Partida Rol por web

Miro con desconfianza los brillos rojizos al fondo, pueden ser muchas cosas y por mi rostro pasan la desconfianza y la avaricia a partes iguales

-estamos en un puñetero punto muerto, o nos mojamos o nos vamos de aquí. Voy a ver que es eso-

Me quito la cota de mallas y todo el peso que me pueda molestar y luego me meto en el agua, con mis armas enfundadas y bien a mano, y sobretodo atento a cualquier cosa que suceda de repente

Yo desde luego preferiría buscar otra entrada a.... se tuvo que callar al ver que cuando señalaba con el palo el agua estancada Reijar se quitaba la cota de mallas para adentrarse en el peligro acuatico. ...Emmm... En fin, Olvidad lo que he dicho.

Reijar ¿Por que no te atas una cuerda a la cintura? el semielfo sacó de su mochila una maromilla de seda. Esto vale 10 monedas de oro. No es una de esas cuerdas de esparto a las que estas acostumbrado asi que cuidala.

Miro al valiente Reijar...muchas Leyendas hablaban de grandes hombres y valientes... seguro que ninguno había conocido a Reijar pues fijo, que su pequeño tamaño se debía al precio que debía de pagar para albergar tanta valentía y corage...

Me acerqué a él y dije: Es verdad, es arriesgado que vayas sin cautela...

Cojo su cota de mallas y digo: Yo cuidaré de ella mientras tanto, acogé mis dones... Mientras poso una mono en su hombro... Susurro algunas palabras en Dracónico para finalmente decir en común Resistencia

Elevo una ceja por el comentario de Kerinan, igual se cree que la de mi mochila es un cordel de esparto, como si no fuera a comprarme la mejor cuerda disponible antes de colgarme de ella en cualquier barranco

-mira elfo...- pero apenas empiezo la frase Aaron conjura alguna clase de magia, de protección creo. Lo malo de estas magias, aparte de ser incomprensibles, es que tienden a acabarse cuando mas falta te hacen, de modo que mejor la aprovecho mientras dure

-espero que si tengo problemas podáis sacarme entre los tres, yo tampoco peso demasiado, ja-

Con una última risa me ato la cuerda a la cintura, lleno mis pulmones y corro a sumergirme en el agua

Leira había fijado su mirada en los destellos. Tras escuchar sus palabras se volvió hacia sus compañeros...

- Con esa cuerda no va a llegar ni a la mitad del camino... - Murmuró la joven mientras se descolgaba la mochila de su hombro. Se la tendía a Aaron y se acercaba a donde se encontraba Reijar.

- Voy contigo... -
Le dijo mientra que con cautela empezaba a adentrarse en aquel agua.

Durante parte de aquel viaje adelantaste bastante nadando en la dirección en la que se veían las luces, pero en un momento dado sentiste que no podías más y tuviste que salir a la superficie para tomar aire, aunque estabas demasiado lejos ya cueva y agua adelante para que tus compañeros te vieran. Volviste a ponerte en ello y ya estando cerca, viste que de lo que se trataba era de tres puertas, que se hallaban en el interior de una especie de cúpula.

La primera de las puertas estaba hecha de luz verde y su marco, eran hierbas entrelazadas. En su parte superior había unas hojas con flores. Sí, una puerta que te recordaba demasiado a los abraza-árboles.

La segunda de las puertas era de luz azul pálido y sus bordes eran hielo pulido dando la sensación de ser una columna de piedra. En la parte superior no había dibujo alguno, aunque las tallas se volvían más complicadas, haciendo que hubiera que admirar la labor del que la hubiera creado.

La tercera, era de color púrpura, de un color que sin duda llamaba muchísimo la atención, pero allí no había marco ni nada, tan sólo una pica al lado con lo que parecía una calavera, que a ti te recordaba a un aviso de " mejor no pases y vete por donde has venido ".

Por lo demás, no sin meterte dentro de " la burbuja " casi jurarías que allí, dentro de ella no había agua. Ahora tenías que decidir si coger aire en la superficie o meterte dentro y probar suerte, porque te acercabas al límite de tu capacidad pulmonar.

Al límite de mi aguante decido seguir adelante y meterme en la burbuja, nadie va a poder decir nada de que tuve miedo

"y tendré que pensar en como traer aqui a esos alfeñiques, el semielfo no va a poder aguantar la respiración tanto tiempo"

Con una fuerte brazada me lanzo hacia la burbuja, atento a la presencia de algo o alguien

Aaron agarró la cuerda que sujetaba al mediano y éste se zambulló en el agua hasta perderse de vista de sus compañeros, aunque podían sentir como la cuerda iba avanzando por el agua, pues se movía.

Reijar por su parte, no se había acordado de que llevaba la cuerda atada y llegó un momento en el que quiso avanzar más de lo que esta daba y el tirón, a esas alturas de su " inmersión " le hizo tragar un poco de agua.

Por su parte, Leira de adentró en el agua para tratar de ayudar a su compañero, pero apenas había entrado unos metros en el agua tuvo que sacar la cabeza tosiendo pues le había entrado el agua por la nariz y de la impresión había tragado otra tanta... Con el ataque de tos que la estaba dando o alguien la ayudaba o terminaría por ahogarse.

Aaron, a la vez que sentía el tirón en la cuerda de que había llegado a su fin lo que ésta daba, pudo ver la escena de Leira, quien tampoco estaba demasiado lejos en el agua.

"diez tristes metros, ¿a quien se le ocurre?"

No es que yo me haya dado cuenta al entrar en el agua claro, pero en estos casos la culpa es claramente de las supuestas cabezas pensantes. Me pongo a deshacer el nudo, lo que bajo el agua es un poco mas complicado que de costumbre

Aaron se percató en seguida de que Leira necesitaba ayuda y antes de que tuviera que decidir lo que hacer, sintió cómo la cuerda dejaba de ejercer presión alguna en su mano, lo que sólo podía significar que el mediano se había soltado de ella.

Ahora la decisión era bastante sencilla.

Sin pensárselo ni dos veces, tiró de la cuerda para no perderla y dejarla en la orilla y luego directamente se tiró al agua, para tratar de coger a la mujer antes de perderla en apenas el primer obstáculo que encontrabais.

No se había dado cuenta de que llevaba puesta la armadura, pero incluso con ella, fue capaz de sacar a Leira del agua.

- ¿ Te encuentras bien? - Preguntó cuando ya la tenía en la orilla, aunque ella ahora estaba respirando fuertemente después de tratar una poca agua.

Llegas a la burbuja en cuestión sin problemas, pues conseguiste deshacer el nudo y zambullirte hasta allí, que por suerte, era una zona en la que extrañamente había aire.

Tenías totalmente claro que aquello sólo podía ser obra de alguna clase de magia.

Al mirar haca afuera de nuevo, hacia detrás que era donde habías dejado a tus compañeros, se veía todo negro y cuando tratabas de tocar la burbuja era como si estuvieras tocando una pared. No podías salir como habías entrado.

Ahora estabas frente a aquellas tres puertas sin que pudieras ver o llamar a ninguno de tus compañeros.

Bien hecho Aaron exclamó al ver como habia salvado a Leira de morir ahogada en aquellas putrefactas aguas.

¿Estás bien? preguntó casi al mismo tiempo que el clérigo. Así a simple vista no parecía tratarse de nada grave. Apenas un pequeño susto. Leira no tardaría demasiado en recuperarse ¿Donde está Reijar? ¿Habrá conseguido llegar hasta el fondo? el halfling había desaparecido de la vista de todos al adentrarse en las aguas estancadas. ¿Estaría bien?

Desesperada, Leira había intentado bracear, pero lo único que había conseguido era tragar más agua. Empezó a manotear, intentando mantenerse a flote, pero no lo conseguía y veía horrorizada como dicha agua se cerraba sobre su cabeza. De repente, sintió unas fuertes manos que tiraban de ella. Aunque estaba histérica, intentó quedarse quieta para no ponérselo más difícil.

Aaron la dejó en el suelo. La muchacha jadeaba y empezó a escupir agua. Se puso de rodillas y empezó a respirar con mucha fuerza, sus pulmones clamaban por recuperar el aire perdido...

Asintió con la cabeza ante la respectivas preguntas de Aaron y de Kerinan. Necesitaba recuperarse pero... Estaba hecha una mierda...

- Gr... Gracias... - Consiguió decir entre bocanada y bocanada. - No... No sé qué me ha pasado... - Poco a poco su voz fue recuperando el tono normal de la joven. Se volvió y miró hacia el agua, buscando a Reijar con la mirada... ¿Qué me ha pasado...? El agua se veía tan calma, que Leira no terminaba de entender por qué no había podido continuar.

El maldito enano testarudo. dijo al comprobar que Leira estaba a salvo. ¿Donde está? ¿Lo veis? el hechicero se esforzó por intentar dislumbrar desde donde estaba una sombra en el fondo. Burbujas, o cualquier cosa que le indicara donde demonios estaba Reijar y sobre todo si estaba bien.

- No, el agua está demasiado turbia, y viendo lo que le ha pasado a Leira no creo que sea buena idea meterse a buscarle - habla sin mirar a sus compañeros, atento a cualquier movimiento en el agua que les de información sobre el mediano - Me temo que debemos confiar en sus supuestas dotes como nadador.

Aunque se ha tirado al agua a por Leira sin dudar, el peso de la armadura ha estado a punto de arrastarle a él también. La próxima vez es posible que no tenga tanta suerte.

-¡Asquerosa magia!- grito dando una patada al muro negro.

Hago bocina con mis manos y las pego al muro antes de gritar a pleno pulmón -ehhh, venid de una vez que yo no puedo salir-

Luego me cruzo de brazos y miro con disgusto, Leira es la única que parecía capaz de nadar medianamente bien, me da la impresión de que Aaron y Kerinan se ahogaran antes de llegar aquí, y eso sin traerme mi equipo, con taparrabos y mis armas no estoy en las mejores condiciones para explorar este sitio

-asco de magia-

Repito mientras me inclino al pie del muro y empiezo a escavar con mi espada a ver si puedo abrir una salida