Partida Rol por web

La ruina del Hombre

El principio de la madeja (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

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08/11/2007, 18:38
Director

Annyrr sonrió y dejó que Rikke se perdiera entre las escaleras, a trompicones y roces con la pared, hasta que llegó abajo y salió al patio otra vez. Salió por la puerta más cercana, y dio media vuelta siguiendo la muralla, bajo un par de arcos largos que servían de pasillo entre alguna torre de vigilancia y el barracón principal y oficialía de la guardia, y bajó por unas calles no muy grandes hasta casi la muralla divisoria de las ciudades alta y baja. Allí, recorrió lo que le quedaba más tranquila hasta que pudo ver de nuevo la casa del pomposo señor de Hyss.

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12/11/2007, 09:14
Rikke

Buscando no llamar demasiado la atención, reodeo la casa del señor para buscar la de mi tío, no es la primera vez que voy ni mucho menos, así que conozco más o menos la manera de llegar pasando inadvertida...

Una vez en la puerta, ahora mucho menos convencida de lo que decir a mi prima y de si ha sido buena idea venir...empujo la puerta ligeramente, esperando una respuesta desde el interior, para penetrar en la vivienda en caso de no recibirla...

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13/11/2007, 18:54
Director

La puerta no se abrió. Se abriría hacia dentro, pero algo lo impedía. Era aún pronto, aunque había amanecido y la actividad comenzaba a hacerse visible, siempre menos en esa parte de la ciudad, tras el lado acomodado de la muralla alta, en la que muchos tenían el privilegio de decidir qué hacían con su tiempo.

Su tío era un hombre trabajador, quizá ya estuviera en el taller, al otro lado de la casa. Era normal que en otros casos se pusiera una mesa o algo pesado en la puerta, pero su prima no tenía costumbre de hacerlo.

Al empujar más fuerte sintió que algo cedía, chirriaba y finalmente caía, con un sonido sordo, como a tierra dura golpeada. Alguien del interior emitió un gritito agudo y breve, y se movió de forma extraña.

Pero todo era sombra, desde la puerta semiabierta, donde apenas cabía, sólo podía ver que acababa de tirar una silla al suelo y un trozo de metal pesado que debía haber tenido encima.

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14/11/2007, 16:53
Rikke

Sorprendida y asustada, esta sensación deja paso con rapidez a la preocupación...nunca antes me había encontrado la puerta cerrada, lo que confirmaba mis temores sobre el estado de ánimo de mi prima...

Con cuidado, asomo la cabeza a la oscuridad de la estancia, y en un tono de voz casi susurrante, como si las circunstancias me obligaran a hacerlo así...pronunción con firmeza el nombre de la joven chica...YYridda, soy Rikke mi único objetivo era localizarla en medio de aquella penumbra...a pesar de todo, noto con los látidos aumenta su ritmo de manera incontrolada...

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19/11/2007, 19:38
Yyridda

Yyridda nació de entre las sombras. Su aspecto a la poca luz era deplorable, pero no peor que la última vez, y había algo más de brillo en su mirada. Una vez reconoció a su prima, sonrió con cierta gana y se acercó a la puerta para hacerla entrar.

- Entra, prima. Entra. ¿Qué haces aquí tan temprano? Tienes mucho que contarme del palacio. ¿Ha sucedido algo nuevo? Padre no se atreve a ir allí, pero ha preguntado...el señor tampoco se acerca. Bueno, al menos tampoco ha venido nadie.

Estaba menos asustada, sin duda, pero aún inquieta. Era evidente que no había salido en todo el día anterior, excepto el momento en que estuvo con Rikke.

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20/11/2007, 11:09
Rikke

Entro en la opresiva atmósfera de la habitación, dejando la puerta abierta a mi espalda para que entre algo de luz, nuevamente el aspecto de mi prima me produce cierta congoja, aunque la sonrisa que brinda me conforta…se la devuelvo deseando causar el mismo efecto en ella…

Nos sentamos en la mesa antes de contestar a su pregunta, pues tampoco sé si lo que le contaré nublará aún más su espíritu...pero debo hacerlo de todas formas…Eddyck está investigando algo que paso anoche en la cena, aunque no tengo del todo claro lo que es…me estuvo interrogando, aunque eso lo hizo con todos…pero… me detengo unos segundos, buscando sus oscuros ojos te nombró, nombró a tu señor…dime Yyridda, háblame claro por favor…aléjate del castillo, que tu padre lo haga… mi ansiedad es evidente, mis ojos se pierden en la incomprensión…

¿Qué está pasando prima?, ¿Qué se trae entre manos tu señor que te está poniendo en peligro…? algo de cansancio en mis palabras, me siento girar dentro de un sinsentido, apoyo las manos en la mesa y sobre ellas mi cara…

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20/11/2007, 19:50
Yyridda

La voz de la muchacha tembló en la oscuridad igual que la débil luz de la vela que encendió en medio de la mesa. Su cara se iluminó de forma que pareció vieja y arrugada, con ojos ausentes en la pregunta de Rikke.

- Mi señor...creo que ha cometido un error por ambición. Tuvo tratos antes con el señor Rannedh. Es...era...buen cliente. Yo misma le caía bien y él no era uno de esos señores gordos y asquerosos. Él me miraba como a alguien más, y me trataba bien. Los últimos encargos fueron en secreto. Unas jarras de vidrio muy finas...nada bonitas, aunque sí de difícil factura. Mi padre tuvo que hacer una especie de tubos de cobre y otros materiales y se lo fui entregando por tandas. Los miraba como si mirase oro...y desde luego eran valiosos, por el peso de la bolsa que me daba. Mi señor me aguardaba a la misma salida del palacio, con brazos abiertos y una amplia sonrisa, como siempre, hasta que me arrebataba la bolsa y de un empellón me recordaba quién era.

Luego...

La mirada de Yyridda volvió a ser translúcida y afilada en la negrura, y habló mirándola como si de ella sacara las ideas.

-... luego encargó a mi padre unas baratijas. Un anillo era lo último. Era una copia, en realidad. Él le entregó a mi padre el modelo y mi padre lo imitó. El señor Rannedh murió cuando todavía teníamos su anillo, el que nos dio...y por eso, asustado, mi señor quiso que lo devolviéramos...pero no podía ser yo...todo eso, con la noticia...no sé, habría despertado sospechas...y yo aún tengo mucho miedo, prima.

Hizo una pausa en la que pareció reprimir un escalofrío.

- Creo que algo raro se traían, lo suficiente para que le asustase. No es nada extraño tener tratos personales con nobles, e incluso discretos a fin de mantener la exclusividad de las grandes obras que ellos luego exhiben en las fiestas. Pero no sé, quizá por todo en general...no es normal el alboroto que ha sufrido su ánimo...y el nuestro.

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21/11/2007, 09:28
Rikke

La voz de mi prima desgranaba su historia e iluminaba la mía, rellenando algunos puntos oscuros y confirmando otros que empezaba a vislumbrar...

Yyridda, no te acerques al castillo, algo raro esta pasando tras la muerte de Rannedh, algo que implica a tu señor, y en consecuencia a vosotros, deja que intente averiguar algo más...pero prometemé que ni tú ni tu padre lo haréis mi voz intenta sonar tranquilizadora, incluso despreocupada, no deseo perturbar más a mi prima...

Si tenéis algún asunto inexcusable en el castillo, avisadme, intentaré ayudaros en todo lo que pueda, pero por favor, no os acerquéis, te informaré si hay alguna novedad... necesitaba quedarme tranquila al respecto, y tenía que regresar pronto, no podía perjudicar a Annyrr...

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22/11/2007, 00:30
Yyridda

Yyridda sonrió a la luz de la vela. Era una sonrisa algo cansada, pero sincera al fin.

- No te preocupes, prima. Mi señor no tiene intención de momento de acercarse al palacio, ni nosotros tampoco, la verdad. Sólo prométeme que no te acercarás a los problemas. Te conozco, Rikke. Eres muy valiente, pero también descuidada. Sé que algo malo sucede, y he sentido como si estuviérais en peligro hace dos noches, precisamente cuando sucedió aquella horrible muerte.

Si tienes cuidado, aprovecha y ve a ver a papá. Está en el taller, claro. Ahora es pronto para que el señor ronde. Puede que tenga algo para ti

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22/11/2007, 12:11
Rikke

Mejora mi ánimo al ver la sonrisa de Yyridda, la escucho hablar...yo no soy valiente, e intento no ser descuidada, estoy muerta de miedo, y todo este asunto no me gusta nada...

Iré a ver a tu padre, y tendré cuidado, siempre intento tenerlo prima, pero el castillo es tan grande y hay tanta gente en él... sonrío para tranquilizarme y abrazo a mi prima... tranquila, estaremos bien, solo era un mal presentimiento, no nos ocurrió nada...

Sin demorarme en exceso, me despido de la joven emprendiendo el conocido trayecto que me conducirá al taller de mi tío, siendo especiamente prevenida, espoleada por las anteriores palabras...

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22/11/2007, 19:01
Herond

El hombre que trabajaba en el taller era Herond, pero parecía mucho menos cansado, aunque una sombra de preocupación se mantenía en su mirada.

Sonrió a su sobrina y dejó lo que estaba haciendo, unas tallas hermosas, como siempre, sobre un pequeño ribete para un broche de plata.

- Mi querida Rikke, no sabes cuánto me alegra verte bien. Ven, siéntate y no hagamos mucho ruido. Deja que trabaje un poco mientras hablamos y coge un vaso de vino. Quizá sea algo fuerte para ti, pero yo lo necesito para templar mi pulso por las mañanas. Si no te gusta, entrará mejor con un poco de queso. Es bueno, el de Gyll está complaciente siempre que le prometamos no acercarnos demasiado al palacio.

Sonrió ligeramente, parecía que muchos de los problemas de ayer se hubieran solucionado. Miró hacia el exterior, a través de los árboles verdes con flor y volvió a sentarse mientras dejaba el ribete y comenzaba a pulir con energía un trozo de metal tosco.

- Tienes que contarme qué sucede en el palacio. Me teníais preocupado, aunque sé que eres responsable y me has hecho caso. Ayer fue un mal día para nosotros, pero cuando volví del oficio pregunté con cuidado y no me mencionaron vuestros nombres, por lo que me quedé mucho más tranquilo. Ahora te veo aquí y ya estoy seguro...además, por cierto...tengo algo para ti, no quiero olvidarme de eso. Pero cuéntame primero todo, cuéntame.

Rikke notó que aún había preocupación en su tío, pero aún así parecía ciertamente mejor en todos los aspectos. Su pelo recogido en una coleta le daba un aspecto juvenil y algo más despreocupado.

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23/11/2007, 09:17
Rikke

Siempre me ha encantado ver trabajar a mi tío, cuando era más pequeña y tenía más tiempo, pasé con Yyridda muchas horas en el taller, en silencio, observando su trabajo, mi prima, mucho más nerviosa que yo, solía cansarse antes y se marchaba, pero a mi me gustaba ver las hábiles manos de Herond formar preciosos objetos de la nada…

Tomo un poco de queso para acompañar el vino, que bebo en muy pequeños sorbos, puesto que como afirma mi tío, es demasiado fuerte para mi, pero aún así su sabor es agradable… En el palacio están pasando cosas extrañas últimamente, algo sucedió anoche en la preparación del banquete, un chico cayó enfermo y Eddyck anda interrogando a todo el mundo sobre lo sucedido, pero no hay que preocuparse, hablé con él y no quiere nada de mi permanezco un tanto ausente mordisqueando el queso recordando los sucesos de anoche, y a aquel muchacho junto al pozo…

Algo pasa con vuestro señor en el palacio, como bien dices, es mejor que no os acerquéis por allí, seguro que todo esto está relacionado con la muerte de Rannedh, así que si necesitas algo de allí, pidemelo, intentaré ver que puedo hacer, pero no te acerques ni tu ni Yyridda, por el momento no… dejo el queso sobre la mesa y mi mirada casi suplicante al pronunciar estas últimas palabras, no quiero mencionar el incidente de mi madre…pero…Bueno, mamá sufrió un ligero percance, pero se encuentra bien, no hay porque preocuparse digo sin darle importancia…

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26/11/2007, 18:33
Herond

Rikke logró su objetivo a medias, o eso le pareció al observar el gesto de su tío. No volvió a quedar intranquilo, pero estaba más serio que antes. En realidad era como si ya se sintiera así, pero ya no fingiera estar mejor.

- ¿Percance? Espero que no sea ese advene... ese advenedizo de Eddyck. Ese siempre anda jodiendo cuando no tiene con quién joder.

No te preocupes que no nos acercaremos en un tiempo, el señor no nos deja y a mí me parece perfecto, así mi niña está más segura de esos imbéciles...ah, es lo malo de que seais tan guapas. Tú ten cuidado también, ¿de acuerdo?

Sonrió un poco, afable, mientras tocó con las manos la cabeza de Rikke en una caricia. Luego pareció acordarse de algo.

- Ah, y no quiero olvidarme. Esto es para ti...bueno...es de parte de Annyrr, me lo mandó completar ayer. Es bonito, ¿no te parece? Quiere que lo lleves contigo a todas partes. Serán remedios suyos de sureña, pero a mí me parece que toda ayuda es buena en tiempos feos.

Herond sacó lo que parecía un taco de madera de nogal con forma de cono, con la punta redondeada y endurecida. El trabajo de su tío había sido, seguramente, apretar la base con un brillante anillo de cobre, que le dio una luz rojiza. tenía el tamaño de su dedo pulgar y unas talladuras en forma de espirales y curvas. No parecían letras de esas, más bien trazos que confluían desde la base al vértice, o al revés, cada una siguiendo un camino más o menos directo, o entreteniéndose dando vueltas...

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27/11/2007, 09:33
Rikke

Preocupación y alivio rondan en mi mente durante la conversación, preocupación por mi madre, alivio por mi tío y mi prima, mi pensamiento se desplaza ahora a mi hermano, no lo he visto en todo el día, y eso es extraño, que no apareciera por la noche para ver como estábamos, no recuerdo que dijera nada de estar fuera del castillo, aunque algunas veces no tenía tiempo de advertirlo, tenía que tranquilizar mi desasosiego…

Observo fascinada el objeto que me entrega mi tío, es realmente precioso, el diseño me hipnotizaba, de forma casi reverencial lo tomo en mis manos, sin poder apartar la vista de él, recorro suavemente sus formas con la yema de mis dedos, trazando las líneas que lo decoran, sintiendo el tacto de la madera en mi piel… no sé cuanto tiempo ha pasa hasta que mis ojos vuelven a enfocar el rostro de mi tío…

Annyrr…¿qué sabes que yo desconozca?, seguramente más de lo que puedas o te atrevas a contarme…que poco sé realmente de ella

Gracias tío, si, seguramente sea algún tipo de remedio, pero es muy bonito, o por lo menos a mi me gusta lo guardo discretamente en un bolsillo interior de mi sencillo vestido…Ahora debo regresar al castillo o se me echará en falta, os mantendré informados si hay algún problema…y me andaré con cuidado, no te preocupes digo mientras me levanto y le doy un cálido abrazo, tras despedirme, enfilo el camino de vuelta al castillo…

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28/11/2007, 21:25
Director

El palacio volvió a dibujarse como una canción que jamás terminase. Era hermoso, aunque guardaba en su interior cosas que uno no deseaba conocer. Rikke ya lo sabía, había vivido allí el tiempo suficiente.

Uno de los guardias de la puerta era un chico guapo que la miró de arriba a abajo, hasta que su compañero, mayor y más hecho a ciertas cosas, le chistó y le hizo mirar de nuevo al frente. Pero cuando Rikke pasó escuchó risas tras ella.

Consiguió olvidar ese asunto tan común cuando pasó al lado del pozo, el motivo de su interrogatorio y sus dudas. Hubiera preferido otra cosa.

Tardó un momento en darse cuenta de que la gente ya no estaba de fiesta, y un calor justificado la invadió. Volvía a tener deberes. Ver a su madre, o a Annyrr, sería lo más juicioso. Y lo haría algo avergonzada, pues llegaba ya tarde a cualquier lugar al que se dirigiese.

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29/11/2007, 17:46
Rikke

No terminaba de acostumbrarme a las miradas que recibía por parte de algunos hombres, me incomodaban y me hacían sonrojar en la mayoría de las ocasiones, y esta no era una excepción, intento perderme de vista lo más velozmente que puedo, a veces me sentía desnuda fuera de los familiares muros que me había servido de protección y prisión durante toda mi vida…me pregunto que pasaría si alguna vez no estuvieran allí, o si alguna vez no estuvieron allí…

Acelero el paso buscando a mi madre, supongo que se encontrará en la habitación de final del patio, una inquietante sensación me recorre al pasar junto al pozo, pero intento ignorarlo, al llegar por fin junto a mi madre la encuentro atareada y mi culpabilidad se refleja en mi rostro culminada por la mirada en mis pies…

Lo siento madre, siento llegar tarde ya tendré tiempo de hablar luego, ahora hay demasiada gente alrededor…

Notas de juego

no he puesto lo que hace mi madre porque no estoy segura, asi como tampoco se si hay más gente en la sala, si algo no te gusta lo cambiamos...

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29/11/2007, 22:20
Director

- Hola, hija mía.

Damnia sonrió, pero no estaba contenta. Sus ojos se perdían en un viejo telar que bordaba sobre una mesa, junto con otras dos mujeres de manos ágiles, concentradas y firmes como si las hubieran esculpido allí mismo. La mujer habló sin dejar de mover esas manos. A pesar de la venda, sus dedos eran diestros y seguía el ritmo de sus compañeras. De vez en cuando había un ligero gesto de dolor que conseguía atajar en silencio.

- Me ha dicho Annyrr que has ido a ver a tu tío. Seguro que le habrá alegrado mucho volver a verte. Ahora tienes cosas que hacer. El mayordomo Eddyck quiere que vayas a verle. Creo que quiere encargarte un cometido.

En ese momento se detuvo, y volvió la vista hacia su hija, con ojos preocupados.

- Por favor, haz lo que te pida, y hazlo rápido. Ese hombre sólo es molesto cuando se siente disminuido, o cuando se le contraría. Yo lo conozco. Si haces lo que te dice cuando te lo dice, pronto se olvidará de noso...de ti.

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30/11/2007, 16:29
Rikke

Asiento a las palabras de mi madre, contenta de que no se haya enfadado, observo ensimismada la habilidad con la que trabaja, la solicitud de Eddyck vuelve a inquietar a mi espíritu, pero intento evitar que este hecho se refleje en mis gestos…

Ambas miradas, muy parecidas y muy diferentes se cruzan en una mutua comprensión, el temor de mi madre por lo que pueda pasar, no soy tan estúpida como para no darme cuenta, la inseguridad en mi, ambas buscamos aligerar nuestras cargas de una manera u otra, suspiro y un nuevo movimiento afirmativo con mi cabeza terminan con el intercambio silencioso entre madre e hija…

Hay algo detrás de esto, algo sobre lo que me contó Annyrr, mejor quitarse las cosas desagradables del medio cuanto antes…tras dar un ligero apretón en el hombro de mi madre y un suave beso en su mejilla busco la habitación de Eddyck mucho mas calmada que este mañana…

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03/12/2007, 18:31
Director

Los pasillos y los jardines, como en un mal sueño, dieron paso a Eddyck, a su habitación primero y luego a su rostro, medio ausente medio atento. Su mirada era algo a lo que costaba acostumbrarse, como si supiera siempre algo más de lo que le convenía a su interlocutor, incluso hablando del tema más nimio. El mayordomo tenía la cualidad de poner a la gente nerviosa.

Los errores los cometen los ignorantes o los distraídos...y hay muchas formas de distraer a alguien.
Eran palabras de Annyrr, a una Rikke más joven, cuando comenzaba a aprender el oficio y se clavaba las puntas afiladas o perdía las cuentas. Ella siempre le enseñaba con una sonrisa, hasta que la confianza y el conocimiento, y la concentración, hicieron el resto.

Eddyck hizo señal para que Rikke tomara asiento y esperó pacientemente a que lo hiciera.

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03/12/2007, 18:39
Eddyck

- Debo pedirte perdon, jovencita, por llamarte de nuevo tras nuestras palabras. Tenía tantas cosas en la cabeza que había olvidado este pequeño y tonto detalle.

Hizo un silencio lleno de significado.

- Verás. Necesito que limpien bien la habitación de Rannedh. Sabes cuál es, ¿verdad? - sonrió levemente -. Tengo a gente en otras cosas y tú me servirás bien para eso. No toques nada que veas. Limítate a quitar sábanas y mantas y a limpiar el suelo. Nada más. ¿De acuerdo?

Afiló los ojos oscuros y los depositó en los de Rikke, como ya había hecho antes esa mañana, cuando quizá ella no estaba tan despierta como para darse cuenta de que si un demonio mirase alguna vez a un condenado, sin duda lo haría de aquella misma forma.