Partida Rol por web

Las ruinas de Sohem

Capítulo Dos: Cena para seis.

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17/02/2023, 18:56
Balthor Than

Bien el grupo ahora se pone en modo amable con el noble, pasan de querer destruir todo lo relacionado con Lilith a pensar que este pusilánime es una victima, que puede que si, pero siendo rico seguramente fue seducido por el poder y la promesa de riquezas...

Pero bueno se ve que ahora necesitan recordarse lo buenas personas que son y que están en el lado justo de la balanza, se ve que el tendrá seguir siendo el salvaje, sobre todo cuando no quieran serlo, pero en el fondo lo necesiten.

- Lushara, hace cuanto que visteis al clan del León? Hace tiempo que nuestros caminos divergieron y no he tenido noticias.

Puede que la señora no pareciera muy fuerte pero de mandar sabía un rato, seguramente este lugar era próspero gracias a su mano.

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17/02/2023, 21:47
Flautista

Otro escalofrío recorrió la espalda de Flautista al mencionar a los críos. A su alrededor, coincidiendo, otra vez parpadearon unas sombras infantiles, casi como si respondieran a los oscuros pensamientos del hombre al que seguían incansables. El bardo hubo de sacudir la cabeza para alejarse de aquellos recuerdos a los que su mente, en ocasiones, volvía una y otra vez, acuciado por emociones que prefería mantener a un lado, pero que ciertos estímulos y situaciones le impedían controlar.

Circe, aún a su lado, apretó su mano con algo más de fuerza, bien queriendo devolverle a la realidad o puede que recordándole que no todos los fantasmas se desvanecían tan rápido. Si estaba allí para atormentarle o como vía para su redención, era algo que él todavía no había terminado de comprender, aunque abogaba por una mezcla de ambas que aceptaba como solo alguien que se sabía culpable podía hacer. Al fin y al cabo, incluso si solo fuera lo primero, lo merecía.

La niña también miró a Friza con intensidad, aunque sin un ápice de la inocencia que se presuponía a su edad. O a la edad física que aparentaba, al menos; sus ojos, de un dorado brillante, eran dos pozos de sabiduría antigua, nada acordes al rostro infantil que los enmarcaba.

Me llamo Circe —respondió sin devolver la sonrisa, ni cambiar su expresión—. Y él tiene razón. Necesito vuestra ayuda para volver a entrar en los recuerdos de Lilith, pero no debemos entretenernos.

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18/02/2023, 18:28
Narrador

Apenas llegaron al pequeño paraíso natural, Nicolás Glam comenzó a despertar. Antes de que la bruma que obnubilaba su mente fuera dispersada, Friza, quien lo había cargado sobre sus hombros, lo dejo en el suelo con gentileza. No obstante, Balthor, quien no estaba dispuesto a ofrecerle ningún instante de tranquilidad, planteó sus inquietudes sin rodeos, directo al grano.

Al momento, los aventureros notaron como el rostro del noble tuvo un fugaz enfrentamiento de emociones, entre la indignación y el miedo. Por fortuna para él, salió victoriosa la segunda, atajando el problema de una forma prudente. Sin duda, la presencia imponente del bárbaro tuvo mucho que ver.

No sé quién es esa tal Lilith, ni porque razón los siervos de Sarenrae secuestran a un miembro de la nobleza contra su voluntad— pronunció tratando de mostrar más seguridad de la que realmente sentía—, pero una cosa tengo clara y es que mi cuerpo es puro como la misma luz de Ary.

Sus palabras provocaron que los presentes intercambiaran escuetas miradas cargadas de duda. ¿Acaso era posible que aquel enclenque hombre fuera una víctima y no un aliado de la princesa del terror? Tal respuesta tendría que esperar un poco, pues había asuntos más urgentes que tratar. Por tal razón, Fryza y Flaustita, personas más diplomáticas, le ofrecieron amables palabras, cargadas de promesas corteses.  

Instantes después el aristócrata de Shitary asintió conforme. No sabían si por miedo, simple curiosidad o las muestras de respeto ofrecidas en última instancia. En cualquier caso, el grupo avanzó por los campos de cultivo y de girasoles hasta llegar a una pequeña plaza, rodeada de pequeñas y humildes casas. No obstante, entre todas esas edificaciones destacaban dos edificios, la iglesia de Sarenrae y lo que parecía una posada. Dos amantes destinados a observarse de frente, incapaces de sentirse o tocarse.

En ese momento una sensación extraña recorrió cada parte de sus cuerpos. Sintieron que algo malo estaba apunto de suceder. Impulsados por un presentimiento, más que por la fría lógica, dirigieron su atención al cielo.  Instantes después fueron testigos de cómo unas nubes de proporciones colosales, densas y negras como la misma oscuridad, ocultaron la luz del sol. 

Tal espectáculo fue recibido a lo largo del Imperio de diversas maneras.  Para algunos era un evento hermoso, similar al de un eclipse.  Para otros, era una señal de un evento cósmico, un punto de inflexión en el mundo.  Sin embargo, para ellos era un presagio de caos y sufrimiento. Aunque no tenían ninguna certeza, en su interior sabían que aquello había sido provocado por ella, la destructora de la Hermandad de los Vigilantes.

Aquel evento suponía el fin de la paz, tal y como la conocían, así como el alzamiento de las criaturas de la oscuridad.  Las mismas que habían encontrado su refugio en las ruinas y los cementerios.  Lamentablemente, ya no había sol que los mantuviera a raya, ni luz que alimentara la esperanza de los mortales o diera sustento al hogar de Erastil. El mundo pronto se tornaría peligroso e inhóspito para todo aquel que no viviera sometido bajo el yugo de la princesa del terror, la madre de los Condenados, Lilith.

Notas de juego

Paso turno el 21 de Febrero (Martes) a partir de las 18:00

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20/02/2023, 11:07
Flautista

Cae el crepúsculo
La realidad es otra
Noche infinita

Flautista miró el negro firmamento, componiendo una sonrisa triste. Allí estaban, presenciando el eclipse final, la victoria de Lilith. Y él, en aquella oscuridad, se sentía en casa. La Sombra tiraba de su sangre.

En esos mismos momentos, miles de personas estarían observando, como ellos, y el horror se iría abriendo paso en sus corazones a medida que se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, de que el Sol no volvería a resurgir con su luz de entre las nubes de tormenta, de que el mundo había cambiado. Se iniciaba una nueva etapa, una era de guerra y muerte. Los monstruos camparían a sus anchas, derramando la sangre de todo aquél que tuviera la mala suerte de encontrarse con ellos. Y ni siquiera eso sería lo peor; la tierra moriría y escasearían los recursos, esconderse no serviría de nada frente a enemigos mucho más silenciosos, como el hambre y el frío, y cuando la gente estuviera desesperada, los supervivientes se matarían entre ellos. ¿Cuánto durarían? ¿Un año? ¿Una década? Al final, se volvería insostenible, todo rastro de vida se extinguiría. Y cuando eso ocurriera...

¿Sabéis? Creo que no lo ha pensado bien. Le gusta el drama, está claro, una puesta en escena digna de ella, pero no puede mantener esto eternamente. Querrá someter a los reinos, amenazarles para que se sometan a ella, y luego volverá a dejar salir el Sol. No hacerlo mataría a todo el mundo, y ella se quedaría sin alimento. —Resopló—. Si el Imperio y los demás países aguantan lo suficiente, esto pasará. Aunque claro, supongo que nos va a tocar a nosotros avisarles de esto. O acabar con su plan. —Se llevó una mano al mentón—. Mejor ambas cosas. —Miró a Circe—. Esto no lo ha conseguido en unos meses, debe de llevar siglos preparándose. No podemos perder más tiempo, es hora de descubrir su pasado.

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21/02/2023, 14:04
Balthor Than

En el cielo se dibujo el presagio de la tragedia, ahora comprobarían el alcance de las maquinaciones de Lilith, sus allegados y sirvientes se mostrarían para dar el golpe de gracia y poner el mundo a los pies de su ama.

Ahora Balthor se sentía pequeño e insignificante, en cada lucha contra la vampira, sólo habían podido huir, pero al final en el fondo de su mente sabía que no podía simplemente huir de la amenaza, se enfrentaría a ella, aunque todo indicara un mal final.

- Friza mejor que todo el mundo se refugie, esto no tiene buena pinta.

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22/02/2023, 12:47
Narrador

El viaje fue confuso y extraño, pues la sombra les arrastraba a gran velocidad a través del velo. Los susurros de los muertos las rodeaban en un quejido constante y eterno. No obstante, poco después el manto de oscuridad se apartó, permitiendo a las tres vampiresas ver la ciudad de Norul desde lejos.

Roxanne, querida, reúnete con Katherine cuanto antes— ordenó Lilith con voz queda—. No podemos permitir que se hagan con el Libro de los Condenados. Haced todo lo que este en vuestras manos, sin importar el precio. ¿De acuerdo?

Así se hará, emperatriz— respondió la chiquilla mientras realizaba una breve inclinación.

Instantes después, la vampiresa convirtió su cuerpo en una bandada de murciélagos, los cuales cruzaron el cielo nocturno a gran velocidad. Sin perder un solo momento, la princesa del terror le dedico una larga mirado, tras lo cual procedió a dar las primeras ordenes de la bruja.

Tus amigos están aquí— informó de la situación a su nueva subordinada—. Creen que pueden recuperar el libro, pero solo encontraran la muerte a manos de mis hijas y sus esbirros. Antes de que eso pase, quiero que reclutes a Agatosh a nuestra causa.

» Cuando lo hagas, dale esto— añadió más tarde ofreciéndole un cristal carmesí—. Esta es mi sangre, suficiente para asegurar su lealtad. Debe beberla.

Aerin observó el hermoso rubí, el cual atrapada y aislaba sus sentidos. El cristal de color carmesí era completamente esférico, sin ninguna impureza, cargado de un gran poder sobrenatural.

Reuniros conmigo en la capital de Velsarion— pronunció con seriedad, atrayendo de nuevo la atención de la antigua Vigilante—. No me falles Nirea.

Las sombras del lugar se estiraron y rodearon a la Madre de los Condenados. Donde antes se encontraba una de las Primigenias, al ser que más amaba y temía decepcionar, ahora solo le esperaba un espacio vacío. Aerin sintió como su corazón la añoraba. Ansiaba sentir de nuevo su presencia, oír su voz y saborear su sangre.

Frustrada consigo misma, pues la Hija de las Brumas sentía como perdía el control de su yo más profundo, agitó la cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos de su mente. Sin saber en qué bando estaba luchando, caminó hacia la ciudad de Norul, donde no tardo en encontrar a sus compañeros. Parecían seguir a un doppelganger, el cual les había robado el Libro de los Condenados. 

Silenciosa y eficaz, la nueva esbirra de Lilith, los observó en la distancia, tratando de encontrar el momento adecuado. Tal oportunidad no tardó en llegar, pues para su sorpresa la hermana de Roxanne, Katherine, la traicionó. Con una estocada imposibilito sus movimientos, tras lo cual, el variopinto grupo, compuesto por Abelgos, Mischa, Agatosh y dos nuevos integrantes, entre los que reconoció a Cylina y a un ogro bicéfalo, tuvieran una pequeña charla.  En ese momento fue testigo de cómo una alianza se creaba entre mortales y chupasangre. 

Instantes después la conversación fue trasladada hasta la salida de los túneles del subsuelo, lugar donde suponía debía salir el doppelganger. Arteros y ladinos, el grupo utilizó el manto de Pharasma para volverse invisibles, provocando segundos después la muerte del enemigo una vez abandonó la protección del subterráneo. Junto a ella se encontraba una joven, la cual se abalanzó sobre Mischa. ¿Era su hija?

Mientras formulaba aquella pregunta de manera silenciosa, observó como la traidora vampiresa abandonaba el lugar, y de cómo el grupo se dirigía al Beso de la Driade. Con una sonrisa en los labios, Nirea giró en redondo y se dirigió a la mansión Grigory.

Una vez allí, contacto con la mente de Agatosh y envió su mensaje. ¿Respondería a su súplica y acudiría hasta allí solo, tal y como le había pedido? Solo el tiempo daría la respuesta. Por el momento solo podía confiar y esperar que no la traicionara, cosa que ella había hecho con los demás.

¿Debía arrepentirse? ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Sucumbiría ante el encanto de Lilith?

Notas de juego

Continuamos en la Sombra de Lilith: ¿Lealtad o traición?

Cargando editor
22/02/2023, 13:03
Director

Notas de juego

Fin del capítulo