Partida Rol por web

La ruina del Hombre

El principio de la madeja (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

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12/12/2007, 12:57
Rikke

Desde luego estaba mucho más tranquila que esta mañana al entrar en la habitación de Eddyck, o por lo menos eso pensaba mientras oía pronunciar una palabra tras otra al desagradable hombre sentado en el otro lado de su inapropiada mesa…su mirada era ahora devuelta con mucha mayor resolución, reacia a bajar la mirada en un principio, pero consciente de que quizás sea lo más apropiado…

Así que eso hago, más me vale no buscarme ninguna complicación con él, debía seguir los consejos más sabios y llenos de buenas intenciones de mi madre, Eddyck no tiene ningún poder sobre mí…pero a pesar de todo la opresión en el pecho no terminaba de desaparecer…

Haré lo que me dices, sólo sábanas y mantas y limpiar el suelo, no tocaré nada repito dócilmente sus palabras, como si necesitara hacerlo para grabarlas en mi memoria, y reforzando este gesto con un asentimiento…

¿Deseáis alguna cosa más?, ¿o puedo marchar a hacer el trabajo que me habéis encomendado? pregunto tímidamente con voz queda…

Notas de juego

perdón, me despiste y no pensaba que me tocara...lo siento...

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12/12/2007, 20:14
Eddyck

- En absoluto. Con eso me bastará - carraspeó al final de la frase -. Ahora retírate y no pierdas tiempo. Haz bien esa parte y te favoreceré en algún momento.

Se dio la vuelta con velocidad y pasó a mirar una estantería, sin fijarse en ningún libro en particular. Por un momento dio la impresión de que algo lo había contrariado.

Notas de juego

Ningún problema, yo he estado todo este tiempo fuera. Bien, en tu siguiente post, por favor, libertad absoluta hasta llegar a aquella habitación que seguramente no has olvidado :D (si es que vas allí directamente, claro, puedes demorarte lo que quieras).

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13/12/2007, 09:46
Rikke

Una ligera reverencia al salir, casi más por la costumbre que por el deber, me siento bien por el resultado de nuestra conversación, este sentimiento de bienestar desaparece como gota en medio de la lluvia cuando recuerdo el lugar hacia donde mis pasos se encaminan…

Aquella sombra, aquella sangre…trago saliva mientras avanzo por los pasillos que parecen oscurecerse conforme los voy recorriendo, como si mi camino solo fuera un túnel de sombras con un final terriblemente incierto…había dejado de oír el canto de los pájaros, el sonido habitual del castillo, mis sentidos los captaban, pero mi mente era incapaz de asimilarlos…

Cada vez me costaba más colocar un pie delante de otro hasta que finalmente sentía que era una marioneta empujada hacia la habitación…creo que de otro modo no habría llegado a ella, sabía que el miedo y el pánico que me atenazaban era desproporcionados e intentaba calmarme a mi misma…la oscura puerta aún me separaba de mi objetivo…imaginaba el peor de los males tras ella, quizás si la abro descubra que la realidad, por una vez, es mucho más acogedora que la fantasía…

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16/12/2007, 11:41
Director

Aún había un guardia en la puerta, tan quieto que parecía esculpido en la pared. Llevaba una alabarda alta y un escudo, y tenía un porte digno. No se movió un palmo al ver a Rikke, pero la siguió con la mirada. Cuando ésta se acercó a la puerta, ambos se miraron y él asintió, con gravedad pero sin demasiado afán, y apartó en seguida la vista como si la joven ya no le interesase en lo más mínimo.

Entonces ella abrió y entró.

O la habitación entró en ella. Así fue al menos la sensación que sufrió Rikke al verla, al posar sus ojos sobre algo que jamás hubiera esperado.

La habitación estaba igual que el día que entró, furtivamente, para ayudar a su prima devolviendo un anillo incriminatorio. La cama con sábanas verdes salpicadas de blanco y perla, hecha por mano inexperta, como con prisas. Una mesa a un lado, un par de armarios y dos banquetas, todo, como la cama, de resistente madera negra. El suelo tenía un cierto polvo propio de una día sin limpiar, pero parecía algo revuelto, no diseminado, y Rikke era buena conocedora de esto, claro. Ya no había ningún material para la escritura en la mesa, que se mostraba limpia y vacía, con un tintero sin pluma en ella. Los arcones estaban cerrados, como cuando ella dejó el anillo.

Pero había algo que no estaba, algo que la primera vez confundió con una babosa o un trozo viscoso de algo en el suelo. No estaba la lengua...ni estaba la sangre. No había sangre en la sábana, ni la gran mancha que reposaba sobre la cama cerca de la almohada, ni el reguero que llevaba a la ventana, nada más que polvo acumulado.

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17/12/2007, 09:20
Rikke

Una forzada sonrisa al guardia…estoy lejos de mi habitual alegría…

Alguien había limpiado antes que yo…este evidente pensamiento es lo primero que viene a mi mente nada más entrar en la habitación, ¿quién lo haría y por qué?, son cuestiones que quizás sea mejor obviar, supongo que querrían ocultar lo que hacía el ocupante de la habitación, o bien a quien lo mató…

Prefiero que ya no estén, sinceramente, aunque me siento incómoda en aquella estancia, abro la ventana en primer lugar, necesito que entre aire limpio que me permita respirar con más normalidad, pues ahora me doy cuenta de lo agitada de mi respiración...suspiro profundamente antes de empezar con mi tarea…

Tras serenarme me dirijo a la cama y quito las sabanas y las mantas, dejándolas en un rincón, Eddyck no me ha dicho nada de colocar una muda limpia, eso quiere decir que de momento la habitación permanecerá desocupada…casi mejor…normalmente limpiar el suelo es una cosa sencilla y no demasiado pesada, pero las prisas por salir de la estancia hacen de la tarea una titánica labor…tengo que tranquilizarme…cuando lo consigo, sacando de mi mente los relatos de mi prima, la cosa empieza a hacerse mucho más asequible…

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03/01/2008, 13:25
Director

Lenta y metódicamente, Rikke pasó el cepillo de cerdas duras con agua por todo el suelo. Al llegar a la cama, a pesar de la sombra que ésta proyectaba, notó que había un resto oscuro, según recordaba, cerca al menos de donde el día anterior había encontrado aquella...lengua, o lo que fuera. Encontrarlo la devolvió a una realidad que no quería. Las sábanas eran completamente nuevas, y aún así precisamente exactas a las que había. Todo estaba igual...todo excepto las manchas de sangre sobre la colcha y el suelo, y el reguero que iba hacia la ventana. El arcón seguía tal y como lo dejó, y todo lo que recordaba de la habitación.

Notó entonces un picor en los ojos. Acababa de restregarse el sudor con la mano manchada del agua con el que había limpiado esa zona. Había un resto de olor conocido, fuerte y áspero que se metía en los pulmones. Tras aspirar ligeramente, un poco contra su voluntad, y hacer memoria, recordó que era parecido al olor horroroso de un polvo blanco que usaban de vez en cuando en las limpiezas de silos y grandes vasijas que contenían vinos o licores afrutados. Aquella sustancia soltaba espuma cuando le echaban agua, como una de esas olas embravecidas que había visto Rikke en algún tapiz sobre la mar...esa espuma hervía y quemaba si alguien la tocaba. Había que tener mucho cuidado al utilizarla, incluso retirarse para evitar respirar los nocivos vapores que exhalaba.

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04/01/2008, 20:59
Rikke

Aquel picor...desde luego aquel producto no era utilizado para la limpieza del suelo de manera habitual, alguien se quería asegurar de que cualquier rastro, incluso oloroso desapareciese de aquella habitación...alguien que sabía como usar ese producto…

Enjuago mis manos en el agua, el olor empezaba a resultar incómodo y los ojos me picaban cada vez más…agarro el viejo cubo de madera con ambas manos y vuelco lo que queda de agua sobre el suelo, más o menos en el lugar por donde estaba la sangre…

Tras ver lo que ocurre recojo el recipiente vacío dispuesta a llenarlo con agua limpia y a aliviar un poco el escozor y la sensación de ligero mareo que empezaba a acrecentarse…

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05/01/2008, 13:44
Director

Repentinamente, mientras los vapores cercanos aún residuales del suelo hacen que Rikke tenga que apoyarse en un arcón para no marearse mientras se levantaba, tras ella el centinela parece ponerse en firme ante la presencia de alguien, que le dice algo con voz autoritaria.

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05/01/2008, 16:18
Rikke

A punto de caerme, mientras me acostumbraba a la sensación de estar de pie, una voz autoritaria que no conozco resuena al otro lado de la puerta, los nervios intentan nuevamente apoderarse de mi, que complicado es desterrarlos especialmente en esta habitación que se me empezaba a antojar maldita…

Con un nudo en la boca del estómago, mi primer impulso es recoger el cepillo y meterlo dentro del cubo, por si se me ordenara abandonar el lugar hacerlo con la mayor rapidez posible, pero permanezco inmóvil, medio mareada, apoyada en el arcón y mirando fijamente la puerta…

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08/01/2008, 18:57
Director

Un hombre pasó después de un momento. Era moreno, de cierta estatura y bastante fuerte. Debía tener una edad parecida a la de su madre, quizá algo más. Alguna arruga se entreveía ya en la piel curtida y el cuello poderoso, pero lo que más llamaba la atención en él era sin duda la gran cicatriz que marcaba su rostro de arriba a abajo, atravesando la nariz, y la furia que anidaba en sus ojos oscuros. Otros dos lo seguían, pero como hormigas en compañía de un lobo, vestidos todos, eso sí, con armadura de cota y placa, brillante, y el primero de ellos además, con una banda de tela blanca cruzada. Miró primero toda la habitación y luego a la joven Rikke, allí plantada en mitad de todo.

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08/01/2008, 19:00
Jorgall

- ¿Pero qué broma del Woolg ha sido esto? ¿Quién ha ordenado limpiar la habitación en mi ausencia?

¡¡Chica!! ¡Qué maldita cosa haces aquí! ¿Quién te ha mandado venir a poner todo esto...? - y añadió un grito rabioso con el que pareció derribarlo todo - ¡Joder! ¡Vamos, coño! ¡Habla o te juro que te arranco la lengua aquí mismo!

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09/01/2008, 10:51
Rikke

Retrocedo un paso al ver la intrusión de aquel hombre desconocido para mí, bajo la cabeza inmediantamente mirando al suelo que acababa de fregar, las palabras se resisten a salir de mi garganta, quizás se deba al tremendo nudo que siento en ella...

Trago saliva un par de veces antes de responder con voz queda... El mayordomo Eddyck fué quien me dió las orden de limpiar la habitación mi señor asustada por el tono de voz y por sus amenazas bajo un poco más la cabeza...

Siento que todo esto no hace nada más que complicarse a cada instante, ¿durante su ausencia?, pero si este era el dormitorio de Rannedh ¿o no?, cada vez entendía menos, sólo quería alejarme de aquel hombre de rudos modales que no presagiaba nada bueno para mí...

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12/01/2008, 21:11
Jorgall

El hombre la miró con furia desde su altura. Por sus ojos uno juraría que habría sido capaz de desmembrar a Rikke sin dudarlo, y sin embargo no lo hizo.

- Tienes suerte de que no sea como otros aquí. A una orden mía, conozco a muchos que te darían tormento sin dudarlo. Pero prefiero tu lengua hablando que ahí tirada en el suelo, por más que lo merezcas. ¿Qué es lo que has fregado? Dilo ahora mismo si no quieres salir de esta habitación por la ventana. ¿Qué te has encontrado aquí que hayas recogido? Algo roto, lo que sea... Vosotros - se dirigió a los dos soldados que lo acompañaban - mirad en el cubo y por la habitación, con cuidado.

El capitán no apartó los ojos encendidos de Rikke mientras daba sus órdenes, y los soldados acudieron con presteza a cumplirlas.

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14/01/2008, 09:44
Rikke

Trago saliva de nuevo y mantengo la cabeza gacha y los ojos perdidos en el suelo, mi lengua en el suelo, esas palabras me llenan de temor, ¿qué se supone que quería decir?, me habían gritado en otras ocasiones, y con maneras mucho más destempladas, pero casi siempre era por cosas que no revestían demasiada importancia, quizás esta tampoco la tenga, pero no puedo rechazar esa sensación de opresión en el pecho…

No…no había nada cuando he llegado mi señor… el miedo se mezcla con el nerviosismo, tengo la sensación de que si no le digo cualquier cosa terminaré por la ventana víctima de su enfado, mis órdenes eran cambiar las sábanas y fregar el suelo… no me atrevo ni siquiera a moverme…

Con un tono de voz más bajo aún y levantado un poco la cabeza aunque no la vista, señor, al limpiar…me he dado cuenta de una cosa, antes de que yo llegara, han limpiado esta habitación con ese polvo blanco que se usa para limpiar en los silos, no toda, pero si en algunos sitios, tiene un olor bastante peculiar y puede ser peligroso aspirar sus vapores… apenas un murmullo entre el sonido de los soldados en la habitación…el corazón me latía con fuerza…

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14/01/2008, 18:36
Jorgall

El capitán escuchó la explicación con ojos de carbón encendido, mientras los soldados miraban aquí y allí. Luego se dirigieron hacia donde Rikke señalaba, pero el capitán les detuvo con un gesto, sin dejar de mirar a la joven.

- ¿Un producto, eh? Tendré que hacer venir a Casyyr para eso, por más que no le guste.

Entró entonces en la habitación y dejó de mirar a Rikke para posar sus ojos aquí y allí, por los arcones y la cama, por la mesa y los taburetes.

- Entonces no hay nada más que eso, un resto de limpieza. Jorgall asintió. Es poco, pero es suficiente, sí...nos han jodido, pero al menos sé quién lo ha hecho y posiblemente también por qué.

Se acercó por detrás a Rikke y la tomó de un hombro. Habló tan cerca de ella que pudo notar su olor a hombre curtido en batallas, a acero y aceite de armadura, a sudor y esfuerzo. Su cicatriz parecía enorme a esa distancia, pero no le afeaba, simplemente le hacía más...insondable.

- Pues si esa rata quiere jugar, jugaremos. Yo soy el capitán Jorgall, y soy Principal mientras este asunto no se resuelva. Yo controlo a los hombres de armas, Amryyrr controla a los Forjadores y Eddyck controla la servidumbre...o a casi toda. Porque ahora yo te controlo a ti, pequeña.

Dime tu nombre.

Porque desde ahora, me servirás para conocer los movimientos de ese lamedor de culos reales. Te usaré, sí, pero yo lo haré por una causa justa, no como ese gusano entre gusanos. Deberás tener cuidado, claro, no es un necio, a mi pesar, pero es demasiado engreído para creer que alguien como tú le fuera a traicionar. Espera que el miedo que le tienes baste para controlarte. Si es necesario, haré que me temas a mí más aún, pero sea como sea me vas a ayudar.

Dime tu nombre.

Porque a partir de ahora lo recordaré y serás una más en mis filas. Tu lengua será tu espada, ahora que te permito conservarla. ¿Lo entiendes?

No dirás a Eddyck nada de mí, ni de lo que le has dicho. Sí que entré y te vi, pero no lo que me has contado...por supuesto, tampoco te convendría.

Ah...y si me entero de que me ocultas algo...

Apretó la presa enguantada sobre el hombro de Rikke, pero con tal precisión que cuando empezó a hacer daño resbaló de la piel hacia la ropa y luego la soltó, incorporándose de nuevo con la vista puesta en el centinela de la puerta, quien le asintió levemente.

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15/01/2008, 10:10
Rikke

No entendía porque ese hombre hablaba en plural al decir que lo habían jodido, aunque esperaba que no se refiriera a mí, un escalofrío me recurre el cuerpo cuando siento su mano sobre mi hombro, bajo la mirada aún más, temerosa de lo que pueda llegar a hacerme, los peores pensamientos que soy capaz de imaginar cruzan por mi mente en estos instantes…

¿Ahora me controla a mí? yo…yo siempre he intentado mantenerme al margen de todos esas luchas que me parecen absurdas, seguir con una vida tranquila sin meterme en líos, no deseo culpar a mi prima, pero desde que toqué ese anillo todo cambió, quizás este maldito de alguna manera…

Me lla…llamo Rikke mi señor musito en voz baja…asiento con la cabeza para dar a entender que lo he comprendido, no tengo muchas opciones de todas formas…la presión en mi hombro aumenta, pero cuando el dolor comienza a aparecer cesa ante mi sorpresa…

Haré lo que vos digáis, le diré a Eddyck lo que me habéis dicho intento aparentar ser algo más que una niña que se está desmoronando por momentos…tenía miedo…

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17/01/2008, 19:51
Jorgall

- Bien - asintió satisfecho -. Ahora largo. Recoge tus cosas y recuerda bien lo que te he dicho. Me da igual cómo lo hagas, pero asegúrate de que esa sabandija no piense nada raro.

Se volvió hacia los suyos.

- Bien, ahora seguid buscando. Ha tenido que ser aquí, estoy bien seguro. Cuidad esa mancha hasta que llegue Casyyr como si fuera el coño de vuestra hermana pequeña.

Rikke vio cómo se acercaba lentamente a la ventana, mirando el suelo, y las sábanas, inseguro de lo que le mostraban sus ojos...y luego miraba el vacío, como si quisiera caer para acabar entendiendo algo.

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17/01/2008, 19:57
Director

Junto a la joven, cerca de la puerta, el centinela sonreía. Se reía de ella, sin duda. De su aspecto desastrado, frágil y herido. Era un chico joven, pero suficientemente mayor para conocer la crueldad de su propia mirada y disfrutar con ella. Aún así, sus ojos no parecían ni lujuriosos, que era la mezcla habitual, ni olvidadizos.

Fuera de la habitación, en cuya puerta casi se encontraba, Rikke notó que alguien se acercaba apresuradamente. Parecía el anciano Coraar, el mayordomo primero, bonachón como siempre incluso con el andar apresurado. Lo vio a través del vacío que ocupaban las copas de los árboles afilados y verdes del patio ajardinado, allí abajo. Si su vista llorosa no le engañaba, además estaba el joven que vio la mañana anterior, junto a los capullos de las primeras flores de luz. Uno de esos nobles nuevos que habían llegado una semana antes. Un nombre llegó a su mente, pero no consiguió recordarlo completamente. Meredar, Meregyyr...Meridyyr...algo así debía ser. Parecía tener la mirada fija en Coraar, y no la había visto a ella aún.

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18/01/2008, 15:02
Rikke

El alivio que siento al abandonar la habitación desaparece nada más cruzar la puerta y sentir la humillación de ser el objeto de las burlas del guardia, yo no había hecho nada, sólo quería que me dejaran trabajar en paz, nunca me he quejado de realizar cualquier trabajo que me mandaran, siempre me he comportado correctamente, o por lo menos así lo creo, y ahora me veo envuelta en un asunto complicado que nada bueno me reportará…

!Coraar! la visión del anciano mayordomo me consuela, él era tan diferente de Eddyck…mi primer impulso es ir tras él, tras dar unos cuantos pasos en su dirección veo otra figura entre la copa de los árboles, me detengo esperando que no me haya visto, noto algunas lágrimas deslizarse por mi rostro, sollozos que intento ahogar, avergonzada, quería alejarme de aquella habitación de aquella puerta, bajando la cabeza intento pasar desapercibida y ocultar mi congoja…

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22/01/2008, 00:33
Director

El joven logra detener a Coraar y éste hace ademán amable de pedirle permiso para continuar. Parece que el hombre de buena planta y noble origen tiene también una urgencia o algo que comunicarle, aunque eso no convence al rostro del viejo mayordomo, quien suplica con los ojos y la barba respetuosa.

Rikke siguió en el quicio de la puerta abierta, aunque el centinela al menos ya no la miraba a ella, más atento a los dos hombres en el lado opuesto del patio.

Tras ella, los soldados hacían ruido al moverse con sus armaduras, y los bufidos del capitán se le clavaban en la nuca como si fueran reproches que le hiciera a ella misma.

Por el rabillo del ojo, entonces, vio que de lo lejos emergía una figura alta y grande. Al fijarse mejor consiguió distinguir que era un fryllë, ya que sólo uno llevaría en el palacio una túnica tan raída y sin teñir y se movería con la seguridad de estar en el lugar adecuado. Se había quitado la capucha y una calva bordada con blanco en los laterales coronó la imagen. Aún no distinguía el rostro, pero parecía tener un gesto adusto. No era ningún fryllë que conociera. Todos eran más gordos y más pequeños que éste que se acercaba por su izquierda, mientras que por el otro lado los dos hombres parecían seguir discutiendo.