Partida Rol por web

Alguien tira del saco sin demasiada delicadeza. La boca del saco se retuerce en varias direcciones y al final se abre. No entra mucha luz. Tal vez sea de noche.

Ahora alguien tira del saco por el lado de los pies, y la joven es revolcada por el suelo mientras le quitan el saco ---primero de alrededor del cuerpo, luego de alrededor de las piernas---. En cuanto sus brazos tienen libertad de movimiento, la chica se revuelve y se pone en pie. Es una chica joven, de pelo largo del color de la nieve, y aunque no es especialmente guapa tiene una mirada hipnótica que la hace extrañamente atractiva. Sin embargo, tantas horas dentro del saco pasan factura de repente y la chica siente como le fallan las piernas: pierde el equilibro y cae al suelo de culo, sin demasiada dignidad. En ningún momento deja de mirar a su alrededor. Sus piernas están entumecidas pero sus ojos muestran que su cerebro está trabajando a plena potencia.

A su alrededor, en medio de una sucia marisma, hay cuatro hombres: dos guerreros de recia armadura y dura espada, un hombre de gesto adusto y amplios ropajes rojos (tal vez un mago o un hechicero), y otro hombre de pelo largo tirado en el suelo. Está dormido o está muerto? Eso eso sangre?

La chica vuelve a ponerse en pie para huir, pero nuevamente las piernas le fallan y cae de rodillas. A gatas, la chica se aleja a gatas de los hombres, buscando en la penumbra un refugio donde resguardarse...

Prentis estaba confuso ante la situación.La verdad es que el cambio en su entorno le sorprendía, pero estaba dentro de lo que cabía esperar. Estaba claro que esa piedra albergaba un poder considerable en su interior y no era la primera vez que oía hablar de piedras de teleportación. Quizá estuvieran en otro lugar...o...peor aún, en otro plano. 

Mantenía la distancia con el cruzado pues no sabía cual sería su reacción ahora que Throeld yacía en el suelo, aparentemente muerto. Tampoco estaba muy seguro de poderse fiar de su guardaespaldas, visto su comportamiento en el interior de la cabaña y respecto a la mujer recién rescatada, dudaba que fuese a mirarlo con buenos ojos después de lo acontecido.

-Vamos, vamos. Será mejor que no intentéis correr...si a penas sois capaz de teneros en pie. ¿Queréis adentraros en esa bruma así, sin más ¿Cuánto tiempo llevabais dentro de esa bolsa?.-dijo el mago intentando ayudar a la mujer-Descansad. Nadie de los presentes os hará ningún daño.

-¡¿Y vos, Insensato?!- Dijo mirando al cruzado -No sabes lo que has hecho, después de todo, ¿verdad?. Y el único que podría saberlo está muerto ¿Y ahora qué? ¿Cual es tu plan? ¿Correr? ¿Hacia dónde?

Prentis negó con la cabeza en gesto de desaprobación y manteniendo la distancia, se agachó e inspeccionó el suelo intentando averiguar si estaban en el centro del supuesto pantano o si por la vegetación o por cualquier otro indicio podría saber si estaban cerca de tierra firme mientras la bruma se seguía arremolinando a su alrededor.
 

El nerviosismo y la situación llevaron a Tristan a liberar del saco a la chica con unos métodos un tanto rudos, ya imaginaba que era una chica la que estaba en el mismo pero eso no le ayudo, en el momento sus ojos se encontraron con los de la chica fue como si lo hubieran golpeado con una maza la acabas de salvar, te tiene que estar agradecida, muéstrate seguro en lugar de ello apenas un balbuceo salió de su boca ¿que tenía que hacer ahora? ¿consolar a la chica?¿destruir la piedra? entonces la chica cayo de culo, casi a cámara lenta vio como caía y como volvía a levantarse para de nuevo volver a caer pero imbécil, ayudala, no ves que no puede sostenerse intento mover los brazos para ayudar a la chica sin embargo un hechizo de petrificación no había sido mas efectivo y no movió ni un musculo mientras la chica naturalmente asustada intentaba alejarse a gatas.

Entonces el hombre de rojo ayudo y consoló  a la chica eso tenías que haber hecho tú maldita sea por alguna extraña razón el mago no parecía nervioso al ver el cambio a su alrededor, no solo eso, encima tubo la desfachatez de achacarle ser el causante de lo sucedido el hombre se agacho a examinar la tierra, como un resorte tal reacción despertó a Tristan de su estupefacción naturalmente que sé lo que he hecho, he salvado a la chica de morir por los planes de este siervo del mal, maldito embaucador, ahora mirala a los ojos y dile que la has visto forcejear asustada en ese saco y no has movido ni un solo dedo para ayudarla, que ahora estaría muerta para alimentar con su sangre esa piedra en lugar de la sangre de este diablo acaso no viste la locura que lo invadía, iba a apresarlo no matarlo pero no me dio otra opción señalo a su pecho mostrando los restos de fuera lo que fuese que le había lanzado los de tu calaña nunca quieren aceptar que son tan culpables como aquellos con quienes hacen tratos sin embargo por mas que le molestara el mago tenía razón en una cosa ¿hacia donde ir? todo parecía idéntico desde donde estaban, muy a su pesar tendrían que ayudarse de momento, apretando los dientes por la rabia que le causaba tal idea cogió el saco dispuesto a meter la piedra en el mismo.

El pantano parece todavía más oscuro que antes. Los árboles cercanos se han convertido en retorcidas sombras, con ramas como garras que se alargan, y un hedor inmundo surge del agua estancada. Arriba a través de las enredadas ramas, el cielo parece diferente. Las estrellas súbitamente ¡han cambiado de posición, y la luna está próxima a estar llena!. Nubes tormentosas comienzan a surcar el cielo occidental como una cortina de humo negro. En unos pocos momentos, las nubes borran por completo la débil luz de las estrellas.

Una  fuerte tormenta se empieza a formar en el cielo: preludio de una noche tenebrosa.

Por puro instinto, Lareela ha gateado hasta un árbol y mantiene su espada apoyada en el ancho tronco. El mago rojo se acerca, pero parece ser lo suficientemente inteligente como para mantener la distancia.

- Vamos, vamos. Será mejor que no intentéis correr...si a penas sois capaz de teneros en pie. ¿Queréis adentraros en esa bruma así, sin más ¿Cuánto tiempo llevabais dentro de esa bolsa?

- No... no lo sé.

Lareela no deja de mirar en todas direcciones, intentando averiguar donde está. Qué es este lugar?

Lareela no deja de mirar en todas direcciones, intentando averiguar donde está. Qué es este lugar?

Y cómo ha llegado hasta aquí? Qué hacía en el saco? Qué estaba haciendo antes de...?

QUÉ PASÓ ANTES DE QUE ENTRARA EN EL SACO!!??

Con terror, Lareela se da cuenta de que no recuerda nada anterior a despertar en el saco.

Prentis decidió no hacer caso a las provocaciones del cruzado. No tenía sentido. No iba a sacar nada de ello y había cosas importantes de las que ocuparse. Ayudó a la mujer a levantarse y la sostuvo para que pudiese caminar, apoyándose en su hombro.

Prentis ofrece la mano a la joven, y esta la acepta y se levanta. Poco a poco sus piernas están volviendo a la normalidad. Todavía le duelen, pero al menos parecen sostenerla. No mira a Prentis, ni a ninguno de los otros hombres. Su mirada está perdida en el infinito y se agarra la cabeza con la mano libre como si tuviera una terrible jaqueca.

-Permítame que intente aliviar su dolor. 

Solo cuando Prentis recibe el consentimiento de la mujer, posa su mano sobre ella e invoca su poder. Su mano se vuelve de un color blanco azulado luminoso y en contacto con la piel de ella, esa luz comienza a expandirse por su cuerpo hasta que por un segundo, la envuelve por completo y luego, parece como si su piel la absorviese.

Por mas que mirara la bruma lo cubría todo y pesar de estar sudando sentía frío se agacho para recoger la piedra pero justo antes de tocarla 

"insensato" "no sabes lo que has hecho ¿verdad?"

Aquellas palabras resonaron de nuevo en su mente mientras notaba como el sudor aumentaba, la mano le parecía de recio acero, a solo unos milímetros la piedra, se mordió el labio intentando alejar los pensamientos sin éxito y un escalofrió lo recorrió desde el fondo del estomago hasta alcanzar todo el cuerpo, su mano temblaba, estaba seguro ¿y si activaba algo al tocar la piedra? ¿y si esta esperaba a un incauto para consumirlo? su corazón latía con mas fuerza finalmente desistió dejando la piedra en la mano del muerto se levanto con brusquedad y respirando con dificultad justo para ver como el mago usaba su poder sobre la chica empezó a caminar nervioso para calmarse recitando los códigos aprendidos durante su entrenamiento.

Una luz de un color blanco azulado luminoso nace en la mano del hombre de los ropajes rojos y se extiende por el cuerpo de la joven. Lareela se ve rodeada por la luz y luego siente como si su piel la absorbiese. Sus piernas recuperan su fuerza, también sus brazos. Se siente bien, muy bien. No sabe qué magia es esta, pero es algo bueno.

- Gra... gracias ---dice, levantando la mirada para encontrar los ojos del hombre.

Mira a su alrededor, aún confusa. La mano que estaba a un lado de su cabeza baja lentamente mientras pregunta:

- Quiénes son ustedes? Dónde estamos?

Mientras tanto, su cerebro intenta recordar cualquier cosa sobre lo que pasó antes de entrar en el saco, pero no consigue recordar absolutamente nada.

Mantén la calma, Lareela. No serías la primera persona que se da un golpe en la cabeza y pierde momentáneamente la memoria. Esto lo has leído antes en... bueno, en algún sitio. Sólo tienes que mantener la calma, y las cosas volverán de forma natural. De momento, concéntrate en saber dónde estás y en mantenerte a salvo. Estos hombres no parecen malvados, pero mantén los ojos abiertos.