Partida Rol por web

Puedes siempre que el manos ardientes no toque su casilla.

Sirenia avanzó hacia el lado occidental de la estancia, pasando por debajo de la zona de la balconada. Lo que no se dió cuenta, era de que alli habia partes de la telaraña que estaban mucho más frescos. Sin poder evitarlo, la chica quedó pegada a las viscosas redes.

Izhan se acercó a su compañero al grito de...

- ¡Bardo, apártate y deja las llamas a los que son parte de ellas!

Alzándo las manos y teniendo cuidado de no darle a ellos, el fuego comenzó a salir de ellas.

Izhan usó uno de sus conjuros para causar un gran daño a la enorme multitud de arañas que se abalanzaban en tropel sobre ellos. Muchas de los centenares de ellas que había, murieron calcinadas, no obstante, seguia habiendo muchas más.

El hombre momia... arácnido, avanzó hacia Sirenia, ahora atrapada en las redes y mucho más vulnerable. Inentó pegarle un golpazo con su enorme brazo. El puño golpeó en su cara, con tal fuerza que la mujer casi pierde el conocimiento. Una enorme brecha le salió en el pómulo y la boca le comenzó a sangrar en cascada.

La cara de Geral representaba su malestar. Su cuerpo cubierto de picaduras indicaba perfectamente que algo no iba bien en su organismo. Salió como pudo de la maraña de insectos ke se dirigian hacia el, y dirigio sus esfuerzos a ayudar a sus compañeros a derrotar al enemigo ke tenian enfrente.

Tirada de avistar, por favor.

Thognar avanzó para aproximarse al combate.

- ¡No te escaparrrás, asquerrrosa crrriatura!

Uno tras otro, fueron cayendo en las redes. Primero fue Sirenia, después Gerald y Thognar avanzaron hacia la pícaro y, sin poder evitarlo, quedarón atrapados en unas telarañas que parecían más frescas que las otras.

El enjambre avanzó hacia el mago, dañandole con sus cientos de diminutas mandibulas. Además de ello, el veneno que portaban las arañitas, hizo mella en el mago.

Intento escabullirme de las telarañas, retrocedo un paso y lanzo una de mis dagas a la criatura para intentar acabar con ella.

Malickud procedió a hacer lo que tenía en mente a pesar de la indicación de Izhan de que se apartase, pues pensaba que el ataque del hechicero causaría un mayor daño al enjambre de arañas.

No podía hacer mucho más, así que prendió las telas de araña, que se encontraban delante de él con la esperanza al menos de conseguir ahuyentarlas y tener espacio así para estabilizar a Sirenia que había caído a sus pies.

El veneno de las arañas no fue suficiente para el cuerpo del hechicero, por el cual fluía la magia a toda velocidad.

- ¡Malditos bichos! ¡¡ARDED!!

Una vez más, el hechicero iba a ser tan importante en el combate como para acabar, él solo, con el enjambre de arañas. Mientras, el grupo trataba de acabar con la extraña momia. Sirenia lanzó una de sus dagas, pero no fue suficientemente precisa como para golpear al enemigo.

Malickud trató de encender las telarañas y consiguió, combinado con el poder del hechicero, limpiar una gran area de las mismas.

En el otro bando, la momia pareció gritar desde lo más profundo de su ser. Movida por la rabia de ver el enjambre muerto, atacó con fiereza a Gerald. El golpe fue tal, que a punto estuvo de tirar al clérigo directamente al suelo. Por suerte para él, tenia la resistencia suficiente para aguantarlo.