madera Oscura y dos golpes de las garras de Tempestad le hicieron caer un brazo, la cimitarra de Khivit, sin embargo, no fue tan afortunada. Un flechazo cayó al lado de Viento quien intentaba mantener a la criatura quieta. A lo lejos comenzaron a verse cabezas de orcos… cientos.

                -Groar….- rugió el Tigre. Se puso de frente al ejército que venía.

                -Es hora de usar mi poder –dijo y su gruñido de pronto se extendió, se hizo agudo y luego como si estuviera bajo el agua, su voz se volvió burbujeante. Y los orcos no vieron la pared de agua que se acercaba a ellos por detrás, pero sí el grupo.

                Era un ola enorme, y no cabía duda de que Tempestad estaba usando su poder al ciento por ciento. –Cierra el túnel Brégor, nadie que quede de este lado sobrevivirá… ni la gárgola. Eso sí, con esto me quedo sin poder por el día de hoy.

                Corrieron escaleras arriba. Mia no dijo nada sobre la idea de Fafnir de prender todo fuego, su poder tenía que ver con sanación y luz; y le era incomprensible la magia de la destrucción de las llamas. Le infundía sumo respeto.

                Llegaron arriba y vieron una sala circular, de paredes de hueso. Había una bola de energía roja flotando en el medio de la habitación. Eso era lo único que había. Esa bola vibraba y se movia pero siempre dentro de un perímetro reducido.

Al ver aquella esfera me detuve y me quedé observándola.

-Posee el color de la sangre...- me atraía en cierta forma o mejor dicho a mi naturaleza de Incubo, sin embargo sabía que nada bueno podía haber en aquel lugar.

Concentrándome en observarla atentamente busque recordar si había aprendido algo sobre el fenómeno que tenía delante o si al menos me podía dar una idea de que se trataba.

  -De acuerdo Tempesta.- contestó el guerrero. - Todos dentro, rápido, una vez cierre no hay vuelta atrás.-

  Una vez todos entrarón por el tunel Maderoscura también lo atravesó y al llegar al extremo inferior se volvió, contentró el poder que le quedaba y clavó el espadón en el suelo, provocando un temblor y cerrando la única entrada y dejandolos a oscuras. Sacó rapidamente una antorcha y la encendió lo antes posible.

  -Bueno, me parece que yo también me quedé sin poderes hasta que descansemos algo, así que deberemos ir con más cuidado hasta entonces.-

- Creo que ya somos tres - Dije tras entrar al tunel y que Bregor lo cerrase - Mi poder esta tambien en la ultimas, hasta que no recuperemos tendremos que andar con muchisimo cuidado -

Tras cerrar el túnel suspiré aliviado. Aquel lugar parecía bastante seguro, aunque aquello también podía suponer una trampa mortal de la que no salir jamás, pero lo problemas de uno en uno.

- Bien hecho rallitas. - Le dí unas palmadas al tigre.

- Si nos damos prisa quizás alcancemos a Fafnir y Mia. Cuando estemos todos podemos buscar un lugar seguro para descansar y recuperar lo poderes. Yo de momento voy bien.

           Fafnir se concentró en su conocimiento de las artes oscuras para ver si reconocía en alguna forma esa esfera de luz roja. Logró recordar cosas del inframundo, al cual él pertenecía por su naturaleza de íncubo. Esa esfera era un "respondedor" y su tarea era comunicar datos a los seres que lo tuviesen en su haber. El inframundo no era necesariamente un lugar malo, Fafnir y muchos otros seres venían de él y no eran malévolos. Pero en este edificio de hueso y poderes oscuros, era verdad que debía tener cuidado. De todas formas, si su conocimiento no le fallaba, esa bola simplemente contestaba preguntas. Era como una mente redonda y llena de energía.