Partida Rol por web

Miro a un lado y luego al otro.

-Sentis eso- dijo con media voz

Kurdrim se perdia entre la oscuridad, lejos del farol que medio tapado daba aun luz a aquella estampa funesta. El grupo levanto sus escudos y estiro sus brazos ya con las armas en ristre. Apretados en el estrecho tunel, no parecia este el mejor de los lugares, ademas el olor a setas que les cubria era nauseabundo. Comenzaron a sentir algunos pasos, primeo lejanos y estos fueron creciendo hasta parecer tambores. La tierra se movió ligeramente y un terremoto como aquellos que asolaron las montañas y hogar de los enanos surgio bajo sus pies, tambaleando a toda la tropa.

Aquello fue un muy mal presentimiento dando a entender que uno o dos garrapatos eran una nimiedad en comparación al fenomeno que allí ocurria. Una leve brisa se levanto en los tuneles, y si no fuera porque era del todo imposible allí habia brisa, viento si así lo preferian, en las entrañas de la tierra sin aparente explicación. Una bolsa de gas? hechiceria de la mas ruín?

Sin luz y buscando el puente para cortar sus cuerdas, te das cuenta que no ves lo mas minimo. Ves claramente a tú grupo parapetado en la entrada del tunel, y como una gigantezca sombra(la de un garrapato) se cruza en tú linea de visión. Ahora mismo no tienes claro si es otro animal, o el mismo que hace unos segundos comia cerca de ustedes.

Un hedor llego hasta las fosas nasales de todos...

- El garrapato que estaba delante nuestro ha olido el aire y viene hacia aquí! digo rápidamente, a la par que me preparo para lo peor, quizás haya mas enemigos que los que vemos a simple vista.

Si algo había aprendido durante mis años de ayudante del gran ingeniero Harald Olavsson era que bajo ningún concepto había que prender una llama dentro de una atmósfera explosiva.

Así que sin tener claro que era ese olor que impregnaba mis fosas nasales las armas de fuego quedaban descartadas, así que aunque ese olor me repugnaba respiré profundamente tratando de descartar con el olfato todos los elementos explosivos que conocía y sabía identificar.

Aquella situación era exasperante. De no ser por la misión que teníamos entre manos y de la presencia de Girthal, ya nos habríamos lanzado contra aquella enorme criatura para destrozarla y sacarla de nuestras cuevas, pero para colmo no estaba sola. Al parecer otra más dormitaba no muy lejos. Y por si no fuera suficiente, la humedad resbalaba por las paredes de la caverna en un continuo goteo de agua, que dejaba todo húmedo y especialmente resbaladizo para una lucha.

- Brrrr!!! Odio a los garrapatos!!! Pero todavía odio más la el frio de l ahumedad que te cala hasta los huesos, cuando estás cubnierto de estas malditas esporas que huelen a podrido…. – comenté mientras esperaba las órdenes de Kurdrim.

Este se había mostrado reservado todo el camino y apenas habíamos hablado pero de suponía que era por el peso de la responsabilidad de la misión. Cuando sus órdenes sonaron en la quietud del momento no pude por menos que negar con la cabeza para mis adentros… Aquello no era un buen plan!! Se estaba poniendo en peligro innecesariamente. Pero lo peor era que además daba carta blanca para que Bemlir usase sus armas.

- Kurdrim… Espero que sepas lo que haces!!! Y espero no tener que llegar a usar esas armas de fuego… por lo menos no ahora!!! Eso llamaría más la atención que los gritos del garrapato. Y además no hay nada que una buena hacha no pueda solucionar de forma igualmente efectiva.

Y tras aquello indiqué a Garrim que se moviese y comenzase a caminar hacia atrás. Ya en la posición indicada nos afianzamos con los escudos bien altos y dispuestos a vender caras nuestras vidas. No las tenía todas conmigo y no sabía si sería capaz de aguantar la situación de ver a Kurdrim en peligro y no salir a ayudarlo. Pero aquello representaría la rotura de la cadena defensiva!!! Era una difícil tesitura la que se abría ante mi. Solo esperaba escoger la correcta llegado el momento.

- Bemlir… Vigila la parte de atrás!!! Por si acaso – dije ya tras mi escudo y con el estandarte bien sujeto ante mi. Mientras veía como mi amigo se jugaba el pellejo un extraño olor comenzó a llegar hasta mi… “¿Qué diantres era aquello?” - ¿Lo notáis? – Añadí husmeando el aire y esperando que los demás pudiesen darme más información…

Pero no había tiempo de pensar pues uno de aquellos garrapatos parecía que se acercaba a la carrera.

- Aguantad la linea y que nadie desfallezca. Hoy no va a morir nadie aquí!!! - añadí golpeando con fuerza el estandarte en el suelo para fijarlo bien.  

La situación se descontroló por completo nada más comenzar a ejecutar lo que creía un bien estructurado plan. La luz, habiendo dejado atrás el farol, era insuficiente para ver con claridad por donde me movía, un ligero temblor que no presagiaba nada bueno empezó a transmitirse del suelo a mis pies, y para colmo una brisa empezó a emerger del túnel como si alguien hubiera dejado una puerta abierta creando corriente... una idea, horrible, se abrió paso en mi mente a pasos agigantados cuando uní todas las piezas del rompecabezas.

Ya no me importaba el garrapato que tenía justo enfrente, siquiera el poder atraer la atención de cualquier otra criatura de aquellas cavernas... tenía una responsabilidad con aquellos que estaban bajo mi mando y no podía evadirla por mucho que ello pusiera en claro peligro mi vida

¡FUERA DEL TÚNEL!¡ES UNA INUNDACIÓN!¡ rugí mientras yo mismo corría hacia la pared derecha de la gruta (al girarme para regresar quedará a mi izquierda)  cercana al grupo, olvidándome del garrapato y sus dientes - ¡COLOCAOS A LA DERECHA, RÁPIDO!

La idea es, si ocurre lo que creo que está pasando, colocarnos a la derecha de la salida del túnel, a unos metros de la oquedad, de forma que cuando el agua salga disparada por allí no nos alcance y, si lo hace, lo haga después de haber perdido toda la fuerza. La idea de ponernos separados de la salida es por si la fuerza del agua hace más grande la salida, de forma que no nos arrastre en ese supuesto...

[(i]Si resulta que no es una inundación... voy a hacer un ridículo monumental[/i], pensé mientras corría desandando el camino recorrido echando una mirada atrás para ver si el garrapato ha reaccionado persiguiéndome o me da tiempo a llegar junto al grupo)

La situación parecía que se descontrolaba. No solamente el enorme garrapato venia hacia nosotros sino que por lo que decía Kurdrim iba a llegar una cantidad indecente de agua y ante la que se tendrían que preparar. Debían colocarse a la derecha un poco apartados de.la entrada. Esperaba que tuviera razón, porque sino iba a darles por saco el garrapato.
Así que digo: - Así se hará. y de seguido a los que están conmigo:-ya le habéis escuchado pongámonos donde nos a dicho. y empiezo a empujar a los compañeros para que se muevan en esa dirección.

¡Joder joder joder joder!

Pensaba el músico a la vez que se apartaba de la trayectoria de la inundación. Y es que el ya se había bañado antes de salir de la ciudad a sabiendas que no volvería a probar el agua en semanas incluso meses.

- ¡Vamos, corred!

Se podía ver la enorme masa de hierro correr hasta ese camino, y a Kurdrim jugando a ser funambulista corriendo hacia ellos.

¡Que valor tenía el barbahierro!

En un momento echó un vistazo alrededor, buscando a alguien sin armadura de placas y ahí estaba, su hermano.

- ¡Corre Dorg, Correee!

- Mierda, mierda y mierda del más hediondo de los grobis.- Hundirte en un charco hasta más arriba de la cintura era una cosa, pero que llegara una inundación era otra bien distinta.

Siguiendo sin rechistar las órdenes de Kurdrim me coloqué en la derecha. Deseando que el agua pasara de largo sin tocarnos.

Más allá del evidente peligro que existía en que la fuerza del agua nos arrastrara hacia una muerte segura que corríamos todos los miembros del grupo, si mis preciadas armas se mojaban tendría que conseguir que se secaran antes de poder volverlas a disparar de nuevo y eso supondría otro contratiempo.

La voz de Krudrim sonó por encima de todo el tumulto que por mometnos se estaba formando. Sus órdenes entraron en mi cerebro lentas, como si no llegaran a asimilar la enormidad de lo que se nos venía encima. De pronto, aquel garrapato acercándose era algo nimio y estúpido. Nada se podía comparar con la fuerza de la Naturaleza saliendo en toda su ímpetu. No hizo falta pensarlo dos veces ni la voz de apremio del Rukhi.

- No rompáis la formación mientras avanzáis!!! – Grité pensando que aquel barbilampiño de Garrim saldría corriendo de un momento a otro. Por todos los dioses!!! Donde diantres nos había metido aquel minero!!! Pensaba mientras avanzaba a la par de mis hermanos, intentando mantener algo parecido a una formación.

El garrapato olisqueaba el aire, aquel tufo a setas parecia atraerle de alguna extraña manera o quizas eran las buenas lorzas que se ondulaban por debajo de aquella aceitilla que les recorria la armadura. Aquello iba a costar sacarlo en cuanto tuvieran un rato, así que sin ganas de pensar en esto se entregaron el futuro inmediato. El garrapato.

Kurdrim en el último segundo antes de entretenerse en cortar cuerdas, vocifero unas ordenes, a las cuales el grupo aun con sus diferencias acataron como lo que eran, una unidad de combate y no una unidad como esa de gobos pordioseros, eran el culmine de las formaciones de combate era una formación que temeria el mismisimo infierno. Y con estos pensamientos corrieron en pasitos cortos sin perder la formación que les brindaba una protección casi perfecta, si no fuera por algunos eslabones debiles que tenian.

El garrapato se vio sorprendido, ya que el postre de su almuerzo decidio acercarse hasta él, viendose sorprendido por un mar de barbudos y grasientos enanos, no se lo penso dos veces y salto hacia delante aterrizando sobre la formación mientras daba dos dentelladas. La primera paso de lejos sobre el casco de Dorg,-CHACK!!- aunque este supo en su fuero interno que lo busco a él. La siguiente dentellada sono por encima de todos -CHACK!! CHACK!!- de manera seca, mientras el animal seguia de largo fruto de su fuerte salto, de que los enanos no se movieron lo mas minino aguantando con estoicismo aquel peso y que el aceite les había obrado a favor. El animal siguio de largo para estamparse contra la pared mientras buscaba la horizontalidad.

El grupo no paro su camino hacía la pared aun con este ataque, y Kurdrim paso cerca del garrapato para ver como en efecto una avalancha de agua comenzaba a salir de una de las galerias con una presión terrible, arrastrando con su fuerza al animal que intentaba resistirse sin mucho tino. El propio Kurdrim parecia que iba a escapar del torrente de agua, pero este finalmente lo arrastro, dejando al barba hierro con una rodilla en el suelo cerca de aquel terrible flujo.

Todos vieron como el torrente de agua chochaba en la otra pared de la caberna, haber estado en uno de los tuneles en eso momentos hubiera sido una muerte segura. En torrente de agua, arrastraba con sigo muchas piedras, barro y fauna de la zona. Alguno sonrio al diferencial algun garrapato pequeño muerto, incluso la sombra de un humanoide pequeño posiblemente un gobo alegro el anima, ante una muerte tan cruel. Morir ahogados no era el futuro de estos heroes. Promesas pendientes. Batallas que librar. Todo quedaria olvidado, sepultado y remojado para siempre.
 

Al final mi intuición no me falló, aunque ello no hizo más que añadir un problema mucho mayor que los garrapatos: una inundación en toda regla

El descomunal torrente de agua emergió con la fuerza de un titán en la gruta arrastrando escombros, rocas y los cuerpos de algunos goblinoides ocultos por la red de túneles junto a los malditos garrapatos. Corrí como alma que lleva el diablo mientras veía satisfecho como todos los miembros de la unidad se ponían a salvo justo a tiempo, librándose por añadido de las dentelladas del enorme garrapato que fue a caer en mitad del aluvión de agua haciendo lo imposible por soportar aquella fuerza desmedida... aguantando a duras penas por el momento.

Sonreí satisfecho por la doble labor de haber puesto sobre aviso al grupo, logrando salvarlo, y ver como los odiosos garrapatos eran pasto de las turbulentas aguas... pero el destino me jugó una mala pasada. 

La corriente me golpeó, aunque no de lleno por fortuna, haciéndome caer e hincar una rodilla en el suelo mientras el agua me envolvía poco a poco. El simple hecho de mantenerme allí, quieto, evitando ser arrastrado era todo un logro... por no mencionar el respirar ante aquella cantidad ingente que ahora me golpeaba el pecho, las piernas y el cuerpo al completo

Apreté los dientes y me contraje sobre mí mismo, reduciendo así la superficie sobre la que el agua incidía sobre mi cuerpo a fin de ganar tiempo, pero aun y así el torrente era demasiado fuerte. Gruñí y maldije para mis adentros negándome a dejarme vencer por las aguas desatadas. Aquel no era un final digno para ningún enano

Sacando fuerzas de la pura tozudez, esgrimí el cuchillo y con un único y fuerte golpe, luchando contra el agua y contra la roca, intenté clavarlo en el duro suelo, o al menos encajarlo en alguna grieta, a fin de oponer aun más resistencia a se arrastrado y, de ese modo, ganar el impulso necesario para salir del caudal principal de agua que amenazaba mi vida

No acababan de llegar al lugar donde se podía considerar uno seguro, cuando vió el torrente de agua aparecer literalmente de la nada. Ya veía como el Barbahierro volvía, pero aún así no estaba seguro de que consiguiera llegar a tiempo. Así que, cogiendo su cuerda y la de su viejo mentor mientras el resto mitaba. Hizo un nudo alrededor de su cintura y dejando las cuerdas a buen recaudo de sus compañeros echó a correr en la dirección el la que estaba su compañero, al grito de:

- ¡¡¡Agarrate a mi, compañero!!!

Espero que no suelten las cuerdas...

Todo paso muy rápido, el grupo se movió como debía hacerlo y evito tanto al garrapato como al torrente, pero Kurdrim no tuvo tanta suerte, y el agua le envolvió en un abrir y cerrar de ojos,
Me palpe rápidamente el cuerpo en busca de algo y no encontré nada, incluso recordando lo que había traído no tenia ninguna cuerda para que Kurdrim se agarrara, a pesar de eso, no estaba yo solo, y alguno de los compañeros si tenían cuerda, Garrim saco rápidamente una y lanzándonos un extremo se ato el otro y se lanzo al torrente para intentar alcanzar a Kurdrim.
Rápidamente agarre el extremo que nos había lanzado y grite para hacerme oír entre el ruido ensordecedor del agua: SUJETAR LA CUERDA!!!!! Y EN CUANTO VEAMOS QUE ESTÁN LOS DOS AGARRADOS TIRAMOS CON FUERZA!!!

El grupo se ponía en acción para tratar de salvar a nuestro líder de una muerte segura y yo no podía dejar de ayudar, así que me agarré a la cuerda y la sujeté con todas mis fuerzas.

- Cuando digas- le indiqué al herrero dispuesto a tirar a su orden.

Iniciamos el avance lento y decidido hacia la salida del túnel. Ni siquiera aquel garrapato se esperaba que nos acercáramos, pero tampoco tardó mucho tiempo en darse cuenta que lo que fuese que se acercaba con ruido metálico era comestible también. Su salto, fue cuando menos prodigioso, y aterrizó sobre nuestra apretada formación pegando varias entelladas que a duras penas esquivamos y que afortunadamente no hirieron a nadie. Su alocado salto lo llevo luego hacia nuestra retaguardia para estrellarse con un muro.

No paramos, seguimos avanzando hasta salir del camino de lo que ya sonaba en las tripas de la montaña. Nuevamente Kurdrim nos había salvado la vida. La fuerza arrolladora del agua me hizo comprender anonadado que de no haber salido de la galería, ahora descansaríamos en el fondo de aquel salto de agua junto con los cuerpos de algunos Gobos asquerosos y el del garrapato que pasó intentando debatirse en aquellas aguas furiosas.

Pero aunque nosotros habámos conseguido evitar lo peor, el Barbahierro no había tenido tanta suerte. De rodillas y aguantando la corriente, intentaba no ser arrastrado. El joven e impetuoso Garrim no tardó en salir corriendo con una cuerda en busca del veterano mientras nos lanzaba el cabo. Maldito imberbe descerebrado!!! Solo esperaba que se lo atase a la cintura si no quería ser escupido como una piedrecilla.

Todos se aprestaron a coger la cuerda. Yo me coloqué enel último lugar y tras apoyar con parsimonia el estandarte en la pared, me hice un nudo alrededor de la cointura y me dispuse a aguantar el tirón. Si mi amigo se iba me llevaría con él. Y eso no iba a suceder, por Grungni!!!!