Partida Rol por web

Las Hojas Caen en Otoño

Escena II - La Fortaleza Perdida

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11/05/2013, 20:38
Martin Blackford

¿pero estos dos que se creen? Panda de engreídos.... acaban de llegar, no tienen ni puñetera idea.... ella decía....

Miro a la mujer en mis brazos y recuerdo sus últimas palabras. Recuerdo todo lo sucedido esta noche... y los recuerdos golpean mi cabeza. El tormento no cesa.

Y estos estúpidos no ayudan.....

- ¡BASTA! - grito mirando a todos los presentes.

Le tiro la mujer a sus brazos. Ya me han cansado.

- Vámonos - digo quitando el acero y el pedernal de la mano de Thomas - Estás hablando con Lord Blackford, insensato, muestra un mínimo de respeto, Barkas conoce a Quyburn y esta - señalo a la inconsciente - Ha dicho que tenemos que matarlo o no tendremos opción antes de caer inconsciente - miro con desprecio a los dos hombres que han alzado la voz. Espero que cambien su opinión. O aquí esos muertos iban a ser el menor de los problemas. - Puedes obedecerme o puedes ignorarme, pero te estamos diciendo lo que sucede y como salir de aquí, que poco valor y que poco sentido de la responsabilidad, acabo de salvar a esta mujer y me venís diciendo.... ¡y me venís hablando! prended el PUTO FUEGO DE UNA VEZ - grito ya enfadado.

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11/05/2013, 22:57
Duncan Ramm

 

El jefe de la guardia apretó los dientes de rabia. Las criaturas de aquel renegado habían matado a muchos de sus hombres. Se dirigió a recoger una de las ramas ardientes que había en el patio. Con ella en la mano, se dirigió a Lord Blackford:

-Mi señor, obedeceré vuestras órdenes, pero es evidente que este... –miró con desprecio al caballero, buscando una forma adecuada de describirle-...esta persona es tan cobarde como traicionera. Dejadme acompañar al maestre y os traeré a ese Qyburn atado con sus propias tripas. Os lo ruego.

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11/05/2013, 23:10
Martin Blackford

Simplemente asiento a lo que dice Duncan.

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11/05/2013, 23:23
Thomas

Delirios de grandeza, eso es lo que tenía el desconocido. Creer que todos bailaríamos a su voluntad era simplemente una estupidez. Pero Thomas no perdederia los papeles ante un señorito de alta cuna muy poco acostumbrado a recibir un no.

-Mostrad mas respeto- le sugirió a hombre. Por otra parte nunca se había sentido mas orgulloso de Darren que en este momento. Ante la petición de Martin de devolverle la herramienta para hacer fuego Thomas se negó y fue rotundo en su respuesta. -Yo haré el fuego y usted recupere la compostura-

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11/05/2013, 23:48
Fargus

Fargus se encontraba en el suelo, jadeando, sin aliento y con lágrimas que se escapaban en contra de su voluntad, perplejo, paralizado tras lo que creía ser una pesadilla. El dolor punzante en varios puntos de su abdomen, junto con el escozor palpitante en su mano izquierda, era el recordatorio constante de que aquello no se trataba de un sueño, sino de una cruda y espantosa realidad. No era la primera vez que encaraba una situación en la que su vida corriera peligro, pero hasta ahora siempre se las había apañado para escapar indemne sin recurrir a la violencia, empleando armas que distaban del hierro o el acero tan comunmente usados. Sus dotes de combate eran más bien pobres, así como su condición física, cosa fácilmente comprobable tras su pobre actuación frente a aquellos canes infernales.

Trató de calmarse, respirando hondo y cerrando los ojos momentaneamente. Ideas y pensamientos comenzaron a formarse de nuevo en su cabeza, volviendo en sí mismo como quien despierta repentinamente de un profundo sueño. Joder cómo duele... qué mala pinta, la visión de aquellas heridas le evocaban recuerdos de un pasado lejano. Desgarró parte de su vestimenta formando dos tiras de tela, una más grande que la otra. No tenía nada para desinfectar las heridas así que lo único que podía hacer era tratar de parar el sangrado. Ató la tira pequeña alrededor de su mano izquierda y la grande alrededor de su abdomen, mordiéndose el labio mientras apretaba al anudarlas.

Incorporándose lentamente y con esfuerzo, echó un vistazo a su alrededor. Era la primera vez que se fijaba en el resto de personajes allí presentes, el terror que había sentido anteriormente al enfrentarse a aquellas bestias le había impedido fijarse en nada, dejándole totalmente bloqueado y actuando quizás únicamente por instinto. Decidió acercarse lentamente, con pasos imprecisos, hacia un grupo que parecía inmerso en una discusión.

-Disculpad mi interrupción, ¿me echa alguien una mano?- interrumpe con un hilo de voz quebradizo.

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12/05/2013, 00:31
Anna Valerious

Anna no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Aquel Lord Blackford gritaba furioso porque ser Darren y ser Thomas, no acataban sus ordenes. Si aquel Lord tenia tanto empeño en atrapar al hombre llamado Qyburn, tenia a 3 hombres de su casa, en aquel patio, a los que ordenar ir a por él, pero no tenia sentido dar ordenes a miembros de la casa rival. Pensó Anna, que por su carácter no intervino.

Sin embargo, en el fondo se sintió aliviada, porque aquella discusión había provocado  que Elaine se encontrase ahora en brazos de ser Darren, así que no tendría que ir al bosque con aquel Lord Blackford, que tan malos modos tenía. 
Ahora se quedaría con ser Darren y ser Thomas, a intentar repeler el inminente ataque de los gigantes. Esperando que Elaine resistiese hasta que la pudiesen ayudar o sacar de allí.

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12/05/2013, 11:43
Martin Blackford

Ignoro por completo a Thomas y cojo la rama en llamas que tiene Duncan en la mano.

- La gloria será vuestra Duncan y Barkas, la casa Llyfren ha demostrado su cobardía, marchad a por el inefable, yo prenderé el fuego - miro a Thomas y niego, increíble. Había oído de la ineptitud de los guardias de la casa vecina, pero nunca de su estupidez. Sorpresas, demasiadas sorpresas esa noche. Así era como los Llyfren agradecían haber salvado a una de sus miembros. De esa forma. Rio mentalmente. Estúpidos...

- Haced lo que os de la gana, como si preferís servir de comida a estos muertos, ya os he advertido de lo que hay que hacer - señalo a Elaine - Ella así me lo dijo y él - señalo a Barkas - Conoció a ese individuo, sabemos lo que hay que hacer, ahora, haced lo que os de la gana, habéis demostrado una estrechez de miras impresionante  - digo con el tono pausado mientras espero que Duncan y Barkas marchen.

(Después) Me acerco a Fargus y arranco parte de mi capa para ayudar al sastre con un torniquete.

- ¿Puedes andar? Tengo que poder ver mejor las heridas - intento ayudar a Fargus con sus heridas, aunque no sé muy bien que es lo que ha pasado. Con Elaine era fácil, una flecha en el pecho.. con este.. no sabía bien. - Pero ahora hay que prender fuego.. estos no van a mover ni un dedo - señalo a los guardias Llyfren

Con la rama de Duncan en mi mano comienzo a prender un perímetro de fuego. Que proteja también a los Llyfren. Aunque no se lo merecen. Pero bueno. Yo no soy como mi primo... no soy como él.. tranquilízate Martin..

- Tiradas (1)

Motivo: Herida

Dificultad: 0

Tirada (2): 4, 3

Guardados (2): 4, 3

Total: 7, Éxito considerable

Notas de juego

Editado, no le cojo el pedernal a Thomas, sino la rama de fuego que tiene Duncan. Lo de acercarme a Fargus y empezar a prender fuego lo hago una vez se marchen Duncan y Barkas. Lo he añadido en este post por si con la actualización necesitabas alguna información mas, sino, puedes elimnarlo perfectamente máster.

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12/05/2013, 15:35
Livia Llyfren

Tal como lo había visto hacer al montaraz, mojó las flechas envueltas con la tela en el aceite y se la tendía al joven que aparentaba o se mofaba de estar preocupado por ella. Aunque el lugar más seguro fuera  el patio de la fortaleza, Livia no se movió, no tenía ninguna intención de irse sin ellos. Pero lo cierto era que no durarían mucho si seguían allí anclados esperando a que se acercaran los gigantes. Tan obvio era que hasta Livia percibió que lo único que los retenía allí era la testarudez y heroísmo de ambos, tanto el montaraz como su hermano querían demostrar su valía.
-Espero que no le tengáis aprecio pues voy a acabar con su vida.- decía Emir.

Harta de “…protege a la Dama” y “Protege a mi hermana…” Livia no pudo contener sus palabras.- ¿De qué sirve que me protejan unos niños,  si vosotros caéis? – Percatándose de su error continuó cambiando de tema. – No es nuestra bastarda- aseguró al arquero, pero Leroi no sabía nada al respecto, y él si tenía estima a su prima. – Se reunirá con su Dios pronto, una flecha perdida se clavó en su pecho. – Explicó a su hermano. -Volvamos al patio, allí están Thomas y los demás, hermano. – dijo finalmente en tono persuasivo,  tirando de su brazo. Esperaba que sus palabras fueran escuchadas por los dos y que recapacitaran.

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13/05/2013, 07:48
Leroi Llyfren

-"No recuerdo de nada ese nombre y pienso ayudarte a matarlo si esta detrás de todo esto- Leroi miro al niño que pasaba las flechas por el aceite- si se acercan demasiado quiero que pases ese aceite por mi espada y la enciendas, si quieren fuego eso le daremos"-

Livia no parecía nada contenta por ser escoltada por pequeños, pero si llegaba con los demás entonces estaría segura, fue cuando su hermana dijo lo de Elaine.

-"Nuestra prima esta herida y nadie hace nada?-miro a su hermana reprendiéndola con la mirada- en donde esta? No pienso abandonarla, ella lucho a mi lado y yo vi cosas en las llamas, aun la necesitamos y aunque sea una bastarda y no lleve nuestro apellido, ella posee nuestra sangre"- dijo mirando hacia todos lados en busca de la sacerdotisa roja. 

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13/05/2013, 14:45
Livia Llyfren

Tras la reprimenda de Leroi, Livia solo pudo bajar la mirada y esconder su furia en sus ojos. En su fuero interior deseaba gritarle enfadada lo que había hecho Elaine, pero su devoción y respeto por su hermano no le dejaba más que obedecer a sus deseos.  Obediente levantó su mano, indicándole el camino donde se encontraba la bastarda, señaló la entrada al patio de su antiguo hogar, Piedranegra. Finalmente conseguía que entrara en el patio. Sin mediar palabra miró a los ojos del arquero y rogó para que nadie dijera una palabra de lo ocurrido en el patio. 

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14/05/2013, 16:13
Director

El fuego fue apagándose según hablaba Elaine, y la voz tras ella reía, más y más alta.

Sea pues. Regresa a completar tu destino, pero cuando la Dama caiga, regresarás a mí. Caerás porque tu Señor así lo quiere, y dos más te acompañarán en el fuego, o todo estará perdido. Caerás, pero solo tendrá sentido si lo haces ante el fuego más grande de todo Poniente, y si el sacrificio es el adecuado…

La llama se apagó, y Elaine regresó…

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14/05/2013, 16:14
Director

La batalla más allá de las murallas no podía tener un buen final para ellos. Leroi lo sabía, y Emir también; pero era vital ganar tiempo para sus compañeros, para sus seres queridos. Edweir, Livia, Finn y Greta. Las flechas ardientes volaron en el aire nocturno, iluminándolo como estrellas fugaces. La espada de Leroi se levantó junto al montaraz, dispuesto a defenderlo. Un gigante se deshizo ante las primeras saetas ígneas, deshaciendo sus hilos y desmontándolo en un montón de carne muerta. Un segundo engendro cayó, y finalmente un tercero.

Pero eran demasiados.

Finn y Greta fueron los primeros en correr de allí; entonces Livia hizo lo mismo, junto al fiel Edweir. Leroi, preocupado por su prima, hizo un gesto al montaraz: la posición estaba perdida. Ambos corriendo en dirección a la entrada de Piedranegra…

Todos alcanzaron la entrada al patio de armas, cruzando sus murallas, con los gigantes cada vez más cerca de ellos. En tiempos de paz, habrían visto que, más allá del muro, había un único árbol se elevaba en el centro del patio, con sus ramas sin hojas retorciéndose en todas direcciones. La antigua puerta de entrada a Piedranegra yacía, quemada, a los pies del árbol: el umbral que precedía al interior era tan negro que la noche no podía competir con su oscuridad.
Pero no eran tiempos de paz, por lo que el patio no era solo ramas y piedra, sino también vida y muerte…

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14/05/2013, 16:14
Director

La tensión entre los Llyfren y los Blackford era palpable en el patio cuando el grupo llegó: Leroi y Livia, Greta y Finn, Emir Almahueca, y Edweir, el escudero. Martin Blackford atendía a un malherido Fargus, sabiendo que la herida de su vientre era más engorrosa que mortal. Pero no podría volver a usar su diestra, o al menos eso creyó. Darren cargaba con una desvanecida Elaine, cuya herida era evidente por la sangre que empapaba sus ropas. Barkas y Duncan, ballesta y espada en manos, se disponían a entrar en Piedranegra, a unas profundidades oscuras como las fauces de la misma noche. Anna, la montaraz de los Llyfren, se erguía tensa junto al herido Adran, el herrero de los Blackford. En medio de todos, Thomas parecía incómodo.

Los Llyfren parecían querer huir a los bosques. Los Blackford, mantenerse en aquel malhadado lugar. Sus caminos iban a separarse ahí y ahora tras el encuentro fortuito, o no, de aquello anoche. Habían peleado por sus vidas como compañeros, pero se separaban como enemigos.

Entonces, Elaine despertó. Con una bocanada de aire desesperada, se levantó de entre los brazos del sorprendido Darren. Como si jamás hubiera sido herida, se alzó ante todos, con un brillo en sus ojos que nadie logró entender.

Oh… —como un jadeo, la voz femenina surgió de los abismos de aquel umbral de entrada a la fortaleza. Barkas y Duncan se detuvieron a tiempo, y dieron un paso atrás. Algo se acercaba—. Oh… mis hijos, todos ellos, se han reunido para ver a su madre. ¡Qué feliz soy! —paso a paso, todos en el patio podían oír unas botas desgastadas pisando tierra muerta y polvorienta—. ¡Mis pequeños han regresado a tiempo para el aniversario! ¡Como Qyburn prometió a una solitaria mujer!

Los pasos delicados se mezclaron con los pasos pesados de los gigantes que ya rodeaban el castillo.

El tiempo se acababa…

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14/05/2013, 16:31
Elaine Ríos

Elaine despertó, desorientada en los brazos de Darren por unos segundos. Luego sonrió, como si nada hubiera pasado, y acarició el rostro cansado del caballero con infinita ternura. Se detuvo cuando las yemas de sus dedos rozaron los labios del hombre, y sintió su aliento.

- Gracias por volver a buscarme - susurró - Gracias a los dos - dijo, esta vez más alto, dirigiéndose también a Thomas - ¿Estáis todos bien? ¿Livia? - preguntó, mientras se incorporaba. La sacerdotisa sonrió, al ver que estaba ilesa. No tenían mucho tiempo para explicaciones.

Luego reparó en Martin Blackford, e hizo una reverencia, imposible de distinguir si era burlona o sumamente respetuosa. Notó que la camisa estaba tiesa de la sangre reseca, y estiró los brazos para recuperar movilidad.

Entonce escuchó la voz de la mujer, y su rostro se ensombreció. Definitivamente no habría tiempo para explicaciones.

- Vaya día llevamos - masculló - ¿Dónde está Destello?

Notas de juego

*Destello es la espada de Elaine

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14/05/2013, 23:15
Emir "Almahueca"

Se sorprendió al ver a la sacerdotisa en pie, pero no dio muestras de ello. Ahora eran aliados. El enemigo demasiado poderoso.

Escuchó la voz de una mujer proveniente del interior de la fortaleza. Todo era tan extraño. No es un enemigo normal al que nos enfrentamos, pero... sólo tienen ventaja por que nos superan en número. Ahora conocemos su punto débil. Sólo teníamos que aprovechar su desventaja y disminuir su ventaja.

Se giró y disparó, casi sin apuntar, una flecha a la figura que se dirigía al umbral de la puerta. A esa distancia y en un espacio tan estrecho era casi imposible que pudiese esquivar la flecha. Según salió la primera tensó el arco y disparó una segunda un poco más baja.

A dentro -gritó sin saber si las flechas habían impactado o no en la mujer que se hacía llamar madre de los engendros. Por mi se los podía meter todos por el mismo lugar por donde parían las hembras... Una vez en los pasillos de la fortaleza la ventaja numérica no les servirá de nada. Son enormes sólo podrán avanzar de uno en uno.

Le quedaban todavía unas cuantas flechas incendiarias que había preparado la Dama Llyfren, sólo necesitaba algo con lo que encenderlas.

- Tiradas (2)

Motivo: Disparo I

Dificultad: 0

Modificador: +1

Tirada (7): 5, 1, 5, 5, 1, 6, 4

Guardados (4): 6, 5, 5, 5

Total: 21+1 =22, Éxito asombroso

Motivo: Disparo II

Dificultad: 0

Modificador: +1

Tirada (7): 2, 3, 4, 3, 6, 3, 3

Guardados (4): 6, 4, 3, 3

Total: 16+1 =17, Éxito asombroso

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15/05/2013, 12:28
Barkas

Barkas se disponía a entrar cuando vió la aparición. Para él estaba claro.

En voz alta, citó lo que decían los libros de historia:

-"Las palabras a oscuras y en voz baja resonaron en los muros de Piedradorada, fortaleza de los Llyfren, durante años, pero se tornaron en gritos y sangre cuando la Rebelión de Fuegoscuro sumió Poniente en una terrible guerra civil. Los herederos apartados se alzaron contras los “usurpadores” de dorados cabellos, y la muerte recorrió las estancias y las tierras de los Llyfren. Mujeres y hombres fueron asesinados, y muchos niños desaparecieron: quizás fueron vilmente despojados de sus vidas, u ocultados por almas caritativas. Alyssa Llyfren, incapaz de soportar la matanza entre sus hijos, perdió el juicio y, entre maldiciones, terminó arrojándose desde la torre más alta de una incendiada Piedradorada. Aquel fue el final de la rama Targaryen de la Casa Llyfren. El emblema que adornaba sus salones, la salamandra de fuego, fue arrancado y nunca más nombrado, para dejar paso al dragón con cola de pez que aún hoy luce en sus escudos."

-Lady Alissa... ¿Que teneis que decir a vuestros hijos despues de tanto tiempo?

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15/05/2013, 12:34
Director

Las flechas de Emir cruzaron el umbral, y su silbido se perdió en la oscuridad. No alcanzaron blanco.

Un breve silencio siguió a las palabras de Barkas...

...y la voz de la mujer contestó.

A mis hijos... mis queridos hijos... les digo... QUE MUERAN POR SUS PECADOS.

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15/05/2013, 12:49
Elaine Ríos

Elaine tragó saliva y dio un paso atrás al escuchar la voz de la mujer. ¿Para eso la había traído R'hllor hasta allí? ¿Para morir por los pecados que no habían cometido?

Sin embargo el recuerdo y la voz de la sombra resonaban más fuerte que su propia voluntad. Tenía miedo. Tenía realmente miedo por primera vez en muchos años. Y no solo por ella.

Sin darse cuenta se había aferrado a la mano de Darren, apretándola con fuerza. La soltó y susurró
- Saca a mis primos de aquí.

Luego miró al cielo por un segundo, buscando las estrellas, antorchas en el cielo, y dijo, en voz alta

- Es cierto, mi señora. Nuestros padres y sus padres antes que ellos cometieron muchos pecados que hemos de expiar. Pero hay aquí quien nada tiene que ver con nuestra sangre: siervos, compañeros e incluso niños. Dejad que se vayan. No os lo pediré por mi, pues mi sangre está también manchada. Dejarlos ir en vuestro nombre, el de la bondadosa Alyssa.

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15/05/2013, 13:07
Elaine Ríos

Cita:

- Saca a mis primos de aquí

Elaine dejó en la mano de Darren cinco sacos de tela roja, con algunos símbolos valyrios en ellas.

- Explotan - dijo la sacerdotisa, a modo de explicación.

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15/05/2013, 14:38
Martin Blackford

Tardo unos segundos en reaccionar. Todo sucede muy deprisa, intento ser escueto y directo.

- Emir, cúbreme.

Miro a Duncan.

- Dirige tu el ataque como veas, es tu especialidad - le digo y miro a Barkas... me tendrá que explicar luego muchas cosas. Miro a Elaine y asiento a sus palabras, tiene razón. Hago ademán de hablar a los LLyfren, pero decido que es más sensato no... perder los papeles de nuevo..- Barkas, confío en ti - le digo con el mismo tono con el que me había dirigido a él antes de saltar.

Avanzo hacia la Dama.

- Yo soy Martin Blackford - le digo a la Dama y abro las manos en cruz exponiendo mi pecho - Deja que se marchen, que los inocentes se vayan... hazme a mi pagar por los pecados - digo mientras me acerco a la señora, alerta a lo que pudiera pasar y deslizo uno de mis estiletes por debajo de mis mangas... - Me han hablado de usted.. mi señora Blackford.. antes de inmolarse en tu nombre, me dijo que tu nos salvarías, que con el sacrificio de ella, de Lord Blackford y del pequeño heredero.. la deuda se saldaría.. lo dijo.. - digo mintiendo descaradamente, pero la dama no tiene por qué saber que agarré a la señora mientras se tiraba de la torre... menuda nochecita - Pero si no es suficiente... aquí me tienes - le digo deslizando por la otra manga otro estilete.

Si hay que sacrificar a alguien, que sea a ella.

- Tiradas (1)

Motivo: Mentir - Engaño

Dificultad: 0

Modificador: +4

Tirada (5): 2, 6, 5, 3, 4

Guardados (4): 6, 5, 4, 3

Total: 18+4 =22, Éxito asombroso

Notas de juego

Si necesitas que deje m´s tiradas hechas, dime máster ^^