Partida Rol por web

-Lo sabía. Perros!

Disparo al lado de nuestros compañeros, y cuando, previsiblemente miren hacia nosotros, ya que le he disparado. Moveré los brazos para indicarles que tras la cortina hay una emboscada, mientras gesticulo con la boca la palabra emboscada.

Gracias.

Tas la breve conversacion con el posadero paso a donde me ha indicado, descorriendo ligeramente la cortina...y hechando un vistazo al interior.

Zoltak camina hacia la parte trasera de la taberna. Los dedos de Zoltak se estiran hacia la cortina para apartarla y en ese preciso momento ...

CHAK

Una flecha se clava en la cortina impidiendo que Zoltak pueda coger la tela. Zoltak puede ver a Daaron haciéndole unos gestos que parecen indicarle que él ha sido quien ha lanzado la flecha y que Zoltak no debería de entrar en la estancia. Entonces todos podéis ver a Grundha cargando su arco, tensándolo y SFFFFIIIITTTT, una flecha más atraviesa la cortina que hace las veces de puerta y por la que Zoltak pretendía pasar. Un chorro de sangre salpica la cortina y un hombre armado que había tras ella, cae al suelo escupiendo sangre por la boca, pero aun vivo.
En la estancia está el hombre con el que habíais negociado y otros cuatro hombres armados, además del que está sangrando en el suelo.

La gente de la taberna abre la boca asombrado. Algunos gritan improperios y otros pocos ya desenvainan sus armas, dispuestos para el combate. Sin embargo, todos parecen bastante quietos.

Cargo una nueva flecha y tenso, apuntando al extranjero.

-¡Ordena a tus hombres que depongan las armas o eres hombre muerto!

Le apunto a él, pero no quito ojo al resto. Cualquier gesto amenazador que entrañe peligro para Zoltak tendrá una reacción por mi parte hacia el hombre que lo haga. Mientras, espero que mis compañeros se hagan con la situación también.

Una vez quitado uno de enmedio, y avisado a nuestros compañeros, saco la cimitarra y entro en la taberna para colocarme, cuando pueda, al lado de los míos, y así presentar combate.

-EMBOSCADA!!! grito.

Rapidamente al ver todos los acontecimientos y como si de una extension de su cuerpo se tratara Zoltak se cubre con su escudo y con la mano derecha coje su hacha que lleva en la espald. Vamos, vamos, no hagais tonterias, no nos durais ni un segundo, yo he venido aqui a cenar y a hablar, no a mancharme con vuestra incomoda sangre... Zoltak permanece atento a cualquier eventualidad que provenga de la cortina.

Una silla vuela por encima de la cabeza de Zoltak y se estrella contra la parte superior de la entrada a la sala en donde están los hombres que querían emboscarlo partiéndose en trozos de madera y astillas.

Un hombre con la barba blanca tiene su arma fuera y grita.

¡BRONCA!

Varias jarras de vino se estrellan por todas partes. El líquido llena el suelo que se vuelve resbaladizo. De repente y en apenas unos segundos, la taberna se transforma en un caos. Hay restos de todo tipo saltando por todos lados.

Los cinco hombres con los ojos rasgados que trataban de emboscar a Zoltak no responden a vuestras palabras y a pesar de las amenazas, el comerciante con el que ibais a negociar, rompe una ventana y salta por ella tratándose de agarrar a la pared que hay en el edificio anexo. Así lo hacen los otros cuatro compañeros que aun están vivos.

Escucháis el sonido de cómo no logran escalar la pared y los cinco hombres caen en el callejón que hay tras la cantina.

Grundha lanza la flecha que tenía cargada hacia uno de los hombres que acompañan al extranjero, y sin esperar a saber el resultado de su disparo, en cuanto esos hombres se dirigen a la ventana y saltan por ella, se mueve hacia el callejón, cargando una nueva flecha. Irá a por ellos, si es posible les seguirá, no quiere perderlos.

 Rapido, huyen por el callejon...vamos Daaron, sigamoslos. Rampidamente guardo mi hacha en su sitio y protegiendome con el escudo avanzo hasta la puerta de la posada....Hay que cortarles la huida.

El grito de persecución de Zoltak se mezcla con el sonido de cristales rotos al atravesar la ventana una silla.
Grundha carga su flecha en el arco y dispara. Se escucha el silbido de la flecha cortando el aire y como ésta se clava en la pared del callejón rasgando la tela de uno de los hombres a los que apuntaba.

Los cuatro hombres parecen monos. De repente apoyan su pie en una ventana y saltan hacia el tejado. El último, al saltar hacia el tejado, rompe la flecha que le había disparado Grundha y que estaba clavada en la pared. La luna ilumina sus siluetas y podéis ver cómo corren por los tejados.

yo los seguire por las calles, no estoy muy agil y con la crisma abierta no sere de utilidad. Me voy abriendo paso hasta salir al exterior y comienzo a seguirlos mirando por hacia las alturas.

Yo voy con Grundha por los tejados. Sin decir ni pío, concentrado en seguir vivo.

Zoltak gira sobre sus talones y echa una carrera a toda velocidad tras los hombres. Choca con un par de hombres que paseaban por las calles de noche, empujándolos contra varios farolillos que iluminan la calle.
Grundha y Dalavor deciden seguir a los hombres por los tejados. Se apoyan en la pared en los mismos puntos que los hombres a los que persiguen, pero no consiguen llegar al tejado.

Los hombres se alejan dando saltos por encima de los tejados. Zoltak los tiene a cierta distancia, aunque es el más cercano. Grundha y Zoltak se han caido y no han logrado llegar al tejado. Os están sacando ventaja, aunque por lo que podéis ver por los tejados por donde van sólo tienen dos caminos posibles: dirigirse a la entrada principal o saltar hacia la zona del mercado.

Disparo un flechazo a uno de ellos, por si llego, y luego le digo a Zoltak:

-Ve a la puerta principal, nosotros iremos al mercado!!

Y salgo corriendo hacia la zona del mercado, con la espreranza de que Grunda me siga.