Partida Rol por web

La Tierra Prometida

1. Adiós, mi querida Alberetor

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25/09/2022, 17:44
Director

El viaje a través de Alberetor ha sido duro, no por arduo o difícil, sino por el pesar que llena vuestros corazones. Aunque tengáis razones más que suficientes para abandonar estás tierras, siempre será vuestro hogar, siempre será el lugar que os vio nacer y crecer hasta convertiros en quienes sois hoy. 

En el horizonte se encuentran los Titanes, la cordillera que separa vuestro pasado de vuestro futuro. Se alza enorme y magestuosa, siendo los picos tan altos que vuestra vista no logra alcanzar a verlos, ya que estos incluso atraviesan las nubes de tormenta que llevan amenazando con estallar hace ya unos días.

El campamento donde os encontráis se extiende por una gran superficie poblada por árboles esbeltos cuyas hojas han comenzado a teñirse de otoño. Hay cerca de cuarenta carromatos repartidos sin orden alguno, mas algunas tiendas de campaña. La mayoría son minúsculas y están desgastadas por el uso, pero hay unas pocas que parecen palacios hechos de tela y que, evidentemente, pertenecen a algunos de los nobles que resistieron en sus tierras tanto como les fue posible. También hay una docena de hogueras ardiendo día y noche, algunas rodeadas por troncos, otras por bancos hechos de forma improvisada con más o menos maña.

A vuestro alrededor la mayoría de la gente del campamento siente una mezcla de tristeza, alivio y esperanza. Les aflige tener que abandonar el lugar donde sus familias vivieron durante generaciones y donde sus ancestros yacen enterrados; es un paisaje y una civilización a la que se sienten atados. Pero también les consuela haber escapado por fin de los desiertos de ceniza al sur y estar en la región de la montaña, donde aún queda algo de vida. Su esperanza puede verse en la ligera curvatura de sus labios: confían en que el mundo al norte de los Titanes sea tan próspero y acogedor como todos dicen.

 

 

Vosotros, no sé si decir los “héroes” de esta historia, habéis ido llegando al lugar durante el día de hoy. Habíais oído hablar sobre este tipo de viajes, ya que año tras año, desde la primavera hasta el otoño, algún vecino o amigo del amigo del amigo se había aventurado a realizarlo, pero incluso los rumores se quedaban cortos. Abundaba la gente de Alberetor, pero también había otra clase de humanos, estos últimos solían vestir con pieles y algunos mostraban partes del cuerpo tatuadas con motivos florales, animales y runas. También os habíais cruzado con una especia de gigante de casi dos metros y medio, poco agraciado, con brazos como troncos y con las grasientas greñas por debajo de los hombros, esta tenia los dientes de varios tamaños y de entre la melena asomaban unas orejas grandes y puntiagudas, ¿según las historias podría ser esto uno de esos asquerosos ogros? ¿O quizás un troll amaestrado? Pero no solo esa bestia fue lo más raro que visteis a vuestra llegada, si ese monstruo era horrendo, un par de criaturas que correteaban por el lugar podían ser incluso más extrañas. Eran como una versión en miniatura, una caricatura del gigante, achaparradas, delgadas y de dientes afilados, superaban con dificultad el metro de estatura. No había confusión, esos eran los alborotadores trasgos de los que habíais oído hablar. Lo que no habéis visto son trocalengos. Esas criaturas que, según dicen las historias que habéis oído alguno de vosotros, dejan a sus propias crías en las cunas de los humanos, tomando a los bebes de estos para luego comérselos, ofrecerlos como sacrificio a dioses oscuros o pertrechar atrocidades que es mejor no mencionar.  

Es de noche, os encontráis sentados sobre uno de aquellos troncos alrededor de una de las hogueras repartidas por el borde del campamento.  A parte de vosotros, también compartís el fuego con tres individuos más. Un hombre que supera claramente la cuarentena, de rostro machacado por la dura vida y cabellos grises, y dos varones bastante jóvenes, seguramente pertenecientes a alguno de los clanes del norte de Ambria. Los dos hombres visten pieles y sus rostros están adornados por una espesa barba pelirroja, al lado de ambos reposan hacha y escudo.  

El olor de la cena es lo único que parece alegrar el deprimido ambiente que os rodea, pues si la lista de malas noticias ya era larga, recientemente habéis tenido que añadir una última: los dueños de las caravanas han decidido prepararse para pasar el invierno al sur de los Titanes, ya que parece que las nieves se están acercando rápidamente. La cuestión es si aciertan al pensar que los pasos de montaña van a resultar infranqueables en pocos días o si aún hay una posibilidad de atravesarlos antes de que el invierno entre con toda su fuerza.

 

Notas de juego

¡Que empiece lo bueno!

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01/10/2022, 15:09
Peonio Perdomo

Peonio llegó al campamento en su carromato manejando las riendas de este. Junto a él, un joven encapuchado y una mendiga. Cuando ve todas estas criaturas Peonio intenta disimular una expresión jovial para ocultar el desagrado y horror mientras susurra entre dientes.

*susurro*-Sfin estate armado y alerta.

Al encontrar un espacio junto a una hoguera para descansar Peonio detiene el carromato para por fin estirar un poco las piernas y se asegura de que esté todo bien guardado en el carromato mientras vigila las manos de la mendiga. Al terminar le coloca algo de comida y agua a los pobres caballos para por fin sentarse junto a los demás en la hoguera.

-Buenos noches buenas gentes, tienen algo de espacio para nosotros junto a la hoguera?.

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01/10/2022, 16:39
Henrry Everad

Henrry habría llegado poco antes de la caravana de Peonio. Su tienda estaría armada y a la vista a una distancia segura del fuego. Tras terminar de armarla se sentaría en un tronco junto a la hoguera y los 3 individuos, los observaría y tras comenzar a cocinar, el olor de una agradable cena dibujaría una ligera sonrisa en su rostro.   

– Hola buenos hombres, al parecer compartiremos esta hoguera en la noche de hoy. -

En ese instante observaría la caravana de Peonio aparcar.

Miraría como bajan de la caravana y escucharía al hombre bien vestido hablar.

- Buenas noches, hay espacio en la hoguera. La noche es fría y el calor del fuego escaso, adelante. No sabemos cómo será mañana. - Diría esto mientras observa a los 3 nuevos individuos de arriba abajo de manera disimulada, más su atención se centraría en mayor medida sobre el joven encapuchado.

- Me presento, soy Henrry Everad y ustedes? - Mirando tanto a los 3 individuos sentados junto a él como a los nuevos que llegaron.

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01/10/2022, 19:20
Sfingaern

Sentimientos similares se entremezclaron en la mente de Sfingaern al dar con el improvisado asentamiento. Tristeza al pensar que dejaba todo atrás. Alivio al saber que aún había gente que no había cruzado las montañas. Y esperanza por recordar el tortuoso camino andado hasta aquí, y lo cerca que podía notarse ahora de llegar a encontrar aquello que tanto ansía.

—Siempre, don Peonio. Tranquilo —respondió con voz calmada.

Aún en las frías faldas de la orgullosa cordillera, alejadas de cualquier comodidad, y aunque diluidas por las propias circunstancias, podía atisbar las diferencias de clase entre los individuos que poblaban la llanura. Desde luego tenía más alma y empaque este campamento que las desoladas y derruidas ciudades del sur.

Con temor y curiosidad sus penetrantes ojos observaron a las criaturas que pululaban por doquier. Si todo este circo era sólo una pincelada de lo que estaban por descubrir al norte, la cosa pintaba interesante. Lo que menos le gustó fue el hecho de conocer que no habría gente dispuesta a hacer el viaje hasta pasado el invierno.

—¡Diablos! No tiene sentido quedarse aquí, Peonio. ¿Quiénes son los idiotas que mueven este cotarro? —comentó esta vez con ostentosa molestia, poco antes de unirse al grupo junto a la hoguera—. Mejor sería volver y buscarnos el pan unos meses más en las ruinas de Sarney y sus bosques, donde aún podemos encontrar algo de caza libre de peste. ¡Pero ni hablar! Debemos hallar la forma de salir de este estercolero.

Con un bufido de hastío el joven se dejó caer sobre el tronco. Pronto sus ojos saltaron de uno a otro individuo, analizando brevemente a cada uno.

—Acércate más a la lumbre, chiquilla. No tengas miedo —comentó a la muchacha antes de responder al tipo con simpleza—. Sfingaern. 

—¿Se encuentra bien, anciano? —preguntó después, tras examinar al resto de individuos, tras lo cual de dirigió a los otros tres*—. Vosotros venís de las tierras del norte, ¿verdad? ¿Qué podéis contarnos de aquellos lares?

Notas de juego

*Incluyo a Karel por esas pintas que me lleva xP

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02/10/2022, 22:14
Peonio Perdomo

Peonio al ver a Sfin tan alterado por el bloqueo este le responde.

-Calma Sfin, por ahora solo debemos considerar un poco mejor nuestra opciones... Aunque creo que son bastante claras, tenemos que arriesgarnos y cruzar antes del invierno o nos quedaremos aquí sin comida ni buenas compañías... Pero si vamos solos seremos blanco fácil para asaltantes.

Mira a el grupo que rodea la hoguera.

-Que dicen ustedes señores? Quedarse aquí es mucho mas arriesgado que intentar cruzar el paso ahora, y un grupo de 8 personas bien armadas con carromatos puede ser suficiente para desalentar a algunos saltantes.

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03/10/2022, 12:43
Henrry Everad

Mirando a los nuevos acercarse junto a la hoguera, Henrry les observaría extendiendo su mano a los troncos vacios más cercanos y con voz agradable les diría - Adelante y calentaos junto al fuego. Tras escuchar las palabras de Peonio, Henrry les mira uno a uno directo a los ojos. Los veo muy interesados en cruzar los titanes y más con la tempestad que se acerca. Veo más arriesgado tratar de cruzar los pasos a la montaña sin saber si las nieves nos bloquearan el camino.

Seguiría hablando, más su voz cambiaría a ser más seria ¿Por qué decidieron dejar ahora Alberetor? Ustedes no se les ve intenciones de querer esperar al siguiente invierno. Haciendo un gesto y señalando el carromato de peonio notablemente lleno hasta arriba con la cabeza. Y si haremos este viaje nosotros, debemos saber por lo menos lo suficiente unos de los otros, no pretendo perder mis posesiones en un corto viaje a la montaña. Se vería a henrry acariciar sutilmente su mandoble envejecido por el tiempo, pero con un filo que resplandecía tanto por lo afilado como por la luz de la hoguera.

 

Posé de Henrry con su mandoble al lado de la hoguera.

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03/10/2022, 14:40
Sfingaern

Mientras esperaba la respuesta de los otros Sfinj advirtió como Henrry toqueteaba su arma. Con un movimiento rápido se descolgó el arco y simuló examinar el correaje para dar la sensación de estar preparado.

—Calma, maese Everad. Calma. Todos tenemos nuestros motivos, que aunque privados probablemente sean similares. Este lugar se marchita, y mientras tanto hay tierras libres, vida y trabajo al norte. ¿No es esa razón suficiente? —respondió un tanto jocoso.

Luego se volvió a su amigo y por lo bajo continuó contestándole.

—Majaderías, Peonio. De camino hasta aquí, no me digas que no has visto el maldito muro de roca helada que es esta cordillera. El problema no son tanto los asaltantes, sino el propio camino y el tiempo. Como dice aquí, el señor nombrelargo, no conocemos las condiciones que habrá allá arriba. Casi mas importante, no conocemos la ruta a seguir. Y por último, si piensas que esos tipos de ahí lo conocen... —comentó al tiempo que señalaba con el mentón a los salvajes—. Dudo siquiera que conozcan nuestra lengua.

Habiendo terminado, y tras apartarse de la oreja de su compañero, concedió una falsa sonrisa al resto de los allí reunidos. Quedando así a la espera de que los bárbaros, o el viejo, abrieran la boca.

Notas de juego

Me encanta esa imagen!

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03/10/2022, 16:25
Director

El hombre de cabellos grises atiza el fuego con un palo mientras que con la mano derecha gira lo que parece ser medio conejo espetado.

-Mi nombre es Telk y soy un humilde conductor de carromatos. – responde dirigiéndose hacia Henrry. – Mi vida no ha brillado por recibir una educación digna de un noble, pero durante los años que he vivido – gira su cabeza hacia Peonio, Sfing e Ice – he aprendido que cuando uno empieza una conversación no violenta, normalmente es bueno presentarse – señala con el palo a Henrry – tal y como ha hecho maese Everad.

Retira el conejo del fuego y durante la pausa los dos extranjeros toman la palabra.

-Yo Belun, él Ludo. – dice uno de los bárbaros. Es difícil distinguirlos ya que son como dos gotas de agua. La única diferencia es que el que acaba de hablar lleva pendientes. – Nosotros guías, para gente importante. – Su acento es duro y la falta de léxico se hace patente en cada frase que dice, parece que vuestros idiomas no son los mismo. – Importantes? – dice señalando a Peonio y Sfing. – Norte duro. Norte peligroso. Todos querer ir a bosque, mucho tesoro, pero nadie saber. – dice mientras hace gestos con las manos para que se le entienda.

Telk escupe al suelo y menea la cabeza.

-Yo también pensaba que no nos entendían estos salvajes… digo extranjeros. – le pega un mordisco al conejo y mientras mastica continua – Todos queremos cruzar, sino no estaríamos aquí, eso está claro, y perdonad mi curiosidad, ¿pero de donde venís y a donde os dirigís exactamente? Esos tres y el perro, parecen ser del mismo sitio. Maese Everad, aunque huele a caballero, no logro situarlo. Vosotros tres… sois los mas raros, un hombre adinerado, un truhan y una mendiga.

Notas de juego

Muy guapa la imagen si!!

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03/10/2022, 18:14
Peonio Perdomo

Peonio escucho los susurros de Sfin levantando ligeramente una ceja y guardando silencio mientras el caballero Henrry y el maleante Sfin median lo largo de sus... Agallas... Al escuchar al anciano telk, Peonio con expresión apenada le responde.

-Mis disculpas buen señor, me llamo Peonio Perdomo, un gusto poder dialogar con usted.

Extiendo la mano hacia mis compañeros para que ellos puedan presentarse. Al escuchar a los dos barbaros "dialogar" Peonio muestra una ligera sonrisa y se dirige a ellos en su lenguaje de salvajes come tierra.

*Lenguaje salvaje* -Importantes si, ustedes pueden guiarnos al bosque al norte de la montaña? Que quieren a cambio de guiarnos?

Exclama mientras mientras se apoya con gestos como ellos.

-Nosotros? Yo vengo de los pueblos del sur, de camino me encontré con estas dos personas de camino y las invite a llevarlas en mi carromato ya que íbamos al mismo lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Se me olvido colocarle la dificultad a la tirada, pero bueno, la pase igual.

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03/10/2022, 23:02
Karel

Karel bostezá estirándose. Su gesto parece dar a entender, de un modo primario, que la tensión en el ambiente ni va con él ni le parece que vaya a ir a mayores. el gesto deja ver una espada corta y 2 dagas simples bajo la capa raída con la que se protege del frío. Claramente armas utilitarias y faltas de decoracón. Os hacen pensar más en dientes de una mandíbula de depredador que en las cuidadas y pulidas herramientas de muerte que cuelgan de algunos de vuestros cintos. 

A su lado un gran mastín tambien bosteza antes de dejar caer su negra cabeza sobre las patas delanteras de nuevo. Ambos proceden casi al unísono a rascarse detrás de la oreja derecha. Al otro lado de Karel, un arco y un carcaj reposan junto a un zurrón de explorador. El carcaj tiene flechas de varios tipos, destacando algunas con plumaje rojo y una con plumas azules. Sfingaern las reconoce como Flechas del Prios y de punta ancha. 

Karel. Y este es Pata Gris. No es muy hablador.  

Os resulta curioso que a la luz de la hoguera no parece que el mastín tenga ninguna pata gris...

Tras esta estraña introducción Karel patea unas piedras de la hoguera y las aparta para sacar unas raices que estaban tostándose envueltas en hierbas. Y les inca el diente agarrándolas con las manos, sin inmutarse por el calor que las llamas deben haber dejado en los tubérculos. Los 2 norteños os han parecido burdos. e sporbable que Karel os parece silvestre. Masticando raíces, sigue hablando para comentar

Pasar, debería poder pasarse. Mi padre y la gente de nuestro pueblo acaba de hacerlo. Lo que no se puede hacer es quedarse aqui mucho tiempo y pretender pasar después. 

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04/10/2022, 08:53
Sfingaern

Sfinj arqueó una ceja al escuchar la presentación del carretero.

—Se lo repito por si no lo escuchó anteriormente, maese Telk. Sfingaern —pronunció despacio, como si masticara cada sílaba y hacerse así entender—. Para mayor comodidad suya, puede llamarme Sfinj. Y esta chica, que aunque sabe defenderse por sí misma está algo resfriada por el viaje, se hace llamar Ice.

Al escuchar las palabras de los bárbaros se sorprendió mucho. Asintiendo luego a cada una de las palabras que escupían hizo verles que les comprendía. Se sorprendió también, esta vez gratamente, de ver que su amigo podía intercambiar palabras en otro idioma.

—Norte duro y peligroso, bien. Pero si tú aquí es porque tú entender que sur podrido. Marchito. ¡No vida en el sur! Más esperanza en el norte. ¿No? —respondió con una sonrisa afable a Belun, usando gestos similares a los suyos para ayudarles a comprender lo que trataba de decir.

El joven forajido escuchó con atención lo que tenía que decir Telk, y las primeras voces del último asistente.

—¡Aah-ah! Ya lo ha visto, maese Telk —dijo tras las palabras de Karel, inclinando diagonalmente su cabeza hacia éste—. Muchas veces las cosas no son lo que parecen. Error nuestro al pensar que Belun y Ludo no conocían nuestra lengua, o que el señor Karel era parte de la compañía norteña. Error mío también el descuidar mi conocimiento sobre las habilidades de mi buen amigo Peonio. ¿Cómo es que sabes hablar salvaje?

Advirtió Sfinj el carcaj de finas flechas que portaba. Con el tiempo esperaba poder hacerse con algunas parecidas, pues potenciaban sus opciones en muchos campos. Pero su mirada pronto se desvió con interés hacia el cánido. Durante breves instantes recordó agradables recuerdos sobre cacerías en el bosquecillo familiar.

—Encantado, Karel. Precioso ejemplar este Pata Gris. Apuesto a que haréis un magnífico dúo de caza. Y sí, estoy contigo. Dudar en estos momentos no sirve de nada. Me da la impresión de que esta llanura será un lugar muy duro para vivir en unas semanas. De no partir pronto hacia el norte, será mejor volver atrás e intentar sobrevivir un invierno mas comiendo tierra.

Notas de juego

Se está dejando querer Sfinj en estos primeros compases ¿eh? Hasta a mí me están dando ganas de darle una patada en la boca xD

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04/10/2022, 11:52
Karel

Karel bebe de su odre. Es bastante obvio que el odre está hecho con una pata de oso pardo. Lleva aún las garras y todo en la parte inferior. Tambien deja que Pata Gris beba del recipiente directamente antes de beber él de nuevo. 

Sí. Hoy he hablado con algunos de los líderes de la caravana que quieren quedarse, pero no parece que les haya convencido para cambiar de opinión. 

Se encoge de hombros. 

Con retrospectiva, supongo que el insunuar que pueden estar tranquilos, que ya mataré sus cadaveres no muertos cuando me los encuentre no ha ayudado. Cosas que pasan.

No sabeis si Pata Gris ha hecho rodar los ojos o es cosa de la luz de la hoguera. 

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04/10/2022, 15:27
Ice

¿Era esta la solución? dejar atrás físicamente todo lo que había vivido sin duda era seguir caminando, y de eso se trataba ¿no? de seguir adelante. Mis ojos recorren los Titanes con esperanza y aliento. 

Sonrío y asiento cuando Sfin me presenta, no tengo ganas de hablar, o más bien no sé cómo hacerlo, hace tantos años que no me relaciono con tanta gente junta que siento incomodidad ante sus juicios. Me siento más cómoda en mi silencio. Con Sfin sí he hablado bastante durante el viaje pero porque eramos tres, y la mayor parte del tiempo era gracioso, aquí somos todos desamparados viajeros en pos de un lugar mejor.

Me siento un poco más atrás, soy una mendiga ¿no? Mi lugar es un poco al margen del resto. 

Mientras hablan yo miro al fuego prestando atención a todo cuánto dicen. 

- El tiempo de Alberetor ha terminado, más que una decisión es una imperiosidad - murmuro con tristeza, había tanta felicidad en cada palmo de tierra que estamos dejando atrás - creo que para todos. 

Miro a Terk cuando me menciona, seré la mendiga entonces, no es del todo desacertado el concepto. 

- Supongo que no nos apetece escuchar más historias tristes ¿no? ¿Podemos hablar de cosas más amenas? Los Titanes requieren complicidad para ser cruzados. ¿Qué se nos da bien? Henrry es bueno en combate, su espada lo delata, señor ¿Y los demás?

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04/10/2022, 16:15
Telk

-Vaya, deberás disculparte Sfing, ¿puedo tutearte? – te pregunta mientras roe un pequeño hueso – Pues eso, deberás disculparme, pensaba que tu Sfingaern era una manera de estornudar, no creí que fuera tu nombre.

Mira perplejo a Peonio el cual comienza a hablar con muchas consonantes y un lenguaje duro y señala a Karel mientras este último habla.

-Los líderes de estas caravanas son petulantes. No saben lo que les espera si se quedan aquí, pero que puedes esperar de la mayoría de esos nobles – dice esta ultima palabra con sorna – solo piensan en sus bienes. Mirad que carros – dice señalando hacia las siguientes hogueras – llenos de baratijas que no sirven para nada en estas montañas. Están condenados.

Luego mientras Ice habla este la mira con ¿tristeza?

-Así es niña, así es. – tras soltar un suspiro añade - Como ya dije, yo soy bueno conduciendo carretas y azuzando a los animales de tiro. Tengo buena mano. Seguro que ese par de mulas que tiene Maese Peonio estarían encantadas de ser dirigidas por mí.

Unos segundos después aparece otro hombre, el enjuto personaje viste una vieja casaca de borrego y unos pantalones raídos llenos de parches. Le da un golpecito a Telk en el hombro y se sienta a su lado, está visiblemente nervioso, se inclina sobre el conductor de carromatos y le susurra algo al oído.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Atento todos, sin modificador ni nada.

Tirais 1D20 y teneis que sacar igual o menos.

Os dejo un ejemplo de tirada, donde pone dificultad poneis el valor de vuestro atributo.

Y lo que he sacado es un crítico, los Titanes se rompen, caen sobre vosotros y morís.

Buenas partidas amig@s!

 

PD: ahora sigo con Belun, el bárbaro.

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04/10/2022, 16:45
Peonio Perdomo

Peonio para de hablar con los salvajes ante la pregunta de Sfinj.

-Como aprendí a hablar su lengua? Es una historia graciosa, pasaba por un busque que era habitado por un grupo del salvajes los cuales por tratamiento medico y algunas baratijas ellos me conseguían pieles, carne, hiervas y demás bienes del bosque los cuales eran muy escasos en los poblados, de los mejores negocios de mi vida.

Peonio se extraña al ver a la vagabunda colocarse al descubierto y hablar. Al los minutos Telk le ofrece conducir su carromato.

-Pero usted no tiene su propio carromato señor Telk? Como llego aquí con dos salvajes un conductor de carromatos sin un carromato?

- Tiradas (1)
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04/10/2022, 17:10
Belun

Belun sonríe al oír a Peonio hablar en su idioma y tras decirle algo que solo este logra entender centra su atención en Sfing.

-Norte muy al norte duro y peligroso, para gente del sud, norte bosque. Llanura Ambrios, tomada a clanes. Yo y Ludo aquí por tálero. Nosotros pasar a vosotros por montaña. Luego vosotros vivir vida. Mi no importa guerra pasada. Solo tálero.  Nosotros guías. Esperanza en tálero, tierra tuya muerta. – coge un puñado de cenizas y las lanza al aire.

Coge su hacha y se la muestra a Ice.

-Hacha, yo y Ludo, bueno en hacha.

Notas de juego

Peonio te pongo lo que te ha dicho por privado.

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04/10/2022, 18:28
Sfingaern

Sfingaern emitió una leve carcajada al escuchar el comentario de Telk, ahorrándose mencionar él lo que le recordaba su nombre.

—Muy buena, maese Telk. No es la primera vez que me lo dicen. Por supuesto, tutéame.

Ante la respuesta de su amigo respecto a la historia de cómo conoció la lengua bárbara no pudo mas que asentir, mientras los extremos de sus labios se arqueaban hacia arriba y mostraban una sorprendentemente bien cuidada dentadura. Eres una caja de sorpresas, cabrito, pensó.

Lo mismo ocurrió al escuchar la contestación del salvaje. Táleros. Al final no somos tan distintos.

Y la de Karel, al que prefirió no preguntar mas por temor hacia la siguiente respuesta que podría dar.

El inicial asombro de Sfinj al oír la voz de Ice tornó en preocupación al escuchar sus palabras. La muchacha hablaba con sabiduría.

—Bueno, como ya sabes poseo una puntería aceptable con esto —respondió mientras aferraba la madera de su arco—. Luego también creo que...

La voz del joven desplazado se vio cortada de pronto, cuando éste vio al desconocido acercarse al carretero. Su fino oído se agudizó para tratar de captar algo de este mensaje.

- Tiradas (1)
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04/10/2022, 21:12
Karel

Karel ladea la cabeza al ver el comportamiento nervioso del hombre. Sin embargo, el crepitar del fuego le impide oir qué le dice a su compańero

- Tiradas (1)
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04/10/2022, 22:16
Henrry Everad

Se inclinaría hacia el fuego sacando 2 brochetas de lo que en vida fueron aves regordetas y empezaría a comer. Solo escuchando atentamente la conversación de los demás. Tras acabar con la primera ave bebería un gran sorbo de su odre. Le ofrecería un muslo de ave aun con algo de carne a Pata gris, esperando la aprobación tanto del amo como del canino.

Yo provengo de una villa al sur de Alberetor que dejo de existir tras uno de los últimos ataques de los señores oscuros.

Saludaría a todos por sus respectivos nombres y miraría la joven mendiga.

Ten... Estirando la mano hacia ICE ofreciéndole su última brocheta todavía caliente. Debes tener hambre, particularmente está muy rica esta ave.

En cierta manera me alegra concluir el capítulo de mi vida que fue Albertor, aunque tuve momentos felices y experimente triste perdidas. Ya llego el momento de visitar el reino Ambira y la gran iglesia de la luz de Albertor Prios en Yndaros. He escuchado historias donde la describen con un lugar alucinante y donde se puede sentir la energía del dios del sol Prios en todo sus alrededores.

Y si Ice, sé usar esta vieja mandoble. Empezaría a tratar darle un poco de brillo sin éxito a su mandoble, las él una braza se rompería ante el calor de la hoguera impidiendo oír los susurros de Beun.

- Tiradas (1)
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04/10/2022, 22:58
Ice

¿Qué hago yo aquí rodeada de todos estos hombres que creen que soy una pobre niña mendiga? Maldito seas. Miro el fuego hipnotizada. Maldito tú y tu terquedad. Y yo idiota por hacerte caso.

Pero toda mi rabia es añoranza, él lo sabe y yo también. Hasta que hemos parado aquí, la verdad es que no me había sentido sola, Sfin me hacía reír tanto que ni lo noté, aunque el otro hiciera como si yo no existiera.

- Le gustan los animales señor Telk – sonrío agradablemente mirándole – eso le honra.

Asiento cuando habla del hacha, no entiendo por qué clase de amabilidad va a guiarnos, no entiendo a la gente, pero toda ayuda es poca, me parece a mí.

- Hachas, flechas, mandoble… los Titanes prestarán batalla pero parece que tendremos algo que responder. 

Alargo la mano, mi piel es pálida y delgada, recojo la comida y asiento muy agradecida al señor Henrry, mordiéndola de buena gana. En comparación con todos estos hombres fornidos, yo parezco la más débil. Y cierto es que no poseo ninguna de las cualidades mencionadas, más… estaba pensando en ello cuando el relato de Henrry me lleva a imaginar lugares preciosos; un suspiro brota de mis labios. 

Ojalá lleguemos. Donde quiera que estés, ojalá lleguemos.

Miro al hombre nervioso y borro la sonrisa.

- Tiradas (1)