Partida Rol por web

>>Centro de Mando DN-2. Antiga Prime.

Ya formado el escuadrón del Sargento Connor, ha llegado el momento de recibir instrucciones directas.

Tras atravesar los laberínticos pasillos que conforman el centro de mando, el sargento Razcjenko se detiene ante la puerta de la sala de mandos. Tras haberos cruzado con los rígidos marines del escuadrón Alpha por los pasillos que comunican con el acceso a su hangar privado donde Troilo os comentó de pasada que estaban terminando de poner a punto la lanzadera, el hecho de cruzar miradas con vuestro superior directo no os llama mucho la atención. Después de todo su autoridad debe haber mermado al llegar la élite de la Confederación, siendo esos soldados arrogantes y sus lideres quienes os dan sus órdenes por su boca.

A pesar de todo esto, vuestro Coronel está haciendo todo lo posible por demostrar su competencia y suficiencia para comandar el lugar, y llevar a cabo la misión. Aunque solo sea por esto, las tropas de la milicia local antigana le siguen lealmente en mitad de la guerra fratricida que asola el planeta. En el corazón de todo antigano anida la esperanza de que Huge y otros eviten las violentas acciones que llevarían a cabo las tropas del Escuadrón Alpha en nombre de la Confederación Terrana, como ya sucediera hace años en Ciudad de Andasa.

Con un suave sonido neumático las dobles puertas de seguridad de la sala de mandos se abren ante vosotros franqueandoos el paso tras ser autorizados por el par de vigilantes armados.

Ante vosotros aparece una enorme sala repleta de consolas y atareados operadores atendiendo sus monitores con múltiples indicaciones. Atendiendo una mesa de holografía en el centro se halla la severa figura del Coronel Victor Huge, al parecer recibiendo informes de dos de sus asistentes con rostro impertérrito.

Esperáis pacientemente a que terminen de hablar con él, momento en el que los despide con un movimiento de mano y se gira lentamente hacia vosotros, levantando una ceja a modo de interrogante.

Troilo se cuadra, al parecer poco acostumbrado a esa rutina militar, y saluda.

- ¿Este es el equipo solicitado?- os pregunta vuestro superior mirandoos uno a uno. La sensación de ser apenas dignos de su interés os llega sutilmente, dejandoos desconcertados a los más veteranos, que teníais al Coronel por alguien más inquisitivo.

- Sí, señor.- Contesta Troilo.- El escuadrón estará liderado por el Sargento Connor que podrá manejar la Goliath en caso de requerir apoyo antiaéreo. El Cabo Nexus para maniobras de asalto y dos marines. Aunque uno es un recluta el otro es un veterano ya curtido en misiones anteriores incluyendo los incidentes previos a Andasa- Hace una pequeña pausa- He seleccionado al sargento Marron como piloto, seguro que se adaptará a la nueva lanzadera más rápidamente que el resto de pilotos disponibles, tal y como usted especificó.

-¿Un mercenario transportista? ¿Y únicamente cuatro efectivos adicionales, entre ellos un recluta? Tendrá que bastar Razcjenko, pero espero que al menos logren un correcto despliegue táctico antes de caer.- El último comentario parece incomodar algo a más de uno de los presentes, entre ellos el propio Troilo y el veterano que os acompaña que llega incluso a farfullar entre dientes algo inaudiblemente grosero.

- El equipo de especialistas al que acompañarán está realizando una breve misión, y estarán de regreso en unos minutos. Ya tienen sus instrucciones, y serán los encargados de dirigirles hasta su objetivo, liderando la operación. Una vez allí, si es preciso deberán prestarles apoyo para su infiltración, como ellos estimen oportuno, ya sea con maniobras de distracción o lo que se tercie en el momento.

Lograr un correcto despliegue antes de caer...maniobras de distracción para la elite...este capullo se va a enterar y antes de que pueda contar hasta tres desde su mullido sillón, le habré metido mi gran bota metalica por su maldito trasero de oficial...

El recluta solo pone una mueca de desagrado ante las palabras y las formas.

- gggrrrgggggrrfffggggrrrrff- farfullo entre dientes, mientras me mantengo semioculto parapetado por Brian para evitar faltar el respeto al Coronel.

que se habrá creído este... grfffff, depués de mandarnos una misión carente de toda acción, encima insinua que vamos a caer.-

Manejo mis gestos sin importarme en absoluto quien tengo delante. Muestro mi cara de impaciencia y enfado tras las palabras del coronel Huge.

- Vale, ¿es todo Troilo? Cuanto antes empecememos con esta mierda antes acabamos con ella - digo en voz suficientemente alta para que se entere el coronel.

Miro a mi alrededor en busca de un lugar donde apoyar mi trasero mientras el holograma termina de hablar. Me dejo caer sin mantener las formas en señal de desinterés ante las palabras del coronel.

El sargento frunce el ceño, gesto que en su rostro rubicundo queda totalmente fuera de lugar, como si la seriedad fuera ajena a él por completo.

- Señor, me pidió buenos soldados para una misión de importancia vital, en sus propias palabras. Mis chicos llevan tres días trabajando sin descanso en la nueva lanzadera, y han doblado esfuerzos tras la llegada de los marines Confederados. Con el debido respeto, creo necesario que reciban instrucciones apropiadas a dicha misión.

Tras esta declaración el silencio flota en la sala. Tan solo algunos bips y clicks a intervalos regulares procedentes de las computadoras interrumpen la tensa calma, ya que los operarios se han detenido momentáneamente, atentos a la conversación a pesar de mantenerse en sus puestos. Los soldados que están de guardia en la sala parecen nerviosos, particularmente atentos.

La mirada del coronel es firme y fría, y su voz tranquila y resuelta os sorprende al cortar el silencio como un cutter láser un cable de acero a máxima tensión.

- Está en lo cierto sargento. Todavía tenemos la oportunidad de demostrar que no precisamos a los marines para ocuparnos de nuestros asuntos.- Hace una pausa intencionada, durante la cual percibís claramente como la actividad se reanuda en la sala y los guardias se muestran más relajados.

Esbozando lo más parecido a una sonrisa al retraer levemente las comisuras de su boca, Huge continúa hablando:- Y tal es la misión de la que van a ocuparse. El escuadrón estará al mando del sargento Connor, y tal y como ya he especificado, su tarea es apoyar a un equipo de tres especialistas Fantasma a introducirse en una base enemiga. Ya precisen una punta de lanza para entrar, una maniobra de distracción que permita que un área quede desguarnecida o cobertura de fuego amigo, ustedes han de proporcionársela. Ya que de su éxito depende el de estos especialistas, y del de ellos el final inmediato de la sublevación, pues la localización de su objetivo es la recién descubierta base del enemigo: los Hijos de Khoral.

Tras estas palabras algunos murmullos de aprobación llegan de diversos lugares, dando lugar a un aura de satisfacción por parte de los presentes.

- Bueno, bueno, esto ya va sonando mejor, aunque el tipo este piense que ellos solitos pueden ocuparse de sus asuntos. - Pienso mientras trato de olvidar el comentario de autouficiencia lanzado por el coronel.

- ¿Eso, es todo? ¿y dónde está ese equipo de Fantasma a los que tenemos que apoyar? ¿a dónde tenemos que dirigirnos para partir hacia la base del enemigo?

Tuerzo el gesto en señal de desaprobación y miro a Troilo condenándole con la mirada.

Me mantengo a la espera en la desaliñada posición hasta las palabras de Nexus. Lanzo una maleducada carcajada antes de hablar.

- Son fantaaasmas, colega, ¿no pretenderás verlos? Uhhhhh - digo utilizando un tono ácido y sarcástico.

Fantasmas...y nosotros vamos a ser su carnaza para el enemigo.

Sigo esperando, sin palabras, pero claramente molesto por la situación. Acaban de ponerme el traje y ya siento que me estan jodiendo.

Espero que despues de esta...venga otra misión...y otra...y no me metan otra vez en la maldita celda...aunque seguro que encuentran escusa suficintes.

- ¿Base rebelde de Khoral? ¿Que pintan esos piratas aquí en Antiga Prime, Coronel? Y aún así, ¿no sería más efectivo enviar tropas armadas contra ellos? Probablemente estamos mejor equipados y disponemos de más efectivos que ellos, señor. Sobre todo si nos apoya el escuadrón Alpha.

A pesar de su perpetua jovialidad, los que habéis visto con anterioridad al sargento Razcjenko notáis preocupación en su forma de hablar.

- El escuadrón Alpha tiene sus propias preocupaciones aquí, sargento.- Huge corta en seco las preguntas al respecto que Troilo estaba formulando.

- Esas son sus ordenes. Y sí, los piratas de Khoral tienen una importancia fundamental en todo este asunto. Según reporta inteligencia, son los responsables de que esta revuelta se halla desatado. Al parecer según llegaron se encargaron de sublevar a los nativos, ejecutando al Magistrado colonial de Antiga Prime y anexionando a su causa de caos y terrorismo a las tropas. No consentiré que haya una guerra civil entre antiganos enviando el grueso de nuestras fuerzas, pues muchos de ellos probablemente integren sus filas.

- ¿Y las recientes expediciones de castigo enviadas al sur, coronel? ¿Cuál es su finalid...?

- Sargento- tercia con voz dura el coronel, con los ojos encendidos por una cólera fría y calculadora.- Las ordenes han sido impartidas a la escuadra que se encargará de la misión. Usted tiene tareas que debería estar atendiendo desde que los acompañó hasta esta sala. Será mejor que no añada a estas una sanción disciplinaria.

Varios de los marines presentes dan un paso para protestar, ofendidos. Troilo es un veterano compañero de la mayoría, respetado por todos, y al parecer la ofensa del coronel es tomada como afenta a ellos mismos. Pero Troilo levanta la mano abierta en gesto calmado para indicar que se detengan, y acto seguida la lleva a su frente para hacer el saludo marcial y despedirse del coronel, abandonando la sala.

Observo toda la escena amargado en principio, aunque luego comienzo a pensar que tal vez no esté tan mal como parecia al principio.

Bueno...tal vez esto no vaya a ser tan malo como parecia al principio.

Una pregunta entre dientes, sin ningún destinatario aparente escepto el aire sale de mis labios.

-¿Que tipo de pique tienen estos tios?...vamos ya a joder a alguien

Así que seremos los guardaespaldas de esos fantasmas...

El sargento Connor ha permanecido tieso y con ambas manos cruzadas tras de sí mientras el coronel Huge explicaba la situación de Antiga y nuestra misión allí. El bueno de Troilo intentó hábilmente sonsacar información incongruente al coronel, sin demasiado éxito, es más, se está jugando un castigo severo.

Las órdenes eran claras y concisas, lo demás era politiqueo, aunque tal vez Troilo tuviera razón y hubiera algo más allá de una simple incursión. El tiempo lo diría, por ahora teníamos una misión importante que cumplir y se confiaba en nosotros.
Con gesto severo, me cuadro y dirijo al coronel.

- Bien señor! Y cuál es nuestro punto de encuentro con los fantasmas ?

Apenas ha abandonado Troilo la sala cuando la compuerta vuelve a abrirse una vez más.

Tres soldados de armaduras ligeras y aparentemente blindadas hacen su entrada, llevando cada uno de ellos a un civil brutalmente sujeto. El primero tiene la empuñadura saliendo de sus costillas y, actuando como si no se diera cuenta de ese hecho, sujeta con firmeza a un hombre de con la melena recogida y barba ya descuidada en malas condiciones. Varios verdugones amoratados le adornan el rostro y un hilillo de sangre fresca cae desde su nariz mientras otro abandona la comisura de su boca. El segundo fantasma trae a un hombre fuerte, con aspecto de haber salido de una mina de mineral volcánico. El último soldado, una mujer tal y como le delatan sus curvas y su rubia cola de caballo, sostiene un cuchillo en la garganta de un hombre con actitud de sometimiento. Por el equipo que lleva al cinturón, diríais que es un técnico bien equipado, aunque el material que lleva denota la precariedad de su día a día. Una precariedad que parece haber alcanzado a los tres hombres y haberse convertido en un problema serio.

La comitiva se detiene a un lado vuestro, presentando en muda ofrenda a sus cautivos ante el coronel.