Partida Rol por web

Agradecía la preocupación de los muchachos y realmente les agradecía su preocupación, si. Definitivamente Frank sería un buen jefe de sección. Le agradecía su preocupación pero no consideraba que su vida valiese más que la de los chavales que entrenaban allí abajo para ser carne de cañón.

Se encogió de hombros, pronto nada de aquellos sería de su incumbencia, después de tantos años luchando y sin ver un final al conflicto realmente se sentía muy cansado. De un modo u otro todo iba a terminar pronto.

Pero tenía que reconocer que iba a echar de menos a los chicos.

Cuando llegaron parecio que ya se habia decidido su juicio. No habia mucho tiempo para la justicia y los cargos eran serios.

Se les separo y llego a celdas distintas, por separado y teoricamente incomunicados. Ledger reafirmo su posicion cargando con la culpa de todo y a los jueces del tribunal les agrado la cabeza de turco que se les ofrecia.

Uno de los soldados que custodiaban las celdas informo a Ledger que habian soltado al resto del equipo. Los gemelos con una falta disciplinaria por emborracharse durante el servicio, limpiarian letrinas varios meses pero lo harian juntos antes de volver a la compañia 13. Frank debio plantar cara o contestar algo desagradable, le enviaron lejos, a otra compañia con una mancha en su hoja de servicios completamente injusta.

Guardaron tu sentencia para el final, igual que animales carroñeros que guardan el mejor pedazo. Despues de dos dias encerrado se te comunico que sufririas una degradacion de tu rango pero para tu sorpresa, se te enviaba a un destino nuevo apartado de tu unidad. Era un destino de castigo, sin duda, pero los soldados escaseaba y el alto mando no se podia permitir tener a nadie ocioso en una celda.

Te dijeron que podias sentirte afortunado de no pisar una carcel militar. En lugar de ello te llevaban a Cañon Crow.

El lugar era un desierto, que 20 años atras fue una zona turistica pero donde actualmente no quedaba nada salvo arena y sol abrasador de cinco de la mañana a siete de la tarde con periodos de frio glacial a la caida del sol.

Se te entrego un petate basico, con un uniforme de recambio, una mascara parecida a una de gas, algunas prendas de ropa interior... lo basico. Al mirar mas detenidamente descubriste algunos "regalos" que alguien habia escabuido en el interior.

- Un paquete de tabaco casi entero

- Una petaca que reconociste como patrimonio de los gemelos

y un almanaque de "gatitas calientes". Una revista que no tenia mucha letra pero si unas fotos realmente interesantes.

Comenzaste a sospechar que fuera se sabia mas a donde te mandaban de lo que te habian dicho y no pintaba nada bien....

A pesar de la sentencia Ledger se sentía contento por los gemelos y por Frank, lo único que lamentó era que no siguiese con ellos para sacarles las castañas del fuego y sin duda ahora que él no estaba iban a necesitar a alguien más pronto que tarde. Escapar de la horca -había que ahorrar las balas que suponía un fusilamiento- le resultó una sorpresa. Trató de averiguar de sus carceleros donde habán enviado a Frank o quien sería el nuevo capitán de la compañía 13 pero no consiguió nada de ellos.

Su sentencia fue la que más le soprendió, le degradaron y destinaron al Cañón Crow. No sabía casi nada del sitio solo que estaba en medio del desierto, se encogió de hombros. Probablemente algún destino de castigo para el que no debían sobrar los voluntarios, se encogió de hombros, le faltaban tres años para terminar el servicio activo y por Dios que no iba a volver a reengancharse aunque probablemente si lo enviaban allí sería con la idea de que tampoco saliese con la cabeza encima de los hombros.

El lugar era un desierto, que 20 años atras fue una zona turistica pero donde actualmente no quedaba nada salvo arena y sol abrasador de cinco de la mañana a siete de la tarde con periodos de frio glacial a la caida del sol.

Recibió el petate y los regalos de los muchachos, se los quedó mirando como un estúpido durante bastante rato, le volvían a quitar la família y aquella vez no eran los verdosos si no su propia gente. Guardó las cosas, sus tesoros, al menos ellos estarían bien. Más le valía al cabrón que llevase su compañía que los tratase bien.

Un transporte le llevo a la zona desertica y a una base a unos 200 kilometros de tu destino, de alli en un cuatro por cuatro blindado hasta mitad del puto desierto donde te dejaron con tu petate una brujula.

- Dos kilometros, direccion sureste.- te informaron escuetamente.- Te esperan en el puesto de control de Cañon Crow. Buena suerte.

Por delante solo arena interminable.

-Cabrones...

Le dejaban a dos putos kilometros... ¿Para qué? Eran primos del general y querían joderle o más allá pasaba algo malo.

-Muchas gracias por el paseo muchachos. Les respondió mientras entrecerraba los ojos, el reflejo de los rayos del Sol en la arena resultaba cegador. Se encogió de hombros, no servía de nada ni despedirse ni decir nada a aquellos tíos del transporte, no les daría el gusto de ni siquiera girarse. Se agachó recogiendo petate y brújula. Tras asegurarse el petate miró la brújula para orientarse y empezó a andar en la dirección que le marcaba la brújula.

No sabía exactamente porque pero tenía la corazonada que no serían solo dos kilómetros así que mejor no malgastar fuerzas y racionar también las fuerzas.

Tenias razon al pensar que la caminata seria mucho mas larga.

Casi al mediar el dia, agotado y sin agua, viste una especie de caravana

Arriba tenia una antena que parecia retrasmitir girando constantemente y los logos del NOM estaban pintados en un lateral. Las ruedas undidas en la arena hasta la mitad te hacian pensar que llevaba mucho sin moverse. Rodeandola nada, solo un infinito oceano de arena.

No serviría de nada girarse hacia donde le había dejado el transporte y cagarse en sus madres así que bajó la cabeza se ajustó el petate y continuó andando hasta el jodido cacharro. Le impresionó la antena, y le impresionó un centro de comunicaciones como aquel perdido en medio de la nada.

Casi arrastrando los pies llegó  a pocos metros de la caravana, se cuadró y se presentó. ¡Soldado Ledger se presenta a su puesto señor!

La puerta de la caravana se abrio. Un hombre delgado y con gafas, sin ningun tipo de uniforme te hizo una seña para que entraras.

- Entre, vamos, le va a dar una insolacion. Le esperaba. ¿Quiere un poco de agua artificial? Aqui es la unica que tenemos, no esta mal... a todo se aconstumbra uno. ¿Que tal el viaje?
 

¿Que coño es esto? 

Ledger miró descolocado al hombre que por no llevar no llevaba ni uniforme. ¿A que maldita base le habían mandado? Se encogió de hombros, fuese lo que fuese estaría mejor dentro a resguardo del maldito Sol. Se metió dentro del aparato y dejó caer el polvoriento petate.

-Si señor, gracias. La verdad es que me vendía bien el agua. La verdad es que el transporte me ha dejado algo lejos pero no ha habido problemas para llegar -no sabía quien era el tío así que no era momento para empezar a cagarse en la madre que parió a los del transporte-. Disculpe señor... ¿Esto es Cañón CroW?

-Dime que no... 

- Señor, ¿No le han informado? Usted esta al mando de la operacion.- dijo el hombre sacando de un armario un envase parecido a los de la gelatina y dandotelo.- Bueno.. operacion... es una espedicion cientifica. Vera, tenemos siete sensores repartidos por la falla del cañon, esos sensores retrasmiten 24 horas al ordenador y esos datos son transmitidos... el problema es la arena, se mete por todos lados y se deben comprobar cada dia dos veces, limpiar, mantener, reparar... para eso estoy yo aqui y usted esta al mando.

Ledger suspiró. Auqello no era un destino de testigo, ni un exilio. Aquello era el puto infierno. Seguro que habría estado mejor con la soga al cuello bailoteando en el patíbulo pero algún cabrón se había querido reír por última vez de él.

¿Vale pero... para que se toman esas lecturas? ¿Para que sirven? Preguntó mientas trataba de dar un buen sorbo de agua. ¿No le habrán entregado un sobre con mis ordenes verdad?

William chasqueo la lengua.- No, ningun sobre. Basicamente usted controla que yo haga mi trabajo y si aparecen verdosos me defiende valerosamente.- dijo con tono sarcastico.- Los datos son fundamentales, cuando escaban tuneles nuevos generan unas vibraciones que recogen nuestros sistemas. Descubrir que esta falla actua como una especie de oreja gigante... bueno, es una historia mucho mas larga pero acortando. Si esos verdosos se mueven, nuestros sensores lo sabran.

Hace unos dias avise de un gran movimiento y poco despues toda una ciudad se vino abajo.- dijo para que entendieras la magnitud pero desconociendo que tuviste algo que ver en ello.

Me suena de algo sí... lo he oído mencionar. No le iba a decir al cerebrito que él había estado metido en el ajo...

Digame... El anterior militar que ocupaba mi puesto. ¿Que le paso? Ledger suponía que habría abierto la boca y tras meterse en ella el cañón de su arma reglamentaria se habría volado la tapa de los sesos para dejar de sufrir.

- No ha habido otro, señor. Yo instale el equipo hace cuatro meses y desde entonces he estado esperando un oficial tactico al mando de la mision...- Afirmo.- Por cierto, me llamo William Benoit, Will para los amigos y siento si hablo mucho. Llevo 4 meses sin hablar con nadie, me comprendera.

El agua artificial tenia la textura de la gelatina y era algo pastosa. En contacto con la saliva producia una sensacion de frescor artificial pero agradable y saciante.

Genial, si ha sobrevivido aquí cuatro meses solo seguro que soy de una necesidad acuciante. Apuró el agua sintética y miró el vaso reciclable. Aquello iba empeorando por momentos. Cerró un momento los ojos tratando de no gritar y ponerse a patalear como un niño chico por pura frustación.

Bien -suspiró mientras se secaba el sudor de la frente con el dorso de la mano que ya estaba empapada de sudor- entonces mejor nos ponemos a trabajar. Usted dirá William. ¿Digame... se presentó voluntario para... esto?

Will se rio.- Podria decirse que si... Solo tuve que meter la mano en ciertos archivos confidenciales y bueno... no pudieron probar nada pero decidieron que mis capacidades eran utiles aqui.

Te enseño la distribucion del interior. Casi todo ocupado por dos grandes ordenadores que emitian un constante zumbido de los ventiladores a plena potencia.

- Yo me quede la cama 2, esta mas cerca del ordenador. Aqui tenemos aire acondicionado pero necesita un mantenimiento semanal y quitando las salidas a comprobar los sensores... no hay nada mas que hacer en todo el dia. Si, se lo que piensa. Es esactamente eso, un infierno para terminar volviendose loco uno. Debio hacer algo muy malo para estar aqui.....

Derrumbar su famosa ciudad y no dejar tirados allí a mis hombres contestó lacónico.

¿Cama 1 verdad? Entendía ahora lo de lo cigarrillos, no fumaba pero le estaba apeteciendo hacerlo, dejaría el licor de la petaca para celebrar algo con una buena curda y la revista guarra... bueno iba a ser la única compañía femenina que viese en mucho tiempo. Dejó el petate y se volvió hacia Benoit.

Y el tiempo de la misión es de...

- Mejor no lo sepa. Creame.- dijo William con una sonrisa.- Mi esposa es sicologa, ella se pasa el dia atendiendo combatientes por fatiga de combate y otros transtornos. Sicologicamente podia afectarle saber ciertas cosas y el unico aqui que sabe llevar un arma es usted. No quiero que se vuele la cabeza y tener que esperar a que otro unda una ciudad 25 metros bajo el suelo.

Sientese, relajese y descanse... casi todo el trabajo es tecnico o mecanico asi que su mision es acompañarme cuando salga de excursion.

Suspiró para que el conato de ataque de nervios disminuyese a una simple rabieta. Algún general rechoncho se debía de estar riéndose en la cantina de como se habían ocupado del imbécil de Joe Ledger.

Solo podía sacar al militar profesional y esconder a Joe en algún lugar profundo de su mente para poder seguir adelante. Si no se iba a volver loco en aquel agujero. Bien señor Benoit. Entonces empecemos. A que punto tenemos que dirigirnos ahora.