Partida Rol por web

Lady Blackbird

I: Celdas del "Mano del Pesar"

Cargando editor
01/09/2010, 19:29
Director

 

 

Turno 1º
Crucero Imperial "Mano del Pesar"
Subnivel 1
El Salvaje Azul, algún punto entre Illysium y Mundorrefugio

 Hollas se mesó la barba con gesto pensativo mientras observaba el cielo grisazulado a través de los ventanucos de su camarote. Aquella pequeña nave les había dado más problemas de los que se esperaría en un trasto tan destartalado como ese, por lo que solo podía significar una cosa: que necesitaban huir a toda costa.

Su deducción fue acertada, cuando sus soldades trajeron a los prisioneros al puente de mando, el rostro de desesperación de una de las mujeres le dio la razón. No reconoció a ninguno de los tripulantes, ni al capitán. Un total de cinco personas, un hombre (el capitán), dos mujeres un muchacho y un goblin que los acompañaba. ¿La tripulación de la nave? Quizás el chico y el goblin, pero dudaba que las mujeres tuviesen alguna relación con los otros tres, más allá de que quizás fuesen dos esclavas para vender en Puertoumbrío, o dos fugitivas de la justicia imperial. Lo segundo tenía más sentido, pero no encajaba del todo, el aspecto de ambas era impecable: las uñas demasiado bien cuidadas, el pelo demasiado brillante, la ropa perfectamente limpia y planchada. Lejos de que una de ellas fuese más alta y de envargadura más robusta, ninguna de las dos tenía el aspecto de ser una muerta de hambre ni una delincuente. Claro que no necesitaban ir sucias para ser unas asesinas.

Las mujeres eran traicioneras. Camuflaban sus intenciones tras una cortina de sensualidad. Si fuese un jovenzuelo imberbe tal vez creería que las mujeres eran inocentes, pero cierta cuchillada a la altura del riñón izquierdo le aseguraba que una mujer bien vestida era más peligrosa de lo que aparentaba.

Como fuese, la nave viajaba bajo un pabellón falso, por lo que seguramente se trataba de una nave pirata. Había que comprobar el número de identificación para saber si se encontraba en los registros. Con suerte, puede que la nave fuese un propiedad robada.
Hollas levantó una ceja, el estado del fuselaje era pésimo, ningún noble tendría un cacharro como ese.

Crucero Imperial "Mano del Pesar"
Celdas B-1 a B-5
Subnivel 4
El Salvaje Azul, algún punto entre Illysium y Mundorrefugio

La celdas tenían cuatro metros de ancho por dos de largo, y estaban equipadas con un camastro, un lavabo y un banco, que hacía las veces de inodoro. Los muros eran de acero y las puertas eran pesados y gruesos barrotes de hierro. El pasillo que se veía justo enfrente era una mural de acero tachonado de hierro, adornado con sobrias cenefas en plata. Aunque fuese un crucero imperial, estaba bien decorado.

Primero habían hecho una visita al puente de mando, dónde el capitán Hollas les atendió amablemente (todo lo amable que te puede recibir el Comandante Imperial de un enorme Crucero de Batalla clase A1 que te ha estado persiguiendo sin descanso durante las últimas dos horas) y luego tuvieron la oportunidad de visitar la prisión de Mano del Pesar, dónde fueron encerrados en un bloque de celdas, dónde las dos últimas (los bloques eran de ocho), estaban en ese momento vacías. 

El sonido era un zumbido suave, el sonido del crucero deslizándose entre las nubes del Salvaje Azul y el vapor de sus cañerías viajando a toda velocidad por los conductos. No había ni una sola fuga, todo era limpio, perfecto y al mismo tiempo, hermoso...

Ya llevaban una hora allí. Era cuestión de tiempo que descubrieran sus identidades. Vance sabía a quién llevaba a bordo de su nave, pero Hollas no tenía ni idea todavía de que él estaba allí. Natasha había sido capturada junto a su guardaespaldas Naomi, y debía mantener el secreto de esta captura (y de su propia identidad), sino querían que Hollas las despachase de vuelta a Illysium, dónde finalmente acabaría casándose con Carlowe.

Cargando editor
01/09/2010, 19:56
Capitán Cyrus Vance

 El Capitán Vance llevaba largo rato sentado con una ceja arqueada, rascándose la barba cana de varios días. Y, aunque sus ojos estaban fijos en aquella jovencita, su mente estaba en otra época completamente distinta. Al fin, sus labios se tornaron en una media sonrisa, marcando las arrugas de su mejilla izquierda. Se había prometido muchos años atrás que no volvería a dejarse engatusar por las artimañas de una mujer, por sus lágrimas, por su aparente fragilidad... Y allí estaba. Otra vez. Metido en problemas por culpa de una joven muchacha. <<Viejo bobo>>, pensó para sí mismo <<¿Cuándo aprenderás? ¿Cuándo te enseñarán tus años?>>.

 Se levantó y tanteó mecánicamente su cintura en busca de su revólver y su estoque; pero entonces se dio cuenta de que no estaban allí. Sin sus armas se sentía como si le faltara un miembro. Se paseó por la escasa celda mientras se dirigía a su tripulación.

 -Maldita sea -murmuró-. Muchacho, dime que tienes un as en esa manga tuya para sacarnos de aquí. Hazme ver que no me equivoqué al aceptarte en mi tripulación. Goblin, ¿alguna idea?

Cargando editor
01/09/2010, 22:27
Kale Arkam

 <<¿Cómo es posible? ¿Cómo han capturado la nave del Capitán Vance? Aún no termino de creerlo. Estoy como... ausente. Claro, que ninguno aquí somos capaces de hacer nada...>>

Me sorprende el pequeño grito de mi capitán, y atento, respondo:

- Señor, haré que se sienta orgulloso de mi, conocerá de lo que soy capaz. Gracias por esta oportunidad. Le debo la vida.

Notas de juego

Para intentar abrir la puerta, tiraría un dado (básico) más un dado por "rasgo que pueda ayudarme" más el número de dados que elija entre 1 y 7 de mi reserva, no?

Gracias master.

Cargando editor
02/09/2010, 15:26
Natasha Syri - Lady Blackbird

 

Mi cabeza estalla en mil pedazos -¡Si fuera cierto!- y hago el esfuerzo de concentrarme en otra cosa. Por ejemplo, hacerle una minuciosa inspección al sitio donde tan malamente hemos caído. ¡Maldito Vance! Lo busca medio Salvaje Azul para ajustarle alguna cuenta impaga, dentro y fuera de la ley, y dejarse pillar así… Aunque quizá no hay aviso aún, quizá… Una, dos, tres, mil pinchazos horadan mis sienes. Poco después abro los ojos y contemplo el tétrico recinto, un pequeño calabozo en las entrañas del crucero imperial Mano del Pesar -¡Y vaya mano nos echaron!-, mascullo entre dientes un improperio (No sea que llegue a los agudísimos oídos de la señorita Bishop.) y una pregunta despliega sus alas -como si de un mero artilugio mecánico se tratase- y gira con un sibilante zumbido en el enrarecido aire de este miserable antro a donde fueron a parar nuestros huesos:

¿Y ahora qué? —, hago una mueca que intenta, infructuosamente, parecer una sonrisa.

Había huido de un futuro que se me antojaba ajeno y, a todas luces, aburrido. Mi casamiento con Logan Carlowe era un paso que no estaba dispuesta a dar, pero ¿qué buscaba? No lo sabía entonces, y aún lo ignoro. Un arrebato me condujo hasta El Búho y al azaroso derrotero que nos conduciría hacia Los Restos, donde el pirata Uriah Flint tiene su refugio. ¿Por qué? Realmente, no lo sé. Seis años transcurrieron de mi último encuentro con Uriah, un secreto y tórrido romance, alguna que otra aventura juntos. Era una niña. Pero ahora, seis años después… ¿Ahora qué? Buena pregunta.

Lo primero es atisbar las probabilidades ciertas de evasión.― ¿Habría guardias apostados en el pasillo?― En la solapa interna de mi abrigo tengo bordado un ojo de cristal de roca, una bonita artesanía regalo de –nada menos- que el inefable Uriah Flint, que buen uso puedo darle en esta oportunidad. Me aproximo a las rejas que dan al pasillo ― ¡Maldito frío que hace en esta pocilga!―, tomo entre mis dedos la solapa de mi atuendo y apunto el espejado cristal del ojo a uno y otro lado del pasillo. Y susurro:

― Vamos, precioso, dime lo que ves…

 

Cargando editor
02/09/2010, 21:31
Snargle

Pequeño goblin hacia gestos con las manos para repasar las maniobras que había realizado sin demasiado éxito. Si nadie hubiera visto su insignia de piloto y su piel rojiza cualquiera lo habría confundido por un niño jugando.
Se rascó la cabeza en tono dubitativo y finalmente se dio por vencido - Eran más rápidos, era cuestión de tiempo, en fin, a la próxima ya veremos cómo va el tema -.

Al escuchar las palabras del capitán salió de  sus propias cavilaciones. Sin perder un minuto se puso lo más cerca posible de la celda de Vance y dijo en tono pausado:

-Si mi memoria no me falla creo que puedo llegar hasta las palancas de obertura que hay al principio del pasillo, pero con el guarda junto al transmisor que hay a su lado... es otra historia. ¿Cree que Kale pueda hacer algo para neutralizarlo? ¿Qué le parece?

Cargando editor
04/09/2010, 19:30
Natasha Syri - Lady Blackbird

Una mueca de incredulidad se dibuja en mis labios cuando escucho al capitán Vance. -¡Hombres!- Suspiro. Dos o tres ideas afloran en mi cabeza y son desechadas  como flores marchitas de un ramillete. -Pero quizá…-

Golpeo con fuerza el frío y duro metal que me separa de la señorita Bishop y el sonido retumba con un eco apagado en el lóbrego recinto en el que estoy alojada y más allá. Entonces grito:

— ¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS! ¡La señorita Blacksheep se ha desmayado! ¡Un violento ataque de apnea consecuencia de su claustrofobia! ¡Oh, por su eminencia humboltiana! ¡Rápido! ¡Necesita respiración boca a boca! ¡Y sus gotas! Un frasquito que se encuentra en su maletín, junto al servicio de té. ¿Qué diría el doctor Humbolt si tantos años de sacrificios en pro de las ciencias médicas fueran echados por la borda? ¡Una vida inocente segada por un error! ¡Hasta los más altos despachos imperiales se haría oír su clamor!

Absorbida por el personaje, retuerzo mis manos crispadas de impotencia -¿Señorita Blacksheep? ¿A quién se le ocurrió ese nombre?- y mi rostro trasunta todo el dolor escondido en el Salvaje Azul. –¡Oh, sí…! Soy una diosa de la compasión, una virgen vindicadora… Una actriz trashumante, en resumen.- Me aferro a las rejas y exhorto con palabras consoladoras:

— ¡Resista, señorita Blacksheep! Estos caballeros no permitirán que nos abandone en tan triste percance. ¡Resista! Ya la socorren…

Mis ojos buscan a los guardias. -¿Se habrán tragado toda esa sarta de tonterías? En fin, mucho más no puedo hacer…- Y regreso a mi expresión desolada de dama en apuros, aferrada a las rejas, con una mirada de súplica humedeciendo mis pestañas.

— ¡Apresúrense, por el amor de Humbolt y de la terapia conductualista que tantas almas han salvado!

Cargando editor
09/09/2010, 14:25
Naomi Bishop

Recostada en mi camastro, escucho los gritos de mi pupulila... ¿Blacksheep? Suspiro con fuerza mientra me incorporo y me recoloco unos milímetros el vestido. Las puertas de las celdas no son lo que se dice de alta seguridad, tan sólo unos barrotes encajados en los huecos del techo y suelo. Vale la pena intentarlo. Me apoyo en la pared contraria a la puerta, y hago un cálculo rápido del tiempo que tardará el guardia en alcanzar mi celda y del impulso que podré coger con la breve carrerilla. 3, 2 , 1 ... 

 
- Arghhh......
 

La puerta cede ante mi embestida con un crujido similar al de mi hombro saliendose de mi articulación... duele, pero seguro que menos que a la escoria imperial que ha quedado bajo los barrotes y mi propio peso. Ignoro la sensación de mi brazo, colgando insensible, ahora las prioridades son otras, tres para ser exactos. La posible llave del resto de celdas, el arma del guardia caido, y la reacción del otro imperial. Me corrijo a mi misma. Hay una cuarta: lady Blackbird va a tener una larga conversación conmigo una sobre obispos y ovejas.

Notas de juego

Pues eso ¿qué hace el segundo guardia? ¿hay algo parecido a una llave de celdas o a un arma que tenga el guardia caido y pueda utilizar?

Cargando editor
09/09/2010, 15:05
Capitán Cyrus Vance

 El Capitán Vance enarcó una ceja mientras la señorita Bishop cargaba contra la reja, el guardia y todo lo que había por medio. Cuando la señorita guardaespaldas estuvo libre, sonrió. Quizás fuera más útil de lo que parecía a primera vista... al menos mientras la señorita Blackbird siga con ellos.

 -Muy bien, chiquilla -Dijo sonriendo- ¡Ahora saca nuestros culos de estos fríos agujeros! No puedo pasar tanto tiempo separado de mi nave.

Cargando editor
10/09/2010, 00:15
Natasha Syri - Lady Blackbird

Cuando escucho el ‘grito de guerra’ de la señorita Bishop y el inmediato estrépito del acero, entrecierro los ojos y percibo el trémolo en las rejas a las que se aferran a mis manos. –Esperaba algo más sutil, más acorde al espíritu conductualista, pero a lo hecho… ¿Será claustrofóbica en verdad y esto fue un brote psíquico? Sólo el doctor Humbolt lo sabe.-

— Algo forzado pero efectivo, mi querida Naomí. Veré que puedo hacer por ese brazo después, pero ahora cuídate del compañero de éste, —digo con una leve sonrisa mientras señalo al guardia ‘dormido’. -La mirada de la señorita Bishop augura una tormenta aproximándose, ¿y ahora qué hice?-

Entonces escucho las palabras del capitán Vance y mi razón se obnubila –Pe-pero ¿quién cree que es?- Mis ojos destellan furia, si pudiera mirarlo a los ojos juraría que se haría polvo.

— ¿Desea una taza de té mientras espera, capitán Vance? —Toda la hiel se cuece en esa taza imaginaria. -¡Hombres! ¿Acaso esperan que la señorita Bishop haga todo el trabajo?-

Cargando editor
10/09/2010, 18:46
Director

La embestida de Naomi envió al soldado contra la pared opuesta con la reja de acero estampada en su cara. La furia con la que la mujer había atacado al imperial sorprendió al otro soldado, que había abandonado su puesto cuando Natasha los azuzó para enviarlos a la celda de Naomi. Con presteza, el imperial enarboló la lanza contra la mujer, viendo que estaba solo porque su compañero acababa de caer inconsciente... 

Cargando editor
11/09/2010, 09:43
Capitán Cyrus Vance

 -Señorita, solo si tomamos el té usted y yo a solas -dice en voz no muy alta. Y tras volverse a su tripulación añade- ¡Kale, Snargle! Sois buenos en lo vuestro y la señorita Bishop os va a quitar toda la gloria. ¡Haced algo!

Cargando editor
11/09/2010, 23:54
Kale Arkam

 En el momento el que el Gran Capitán Vance reclama mi ayuda, no dudo en ponerme a su disposición <<Claro, que antes tengo que salir de mi celda...>>

Los años en la calle viviendo del aire me han servido para alcanzar una gran habilidad en cuanto a abrir cerraduras se ha dicho, así que sin pensarlo dos veces me pongo a rebuscar entre mis bolsillos y recovecos y... <<¡Aquí está!>> Un pequeño trozo de metal moldeable, que puedo usar como ganzúa... perfecto. Entonces busco la forma de abrir el cerrojo de mi celda, y tras unos forcejeos con ella, logro quedar en libertad.

Ya fuera de mi celda, me aparecen tres posibles opciones: Abrir la jaula de mi capitán; socorrer y ayudar a la señorita Bishop, que parece herida; o... bueno, rescatar a Snargle. No necesito ni siquiera pensarlo y digo a todos en general, aparentando una educación que no tengo:

- Señorita Bishop, sería un placer poder ayduarla en tal situación pero... Este señor con cara de cabreo me devolvió la vida, es como mi padre, tengo que ayudarle. Ahora mismo le ayudo y rescato también a Snargle.

Cargando editor
12/09/2010, 20:38
Naomi Bishop

Aun caída en el suelo, contemplo como el segundo guardia carga con la lanza en ristre para tomar ventaja de mi inferior posición. La escoria imperial siempre tan irreflexiva y falta de tacto... El guardia ha puesto demasiado ímpetu su carga, por lo que al apartarme justo a tiempo hacia un lado no tiene margen para reaccionar: la lanza se clava en el vacio, concretamente en el vacío entre dos de los barrotes, quedando atascada. Mi turno; aprovecho la lanza clavada para darme impulso con mi brazo útil, y lanzo una llave terrible con la que atrapo el cuello del sorprendido imperial entre mis piernas. Un movimiento brusco de torsión con todo mi cuerpo, y su cuello cruje como un manojo de ramas secas.

Me lenvanto lentamente, sacudiéndo el polvo de mi vestido, más diseñado para tomar el té en salones que para huídas precipitadas de destructores imperiales. Con un chasquido, mi hombro vuleve a su posición natural, no es la primera vez que tengo que recolocarme articulaciones, aunque hacía ya bástante de la última ocación... juraría que ahora duele más.

- Por favor señores - procuro recuperar un tono sereno y civilizado cuando me dirijo a la tripulación de El Buho, que parece mirarme algo sorprendidos -  si son tan amables a la señorita y a mi nos gustaría reanudar cuanto antes nuestro viaje - levanto una ceja para terminar mi pequeño discurso- esta vez, eso sí, si no tienen inconveniente les rogaría que intentaran hacer su trabajo y evitaran ser atrapados por más naves Ilysianas... ¿creen serán capaces?

- Por tu parte, querida - me dirijo ahora a mi pupila - ¿has soñado últimamente con ovejas negras?

Cargando editor
12/09/2010, 21:34
Kale Arkam

 - Gracias, señorita Bishop, por demostrar que mi ayuda no era necesaria.

http://www.comunidadumbria.com/fckeditor/editor/cs...); ">

Entonces me dirijo a mi capitán y le digo:

- Señor, intentaré salvarle como usted lo hizo conmigo... aunque creo que lo suyo tuvo más mérito.

Es el momento de volver a utilizar mi improvisada ganzúa, para poner a salvo al gran capitán Vance.<<Entra por aquí... Un movimiento brusco hacia arriba... dos leves hacia abajo... ¡y ya está!>>. Consigo rescatar al capitán de su celda.

- Señor, es un placer trabajar para usted. Por cierto, chicos, no sé como vamos a salir de aquí, pero yo podría sabotear la nave... aunque no sé si eso nos traerá mayores problemas... ¿Qué creéis?

Ahora miro a Snargle, me acerco a su celda e intento forzar también su cerradura. <<Joder, ¿qué pasa aquí?>> Me cuesta más que las dos anteriores, y con las manos sudorosas por los nervios, lo único que consigo es que la ganzúa caiga al suelo.

- Lo siento, Snargle, no sé que pasa. ¿Puedes ayudarme?

Cargando editor
12/09/2010, 22:10
Capitán Cyrus Vance

 -Gracias muchacho -dice el Capitán saliendo de la celda y apretando con cariño el hombro de Kale-. Vámonos de aquí antes de que alguien pase por aquí y descubra este desaguisado. Pero antes...

 Cyrus Vance se ajusta su vetusta chaqueta, se pasa los dedos por su pelo canoso para peinarlo y se rasca la barba rala. Se agacha ante uno de los guardias caídos y rebusca algo útil. Un arma, una llave de los casilleros,... algo que les pueda servir en su huída.

 -Gob... Snargle -se corrige-: A ver si puedes encontrar algún plano de la nave. Quiero saber dónde está nuestro Búho.

Cargando editor
13/09/2010, 00:39
Natasha Syri - Lady Blackbird

Las hueras palabras del capitán Vance se pierden ante el estrépito de la nueva arremetida de la señorita Bishop. Dos guardias menos. –La gloria es una palabra ignota en su paupérrimo vocabulario, estimado patán.- Entrecierro los ojos y una mueca de desprecio se insinúa en mi boca, pero muerdo mis labios. "Una dama nunca debe rebajarse a la altura de un patán", lección número no recuerdo cuánto de civismo y urbanidad de la señorita Bishop.

Aún aferrada a los barrotes de mi celda, vuelco toda mi atención en mi guardaespadas, mi tutora, mi confidente, mi… -¿Cuántos años llevamos juntas?- Un insoslayable orgullo ilumina mi rostro, mi sonrisa y mi mirada. Y como única respuesta a su pregunta sobre sueños, ovejas negras y otras delicatessen, musito:

— Cuando estemos camino a Los Restos, te comento mi último sueño. Creo que tendrás material de estudio, —pero, tras unos instantes, añado—: Querida Naomí, ¿podrías sugerirle al pat... al 'señor' Vance que, además de rapiñar, interrogue a los guardias? Porque los planos se encuentran, sin dudas, en la bitácora del capitán Hollas o en el puente de mando. A menos que pretendan secuestrar al capitán de la nave o, mejor aún, ¡tomar por asalto el Mano del Pesar!Una sonrisa burlona juguetea en mis labios. — No es mala idea, pero creo que El Búho es más discreto.

***

— ¿Qué clase de autómata es? Noah me dijo que tiene un Artilugio Humboldt nº 17 por ojo…

Lord Blackbird, el padre de Natasha, dejó a un lado las tarjetas perfomagnéticas y los rollos reticulados de audio-video y se rió. Su barba bermeja se sacudió brevemente y sus manos alzaron a la pequeña hasta depositarla en su regazo.

— ¿Desde cuándo empleo autómatas? Esas son manías de tu madre.

Los grandes ojos café de la pequeña se abrieron incrédulos. ¿No tendría una niñera autómata? ¿Sería una humana de carne, fibra y hueso? Toda su corta vida había lidiado con autómatas. ¿Imaginan a un lactante alimentado por un eficaz mecanismo de tuercas y engranajes? Pues así se crió Natasha. En cada nueva oportunidad, una máquina más precisa e inteligente reemplazaba al obsoleto ejemplar anterior que era descartado sin miramientos. Natasha no podía decir que lo había pasado muy mal, sabía de otros niños que fueron educados por institutrices humanas a fuerza de azotes. “La letra con sangre entra”. Al menos, sus niñeras autómatas nunca perdían la paciencia, y si bien no eran cariñosas al menos no eran malvadas.

— ¿Es humana entonces? —musitó asombrada la niña.

— Salvo su ojo derecho, es humana al ciento por ciento —sonrió su padre, y agregó—: ¿Quieres conocerla? Está en la recámara conversando con tu madre.

La enorme y nudosa mano del Lord pareció engullir la pequeña y marfileña manito de su hija. Con pasos tranquilos se dirigió hacia el pequeño estudio donde se encontraban lady Blackbird –madre- y la nueva institutriz de la niña compartiendo un té y delineando su futura educación. Natasha se sentía extraña. ¿Una humana? ¿Sería joven o vieja? ¿Sería bonita? ¿Simpática? Entonces, justo antes de que su progenitor empuñase el picaporte de la puerta que conducía a la recámara, la pequeña indagó:

— ¿Cómo se llama?

— Naomí Bishop.

Y la puerta se abrió…

Cargando editor
13/09/2010, 09:19
Snargle

Viendo lo rápido que se han desarrollado los acontecimientos, aun con el humeante resto de la pregunta hacia su capitán, Snargle ve aparecer a su compañero que sin demasiado éxito intenta abrir la celda. Con una cara entre mezcla de alegría y obviedad levanta su dedo índice hacia las palancas que accionan el mecanismo de las celdas.

- Kale, iremos más rápido si accionas esas palancas. - Y esboza una sonrisa conciliadora.

 

Escuchando al resto del pasaje ante la preocupación de una posible escapada, escucha la pregunta del capitán y hace un poco de memoria antes de responderle:

 

- Capitán, el Búho se encuentra en la dársena principal, en el subnivel 4, dudo mucho que lo hayan movido de allí. También sería recomendable inutilizar los motores principales de esta magnifica nave si no queremos ser apresados nuevamente.

 

Ahora, con la seguridad de poder salir de esa pequeña celda  da un pequeño suspiro de alivio.

Cargando editor
13/09/2010, 12:01
Capitán Cyrus Vance

 -Muy bien, Snargle -dice el capitán-. Kale y tú encargaos de sabotear La Mano del Pesar -Se vuelve hacia Lady Blackbird-. Señorita, no pienso irme de aquí sin mi Búho. Es mi padre, mi hermano y mi hijo. Es toda la familia que tengo. Nada, ni siquiera la nave insignia de la Flota Imperial, podría hacerme dejarla atrás.

 El capitán coge del guardia un revólver y una espada. No es Ophelia, su estoque, pero le servirá hasta que encuentre sus pertenencias. El guardia comienza a despertarse. Comprueba que el revólver está cargado, tira del martillo y, aún en cuclillas, le apunta a la cabeza:

 -Buenos días, princesa -el guardia intenta echar mano de sus armas-. No, no están ahí. Ahora son mías. Dime, ¿dónde estamos exactamente con relación a la Dársena Principal, en el Subnivel 4? -al guardia se le comienza a ir de nuevo la cabeza y Cyrus Vance lo abofetea para que se mantenga despierto-. Hijo, será mejor que cooperes. ¿Dónde habéis llevado nuestras pertenencias? -el guardia mira de reojo, un solo segundo, hacia una puerta que hay al final de la sala-. Comprendo. Señorita Bishop, ¿es usted tan amable de comprobar si nuestras cosas andan por aquí cerca? ¿Quizás en esa puerta de ahí al fondo? Y por favor, encerrad al otro guardia en las celdas. No quiero que nos cause problemas a la hora de la huida. Ahora dime, muchacho: ¿Cómo llegamos hasta la Dársena Principal?

Notas de juego

 Espero no haberme excedido ^.^U

Cargando editor
13/09/2010, 14:01
Kale Arkam

 Veo como mi capitán está interrogando a uno de los guardias, vuelvo la cara hacia Snargle y le pregunto:

- Pequeño Snargle, ¿sabes desde donde podríamos sabotear los motores de esta nave? Como bien dices nos vendrá bien para escapar...

Entonces mis ojos se fijan en el guardia que está siendo interrogado por el Gran Capitán, más concretamente en uno de sus bolsillos. Un reloj dorado (que no de oro) y me abalanzo sobre él.

- Perdón, Señor, me ha gustado este reloj de bolsillo, si no le importa - le digo a mi Capitán, ahora miro al guardia - Gracias, caballero, muy amable.

Cargando editor
13/09/2010, 14:01
Natasha Syri - Lady Blackbird

Repiqueteo con mis dedos sobre los barrotes y una breve sonrisa se insinúa en las comisuras de mis labios. -Bueno, Natasha, creo que transformarte en Lady Carlowe no es tan malo. Y si lo es, puedes recurrir a los Altos Estrados Judiciales y solicitar el divorcio por... ¡Por el asteroide negro de la Estrella Mayor! Logan es apuesto, inteligente, rico, poderoso y tiene una excelente reputación. ¿Qué alego? ¿Qué no es un infame pirata? En fin, algo se me ocurrirá.- Luego desvio una mirada de complicidad hacia la señorita Bishop y le pregunto con un sutil dejo de ironía:

— ¿Llevas tu servicio de té? Lo necesitarás. Trasmítele mis saludos a Uriah y no olvides de enviarme una postal.

Entonces, giro lánguidamente, acomodo mi vestido y mi chaqueta y me siento en un rincón a esperar... -Que alguien descubra que aún sigue tras las rejas la estrella del Salvaje Azul, Lady Blackbird, la que intitula con su noble abolengo y su merced estas épicas páginas que algún día una pluma audaz inscribirá entre las gloriosas páginas de... de la rapacería pirata.- Concluyo mis pensamientos mientras observo como Vance y Arkam arrasan con cuanto objeto de valor se cruza ante sus ojos y sus ávidos dedos.

— En fin, veré si consigo algo para leer. Una novela de piratas, quizá. —Acomodo mi falda, entrecruzo mis brazos y apoyo mi espalda contra la fría pared de acero mientras espio de soslayo, a través de los barrotes, las reacciones de los otros.