- Parece que es una especie de escondrijo. Aquí hay unas cuantas cajas. Intentaré sacar algo.
Konrad se encaramó y trató de alcanzar alguna de las cajas que había dentro del angosto hueco
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 98 (Fracaso)
Macho, nunca me salen estas tiradas en los otros juegos ¬¬
Cuando alargas la mano para alcanzar una de las cajas ves una silueta oscura que cae del techo del hueco y que te salta sobre la cara, todo sucede tan rápido que apenas tienes tiempo de reaccionar. Antes de que sepas lo que es, notas un dolor agudo en la cara, mueves la cabeza frenético sacudiéndote el bicho y éste cae al suelo del armario.
Tirada oculta
Motivo: mordisco
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 76 (Exito)
Haz una tirada de Cordura si fallas pierdes 1D2
Haz una segunda tirada de Cordura si fallas pierdes 1D4 y si la pasas pierdes igualmente 1 punto de Cordura.
Un bicho negro cae sobre Konrad que da un gritito y se revuelve, cayendo el bicho al suelo del armario y estando apunto de caer de la silla el propio Konrad.
El bicho resulta ser una araña de unos 15 cm de largo y 9 de ancho, con un abdomen chato y segmentado, es una clase de araña que a primera vista no reconocéis. El abdomen arrugado y brillante no tiene nada de pelo.
Michael haz tirada de Cordura, si fallas pierdes 1d2 puntos.
Konrad baja de la silla bastante cabreado e intenta dar un buen pisotón a la araña
- ¡Bicho asqueroso!
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 60 (Fracaso)
Motivo: Perdida cordura
Tirada: 1d2
Resultado: 2
Motivo: Cordura 2
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 15 (Exito)
Konrad réstate 3 puntos de Cordura y tira 1d100 tienes que sacar 25 o menos para resistir el veneno.
Motivo: Veneno
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 27 (Fracaso)
Tengo la negra -.-
Me he muerto ya? xD
-¡Dios...! – Exclama con repulsión al ver a aquel arácnido cuya especie difícilmente podría catalogar. Tras el susto inicial intenta reaccionar con decisión. Se veía obligado a no permitir que aquella cosa se les escapara con vida.
Aún sobresaltado por la inesperada aparición, intentó bloquear la vía de escape más próxima para poder acabar con esa horripilante forma de vida de un pisotón, siempre y cuando su compañero no lo hubiera conseguido ya.
Motivo: cor
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 77 (Fracaso)
Motivo: cor
Tirada: 1d2
Resultado: 2
Konrad, en una reacción casi instintiva, pisa la araña estrujándola contra el suelo. El bicho le ha mordido en en carrillo izquierdo, lugar en el que está brotando un sarpullido rosáceo.
Konrad se palpa el sarpullido; lo primero que se le ocurre hacer, a falta de botiquin, es empapar un pañuelo con un poco del bourbon de su petaca y aplicárselo en la mordedura del insecto
- Que asco. Ya verás lo que me va a escocer esto...
-¿Te encuentras bien? - Echo un vistazo a la herida de mi compañero intentando determinar el alcance o gravedad de la mordedura.
-Nunca había visto algo parecido... ¿Son normales estas arañas por aquí? – No era de Providence y aunque llevaba ya un tiempo considerable viviendo en esta ciudad, lo había dedicado casi en exclusiva a mi trabajo.
A primera vista se ve un minúsculo agujero provocado por la mordedura en sí y alrededor del agujero un sarpullido rosáceo desde dentro hacia afuera que se extiende por momentos.
Puedes intentar una tirada de Medicina para saber más.
- Ni idea; los insectos locales no son mi especialidad. Bueno, vamos a echar un vistazo a esas cajas
Konrad volvió a subirse a la silla y a inspeccionar el hueco en el armario, intentando alcanzar alguna de las cajas que allí habían escondidas
-Debería de vértelo un médico... – Yo no tenía mucha idea, pero la herida no tenía buena pinta, no obstante, Summers parecía estar hecho de muy buena pasta e intenté transmitirle esa percepción sin darle mayor relevancia.
-Ten cuidado quizá haya más. – Advertí al ver cómo nuevamente se adentraba en aquel estrecho agujero.
Por otra parte observé el suelo del armario y concluí en que Ángela no aprobaría aquella mancha de ninguna manera. Debía de limpiar aquel pegote y meter al arácnido en una bolsa mientras Konrad no requiriera mi ayuda.
En el pequeño agujero que a todas luces utilizaba Philip como desván tan sólo hay cajas con ropa vieja y mohecina, tan sólo hay un saquito que parece de cuero del tamaño de una bolsa de papel pegado junto al techo del desván tras una madeja de telarañas. Al ir a tocarlo, retiras la mano rápidamente, pues no es papel ni cuero ni nada parecido, sino una substancia extraña que deduces debe ser producida por la araña (no tienes ni idea) y que al tocarla haces un agujero a través del cual puedes ver pequeñas bolitas blancas... huevos, cientos de ellos.
Konrad se baja de la silla con un evidente gesto de disgusto
- Nada; a todas luces, el señor Baxter solo utilizaba ese hueco a modo de desván. Lo único que tiene ahí arriba es ropa vieja y un problema de arañas. Habría que decirle a Ángela que limpiase ahí arriba antes de el desván se llene de esos bichos.
-Una lastima... – Confesé ante la confirmación de que nuestras ilusiones no habían conseguido transformarse en algo más palpable.
-En ese caso iré a echar un vistazo rápido al sótano. – Era la última de sus tareas pendientes en aquel lugar.
-Si ya has acabado aquí, podemos hacerlo juntos. En todo caso, necesitamos movernos con rapidez... – Desconocía de cuánto tiempo disponíamos pero suponía que el buen Harper llevaba mucho tiempo con Angela y agradecería nuestro regreso.
- Si, mejor, no sea que vayamos a encontrarnos con más de estas arañas.
Cerró el armario y procuró dejar las cosas como se las había encontrado antes de bajar al sótano
Michael tuvo que tomar un calcetín del difunto prestado para meter a la araña, pues no llevaba nada en ese momento que pudiera usar de bolsa y no se veía ninguna por allí. Así que mientras Michael limpiaba el estropicio de la araña, Konrad procuró dejar el armario tal y cómo estaba, aunque no quedó del todo bien.
Cuando ambos hombres hubieron terminado, bajaron al piso de abajo. Harper y Ángela seguían parloteando, ambos hombres bajaron al sótano de la vivienda el cual está sorprendentemente limpio - sin duda por Ángela - y apenas tiene una docena de cajas apiladas en las que no hay nada digno de mención salvo en una de ellas que parece ser una caja de cocos en cuyo remite aparece Cynthia Baxter con una dirección de las Islas Andamán, fechada el 3 de Febrero de 1927.