Partida Rol por web

Crann intentó agarrar a Siana para que no se fuera a lo hondo. Pero su mano estaba resbaladiza y no lograba alcanzarla bien. Aquellos portales eran extraños, habría que elegir alguno para atravesar, y lo mejor era elegir todos el mismo, pues si no, nos dividiríamos. Pero parecían bastante peligrosos...

En una de las brazadas senti que Sianna, se me solto de la espalda y al girarme vi como se hundia- ¡¡¡Por todos los Dioses!! ¿Porque se ha soltado?- No tarde en reaccionar mientras veia como ambos compañeros intentaban ir hasta ella sin resultado.

No deseaba cargar con la muerte de la joven por mi culpa, asi que hice señales al resto de que fueran a la cupula mientras yo la volvia a coger.

Estaba claro que las fuerzas me estaban fallando, pero no cejaria en cogerla y traerla de vuelta aunque me cueste mi propia vida.

 Por unos instantes el pánico amenazó con engullir la cordura de Sianna mientras ella se hundía de forma inexorable. Entre las penumbras que creaba la luz invocada por Raknor, pudo ver las caras de temor reflejadas en los rosotros de sus compañeros que veían como la joven se hundía más allá de su capacidad para ir rescatarla.

 Algo en el semblante de la joven cambió. El rostro que momentos antes reflejaba pánico y temor ahora mostraba determinación.

 Imitando los gestos de los varones, sus brazadas en la oscura agua, la delicada elfa empezó una lenta pero esperanzadora ascensión hacia lo que parecía una bolsa de aire. Impuslando un delicado cuerpo hacia la vida.

Todo comenzó a liarse bastante, sobretodo, cuando primero parecía que Sianna sería la que se ahogaría, pero uego el bárbaro hizo una cosa rara y al final, el que acabó tragando un poco de agua y fue Raknor, como si al final, el hecho de ver que uno de vuestros compañeros estaba en peligro de ahogarse hubiera hecho que la mayoría perdiera la concentración. Eso sí, menos Crann, que fue prácticamente quien tuvo que ir arrastrándoos hasta el lugar donde estaban las puertas.

Respirar aire, pues era lo que había bajo aquella cúpula hizo que los pulmones os dolieran un poco, aunque Sianna primero se puso a toser un poco, echando algo del agua que había amenazado con ahogarla momentos antes.

Ahora, por un lado, podíais mirar hacia afuera de aquella burbuja submarina para solo ver negrura a vuestros alrededor y la pared que os rodeaba se había hecho sólida tras cruzarla, pues ahora os impedía salir de nuevo al agua. Sólo había una dirección posible y era hacia adelante.

Ahora, delante vuestro había tres portales y bajo vuestros pies únicamente arena, arena fina y suave que parecía traída de una playa.

El primero de los portales que se veía era como una masa verde, rodeada por lo que parecían plantas y flores entrecruzadas creando un bonito y elaborado marco. Se veía con una apariencia delicada, como muy élfico. El segundo, era de color azulado, como la primera, como si estuviera formado de energía, pero a su alrededor había un marco de hielo tallado. Era hermoso y brillante aunque bastante menos recargado que el primer marco.
El tercero de los portales carecía de marco alguno, pero a su lado, había una calavera en un palo, como si en su día hubieran clavado allí una cabeza para que fuera un aviso para quien quisiera cruzar.

 A cuatro patas, chorreando agua y con el cuerpo sacudido por una fuerte tos, estaba Sianna, con la trenza colgando empapada por un lado de su cuello mientras tomaba aire anisosa como si ese fuera a escapar.

 Coff, coff, cooff..

 Tarda un tiempo en recuperarse, tras lo cual se sienta en el suelo arenoso y apoya el cuerpo hacia atrás, sobre sus brazos extendidos. Respirando hondo, con su pecho bajo la tela y el cuero empapado, subiendo y bajando al ritmo de su respiración.

 - Maldición, por poco no lo contamos.

 Con la respiración un poco más serena la muchacha se las apaña para levantarse con la hipnótica elegancia que caracteríza la ágil elfa. Para quedarse mirando las tres entradas. Examinando coda una de ellas con sus agudizados sentidos... acercándose a ellas con precaución.

 Una vez inspeccionada las entradas la joven da unos pasos atrás mientras aprieta su trenza, estrujándola delicadamente para escurrir el exceso de agua que aún tiene, luego empieza a desenredarla a la vez que dice.

 - No he visto que los pasos estén guradados con... sorpresas desagradables.- Dice mientras se separa el pelo mojado y saca un paño seco de uno de los múltiples bolsillos de su empapado morral, y empieza a secarse un poco el pelo.

 - No creo que podamos regresar por el camino que hemos seguido... y la verdad es que con esa experiencia ya he tenido suficiente... Ahora debemos elegir nuestro siguiente paso. Creo que hablo en nombre Crann y mío al sugerir empezar por el portal verde. El azul apesta a magia.- Mirando a Raknor añade.- No como tú, es algo rancio y desagradable...

 Girándose y mirando al portal púrpura y la calavera.

 - Y el portal púrpura... la verdad es que no me apetece mucho ir por él... no teniendo otras opciones.- Acercándose un poco más a este último portal y se fija en el cráneo.- ¿Crann, de qué crees que puede ser este cráneo?

Raknor tosió y vomitó los higadillos durante un rato sobre la tierra firme para después mirar agradecido a sus compañeros. Recuperándose por momentos. Si estaba asustado porque las puertas se cerraban tras ellos. No lo demostró.

Joder... estamos en mitad de una especie de laberinto mágico. ¿A qué demente se le habrá ocurrido? ¿Habrá algún brujo maligno observándonos desde una esfera de cristal?.

Pero tales reflexiones no iban a ayudar en nada y no tardó en sonreír y tratar de animar al resto.

-El agua es el enemigo más peligroso, tanta gente ha muerto por beber agua en mal estado... o demasiada. Sin embargo no conozco a nadie muerto por beber cerveza o hidromiel... son mucho más seguros como decía mi aaaaachis.-estornudó.-Mierda, me costipé...

No como tú, es algo rancio y desagradable...

El hechicero hizo ademán de olerse los sobacos...-Desde luego que no soy rancio... ¡si acabo de bañarme!.-miró hacia arriba, como dirigiéndose a alguien invisible.

-¡Y esto, madre, cuenta como mi baño semanal!

Pareció volver a la realidad por momentos.-Y aunque no hubiera magia, no tengo la menor intención de ir a un lugar helado después de mojarme, descartamos el Azul, por supuesto.

Cuando sali del agua tosiendo aun no entendia como Sianna, se habia soltado. Estaba de rodillas en la arena con el ceño fruncido dispuesto a echarle la bronca a la elfa.

Pero ver aquella figura tan bella y elegante escurrirse el pelo, me hizo mirarla como un perro ladeando la cabeza.Tras unos instantes de aquella magia me despeje  sacudiendo la cabeza y de paso el agua que habia en mi pelo que goteaba por cada punta.

Me acerque al grupo y los sonrei, la verdad que no habernos ahogado y estar todos bien era un alivio.- Jajajjajaja yo tampoco conozco a nadie haberse ahogado en hidromiel...pero si conozco a gente que lo ha intentado jajajjaja

Tras la broma, pues eso hizo soltar aun mas la tension mire las puertas y me rasque la perilla trenzada y ahora mismo empapada.

En mi pueblo tenemos un dicho para estos casos...- Sonrei- Si hay duda siempre hay que ir hacia la izquierda.- Tenia su sentido para mi pueblo, o por lo menos siempre lo habia escuchado yo asi, el motivo tampoco importaba pero si me preguntaban tampoco sabria decirles la razon de esta logica...

Con la melena aún húmeda caiéndole por los hombros, Sianna deja que Crann examine la calavera mientras ella mete su diestra en una bolsa, peluda y de color gris, colgada a un lado de su cinto. Tras unos instantes frunce levemente su fino entrecejo y saca de la bolsa una pequeña alimaña.

 - Con todo lo que podría haber salido... - Oís que murmura antes de dirigiros a vosotros.- Antes de jugarnos nuestro pellojo, nuestra amiga dará un vistazo a lo que hay más allá del umbral. Será nuestra ratita de indias.

 Agachándose un momento con elgancia y elasticidad, la pelirroja elfa deja la rata en el suelo, y con un ademán de la diestra, señalando el portal verde, la rata se encamina toda feliz hacia ese portal cruzándolo. Con la mirada expectante de Sianna sobre ella.

Crann secó el plumaje de su águila que lo había pasado realmente mal en aquel chapuzó. Crann y su compañero eran inseparables y un pequeño charco no les iba a separar. Después de aquel pequeño y agradable chapuzón se quedó observando los tres portales cuando se dio cuenta que sus compañeros llegaban tosiendo y medio ahogados. Los miró con algo de preocupación, pero después se dio cuenta de que se pondrían bien.

Segundos después retomó la inspección de los tres portales. 

- Desde luego que por la pinta que tienen los portales yo me inclino por el verde. Pero dejadme que les eche un vistazo antes. Al igual que esa calavera de la que hablas.

En cuestión de unos pocos segundos Raknor y Korn estuvieron en condiciones de seguir caminando, aunque Korn aún tuvo que esperar un poco a que se le pasara el calentón que acababa de coger mirando a su compañera calada hasta los huesos, aunque ella no había sido muy consciente de la mirada del hombre, pues estaba ocupada con sus cosas, que venían a ser, por ejemplo, estar encerrada en una burbuja de la que no podía salir y en la que el único camino era cruzar una de aquellas puertas que tenían delante.

Sianna sacó una rata de una de sus bolsas y ésta hizo el típico sonido que hace el animal en cuanto se vio colgada boca abajo cuando la mujer la sacó de entre sus pertenencias.

La aventurera colocó aquel animal delante de la primera puerta de la izquierda que era la verte y el animal desapareció por ella en cuando la mujer le soltó la cola. No parecía que la hubiera pasado nada malo, aunque no había vuelto, como era de esperar después de verse en aquella situación.

Crann, por su parte, se entretuvo un poco más y echó un vistazo a las tres puertas, pero no encontró demasiado. Cerca de la puerta verde, la que olía a bosque y su marco recordaba a uno, olía a tierra húmeda, un olor muy agradable, sin duda. Cerca de la segunda, la del marco de hielo baja algo la temperatura. El cráneo parecía ser humano y en la tercera casí que olía a ¿ miel? A algo dulzón, sin duda.

 La joven miró expectante como la criaturilla cruzaba el umbral sin que le ocurriera nada especialmente malo durante el  avance... para desaparecer un instante después.

 - Magia... magia poderosa...- Dijo con cierto deje de fascinación.- ¿Quién habrá podido montar todo esto aquí? Sin lugar a dudas es una muestra de poder impresionante.

 Finalmente la joven se incorpora y acomoda sus pertenencias, mientras Crann termina de dar un vistazo.

 - Bien ha llegado la hora de avanzar.- Dijo dando un paso al frente dando un extremo de la cuerda que había sacado del morral a Korn.- Toma, procuraré mantener la cuerda tensa durante el avance. Si es seguro daré dos tirones... sinó espero regresar o en su defecto daré tres tirones.

 Sin más con un gesto de determinación Sianna cruzó el umbral.

Estaba observando a Sianna, cuando derrepente la vi sacar una rata y enarque una ceja.- Grrrrrr- Gruñi incoscientemente pues no me imaginaba que la bella elfa sacara algo tan repugnante. No es que me desagradaran, pues incluso alguna vez las habia comido.

Vi como se metio en la puerta mientras el resto de los compañeros hacian sus investigaciones la mujer parecio mas resuelta tendiendome el cabo de la cuerda con que la habia atado antes.

¡Menos mal!- Dije aliviado de que alguien dijera algo de una vez.- Esta bien, si tiras solo uno es que podemos avanzar- Dije mientras me enrollaba esa cuerda en el brazo, donde mis musculos se tensaban y destensaban con el movimiento.- Si tiras tres veces, tirare de la cuerda para recogerla y puedas salir rapidamete de alli.

Ten cuidado...- La sonrei.- ¡Chicos, probamos la primera puerta atentos!

Raknor se dispuso a esperar a la vez que repasaba mentalmente todos los conjuros que conocía y que podían servir contra lo que hubiera detrás de aquella puerta.

No se había aclarado con lo de los números de tirones. pero supuso que KORN sí, él era más experto en las lides de la guerra, así que sólo quedaba esperar.

El asunto del que "había montado todo aquello" fuera suficiente poderoso para transformarles en polvillo no se les había pasado por la cabeza a ninguno de los otros tres. En fin. El mundo estaba lleno de incautos y era posible que el resto de mercenarios y aventureros debilitaran al causante antes de que ellos llegaran.

Rezaba por ello..

Crann se acercó al portal por donde se introdijo Siana y se quedó mirandola desde el umbral sin acercarse demasiado. Tomó entre sus manos la cuerda, no con intención de agarrarla fuerte, si no más bien con intención de sentir si ocurría algún movimiento en ella para así poder alertar con mayor rapidez a sus compañeros.

Desde allí se quedó contemplando a la muchacha con la esperanza de poder ver todo lo que ocurría en el lugar. Quería estar atento para que ningún detalle se le escapase.