Susan enarca una ceja cuando escucha el disparo y se queda mirando a Cuerno Quemado - No habrá sido capaz... - parece que los dos están pensando en la misma persona. Así que se levanta para echar un vistazo abajo. Mientras emprende la marcha, se gira hacia atrás y les dice a los de la mesa - Que nos vayan sirviendo el whisky y el agua de...bueno, eso que ha pedido - y señala a su compañero. Y se vuelve a girar para bajar.
- Ay, pendejo... - dice Pancho negando con la cabeza. Mira al hombre con el que bebe y le dice - Oye, amigo. Ese pendejo cowboy está conmigo, así que voy a reventar unas cuantas cabezas y vuelvo lo antes posible. No te bebas mi tequila.
Pancho se levanta de una silla en la barra, donde parecía conversar y beber con un hombre. Sacando su Winchester, se acerca a grandes zancadas hacia Rubio, mientras grita - El cowboy está conmigo, y quien se meta con él se las verá con la escopeta de mi papá. Cuando está cerca de Rubio, le susurra sin dejar de mirar a los guardias que se acercan - Por las bragas de la Guadalupe, vaquero, ¿Se puede saber por qué has disparado a ese pendejo?
Aun pistola en mano voy apuntando a los que se acercan y le comento a Pancho:
-Estaba charlando con una dama, y de repente ese tipo del agujero en la frente vino a molestarme con malas intenciones y sin mediar palabra le he pegado un tiro en la frente tal y como hubiese hecho en Texas, pero al parecer aquí no les ha sentado tan bien. -le pasola botella- ¿quieres un trago?
Pancho coge la botella sonriendo y le da un trago, sin dejar de mirar a sus posibles atacantes - La concha de tu madre, Rubio, ¿Y no podrías haberlo arreglado hablando? ¿Qué te dijo ese pendejo?
Le quito la botella y doy otro trago mientras apunto al tumulto:
-Pues es que no le di tiempo de decirme nada. -le expliqué mas detalladamente- Mientras yo cortejaba a la cabaretera se acercó por la espalda como los cobardes y ¡BANG! -hice el gesto con la pistola empuñada-, le salté la tapa de los sesos. Si hubiese sido un hombre de verdad no dejaría sola a la corista ni vendría por la espalda. -asentí- Una lección que acaban de aprender los dos.
Pancho mira a Rubio con los ojos como platos, pasmado - ¿Pero tú eres loco, pendejo? ¡No puedes disparar a un hombre solo porque se acerque a una ramera! Ay mamita... -dice sujetando su Winchester con fuerza - Bueno, arreglaremos esta pendejada como sea...
Me encogí de hombros y le di otro trago a la botella:
-Nunca es buena idea ir por la espalda de un hombre armado, -escusa barata- y en Texas era de lo mas normal. ¿Si y te viniese por la espalda con malas intenciones que me harías tu?
La atención de todo el local se centra en un punto junto a la barra en el que se encuentran Pancho y El Rubio rodeados de gentes de toda índole en una proporción de 1 a 100. Un calma expectante lo invade todo y nadie sabe quién dará el siguiente paso ni en qué dirección. Lo único claro es que ninguno de los dos va a poder abandonar el lugar facilmente.
Os incluyo ya a todos en la escena.
Tenéis un par de días para hacer algo antes de que lo haga yo.
Lanzo una mirada furibunda al Rubio y luego, cuando uno de los miembros de seguridad pasa por mi lado, me caigo por casualidad contra otro tipo para que empuje al segurata y lo derribe.
-Eh imbésil, ¿pol qué tú empujal? -le espeto a otro tipo que tengo al lado.
Comienzo a coger todas las botellas de licores fuertes y las estrello contra la barra salpicándola por completo mientras miro a Pancho y sonrío:
-Esto se va a poner muy caliente compadre...
Pancho se dirige a los seguratas con una enorme sonrisa. - Bueeeenos amigos - dice conciliador - Es solo una simple pelea de bar, jeje, no hace falta escalarlo a un conflicto a gran escala... ¿No creeis? - Pancho sigue sonriendo, rezando para que funcione.
Me quedo atónito ante la súbita escalada de eventos que acaba de suceder. Cuando salgo de mi asombro, lo primero que hago es dirigirme al Rubio: Eh, Rubio, ¿qué acaba de pasar? Supongo que tendrás una explicación para todo esto ¿no? Justo cuando acabo de decir esto, veo de reojo que el chino hace como si se cayera contra alguien y empieza a gritar sandeces. ¿Qué demonios estará tramando este oriental? No creo que sea el momento de provocar alboroto ahora...
Susan duda que se trate de una simple pelea de bar, si como ha escuchado, Rubio ha matado al novio de esa mujer. Pero cuando las cosas se ponen feas tienes dos caminos. O no haces nada y dejas pasar el tiempo para ver qué sucede, o intentas hacer algo. Claro que a lo mejor empeoras las cosas...
Susan eligió la segunda opción.
- Bueno, ¿qué os pasa a todos? - dice en voz alta la mujer para hacerse oir - a Arnold no le temblaba tanto el pulso cuando tenía que disparar - y entonces mira a Cuerno Quemado - Joder, pensábamos que los jammers tendrían un par de huevos, y parece que son como esos dragones... - ahora mismo, o la había cagado hasta el fondo, o había conseguido llamar la atención de todos los del local, poniendo en marcha el plan propuesto por el chino - Con esa delicadeza que mostráis, señoritas, no sé como demonios pretendéis destruir el feng shui - cuando terminó de hablar, Susan tragó saliva. La suerte estaba echada.
Me acuclillo en las escaleras con el piso superior casi a la altura de mis ojos. Desde allí veo la práctica totalidad del piso inferior y, muy silenciosamente, preparo el Remington.
La tensión que reina en el interior del local podría cortarse con un cuchillo y cocinarse a la plancha. Tanto los clientes pacíficos como los que mantienen sus manos en las armas como los agentes de seguridad esperan vuestro primer movimiento.
Cuando Susan improvisa su discurso, un rumor se extiende entre la multitud, hasta que uno de los guardias es empujado y derriba una mesa al tratar de mantener el equilibrio y eso desencadena el caos.
El Rubio, en el centro de la atención de todos, rompe varias botella sobre la barra y el sonido es ahogado por los gritos, golpes y disparos que suenan por todas partes.
Amigos, haced tiradas de Iniciativa (Tirada de dados genérica, recordad que la de Iniciativa no funciona bien) 1d6+Velocidad y decidid qué queréis hacer.
Hay muchos inocentes en el lugar que solo quieren salir fuera y huír y otros muchos que no querrán desaprovechar la oportunidad de moleros a palos (al fin y al cabo les habéis estropeado la noche).
Pensad en el lugar: Un local enorme de dos plantas con mesas, sillas, camas, una barra rociada de alcohol, botellas, vasos de cristal y mucha, mucha gente.
Susan saca el subfusil e intenta situarse tras la barra. Está praparada para defenderse si alguien quiere hacerle daño a ella o a sus compañeros. Y si la cosa se pone muy, pero que muy fea, intentará escabullirse entre la multitud para salir del local.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+9)=15
Con un rápido movimientos saqué una cerilla que con el roce se encendió automáticamente y la dejé caer encima del combustible que había tirado por toda la barra.
Luego me agaché detrás de ella y busqué un pequeño puñado de balas en el bolsillo.
Hay que crear mucha confusión...
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+8)=10
Me subo a las escaleras de un salto y preparo el bastón para hacer retroceder a cualquiera que se me acerque. Si puedo, intento buscar a algún gorila entre la muchedumbre de la sala de conciertos.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+7)=8
Busco tranquilamente con la mirada los puntos de luz para sumir la sala en la oscuridad y escapar en medio de la confusión. Y si uno de los enemigos saca un arma... tal vez deba arrebatársela de las manos antes de que se haga daño.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+7)=12