Partida Rol por web

Tarko, Organiza a los hombres, la General Sira ha dado una orden y ha de cumplirse de inmediato, ¿quedo claro?, DE INMEDIATO. Vamos esto no compete a nadie, mas que a ellas dos. Desaparece de mi vista tu y eso puñado de hombres de ahi, vamos.

Sira se levanta de su asiento improvisado y dice a Grundha y a Shide Escucharme di una orden quiero que por lo menos si quereis mataros lo hagais lejos de aqui si no Tharko y otros hombres mas tendran ordenes de apresaros y puestas ante un consejo de guerra nte el mismisimo Markor. Me habeis escuchado! asi que si seguis con este teatro aqui, delante de nuestros hombres pagareis las consecuencias. Marchaos si quereis mataros

Todos los soldados que aun estaban presentes en la extraña pelea entre sus dos generalas. Tharko empieza por empujar a los hombres tras la orden dada por Zoltak y Sira reprende a las dos mujeres que se pelean.

Los soldados miran con los ojos abiertos mientras Tharko los empuja.

Vamos, vamos, vamos. No queréis que la ira de los generales caiga sobre vuestras cabezas.

Calius se interpone entre Sidhe y Grundha.

¡Generales! No pienso consentir que esto continúe. No entiendo las razones que les ha llevado a pelear de esta manera, pero hay otros métodos para solucionar los problemas internos y no creo que hacer esto delante de los soldados sea buena idea.

Sigo echando un vistazo por alrededor mientras veo el combate.

Grundha duda seriamente. Ha sido insultada, ofendida. Y probablemente sus hombres no confíen en ella como lo hacían, después de esto. Pero aunque no deja de ser una bárbara poco inteligente, algo en su cabeza le dice que por sentido común hay que buscar el mejor de los males cuando no está a tiro el peor de los bienes.

Baja su espada y se incorpora, dejando su posición de combate, aunque todo su cuerpo sigue tenso, y ajeno al dolor que haya podido producirle la herida..

-Está bien, Sira, tienes razón. Tienes la cabeza sobre los hombros, Cimeria. No es el momento, ni el lugar. Pero llegará el momento, y será donde sea. Entonces, una de nosotras morirá, tatuada.

Sin pasión, con los dientes apretados. Se giró, e hizo una seña a un sanador. No se fué, se quedó enmedio de todos. Si alguien tenía algo que decir, que lo dijera. No era una cobarde.

Los soldados obedecen las órdenes que dio Sira antes de que empezase el combate entre sus generales y montan una serie de fogatas alrededor del pueblo para mantener iluminada la zona. Las guardias son de cinco hombres cada hora y todos tratan de seguir las órdenes indicadas. Han visto la sangre que sus generales son capaces de derramar y temen que sus cabezas rueden por mucho menos. Sira ha descubierto un plano que indica los principales caminos de suministros hacia la ciudad de Polopponi y así lo ha comunicado al resto.

Pero eso pasará más tarde.

Ahora mismo las nubes se dispersan. La pelea entre Grundha y Sidhe terminó con la muerte de Sidhe. El asesinato del Consejero fue vengado, aunque tampoco tenéis excesivamente claro si Sidhe merecía morir por ello o no. Pero ahora no es tiempo para dudas.
Los cadáveres son enterrados y delante vuestro sólo os espera el futuro. La ciudad de Polopponi está a dos días de viaje del lugar en el que estáis. Por el mapa que ha encontrado Sira hay cuatro caminos para llegar a ella.
El primero y el segundo son caminos estrechos. Cruzan la selva en la que estáis y como parte positiva tienen el hecho de que se encuentran cercanos al río que suministra de agua a Polopponi, que por otro lado dicha agua puede servir a vuestro ejército en caso de asedio.
El tercer camino es el principal de suministros de la ciudad de Polopponi. Es un camino hecho con piedras lisas que une varias ciudades entre si. Un camino comercial por donde cruza el comercio que alimenta a la ciudad.
El último camino es el que atraviesa las montañas. Os llevaría un día más llegar a Polopponi por allí, pero encontrarías una posición elevada. Lo que os serviría para vuestros arqueros.

Sira se queda unos segundos mirando el mapa mientras muerde una manzana verde. tras varios mordiscos, Sira miro al cielo en busca de alguna idea posible. Pero la cabeza se le fue en los dias que osaba a robar a los señores de la guerra que tan bien se repartieron Zamora. Mientras pensaba en ello una idea se le ilumino. Por que no taponamos unos dias los caminos? Todos? no se quizas todos los caminos no sean importante. quizas si taponamos los caminos mas importantes... Generales que opinais si cortamos los accesos mas importantes a la ciudad?

quizas deberiamos atacar por los tres frentes intentando hacerles alguna brecha mas que utilizar una unica opcion. Hay que cortarles los suministros, eso es esencial,  tanto de viveres como de agua, eso generara hambruna y enfermedades, los arqueros que vayan por el camino de montaña y disparen flechas dia y noche, constantemente, sin descanso, en grupos de 100 hombres la mitad de dia y la otra mitad de noche. Que no puedan descansar ni dormir, el resto cortaran los suministros y construiran armas de asedio, como catapultas y arietes, un ataque envolvente total, destructivo, demoledor...

La himelia ha estado malhumorada y callada, quizá para disfrutar en soledad de su malhumor. Se ha visto obligada, según su código del honor, a luchar con otra generala. Y aunque no sea ella la que ha muerto, lo que evidentemente no es una desventaja, no se siente satisfecha.

Maldita hija de perra, así se pudran tus huesos y hasta el infierno te repudie. Me manipulaste para que lucháramos. Te maté, y, sin embargo, ganaste...

Pero lo sucedido debe quedar atrás, y asumir la misión por la que ha llegado tan lejos. Y no es fácil. Echa una ojeada al mapa que está estudiando Sira, y asiente a las palabras de Zoltak.

-Sí, me gusta tu plan. Un ataque directo, en todos los flancos. ¿Cómo es la ciudad de Poppoloni? ¿Es una ciudad amurallada, tiene torres de vigilancia, qué sabemos de ella?

Si me permite mi general ...-Calius extiende un pergamino frente a vosotros.- ... lo que sabemos es poco, muy poco.

La ciudad de Polopponi está protegida tras unas murallas del grosor suficiente como para resistir el embite de cualquier ariete, incluso de un elefante. Las mejores entradas son las puertas de acceso a la ciudad: al este, oeste y norte. Están hechas con las mejores maderas aquilonias, pero sin dudas son menos resistentes que los muros.
El palacio del rey está situado al sur de la ciudad, lejos de todas las entradas y frente a él está el mercado con multitud de casas bajas y un amplio lugar abierto. Sin duda ofrece una posición estratégica perfecta para su defensa si el atacante cruza las puertas.
El sur de Polopponi es totalmente llano, al norte hay un valle y es por donde cruza el camino empedrado que suministra a la ciudad. Al este está el agua y al oeste las montañas en donde poder situar a los arqueros.

Confío en su buen criterio mis generales para saber si deberíamos de atacar con grupos pequeños con las sombras de la noche, tratar de pasar de día un pequeño grupo para averiguar más sobre la ciudad, atacar directamente, asediar Polopponi hasta que su ejército decida rendirse, mandar emisarios para combatir abiertamente, ... El criterio de mis generales siempre toma la decisión correcta.

Y termina de extender el mapa de Polopponi.

yo primero mandaria un par de emisarios, les diria que depusieran las armas o se prepararan para lo peor, luego comenzaria un largo asedio, cortandoles toda fuente de suminstros. Es mas largo pero provocaremos menos bajas.

-¿Sitiar la ciudad...? Lo veo lento, tedioso. Mi opinión es que deberíamos actuar deprisa, y contar con el factor sorpresa. Enviaría hombres, pero no emisarios, sino hombres disfrazados para mezclarse con las gentes de dentro. Algunos que regresen y nos hagan un resumen de lo que podemos esperar, de lo que hay dentro. Otros que se queden, pasen desapercibidos, y esperen el ataque pera abrir las puertas, para sembrar el caos. Desde las montañas un grupo de arqueros que ataque, con fuego, las casas que hay delante del palacio. Y el resto, que prepare un asedio en toda regla.

En un rincón se mantiene de pie una figura menuda escuchando las propuestas de los demás generales: sitiar la ciudad, infiltrar hombres, enviar emisarios.Maldición, estaba a gusto mandando a mis hombres hasta que ese maldito nombramiento ha llegado y ahora estoy aquí decidiendo sobre la vida y la muerte de nuestros soldados .Antes de que alguien de su opinión la figura se adelanta y dice con un marcado acento :Creo que lo mejor seria averiguar algo mas de la ciudad, quizás haya puntos débiles o incluso gente dispuesta a colaborar.Habría que enviar gente a investigar pero eso no quiere decir que no podamos enviar también emisarios a pedir su rendición.

-Como dicen en mi tribu, no dejes a los niños los trabajos del hombre, o, lo que es lo mismo, no enviemos a soldados tareas que haremos mejor nosotros mismos. Hemos de ir allí, pasar un día viendo el funcionamiento de la ciudad, los puntos débiles, y, sobre todo, la manera de facilitar el acceso a las tropas. Luego debemos volver y explicar a nuestro capitán el plan de acción. Nosotros volveremos a la ciudad y realizaremos la acción que hayamos decidido para dar entrada al ejercito, que sólo tendrá que cargar y destruir.

Todo esto no será posible si nos han visto llegar, o si saben de nuestra cercanía, de lo cual tenemos que informarnos.